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El Heladero

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Hace poco escribí acerca de lo mucho que me excitaba el hecho de exponer a mi novia para que los demás hombres puedan disfrutar de su hermosa figura, sobre todo su culo hermoso, más aún de su cuerpo. En esa oportunidad hubo una ocasión en la que llevando una mini se sacó el hilito frente a un vigilante y un heladero, este relato tiene que ver con esa situación.

Yo no hubiera imaginado absolutamente nada, su actitud no lo demostraba y en fin, no se me pasaba por la mente. Pero un día, hace muy poco en realidad, me confesó algo que había hecho, sin decirme nada, pero que me encantó, en realidad me excitó demasiado por el contexto, por lo puta que actuó. Ahí les va.

El día que fuimos al hotel y le pedí que se ponga la mini que le compré fue cuando se sacó el hilo que llevaba puesto frente a un vigilante y un heladero, quienes quedaron impactados no solo por ser tan putita sino también por su deliciosa figura, en ese momento el heladero se le acercó y le obsequió un helado mientras la devoraba con la vista. Y recuerdo también haberle dicho que no se preocupara porque muy probablemente no los volveríamos a ver nunca más. Me equivoqué. Varios días después de haber vivido esa situación, después incluso de la experiencia del bus, Tania volvió al parque donde se había sacado el hilo y donde vimos por primera vez al heladero y el vigilante. Mientras me lo contaba se notaba que se iba excitando, me dijo que no sabía porque fue nuevamente, se sintió atraida por la emoción, se excitó muchisimo cuando la vieron sacandose el hilito. Todo esto hizo que regrese al mismo sitio. Volvió a ir unas cuatro veces.

La primera vez que volvió fue por curiosidad, es más fue vestida normal (un jean y un polo), pasó por el parque y no vió al heladero, se sentó en una banca a fumarse un cigarrillo, cuando de pronto.

-Hola, de nuevo por acá? - Era el vigilante del hotel.

Tania por su parte un tanto nerviosa, ya que no se esperaba encontrarlo ni saludarlo, volteó nerviosa.

-Hola que tal? Si, es que vivo cerca - mintió - y vine a fumar un rato. Tu que tal siempre trabajas por acá?

-Si bueno, hoy me tocó trabajar de día, pero por lo general trabajo en las noches, como cuando llegaste por primera vez...

Hubo un silencio un tanto incómodo por parte de Tania. El vigilante no dejaba de comérsela con la mirada, ya que conocía sus curvas y atributos seguramente se la estaba imaginando como la otra noche.

-Y hoy no viniste con tu amigo? - Preguntó el vigilante.

-No, el vive lejos y solo nos vemos de vez en cuando.

El vigilante se sentó a su costado y sacó tambien un cigarrillo para acompañarla. Se quedaron callados un momento, entonces el vigilante le preguntó:

-Como te llamas?

-Tania.

-Mucho gusto Tania, yo soy Eusebio, lamentablemente ya tengo que volver a mi puesto, pero me gustaría mucho que volvieras para seguir conversando.

-Claro, voy a volver por acá de todas formas, y tu amigo? - Dijo Tania refiriendose al heladero.

-Ah, se llama Segundo, es el heladero del barrio, pero hoy no ha pasado por acá, a veces encuentra más clientes por otras partes y se queda ahi, pero le contaré que preguntaste por el.

-Claro Eusebio, entonces no te quito más tiempo, yo también me tengo que ir.

Eusebio sonrió, apagó el cigarrillo en el suelo y se fue.

Luego de algunos días, Tania aprovechó un día soleado para ir a dar una vuelta por el parque. Esta vez, fue un poco más coqueta, con un short y un top que la mantenía fresca, fue sin sostén. Cuando estaba llegando notó que en la puerta del hotel estaban Eusebio el vigilante y Segundo el heladero conversando. Tania siguió caminando sin mirarlos hasta sentarse en la banca del día anterior, de pronto sintió que alguien se acercaba hasta que se sentó a su costado, era Eusebio.

-Hola Tania, que tal?

-Hola Eusebio, todo bien con mucho calor aprovechando que no tengo nada que hacer para venir a dar una vuelta.

-Que bueno que nos visites, te cuento que justo ha venido Segundo, quien casualmente también preguntó por ti el otro día. Seguramente en un rato se da una vuelta por acá.

Y así fué, después de quedarse conversando por un rato llegó Segundo, se emocionó al ver a Tania, se sentó al otro lado de la banca, Tania estaba al medio de ambos. Estuvieron conversando por un rato cuando de pronto hubo un silencio y Segundo preguntó:

-Tania una pregunta, la otra noche que estuviste por acá estabas muy hermosa, y muy sensual por cierto, hay posibilidad de poderte volver a ver tan sexy como aquella noche?

Tania no sabía que decir,se puso nerviosa, pero al mismo tiempo se excitó, ella sabía que estaba consiguiendo lo que estaba buscando, así que siguió el juego.

-Bueno... la verdad es que yo no suelo hacer esas cosas, pero tal vez alguna noche pueda volver a venir así, si es que tanto les gustó.

Ambos se miraron y sonrieron.

-Claro que sí - dijeron los dos casi al mismo tiempo.

-Estabas muy hermosa, dijo Eusebio.

Entonces Segundo puso su mano sobre la pierna desnuda de Tania.

-La verdad es que eres una chica muy hermosa y sexy, dejándonos de cosas, cuando te ví casi desnuda esa noche estaba muy excitado, tenía muchas ganas de hacerte el amor, estoy seguro que te complacería como nadie lo ha hecho y te va a encantar cuando lo hagamos.

Tania estaba sorprendida y muy excitada, pero tenía un poco de miedo.

-Gracias por los cumplidos, pero ya me tengo que ir.

Tania solo se paró y se fué.

Me contó que en el camino hacia su casa estaba muy excitada, imaginando todo lo que hubiera pasado.. o todo lo que pasaría. En cuanto llegó a su casa se encerró en el baño, se metió a la tina y empezó a masturbarse imaginandose la verga de Segundo dentro suyo.

Pasaron algunas semanas hasta que volviera a ir al parque, fue vestida con un pequeño polo, unos tacos y una diminuta faldita, que revoloteaba con la brisa de la tarde de verano dejando ver por momentos el pequeño y coqueto calzoncito que llevaba puesto.

Cuando llegó al parque pasó por el hotel, pero había otro vigilante, seguramente Eusebio tenía turno nocturno ese día. Tania dio un par de vueltas por la zona y pudo ver dos calles mas allá a Segundo que estaba en una esquina con su coche de helados. Ella caminó hacia él. Cuando ya se encontraba a una cuadra, Segundo giró por la esquina y Tania apretó el paso, cuando dió la vuelta a esa esquina lo vio a un par de cuadras nuevamente, esta vez estaba entrando a otro parque, Tania siguió. Cuando llegó al parque vio que era mas grande que el otro y casi en el medio del parque, sentado en el borde de uno de los caminos estaba Segundo. Ella siguió caminando hacia él.

El parque estaba un poco oscuro, colaboraban tanto la falta de iluminación por parte de alumbrado, la hora ya que eran casi las seis de la tarde, además de lo tupido del parque. 

Segundo la vió llegar y la saludó de lejos con la mano, Tania le devolvió el saludo y se acercó a el. Segundo se paró y la saludó con un beso en la mejilla.

-Hola Tania! que haces por acá? Pensé que vivias por el otro parque.

-Hola Segundo, si pero a veces me gusta caminar por otros lugares, me gusta explorar nuevos sitios.

Segundo se sentó nuevamente al borde de la vereda y Tania se sentó a su lado, Tania miraba nerviosa por todos lados, definitivamente si alguien la veía en un parque oscuro junto a un heladero.. iba a ser algo muy sospechoso, felizmente para ella no había gente pasando por esa parte del parque, entonces Tania volteó hacia Segundo, y el la miraba con mucho deseo. Tania se excitó, se estaba mojando, se puso roja por la calentura. Segundo llevó su mano hacia la pierna de Tania y la empezó a tocar. Tania no se opuso. Segundo aprovechó su corta faldita para meterle la mano por la vagina, le tocaba el clítoris. Tania volvió a voltear nerviosa, pero no había nadie, Segundo estaba completamente excitado y se notaba bastante, Tania lo notó y lo empezo a tocar también. De pronto Tania le abrió el pantalón y le sacó el pene, era grande, grueso, oscuro, venoso, estaba muy mojado; Tania no podia más, siguió masturbandolo mientras Segundo seguía metiendole el dedo.

-Chúpamela - dijo Segundo - ven y chúpamela, quiero que te tomes toda la leche.

Tania no se hizo de rogar y luego de volver a mirar para asegurarse de que no hubiera nadie cerca, aprovechó que la zona se había tornado más oscura y se arrodilló frente a Segundo, lo siguió masturbando y luego sin dejar de mirarlo a los ojos, se llevo la venosa verga a la boca y empezó a chuparsela de forma desesperada, al punto de atorarse cuando el pene llegaba a la garganta. Segundo la tenía tomada del cabello, estaba muy excitado.

-Quítate la ropa - le dijo Segundo.

-Aquí??

-Si aquí, quiero verte desnuda, completamente.

Tania nerviosa se quito el polo mientras Segundo le cogía muy excitado las tetas. Segundo la empujó hacia atrás y aprovechó que Tania cayó sentada para quitarle la faldita, luego Tania miró a su alrededor y se quito el calzón. Solo se quedó con los tacos. De forma brusca Segundo la cogió del pelo y la jaló para que se la siga chupando. Tania se atoraba ya que Segundo practicamente se estaba masturbando con su boca ya que la jalaba del cabello para arriba y para abajo, pero de forma cada vez mas fuerte y brusca. Tania disfrutaba de este trato, a pesar de estar con lagrimas en los ojos, el rimel se le empezaba a correr y el pintalabios quedaba en la verga de Segundo.

Segundo la cogió más fuerte, esta vez con las dos manos, estaba por llegar. Entonces la empujó para atrás, ella quedó echada sobre la tierra del parque y Segundo se sentó sobre su pecho, empezó a masturbarse y fue entonces cuando llegó, y todo su semen se lo tiró en la cara a Tania, ella me contó que tenía mucha leche, parecía que no iba a dejar de eyacular, hasta que estuvo completamente embarrada. Segundo siguió sobre su pecho y la obligó a tomarse toda la leche. Con la mano la iba jalando hasta su boca, incluyendo la leche que quedaba en la verga de Segundo. Segundo satisfecho se paró y se abrochó el pantalón nuevamente, le dió papel a Tania quien se limpió y se vistió rapidamente.

Segundo le dio un papel a Tania con su numero de celular y le dijo:

-Estuvo muy rico, pero aún falta el sexo increíble que te prometí. Llámame cuando quieras y te sientas lista, te voy a tener una sorpresa.

Tania esuvo muy excitada todos esos días, recién en ese momento entendí porque por algunas semanas estuvo tan caliente.

Ella no podía dejar de pensar en lo que pasó, le encantó que la trate de forma brusca y como siempre le encantó tomarse toda su leche, quería más, aún quería sentir su verga dentro, ahora que la vió es más grande de lo que había imaginado y se moría por sentir el placer cuando la pentrase.

Después de algunas semanas Tania se decidió y le escribió un mensaje a Segundo.

-Hola.. Espero que todo bien, cuando nos vemos?

-Hola Tania, estuve esperando tu mensaje, te parece el viernes? (fue un día miércoles cuando se escribieron).

-Si claro, donde y a que hora?

-Vamos a ir cerca al parque donde estuvimos, espérame en el primer parque y yo te recojo cuando termine de trabajar. A las 07 paso por tí, anda preparada...

-Ahí estaré - sentenció Tania.

Llegó el gran día, Tania no sabía que ponerse y escogió el diminuto y apretado vestido atigrado que le sirviera para decenas de personas la rozaran en el bus como conté en mi relato anterior. Se puso unos tacos altos, se maquilló con un pintalabios rojo que resaltaba notoriamente y la hacía muy sexy, se lació el pelo y no se puso ropa interior, para nada. Era una putita completa.

Llegó al parque y Eusebio no estaba, había otro vigilante. Esperó por un rato, la gente pasaba a su costado, la miraban, se la devoraban, le gritaban piropos sucios y malcriados. Segundo no aparecía y pensó en irse. Miraba cada carro que pasaba con la esperanza que se detuviera y estuviera Segundo para poder salir de ahí, pararon cerca de cuatro carros pero solo para mirarla y gritarle cosas sucias, hasta le gritaron cuanto cobraba. Cuando ya se dispuso a irse, se paró una moto a su lado y ahí estaba Segundo, era una moto pequeña pero suficiente para dos personas.

-Hola mi amor, estás mucho mas rica de lo que imaginé, ese vestido te queda perfecto, te resalta ese enorme y delicioso culo, es justo lo que quería.

-Una moto?? - preguntó casi horrorizada Tania.

-Si, no te gusta?

-Pero... estoy así y voy a ir en moto? - Tania no le dijo que estaba sin ropa interior.

En ese momento Tania pensó en irse, pero ya estaba ahí y no se quería quedar con las ganas.

-Está bien, el lugar al que vamos a ir está muy lejos? - preguntó Tania.

-No muy lejos, está más bien relativamente cerca, llegaremos rápido.

Tania no dijo más y solo subió, ella no podía creer que estuviera haciendo eso, no tenía ropa interior y al sentarse en la moto el vestido se le subía, por lo menos todo el ano se le veía. Tania se sujetó y Segundo arrancó.

No manejaba muy rápido, la gente no paraba de mirar a Tania, quien si no hubiera sido por el casco que llevaba puesto y que ocultaba su identidad, estoy seguro que se hubiera ido en taxi. Se le veía todo, todos los hombres le tomaban fotos al tremendo culo que iba en esa moto, con el heladero.

Finalmente llegaron a una zona cerca al mar donde estaban construyendo algunos condominios de edificios. Segundo dejó la moto en la entrada de una de las construcciones y bajaron. El tocó el porton de metal y abrieron la puerta de dentro. Tania no quería entrar, cuando abrieron la puerta y se asomó, vio que dentro habian varios obreros que aún habían quedado de la jornada del día, que estaban terminando de cambiarse. Estaba segura que adentro la iban a violar. Segundo notó que Tania no avanzaba, se volvió y le dijo:

-Tranquila no va a pasar nada, nadie te va a hacer daño, yo ya avisé que ibamos a venir y nos van a prestar un departamento piloto que ya está listo para poder estar ahí tranquilos, pero hay algo que vas a tener que hacer para que nos dejen entrar y se vayan sin fastidiarnos.

Tania entró y ahí habían cerca de quince obreros que se habían agrupado, habían jalado algunas sillas y se habían sentado en circulo. Segundo la llevó de la mano y le dijo: has lo que tienes que hacer, dándole una palmada en el trasero.

Tania entró al circulo y los obreros se pusieron de pie, todos empezaron a manosearla, el furor empezó cuado notaron que no tenía ropa interior le metieron los dedos por la vagina y el culo, querían hacerle de todo, pero no tenían permitido penetrarla. Hicieron que se arrodille y tuvo que chuparsela a cada uno de los quince obreros que estaban ahí, tampoco podían acabar en ella pero por ahí a uno que otro se le escapó el chorro de leche en su cara. Cuando todos habían terminado se fueron y Segundo la llamó, el estaba cruzando un jardín y estaba muy pero muy excitado. A decir verdad Tania también lo estaba, le excitó demasiado haber sido humillada por todos esos obreros.

Segundo le dijo que se lavara los dientes con un cepillo que habia comprado para ella.

-Te gustó tu sorpresa? - dijo Segundo.

-Si, mucho - dijo Tania un poco avergonzada pero muy excitada.

-Sabes que es lo mejor? que aún falta una sopresa. Sácate el vestido.

Tania obedeció, el culo rebotó cuando se sacó el vestido por arriba, esto excitaba mucho mas a Segundo.

Entonces Segundo cogió a Tania con fuerza y del bolsillo trasero del pantalon sacó una esposa y le esposó un brazo a una tubería.

-Vamos a jugar un poco - dijo Segundo.

Tania no opuso resistencia. Entonces en un descuido sacó otra esposa y la esposó rapidamente a la cama. Tania quedó con los brazos abiertos, completamente desnuda y solo con los tacos.

-Ahora! -gritó Segundo.

Entonces de una de las habitaciones contiguas, salio Eusebio, solo en ropa interior y con una erección gigante. Tania estaba asustada, no tenía mucho movimiento, pero estaba completamente mojada. Segundo se sacó la ropa y empezó a besar a Tania. Mientras tanto Eusebio se sentó en la cama a mirar el espectaculo. Segundo se ensañó con Tania y la tocaba de forma desesperada y agresiva, le abría el culo y le metía los dedos, ella gritaba un poco de dolor, nadie la escuchaba. Segundo fue por atrás de Tania, la inclinó ligeramente y abriendole las nalgas con las manos comenzó a meterle la verga, lo hizo rápido y muy fuerte, Tania gritaba ahora mucho más. Segundo le amarró el polo en la cara a Tania, de tal forma que le tapara la boca y no pudiera gritar, ella igual gemía de dolor. Segundo la cogió por el cuello y no la dejaba. Segundo fue por delante y le amarró los pies enganchando el otro extremo de la cuerda a una pequeña polea, cuando la subió, Tania quedó suspendida de tal forma que tenía los brazos extendidos y las piernas juntas y levantadas en forma de "L", Segundo aprovechó esta posición y se la empezó a meter, tenía la concha apretada y muy mojada, Tania estaba extremadamente excitada. Le hizo sexo oral besándole el culo y metiéndole la lengua, luego de un rato la volvió a meter, y haciéndolo de forma violenta terminó dentro de la vagina. La leche chorreaba de la vulva hacia las nalgas y de ahí goteaban hasta el suelo.

Pero esto no había terminado, era el turno de Eusebio. La verga de Eusebio no era tan larga, pero era considerablemente mas gruesa. El le desató los pies, pero esa misma cuerda se la puso con un arnés a la cintura, de tal forma que seguía suspendida de los brazos pero también por la cintura dándo la espalda. Inmediatamente Eusebio se la metió por el culo, Tania gritó, el polo ya era en vano. Le abrió las piernas y también se la metió con la concha, luego de un rato volvió al culo donde terminó. La leche se escurría por el ano y bajaba por las piernas.

Bajaron a Tania quien estaba muy adolorida. Se recostó en la cama desnuda, solo tenía puesto un taco, el otro había caído por la violencia del sexo con los dos hombres. Efectivamente estaba muy adolorida, porque le habían dado fuerte por el culo pero le había encantado. Eusebio se vistió, se despidió y se fue.

-Te gustó? - le preguntó Segundo.

-Me encantó, tienen unas vergas enormes, muy ricas, me encantó que me lo hicieran de ese modo y me encantaron los obreros, me excita demasiado chupar vergas.

-Tu estás riquísima - le dijo Segundo - nunca imaginé que lo haría con una chica como tú, blanquita, con un culo enorme, esas caderas y esa carita de angel que tienes, tu eres de una clase social superior.

-A mi me encantó hacerlo contigo.

-Vamos - dijo Segundo - te voy a dejar en tu casa.

-Ehh.. no, mejor déjame en el parque, yo de ahí me voy.

-Ok, no hay problema.

Los dos se limpiaron y se vistieron y salieron del departamento. Cuando estaban llegando a la puerta encontraron a Eusebio que estaba discutiendo con el vigilante. Éste se quejaba que a el no se la chupó Tania.

El vigilante era un hombre de piel oscura, alto y musculoso. Eusebio y Segundo miraron a Tania, quien solo se relamió los labios, empujó al vigilante a su silla y le abrió los pantalones. Le metió senda mamada al vigilante.

-Quiero acabarte en el culo - dijo el vigilante.

Tania se paró, se volteó, se levantó el vestido y se sentó en la verga del negro. Entonces se puso de perrito y el vigilante se la metió por el culo. Tania volvió a gemir. Entonces el moreno terminó tranquilamente medio litro de leche en el culo de Tania, lo tenía demasiado abierto, eran cinco centimetros de diametro!

Tania se limpió y subió a la moto con Segundo. Eusebio se fue por su cuenta.

Segundo la llevó hasta el parque oscuro donde semanas antes Tania se la había chupado, le pidió una ultima mamada. Tania se la dió.

Ese día Tania chupo y mamó más vergas que cualquier otro día por toda su vida. Estuvo satisfecha.

 

Gracias por leer! Pronto volveré con más.

(8,89)