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Cogiendo con mi amiga carolina

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Estando en mi 7º mes de embarazo acudi a mi amiga Carolina para que me acompañara al club a realizar mis ejercicios prenatales, a lo que ella encantada acepto, nos colocamos nuestras truzas y mi prominente barriga apenas me permitia moverme, Estábamos haciendo gimnasia en el gimnasio del club, yo procedi a efectuar algunas lagartijas y para esto tenso las piernas y entonces, al apretar el culo, se me produce inevitablemente una erección de clítoris, de modo que mi adorado pedacito se abre camino por entre la fronda de mi pubis y asoma su rosada cabeza, lo cual hace abultar mi vagina, aquello me produce una tremenda excitacion. mire de costado y alli estaba Caro, que comenzó a dar frecuentes ojeadas. Me sonreí, sabiendo que ella también vería mi sonrisa, a cada flexión procuraba que mi soberbio clítoris sobresaliera, como si me estuviera haciendo una paja contra mi vello púbico. Pude ver que Caro quien me ayudaba con mis ejercicios tragaba saliva, nuestras miradas se cruzaron y yo le sonreí sacando un poquito la lengua, apenas mostrándosela entre mis labios en un gesto de complicidad. Ella se sonrio y me susurro:

- Kari, estas arrecitha? Solte la risa y no puede contenerme, -se me nota mucho cariño?

- Pues pendeja, se te nota la panocha muy abultada, debe estar a mil.

- Ay amor, tengo que contarte una cosa, sabes que no se por que motivo al pendejo de mi marido se le metio en la cabeza que ya no puede follarme asi emnbarazada, dice que puede ser dañino para el bebe.

- Que??? Acaso cree que al meterte la verga va ha hacerle daño a la criatura?

- Pues eso cree el, asi que hace mas de un mes nada de sexo, me tiene a pan y agua el maldito y tu ya sabes lo caliente que soy, necesito de su verga a toda hora.

- Uhmmmm de verdad nada de nada?

- No Caro, a veces se la mamo unicamente, pero creeras que no termina en mi boca como me gusta, dice que al pasarme el semen la criatura lo recibe y puede ser perjudicial.

- Loca!!! Y entonces solo masturbaditas.

-Pues si amor, pero tu sabes que eso y nada para mi es lo mismo, llevo una calentura terrible, imaginate, yo que soy tan adicta a las vergas y un mes sin probarlas, estoy desesperada.
- tenemos que hacer algo Kari, tu marido o es un ignorante o simplemente no desea cogerte con esa barrigota.

Luego de cerca de mas de una hora de ejercicios, nos dirigimos al vestuario, nos duchamos y asi desnuda me senté frente a ella abriendo desenfadadamente las piernas, de modo que pudiera ver mi enorme clítoris totalmente parado. Sus ojos se clavaron como dardos, cuando los elevó hacia mis ojos se encontró con mi mirada irónica y mi sonrisa descarada.

-Kari, de verdad tienes un "gallo" muy grande, hasta me dan ganas de comérmelo a besos, no entiendo como no te folla tu marido con ese cuerpazo que tienes y mira tus pechos!!!!!.

Carolina presiono suavemente mi pezón y gotitas de leche resbalaron por mi vientre, en mi 7º mes los calostros y leche habia abultado mis senos mas de lo normal, de por si mis senos son abultados, pero ahora me parecian algo desproporcionado.

Mientras Caro hablaba y halagaba mis pechos, me acaricié el clítoris para tenerlo portentosamente erecto. Ella, claro, me veía, me demoré con los muslos bien abiertos, para que tuviera una buena visión de mi tremendo clítoris y de mi sabrosa, húmeda y peluda concha. Sus ojos parecieron salírsele de las órbitas y su cara se puso intensamente roja. Luego, despaciosamente, me di vuelta, mostrándole sensualmente mis glúteos.
En ese instante entro la instructora por lo que apresuradamente nos vestimos y tomando un taxi nos dirigimos a mi casa, yo estaba con una batola azul claro y Caro con una de sus infaltables minifaldas, han de saber que desde hace algun tiempo somos amantes, nos vemos a escondidas de mi marido, aunque sospecho que Miguel, mi esposo, ya se ha follado a Carolina, no es que me importe, total, yo tambien le pego los cuernos con Caro y con una que otra suculenta y apetitosa verga de sus amigotes.

En el taxi Caro dejo que se le subiera la falda como si nada, el taxista tenía una vista aún mejor de sus muslos negros separados, ante aquella vision y creo, no estaba segura de que Caro no llevara panty, el hombre casi choca. Antes de bajarnos Caro me hizo un gesto hacia la entrepierna del chofer, avancé un poco mi cabeza y vi que el hombre tenía una erección impresionante. "¡Gracias!" le dije.

-Esperá Karina, que estoy arreglando con el chofer- me aviso Caro.

De pie en la acera observe como Caro no resistío la tentación de agarrársela un poco. Se la saco fuera del pantalón, aquella verga era lo que yo necesitaba, Caro la masajeaba y con fuertes apretones le hizo una paja super rápida haciéndole saltar chorros de leche, que mancharon su mano y su ropa. Leche muy espesa y atractiva.

Aciendome la que no habia visto nada le dije a Caro que por que tardaba tanto?

-Cariño, no viste la verga del chofer? Una cosota asi no se puede desperdiciar, le hice una pajita muy rica, tu sabes que soy reputísima amor.

Al entrar en el living de mi casa, prendí la calefacción, y luego me arrelane en el sofa, Caro se dirigio a la cocina a prepara un te y desde alli la escuche:

- Y tu marido a que horas llega?

-Pues ni idea, creo que se demora, se ira con sus amigotes a futbol, en vez de estar en casa cumpliendo con sus deberes, el pendejo!!!!

- Cogiendote diras, que puta eres,ni asi embarazada descansas!!!.

- Que quieres que haga? Estoy en ayunas amor, ya te dije que nada de vergas en mi conchita y si vieras la falta que me hace.

- Bueno, entonces contame de quien es la bebita.

- Uhmmmm si supiera!!!, la verdad no tengo ni idea, lo unico que se es que no es de mi marido.

- Que puta eres!!!!! Pero sospecharas de alguien no?

- Te acuerdas del negro Pedro? Creo que es de el, no estoy segura.

- Te cogiste al negro? A tres piernas? Cuando? Cuentame zorra!!!

- Cuando estuvimos en Puerto Vallarta, te acuerdas? Ese dia que estabamos en la piscina el me miraba y cuando estabamos sentados a la mesa le vi su paqueta, que verga!!!!, recuerda que me hice la enferma y me fui a la habitación? pues el me acompaño y alli me lo cogi, estuvo fenomenal, creo que es de el, a propósito mientras yo follaba con Pedro tu y mi marido se quedaron solos no.....

- jahjahaj, pues si, yo sabia que el negro te iba a culiar amor, asi que aproveche y bueno, Miguel esta muy bueno, sabes que siempre me ha gustado y nos fuimos a mi cuarto y alli pues a lo que vinimos, coge repadre, con razon extrañas su verga Kari, lastima!!!!!.

Mientras hablaba con Caro me desnudé, dejando mi espléndido cuerpo frente a ella, que regresaba todavía. "Vení, sientate a mi lado", me ofrecio la taza de te y se sento a mi lado en el sofá. "¿Qué es lo que más te gusta de mí?" pregunté. –De ti me gusta todo amor, pero me fascina tu gran culo- contestó inmediatamente.

-Y luego tus senos tan parados y grandes...uhmmmm-

-Y ni que hablar de tu pedazote de clítoris, lo tenes muy grande amor.

Rapidamente mi lengua busco la suya, nos entrelazamos en un delicioso beso, Caro me enloquecia, esa mulata con ese cuerpazo me enardecia y la deseaba, -Caro, necesito una mamada URGENTE!!!!!, comete mi clítoris- le ordene.

La hice arrodillarse de frente al sofá, abriendo las piernas desfachatadamente comencé a acariciarme la concha y el clítoris terminó inmediatamente de pararse, con mis dedos separé el vello púbico, dejando mi enhiesto y gordo clítoris a la vista.

La situación me calentaba mucho, Caro estaba arrodillada frente a mi peluda concha, deseando mi clítoris.

-Mirámelo completamente. No te digo que me lo chupes, pero acercate más y huélelo amor, eso es, más cerquita todavía!" "¡Sí, así! ¿sentís el olor de mi concha?-

Y yo sabía que mi olor la estaba perdiendo, se estaba convirtiendo en una esclava de mi lujuria. "¡Dale un besito...!" "¡Más cerquita la boquita!" "¡Así! ¡Tocalo con la boquita! ¡Esoo!" "¡Asíi, que lindo besito!" "¡Y otro...!" "¡Seguí, mi vida, dale muchos besitos...!" Ya la tenía donde quería. Le acaricié la cabeza, como alentándola con ternura. Sus besos se sucedían, lentos, intensos, cada vez más apasionados. "Ahora abrí la boquita..." ... "Asíi mi amorosa..." Y con un movimiento de pelvis le metí el clítoris entre los labios. El interior de su boquita estaba muy caliente y húmedo. "¡Chupá, mi vida, chupá!" Sus manos se aferraron a mis caderas, y su lengua comenzó a lamerme mi enhiesto gallo, perdida toda inhibición. "¡Ahh... ahh... qué bien me lo estás chupando, mi vida!" Y agarrándole la cabeza por la nuca, comencé a dar pequeñas rotaciones de mis caderas, seguidos de una serie de pequeños avances y retrocesos que terminaron de volverla loca. Sus manos se aferraron aún con más fuerza a mis caderas. "¡Así... a... sí... mi... cie... li... to... ahh... ahhh... me... vas... a... ha... cer... a... ca...bar...!" Y continué con mis perversos movimientos, cogiéndole la boca. "¡¡¡Aaahh... aaaahhhh...!!!" terminé, acabándole en la boca. Levanté su mentón para que me mirara y ví sus ojos vidriosos que me veían con adoración. Evidentemente había tenido por lo menos un orgasmo.

-Ahora oleme la concha, Caro" "Asíi, acercale la nariz..." Avancé mi escroto, como ofreciéndole más mi concha. "¡Asíii, ¡olémela bien, con las fosas nasales bien abiertas...!" "Asíi, recorreme toda la concha oliéndola a fondo..." Podía ver sus finos y bien peinados cabellos entre mis grandes muslos y sentía su nariz embebiéndose de los olores de mi sedienta concha, y la situación me calentaba enormemente. "Ahora meteme un poco la nariz en la concha..." "Esoo... sacala y volvé a meterla..." "¡Asíii, mi nenita, dale...!" Y comencé a menear mi concha, cogiéndole la nariz. Escuchar ahí abajo sus jadeos me calentó muchísimo, y comencé a jadear yo también. Así estuvimos durante un rato, su cara empapada con mis jugos vaginales, mi concha revolviéndose contra su rostro sin reparos. Y de pronto escuché sus jadeos terminales y la sentí venirse en mi entrepierna, lo que me precipitó hacia otro tremendo orgasmo.
Quedamos exhaustas. Yo despatarrada con las piernas abiertas sobre el sofá. Ella con la cara en mi concha, respirando mis olores. Mi concha y mi bajo vientre todavía se estremecían.
Levantándola, fui quitando la ropa que cubría su delicado cuerpo, hasta dejarla completamente desnuda. Luego la llevé a mi dormitorio. La acosté sobre mi gran cama y separándole las piernas le fui devolviendo las gentilezas con mi lengua. Su clítoris, mucho más pequeño que el mío, pero no menos sensible, reaccionó inmediatamente a mis lengüetazos, y dada la ansiedad de la calentura acumulada, se derritió rápidamente. Me tendí a su lado, de espaldas yo también. Con una mano guié su cara para que se apoyara contra el costado de mis enormes tetas. Le tapé la boca con el gordo pezón de una de mis tetas. Se quedó paralizada por la sorpresa, con la boca abierta, y dentro de ella mi gran pezón, y mi teta aplastando su cara. Después de unos momentos lanzó un suspiro. Y su lengüíta comenzó a darle lamiditas a mi pezón. Yo comencé a acariciarle dulcemente la cara mientras ella me mamaba, prendida como un bebé.

-Kari, que rica tu leche, nunca la habia probado.

-uhmmmmmm, cometela amor, succiona mi lechesita, eres mi bebita, ven que mamita te va a alimentar, comete mi tetita, puta mia.

-uhmmmmmm que rica sabe!!!!!!!!, probala!!!

Caro me ofrecio mi propio seno, chupe mi mojado pezón deleitándome con mi leche materna.

- Probala, probala puta!!!!, no es semen pero hazte la idea zorra, chupa!!!!!!!

Poco a poco se fue montando sobre mi cuerpo, ella continuo ensalivando y chupando mi pezon. Una de sus rodillas se había deslizado a mi entrepierna. Mi cuerpo comenzó a ondular, y mi concha se frotaba contra esa dulce rodilla. Al darse cuenta su respiración comenzó a acelerarse. Y la mía también. Ahora los roces de su rodilla contra mi intimidad se habían vuelto rapidos y frenéticos, nuestros cuerpos se restregaban locamente. Y yo empecé a soltar bajos alaridos de placer "Ahh... ahhhg... aaaahhhh...!" Ella me respondía con gemidos. Y su lengua seguía lamiéndome el pezón, que se había puesto a mil, y su boquita succionaba como poseída, y su rodillita me refregaba el clítoris, que también se me había puesto duro.

De pronto se bajó hasta mi concha y empezó a chuparme el clítoris, me hizo correr copiosamente. No satisfecha con esto, Caro como buena lesbiana se dio a lamerme el interior de mi vagina que resumaba mis jugos.

Siguió tanto rato y con tanto entusiasmo que terminé por correrme nuevamente. Y ella, que debía de haber estado tocándose, me acompañó, estallando toda su agitación en un muy apreciable orgasmo.

Con gran esfuerzo por mi abultado vientre me encarame sobre el sofa y le puse mi gran culo en la cara y no pudo decir más nada. Me da un placer muy especial tapar sus caras con mi escultural culo. Pude ver que su pequeño clítoris había vuelto a pararse. Mi soberbio culo la estaba pudiendo... Se lo mantuve encima hasta que empezó a retorcerse por falta de aire, la tuve unos momentos más así; sus manos se aferraban a mis nalgas con desesperación. Levanté un poco el culo y lo mantuve unos momentos en el aire para escuchar sus jadeos de calentura y la desesperación con que trataba de tomar tanto aire como pudiera. Y cuando se la volví a cubrir, se la aplasté con mis sabrosos glúteos durante un rato larguísimo. Y ahí se corrió. Podía ver en los temblores de su vientre las convulsiones de su orgasmo. Cuando se aquietó le saque el culo de la cara y la miré.

Comencé a bajarle el culo, muy lentamente, sobre su rostro. "Pero tendrás que usar la lengüita..." y se lo iba acercando cada vez más. Con mis manos separé los glúteos para que pudiera ver mi orificio. "¡Síii... la usaré...!" "Y lamerme mi ojetito..." "¡Síii...! ¡Te lo voy a lamer...!" Le bajé un poco más mi culo "Y la naricita..." "¡¡Lo que quieras...!!" dijo apasionadamente. Y entonces le cubrí la cara con el culo. Pude sentir como inhalaba para absorber el olor de mis carnes más íntimas.

Y luego comencé a removerle el culo con pequeños círculos y presiones contra su boca y su nariz. Muy suavemente se lo iba removiendo. Y ella comenzó a saborearlo con su lengua. "Lo que me gusta, cielo, es tener a una mujer lamiéndome el culo..." Por allá abajo escuché sus gemidos que más se parecían a bramidos apagados. "No sabés a cuantas mujeres tuve allí abajo, como vos ahora..." Y aumenté el radio de mis lentos giros... Sentí como Caro se aferraba de mis muslos. La pasión con que me lo estaba lamiendo hablaban por ella mejor que mil palabras. " Su nariz había comenzado a cogerme el ano. "...Pero decidí proceder en forma drástica..." Ahora le estaba removiendo el culo en círculos más grandes, refregándoselo por toda la cara Ahora era su lengua la que buscaba desesperadamente mi ojete. " Mi amiga estaba arreciando con sus lamidas y yo empecé a descolocarme. Mi culo comenzó a moverse por sí mismo, como si fuera una coctelera. "... Y... y... ¡ahh!... y... cuan... do... se... lo... re... fre... gué... ¡¡aahh!!... ¡¡aaahhh!!... ¡qué bi... en... que... me... lo... es... tás... chu... pan... do... ne... ni... taaahh!" Abajo mío ella estaba toda mojada y lo único que subsistía con coordinación era su frenética lamida, mientras sus brazos apresaban mis enormes muslos, para aferrarse mejor a mi culo. Y eso me pudo... "¡¡¡Ay... mi ci... e... looo... me... es... tás... vol... vien... do... lo... ca... !!! ¡¡¡¡AHH... AAAHHH... AAAAAHHHH... !!!!" Y me corrí estrepitosamente, aplastándole la nariz contra mi ojete durante un momento interminable, en que ella pudo sentir las contracciones de mi acabada, hasta la última.

Cuando finalmente le saqué el culo de la cara, temiendo haberla asfixiado, pude ver su rostro, sus ojos húmedos, con expresión vidriosa, su boca jadeante. Y su vientre que continuaba vibrando espasmódicamente, en el más largo orgasmo que yo haya visto. Me quedé mirándola fascinada, mientras continuaba corriéndose y corriéndose. Sus muslos se tensaban al compás de las pulsiones de su orgasmo.

Después de unos diez minutos traté de ayudarla a pararse, se paró vacilante sobre sus pies. Y aprovechando mi mayor estatura y volumen la tomé por la cintura y le planté un beso de lengua, con mis gordos y sensuales labios, revolviéndole la lengua dentro de la boca, durante otros quince minutos, hasta que se corrió nuevamente, en mis brazos. Tuve que sostenerla sobre sus piernas temblorosas para que no se me cayera. Estaba hecha una piltrafita. Entreabriendo sus ojitos por los que asomaba una conciencia alejada, con un dejo de voz dijo: "Mierda Kari, que rico besas amor!!!!!! dejando escapar un largo suspiro.

-Claro, mi vida, claro- le dije enterrando su cara entre mis dos calientes melones, mientras le acariciaba su cabecita, mientras su boquita me daba instintivos besitos en el interior de mis tetazas.
La dejé seguir un ratito y después le puse uno de mis pezones en la boca, para que lo chupara a gusto. Su lengüíta me daba un gustito muy rico y la dejé seguirme mamando. Al principio por ternura, pero luego me fui excitando y mis jadeos le dejaron saber que algo bueno me estaba pasando con sus chupadas. Y estas se volvieron más intensas y yo me quedé, como inesperada prisionera de su boquita, sintiendo en mis pezones y en la totalidad de cada una de mis tetazas, el picor de una calentura cada vez mayor. Y de pronto sentí, allá por lo bajo, que sus deditos buscaban mi clítoris, y se aferraron a él, acariciándolo con movimientos rotativos que producían una deliciosa fricción. Tan deliciosa... tan deliciosa, que así, de parada, abrí la concha y le apreté el clítoris contra sus dedos, que lo aferraron con aún más fuerza, y estrechándola contra mí, me corrí. Y los espasmos de mi apasionada corrida provocaron la suya. Y se quedó dormida en mis brazos. La llevé alzada hasta la cama. Y al verla así, tan entregada y olvidada de sí en su entresueño, hundí mi lengua entre sus muslos y le di la gran lamida de su vida, haciendo que sus suspiros aumentaran y aumentaran, hasta convertirse en verdaderos jadeos. Y la hice durar lo más que pude, por el gusto de seguir lamiéndola, hasta que sus ardores la llevaron por si solos al climax. Acabó con gemidos y gemiditos. Luego trepé mi cuerpazo hasta cubrir su moreno cuerpito, la besé largamente en la boca, explorándosela incansablemente con mi lengua, que ya tenía vida propia. Y besándola hasta que nos quedamos dormidas, mi cuerpo sobre el suyo.

"Te amo...ramera " gimió en un momento, en su entresueño.

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