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Te acercas por detras y me respiras en el cuello. 

Presiento lo que viene y no me resisto. Lo estuve pensando, lo estuve repasando en mi mente. 

Pones tus manos en mi cintura, firmes, como para que no me escape, porque sabes que soy cobarde. 

Pero no voy a ninguna parte. Estoy inmóvil, petrificada; me tiembla todo y mi respiración se agita. 

Me abrazas fuerte y luego tus manos comienzan a acariciar. Me entrego al viaje, me rindo al momento y pongo mis manos en la pared en señal de que no hay resistencia. Hazme lo que quieras. 

Me besas el cuello, los hombros, siento tu respiracion. Me preguntas si estoy bien y no me sale la voz. Estoy bien, más que bien. 

Tus manos suben por mis brazos, llegan a mis manos y se entrelazan brevemente. Luego las dejas y con un gesto entiendo que quieres que las deje donde están. Ok, no me muevo. 

Me acaricias los brazos, las costillas, la cintura y suevemente llegas a mis pechos, que te estaban esperando. Siento escalofrios y una cascada entre mis piernas. 

Me preguntas si estoy bien, pero no puedo responder, solo muevo la cabeza. 

Acaricias con suavidad mis pechos y con la otra mano bajas hasta mi cadera. Me tiembla todo, se me doblan las piernas, pero me sostienes fuerte. 

Me levantas la falda y juegas con mi ropa interior, acercándote timido pero seguro. Me acaricias por encima de la ropa, que está toda húmeda. 

Me separas las piernas y no me resisto, hazme lo que quieras, hoy no hay limites, no hay pudor, no hay nadie mas. 

Sigues buscando bajo mi ropa interior y siento frío, calor, escalofríos, una corriente por todo mi cuerpo. Mientras tus dedos recorren, tu otra mano baja por mi espalda hasta entrar por detrás, entre mis piernas. Con ella me penetras mientras con la otra me excitas. 

Creo que voy a explotar, lo haces tan bien. 

Me tomas y me lanzas en la cama, me quitas la ropa como un experto y me observas. Me separas las piernas y te acercas, miras tu objetivo, lo tocas, lo recorres con tus dedos y yo me retuerzo de placer. Me penetras con los dedos y acercas tu boca, siento el calor de tu respiracion.

Tu lengua recorre habilmente mi clitoris y sus alrededores, lo lame, juega, lo acaricia mientras grito y jadeo sin control. Siento tus dedos profundos dentro de mi y quiero mas, quiero tenerte entero, quiero sentirte entero dentro mío. 

Llego al orgasmo y quedo tendida, como una muñeca de trapo, sin fuerza, pero plena, un cosquilleo me recorre y tu me acaricias y me miras, queremos más, mucho mas. 

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