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La mamá y el macarra de la piscina

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Este relato comienza tres años atrás en una mañana muy calurosa de un día de verano, los padres de Sebastián se acababan de mudar con su hijo a un nuevo vecindario cerca de la ciudad, con casas que sin ser lujosas eran de buen ver se contrastaban con un suburbio de viejas casas rodeadas con uno que otro edificio sucio y semiabandonado. Alicia a sus 36 años, es la madre de Sebastián, una señora de una belleza que despierta el morbo a quien la mira: sus hermosos ojos verdes contrastan con su cabellera sedosa y castaña, los cuales caen por sus suaves hombros de piel blanca; no hay hombre que no la desee, ella es alta de unos 1.77 sus preciosas piernas bien hechas poseen unos muslos que están para comérselos, su culo algo grande y muy apetecible provoca arrimársela en el medio con la pija bien erecta.

Sebastián estaba de vacaciones y en esa mañana como su padre estaba trabajando su madre le propuso ir a la piscina del barrio a pasar el día, cerca de allí habían abierto un parque acuático en la ciudad que promocionaban en la tv. Él se acababa de levantar y estaba tranquilamente desayunando, deseoso de jugar todo el día con su playstation, por lo que le dijo que no iría, Alicia insistió que la acompañara hasta que aceptó con una mueca de cierto disgusto. Ambos salieron a tomar el bus, unos jovencitos se acercaron a esperar con ellos, al ver a Alicia comenzaron a devorarla con la mirada. Ella vestía una ajustada polera y una licra que realzaba sus curvas y sus bien formadas nalgas.

"Lindo culo tiene esa pituca, míralo como lo muestra, esa tía quiere una buena pija" dijo uno de ellos desde atrás. Sebastián que alcanzó a oír volteó a mirarlo con ganas de retarlo, el macarrilla que era un canijo casi de su edad lo miró con mofa, mientras subían al bus otro dijo “mamacita te cogería por el culo con el calzón puesto”… Sebastián y Alicia alcanzaron los asientos del fondo. Mientras viajaban en el bus, el grupo de jovencitos que iban sentados atrás de ellos no dejaba de morbosear con el culo de la joven mamá… “vaya que seria y presumida… dijo uno… me vale un carajo, haría cualquier cosa por cogerme a una señora como esa y reventarle su blanco culo…”

Alicia que logró escuchar para sorpresa de todos no dijo nada. Por fin llegaron al parque y el grupo de jovencitos entró con ellos, Alicia y su hijo fueron a los vestidores a cambiarse, al salir ella estaba enfundada en un traje de baño de una pieza negro el cual era brilloso y realzaba sus curvas.

Sebastián por su edad no le prestó atención a ese detalle de su madre, pero los chiquillos que los habían seguido en el bus vieron las hermosas curvas de la joven mamá, y comenzaron a ver a Alicia con morbo. Uno de los muchachos, el macarrilla que Sebastián había retado en el bus, era un canijo de estatura media de unos 1.60 miraba a Alicia con mucha atención, su cara estaba desencajada, no podía creer ni dejar de ver a tan despampanante señora. Sus ojos vivarachos, recorrian las interminables piernas de Alicia que luego apuntaban a unas nalgas redondas que se veían muy buenas con esa tela del bañador que le cubría sólo la mitad de sus cachetes en forma de bikini.

Sebastián que estaba muy ocupado subiendo a los toboganes y jugando en la piscina, dejó a su madre sola la cual se sentó en la orilla de la piscina, el canijo que la venía morboseando se acercó y le dijo algo que a ella no le agrado y se paró y se sentó en otro lugar.

Ya era medio día y la piscina estaba llena Alicia se metió a la piscina que estaba llena de gente, Sebastián se percató que dos de los chiquillos se acercaron a su madre y comenzaron a morbosearla y aprovechando la multitud comenzaron a toquetear a Alicia, comenzaban a nadar cómo muy cerca a ella, en ocasiones le buscaban conversación. Cansada de ello, Alicia llamó a su hijo y le dijo que tenían que irse, Sebastián no quería y su madre insistió pero él la convenció y se quedaron más rato.

 Eso excitó al canijo que la morboseaba, llego el momento que en el tumulto de gente estaban a solas, los roces calentaban el ambiente y acercándose por detrás le dijo una serie de cosas al oído haciendo que ella se sonrrojara como una chiquilla, luego Alicia comenzó a hablar con el calenturiento chiquillo; Sebastián al verlos se disgusto y acercándose a su voluptuosa mamá le dijo que debían irse, a Alicia no le gustó el tono de su hijo y le increpó delante del macarrilla que se puso tras de ella, Sebastián lo miró furioso, el macarra aprovechando que Alicia no volteaba a verlo hizo una mueca maliciosa y empezó a tocarse el bulto bajo el agua.

Alicia estaba molesta con su hijo, y aquel canijo aprovechó para buscar agasajarse a la hermosa mamá frente a su hijo, ya con su pija bien dura se la apoyó entre sus nalgas descaradamente, ella sintió la enorme pija sobre su traje de baño y le dijo a Sebastián que debían cambiarse, al ir a los vestidores Alicia fue por el baño de mujeres. Apenas entró, el chiquillo calenturiento que ya la esperaba dentro, cerró la puerta con llave y la tomó por detrás, arrimándole la pija en medio de sus nalgas comenzó a tocarla con frenesí… como un pulpo le empezaba a pasar sus huesudas manos por todo su cuerpo. La tomaba de la cintura y se la punteaba a gusto hundiéndole la tela del bañador cómo si quisiera penetrarla ahí mismo. Alicia trataba de sacarse la tela de la cola pero el pibe volvía a hundírsela con su inestable bulto…  mientras le comía a besos el cuello y la nuca sus manos apretaban sus senos por encima del bañador… así estuvieron unos segundos, luego él se hincó por detrás para chuparle el culo a esa respetable señora, le plantaba sonoros besos en los cachetes de sus rosadas nalgas para luego subir sus labios llenándola de besos en los hombros y su hermosa espalda.

Alicia aún tenía puesto su brilloso traje de baño entero, el hábil chiquillo se arrodilló frente a ella y le enterró su cara en la concha, la hermosa mamá al sentir que se la chupaba con fuerza y ganas empezó a gemir apretándole la cabeza. Ambos estaban totalmente excitados, el mofo se puso atrás de ella y tomándola de la cintura puso su pija  en medio del hermoso culo de Alicia. Sujetando las respingonas y carnosas nalgas de la hermosa madura comenzó a frotar su verga en medio de ellas, luego le puso la verga en su entrepierna y siguió frotándosela. La fricción contra la suave tela del traje de baño y la tersa piel de sus cachetes lo excitaba aún más… De repente paró y la empujó para que se apoyara sobre el lavabo frente al espejo del baño, con el culo en pompa, tomando los bordes del bañador de Alicia se los metió entre sus nalgas haciendo una tanga….

Ahora tenía una visión completa del macizo culo de la hermosa madura, aquella vista hizo que la pija del canijo se pusiera más tiesa y grande. … “que rico me la voy cachar… te voy llenar el tubo mamacita"… pensó para sí… su delgada pija de 18 cm apuntaba como una serpiente a las nalgas de Alicia que lo miraban desafiantes. Poniendo a un costado la tira de su ahora tanga le abrió las nalgas y acercó la pija apuntando directamente a su ojete, metió la punta de su verga penetrando lentamente el delicioso culo de la hermosa mamá, el canijo disfrutaba centímetro a centímetro el apretado y suave masaje de las paredes anales de aquella hermosa mujer...

- Hmmmm mami culo grande hmmmm dijo el pendejete cuando tuvo toda la polla metida en el culo de la mamá de Sebastián….

 

Sebastián terminó de cambiarse, su madre se demoraba y pensando que aún no salía del vestidor fue a buscarla, al llegar no había nadie. El parque acuático empezaba a quedarse vacío. Luego pensó el baño de mujeres, al llegar vio que estaba cerrado fue a ver y golpeó la puerta pero no contesto nadie. Sebastián pegó la oreja y escuchó que estaban haciendo un sonido de cacheteo y jadeo, en ese entonces por la inocencia no distinguía el sonido y volvió a golpear, nadie respondía pero esta vez el sonido de cacheteo y jadeo se hacía cada vez más rápido. Dentro de aquel sitio la escena era muy morbosa: frente a un espejo una hermosa mujer de 36 siendo follada por el culo por un desconocido chiquillo calenturiento, Alicia se veía sexy con aquel traje de baño de una pieza aún puesto, a través del espejo veía cómo el macarra le bombeaba el culo, sus huesudas manos metidas por debajo de la tela de su bañador le apretaban los senos mientras embestía una y otra vez su delicioso culo...

 

La puerta dejó de sonar… frente al espejo del lavabo el canijo tenía una cara de excitación máxima, ver aquellas firmes y redondas pompas temblar a cada embestida era la locura para él, esta vez sus manos estrujaban las nalgas de Alicia hasta que… aaaaahhh aaaaaahhhh aaaaaaaahhhh aaaahhh que rico mamacitaaaaa aaaaaaahh aaaaahhhhh oooooooohh   ¡Floooppp… floooppp… floooppp… que ricooo te lleno el tuboooo!!! el pibe se corrió dentro del culo de Alicia, su pija escupía chorros de lefa caliente que salían a borbotones… mientras ponía su cara pálida se mordía los labios… Sebastián preocupado fue a otro lado a buscar a su madre y en esa búsqueda Alicia apareció ya vestida, estaba muy agitada y le dijo para regresar a casa…. Al pasar por el baño que estuvo cerrado salió aquel canijo atrevido que la molestaba, él la miró y le mandó un beso… antes de irse ella le pidió que no hablara de eso con nadie y le prometió que se dejaría coger más veces en su casa.

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