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Me regaló su ano rico y apretado

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Ella mide 1,60 o más, siempre anda con tus tacos y se mueve muy rico al caminar, tiene su cintura apretada unas ricas tetas, no grandes, pero hermosas, unos glúteos redondos y parados, duros de tanto músculo. Yo mido 1,69 y tengo un cuerpo atlético porque siempre he hecho deporte, odio tener guata, porque de verdad que afecta el rendimiento deportivo. Así que hay veces que mi cuerpo o el de ella se marca bien rico y eso me calienta mucho porque se mueve tan ágil y caliente en la cama que me hace palpitar mi pene apenas la veo. La cosa es que llevábamos harto tiempo hablando de lo rico que sería un día intentar hacerlo por su ano, estábamos calientes con el asunto y lo intentamos un par de veces con condón, pero no resultó.

Un día que nos juntamos en nuestra habitación, durante este verano, nos seducía la idea de sudar tanto mientras hacíamos el amor como animales y mezclar todos nuestros líquidos y olores en ese momento. Ella me pidió que hiciera tal cual como les voy a contar ahora:

Llegamos al motel y entramos a la pieza, ella tenía un vestido ajustado, se sentó a la orilla de la cama y me bajo el pantalón y mi ropa interior para empezar a chuparme el pico que ya estaba todo duro. La mire mientras lo ponía su boca y lo chupaba y se lo metía hasta la garganta. Yo la tire para atrás, le sujete las manos con mi mano izquierda y me tire sobre ella erecto, le como el cuello la boca y mi amor gemía, pues ella quería que yo la violara... Firmemente no solté sus manos y con mi otra mano le corrí el calzón para el lado y se lo clavé hasta el fondo, dio un pequeño grito, pero lo tape con un beso y un empujón para que mi pene le llegara hasta el fondo del útero. Estaba mojadísima, su vagina es muy apretada y caliente y con facilidad me moja hasta los testículos cuando le penetró así yo arriba de ella. Le agarré las tetas y sin soltarle las manos le subí el sostén para chuparle esas tetas ricas, se las apreté y como a veces le salen gotitas de leche, le chupo los pezones ricos que tiene. Mi pene entraba y salía de ella, me lo apretaba y me daban ganar de decirle: sabes que más me voy a correr dentro y ahora porque me calentas mucho.

Pero me aguanté, porque eso no era parte del plan que yo debía seguir. Entonces para evitar que empezará a salirme el semen a chorros, baje, le abrí las piernas, la sujete de los glúteos bien firme para que no se me escape y le comí la zorra depilada que tiene, me lo trague todo, siempre me lo trago todo, incluso cuando tiene la regla, no me importa, no me da asco, me encanta me calienta comerme todos sus líquidos, mientras estaba comiéndole entre las piernas sentía como acababa en mi boca en mi cara, su vagina se contraía y pude ver los espasmos cerca de su ano, me pidió que me pusiera el condón para que acabara en ella en ese instante, pero la tome de sus glúteos, y la acomodé, le levanté aún más las piernas y luego de lamerle y meterle mi lengua en su ano, escupí en mi pene duró y se lo metí despacio por el ano, ella me miraba y estaba atontada por su orgasmo, pero yo quería culiarme a mi mujer, eso no estaba en el plan, ella me pidió que la violara, pero quise culiarmela y punto.

Mi pene se iba adentrando despacio en el ano y tenía una cara de mujer dominada que sentía placer con eso. Te voy a culiar hasta el fondo mi amor, le dije, y puse un poco de saliva en la parte de mi pene que estaba afuera de su ano, y empuje hasta dentro. Yo le sujeta las piernas abiertas y le dije date vuelta. Se dio vuelta entre gemidos y empecé a culiar la en cuatro patas como un animal a su hembra, le mordí el cuello y le agarraba las tetas que se le movían con cada empujón que le daba dentro... Ella asumió su papel de hembra y sólo se movía según yo dictaminaba, le agarré las caderas y entraba y salía a gusto en ese culo abierto para mí, me decía que le dolía un poco porque jamás lo había hecho, pero que se iba a aguantar porque ella se sentía maraca conmigo y yo le dije que a mi maraca me la culeo rico. Su espalda sudaba y le amasaba los glúteos y esta vez simplemente no le dije que iba a acabar, sólo me la culié como un macho a su hembra y acabé dentro de ella para marcarle el culo como mío... Deje de moverme cuando sentí que mi leche empezaba a salir y sujete fuerte sus caderas para que no se moviera y así meter hasta mi última gota en ese año apretado caliente y ahora resbaladizo por mi semen. Mientras seguían mis espasmos dentro de ella, le mordí l respaldo debajo del cuello y le dije que ahora era mi hembra y me contestó "sí, soy tuya y mis orgasmos también mi amor, me culiaste como nunca nadie y ahora mi ano te pertenece... Con esas palabras termine de inocularle mi leche bien al fondo... Saque mi pene y ella con cara de dolor y placer aún me miró y la abrace para comérmela en un beso que provocó en gemido que aún escucho antes de dormir en mi cama.

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