Laura (nombre ficticio) llegó en 2003 a mi colegio, para cursar el último año de la secundaria, no muy llamativa, no me atraía, igual yo para ella.
En 2011, por casualidades de la vida y amigos en común, nos agregamos al Facebook y al ya no existente Windows Live Messenger; en donde nos divertíamos comentando historias del colegio y demás...
Poco a poco fuimos acercándonos bastante, y me llegó a contar cosas de su ex marido, que le dio muy mal trato y que a ese momento seguía acosando para incomodarle la vida.
Se volvió constante chatear hasta altas horas de la noche, donde fuimos tomándonos cariño, y así empezamos a llamarnos por palabras cariñosas a tal punto de hasta por algunos momentos de extrañarnos demasiado.
Y fue hacia finales de ese 2011, cuando viajé a mi ciudad natal, y decidí invitarla a una cerveza, cuando la vi, no llevaba propiamente la ropa más atractiva, pero si se veía bonita y además de eso hicimos una muy buena conversación.
Yo, con ganas de pasar a un mejor lugar, dar otro paso... y ella hablando de una cosa y otra, me comentó que había soñado algo conmigo y le pedí que me comentara, ella decía que no, porque si lo hacía, su sueño no se volvería realidad.
Esas palabras las capté de inmediato, y sin pensarlo le dije "vamos a hacerlo" a lo que ella contestó solo tomándome la mano manifestando un si con la cabeza y con mirada picara.
Llegamos a un motel donde se transformó, y su anticuado vestuario guardaba una ropa interior espectacular, una tanga que recuerdo muy bien; y la piel más suave que he tocado hasta hoy.
Nos dimos unos buenos besos, hasta cuando me dijo que ya estaba muy mojada como para no sentirlo adentro, mordía la almohada para no gritar, le quité la almohada y me decía "hace mucho que no hago esto y quiero ser tratada como una puta"...... cuando estaba encima mío era como una batidora, no paraba de moverse, y me pedía que no le soltara sus senos.....pidió un par de nalgadas que la excitaron mucho y luego pidió ser mechoneada, yo solo quería derramar mi leche en tan bello cuerpo, y lo derramé todo en su pecho, chorreando su cara y cabello, lamio lo que quedaba en mi pene, y me dijo que lo guardara porque era tarde.
Nunca más la volví a ver, pero la he buscado sin mayor fortuna... esperando que algún día pueda volver tener una buena aventura con ella y poder contarla a ustedes como esta historia...
Buena noche.