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Tremendo polvo con mi novia un sábado en la tarde, en su casa

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Hola, quiero contarles de como un sábado en la tarde nos echamos un rico polvo con mi novia quien hoy es mi esposa con quien llevo 22 años de casado.

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Ella, mi Danny hermosa jovencita de apenas 21 años rica con tremendo culo que causaba admiración por los hombres, buenas piernas, de tetas medianas blanquitas con su aureola y pezones rosaditos, una cara hermosa hasta hoy día, muy parecida a María Conchita Alonso la cantante, con su cabello negro azabache y ondulado.

Yo con 20 años acuerpado pues hacia gimnasia, usaba mi cabello largo hasta los hombros más o menos. y bien parado dicho por ella muchas veces mis ojos negro y siempre arrecho con ganas de culear.

Era sábado por la tarde como 2.30 más o menos ella mi Dany me esperaba en su casa para almorzar, estaba sola con su padre, no había nadie más. Almorzamos los tres, charlamos amenamente, luego a la sala a escuchar un poca de música. Coincidíamos en baladas pop setenteras y ochenteras, cantamos y así entre cantada y cantada nos besábamos con pasión. Su padre hacía ya un rato se había retirado a su cuarto, luego subimos al segundo piso donde había dos cuartos uno era el de ella y tenía balcón, divisábamos el panorama, pero teníamos ganas de hacer el amor, más besos y caricias yo tocaba su rico culo y su vagina por encima de sus jeans ajustados que tenía ese día. Lo mismo hacia ella por encima de los míos tocando mi verga, que para ese momento ya se encontraba como pata de perro envenenado, tiesa.

Con disimulo tocaba sus tetas y realmente nos queríamos comer, pero disimulábamos bien para no ser sorprendidos ni por su padre, ni los que pasaban por la calle y los de enfrente. Nos entramos un poco del balcón y con un beso con mucha lengua y muy húmedo, yo lo dije al oído te quiero comer, a lo que ella me dijo hágale, pero ponga cuidado pues, ella se soltó su correa, fuera botón y cierre bajo sus jeans con movimientos de cintura y cadera por lo ajustados. los bajó con tanga y todo se acostó atravesada en su cama. Levanto sus piernas bien alto y yo miraba su suculenta vulva carnosa jugosa lista para mí, bajando mi cremallera camine hasta el corredorcito me asegure que no viniera nadie saque mi verga tiesa y con ella en mi mano camine sin quitar la mirada de aquella rica cuca, llegue hasta ella puse mis rodillas al borde de la cama y las doble un poco ella se sostenía sus piernas con sus manos, yo puse mi miembro en su pepa haciendo círculos, mi Dany suspiraba y me miro y me dijo —métame ese chimbo papi métamelo —su vulva y mi verga estaban babosos, lo resbalé hasta su entrada y se fue yendo vulva adentro.

Hasta hoy recuerdo la deliciosa sensación, de como sentía mi verga abriéndose paso y entrando hasta en fondo lenta mente y empezó el mete y saca pero suave, ella gemía muy pasito para no ser escuchada, yo la culeaba deliciosa mente con mis movimientos de pelvis, yo tenía mi verga afuera solo por la cremallera pero tenía mis jeans puestos usaba unas botas de marca Regonne las cuales se deslizaban y me alejaban de su vulva, entonces metí mis brazos por debajo de sus hombros alcanzando así con mis manos sus hombros que usé como anclaje y ya no me resbale más. Arremetí mas fuerte con todo pues recordé que no teníamos mucho tiempo y le di fuertes culeadas ella me decía —eso deme así deme más verga papi duro duro que me voy a votar aahh —yo miraba su raja como se me comía mi verga tiesa y venosa, la voltee a mirar a su cara y tenía sus ojos encharcados de lágrimas, reacción conocida para mí.

Esto pasaba cuando de verdad había gozado de una buena verga, viéndola tan encendida, no aguanté mas y deje toda la leche de ese orgasmo tan rico que tuve con ella en esa ocasión, apenas tiempo para sacársela, pararme para que ella se parara y así lo hizo y con sus jeans y tangas en los tobillos caminó dando casi algunos saltitos para no caer. Entró en el baño que quedaba también en el corredorcito y así limpiarse mi polvo, que ya escurría por sus piernas, yo no tuve reparo en guardar mi verga empavonada de nuestros líquidos en mi bóxer. Subí mi cremallera y fui al balcón a hacerme el que triunfaba, luego mi Dany a mi lado me dijo —recostémonos un ratico —ella se acostó en su cama, me tiró una almohada yo en el suelo, aun me temblaban las piernas, yo creo que habían transcurrido 2 minutos de estar así y empecé a ver una sombra que lentamente se movía por la pared, era su padre que muy sigiloso se asomó y vio a su hija acostada en su cama y su yerno muy respetuoso el, acostado en el piso,

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Gracias por leernos, pues estamos juntos en esto mi Dany y yo, comenten por favor y hasta la próxima este es nuestro segundo relato chao.

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