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Fantasía de ser lumi por una vez, esposo admite

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Era un lunes de trabajo, poco movimiento en el piso. Suena el teléfono como a eso de las 3 pm, era un hombre de edad madura. Me preguntó sobre el servicio, le comenté amablemente y este sintió un ambiente acogedor.

Quería preguntarme si atendían fantasías. Le contesté que desde luego, pero él quiso detallar. Lo escuché, pero así mismo pensé que se trataba de su fantasía personal, pues me manifestó que se trataba de FANTASÍA DE PAREJA.  Le di entonces la dirección para que se acercara, dudando de su relato.

Minutos luego, volvió a sonar el teléfono. Era ahora una mujer, me preguntó lo mismo variando un poco.

Aquí el detalle de las 2 llamadas:

1er llamada: EL: - “…Buenas, para saber del servicio… ¿Atienden parejas?... ¿Sí? y ¿Fantasías?... ¿a Pareja?... Eh, mi esposa… desea hacerse pasar por una de las chicas de allá…”

Yo (Amanda): - “¡¿Me quiere decir que estaría dispuesta atender clientes?!...¡¿Entrar con ellos a servicio?!”

EL: -Eh, sí

Cuando llamó ella: -Buenas tardes, para saber del servicio…. Eh, ¿atienden fantasías de pareja?

YO: -Pero es para.

–Sí, para ir Allá.

-Eh, por casualidad, ¿no es de la llamada anterior, que la señora desea hacerse pasar por una de las chicas de aquí?!

Percibí que la mujer suspiró, contestó:

-Eh, sí señora. YO: -En ese caso apunte la dirección….

Ahí sí pensé que, dado el suspiro profundo, la mujer hablaba en serio.

Quedaron de ir a los 2 días.  Le comenté a una de mis chicas de confianza, quien no se mostró muy sorprendida.

De estos casos ya se han presentado, algunos vuelven a la normalidad, otros… El matrimonio, si estaba débil, terminan por separase.

Llegó el día. A mí se me había olvidado pedirles que me concretaran horas antes de venir, ahora sólo esperaba que fuese verdad.

Confieso que aún de tener experiencia como administradora, me causaba intriga ver aquella mujer, pues su voz y su manera de hablar, percibí que se trataba de una mujer dulce, cariñosa, complaciente y si estaba dispuesta a hacerlo, sería una PERFECTA LUMI

Eran apenas las 11 am y el tiempo se me hacía largo. Llegaron las 12, 12:25, nada; las 12:50, ya perdía el interés, pues habían dicho de estar temprano.

Siendo la 1:05 de la tarde, el portero -tarjetero, un señor ya mayor subió muy rápido:  -Doña Amanda, ¡la necesitan!

-Quien? -pregunté guardando la esperanza.

Apareció la administradora del otro local vecino

-¡Hola Amandita! ¿Tienes chicas disponibles?

-No Rosa, apenas las del turno…creí que había llegado otra persona

Diciendo eso, apareció un hombre seguido de una mujer. El ya maduro, un poco robusto de mediana estatura, unos 173 cm. Ella, una mujer de unos 25 a 27 años, cabello negro, pálida, delgada. Labios delgados, nariz recta, bonita, apenas con base en su rostro, nada más de maquillaje. Vestía pantalón ceñido al cuerpo de color azul oscuro, chaqueta también azul oscura, zapatos de tacón, pero nada altos. De unos 167 cm a 170 de estatura.

 -Doña Amanda? -Indagó ella.

-Sí, con ella…

 -Ella es mi esposa, con nosotros es que habló hace 2 días por teléfono

 -Ah!, ¡De la fantasía!

Rosa se quedó mirando a la mujer, me hizo señas y apareció la chica a la que yo le comenté, se sonrió y Rosa de inmediato se fue a interrogarla.

Los hice pasar a la sala de espera y sentarse, donde se hacen los clientes

 -Bueno, ahora sí me puedes explicar claramente lo que desean -le dije a ella, mirándolos a los 2 y continué:

 -Les diré lo que entiendo y ustedes me dirán si estoy errada o he entendido mal -Ella sonrió mirando a prestar atención.

 -Tú quieres presentarte como una de las chicas de aquí?

 -Aja! -acentúo ella

 -Es de común acuerdo?  -Miré a ambos agregando:

 -No hay presión de ninguna índole?   Volvió a sonreír ella añadiendo a la sonrisa:  -Es de común acuerdo, ya lo hemos hablado con antelación

 -Nunca has trabajado en esto

 -No, no señora -afirmó la hermosa mujer

 -Lo hemos hablado después de tener sexo y pensamos que sería una experiencia muy excitante, tanto ella como yo lo queremos, ¿habrá que pagar algo? –Comentó él.

 -Desde luego, es un servicio que se les da a ustedes

 -Y lo que le correspondiera a ella por su servicio?

 -Es para la casa…ustedes dirán.   Se miraron mutuamente.

–Ahora, si estaría dispuesta a atender el turno, se le cancelaría lo del segundo servicio en adelante.

–El turno es hasta… indagó él

 -El cierre del piso por hoy

 -Uyyy -Exclamó ella

 -UUaaauu,  -Exclamó él  Se miraron, hablaron bajito y dirigiendo ella la mirada hacia mis ojos, contestó:

 -Sí, pagamos el servicio, sin cobrar lo mío

 -Es decir que no te quedas

 -Si hay un tío que me agrade y llegue después del primero, es posible que me quede al turno…jejejejeje.

 -La cosa no es tan sencilla, pero tampoco es tan complicada. Bueno, ya que están decididos, por favor sígueme…

 -Gladys, me llamo Gladys -me dijo saliendo de la sala

 -Shhhisss, habla bajo…desde ahora piensa en otro nombre, con el que te identificarás ante los clientes

 -Ummm, ya te diré cual…

Salimos de la sala, dejando al esposo.  Apareció en el pasillo Rosa, la administradora del local vecino, se ofreció a maquillarla y arreglarle el cabello, pero así mismo, dijo que había que mirarle el cuerpo en detalle

Le pregunté a Gladys si no había inconveniente. Con mirada sumisa, dijo que no.

Como en el momento yo no tenía nada pendiente, las acompañé, dejando en la barra a una de las chicas de confianza

Gladys se desnudó como si se desnudara ante el médico, Rosa la apresuró:

 -Rápido mamita, que el servicio espera… ¿puede venir un cliente a echarse un polvo, te escoge y demorada para desvestirse?... rápido!, ¡libera esas tetas, enseña ese coño!... oooohhhh nnoooo!

Gladys tenía de felpa un triángulo negro de vello ensortijado. Yo la miré sorprendida. Aún mujeres jóvenes con vello?!

Rosa exclamó:

-Tu marido si te mete la polla entre esa maraña de pelos…? Antes no se ha cortado!

La hizo rasurarse allí mismo. Para resaltar la labor hecha, Rosa propuso que se colocara un bikini hilo dental.  En la zona rasurada del bikini, se notaba un ligero color gris.  Los labios del coño, se veían abultados.

Le resaltó los labios bucales con brillo, los párpados con sombra violeta, el cabello se lo alisó para la ocasión. Le hizo colocar los tacones y mirarse al espejo, de frente, de lado, de espalda girándose para ella misma verse.

Gladys estaba muy cambiada. Le pregunté:

 -Ya tienes tu nombre de trabajo?

 -Sí, “Stephanie”

 -Ummm, “Stephanie” es bonito y…llamativo

 -Bueno, ya es hora de salir al ruedo -dijo Rosa, que al ir saliendo “Stephanie” del reservado (habitación), agregó: -Ve, y tiene buen trasero, buen culo.

Acompañé a Gladys a la sala para que su esposo la viese.

 -Uuuaauuu!...Esta es mi esposa?! Joder, que cambio!

 -Le presento a la hermosa “Stephanie”!

Ella se dio el giro, pero él quiso que le dejase ver de lejos el área del bikini, se le notaba a leguas el tono gris de la ausencia del vello púbico.

El cabello liso, el maquillaje, el bikini hilo dental y los tacones, la hacían ver muy diferente a su esposa. El suspiró.

Le dije a “STEPHANY”,:  

-ve con las otras “niñas”, indicándole con la mano hacia qué lado estaba la sala de ellas.

Seguido le dije al esposo:

 -Está aún seguro del paso a dar?...puede ser muy excitante la experiencia para ustedes como pareja, pero…pero

 -Pero, ¿qué? -indagó él

 -Su esposa es muy hermosa y usted no conocía como al tener un cambio en su aspecto, ella puede resultar siendo una verdadera prostituta,… una Puuuta !....Le digo, ella me simpatiza, me cae bien, se nota ser una mujer de hogar, con sus fantasías sí, como humana que es y sería triste…se le saliera de las manos a usted, perderla y a ella, dominar esa situación

 -¿Situación?...Yo sé controlar la situación y ella tiene su profesión universitaria…ella no caería en ello

 -Le advertí…ahora…Disfrute de la fantasía! -le dije parándome del sofá, del lado de él.

Pasaron 20 minutos y no había llegado nadie, el esposo golpeo las palmas de las manos llamando.

Atendí su llamado, quería ver a su esposa, hablar con ella.

Con un giro de cabeza horizontal, le dije que no, añadí:

 -Por ahora no, tendrá que esperar a que el hecho se consuma. Está con las otras chicas.

Sonó el timbre, un posible cliente o cliente subía las escaleras. Entró a la sala, le hice sentar diciéndole que ya le presentaría las niñas para que el escogiera.  Se quedó callado.

 -¡¡Presentacióoonn!!

Todas las chicas salieron de la sala de ellas, tras las tiras de lana desde casi el techo hasta casi el suelo, que hacen de cortina.

Hicieron una fila, eran 8 las chicas en ese momento contando a la nueva, “Stephanie”

Se fueron presentando una a una dando la mano, diciendo el nombre y retirándose para dar paso a la siguiente

 -Mucho gusto, Paola

 -Hola, Sara

 -Cristina

 -Hola, Andrea

 -Clemencia

 -Sandra

 -¡Hola, Stephanie!

 -Hola, Helen.

Cuando se presentó “Stephanie”, yo miré al esposo, este apretó los labios, miró a un lado.

En el instante que las chicas se retiraron y mientras entré a preguntarle por cual se decidía, el esposo le preguntó cómo le parecían las chicas

 -Aquí hay buenas “nenas”! -comentó el cliente

 -¿Por cual se inclinó, cual le gustó?

 -Uyy, la penúltima!... la del bikini amarillo, se le ve ese bollito afeitadito, rico!

Yo me demoré a propósito, para saber los comentarios, el cliente se refería a “Stephanie”

 -Bueno, ¿por cual se inclinó? -le pregunté yo

 -La penúltima, la del bikini Amarillo hilito dental

 -Stephanie, ella es nueva, ya se la llamo -dije mirando al esposo estando al sentido ángulo recto del cliente.

Llamé a Stephanie, quien salió de la salita, me miró como preguntando qué diría su esposo.  Sólo le di un gesto afirmativo y al volverse, le vi ese trasero dividido por el hilo dental, de seguro el cliente entraría con ella, sino fuese un mirón.

Hablaron y efectivamente, le estuvo tocando los muslos y algo las nalgas, de lo cual ya le había advertido a su esposo, del manoseo de los posibles clientes.

Dijo que volvería después, no sin antes tocarle la nalga, por fortuna Stephany no se alteró.

Sonó el timbre y de nuevo la presentación, en el mismo orden, Stephanie de octava.

Los comentarios, el cliente dijo al esposo de Gladys:

-Uyy, esa de bikini amarillo, que bollo!, ese hilito entre el culo, … ¡me la culeo!

 -Bueno, ¿por cuál se decidió? -le pregunté yo

 -La del bikini hilo dental amarillo… ¿Stephanie? ¿Es que se llama?

 -Sí, “Stephanie”, es nueva, ya se la llamo….Cómo, usted ya había venido?

 -Sí

 -Bueno, la tarifa ya subió, quedó a……No fue mucho

Stephanie de nuevo fue atender e informar de su servicio sexual.

Desde mi puesto como administradora vi que el cliente le entregó el dinero, ella se dirigió a mí, para cancelarme y yo darle el papel higiénico y el sobre del condón.

Confieso que tenía mucha curiosidad de cómo se desempeñaría Gladys, en su papel de “Stephanie”; así que le asigné una habitación que tenía una ventana de vidrios pintados, esta daba a un pequeño solar, desde allí yo podría ver por un pequeño punto.  No suelo hacer dicha imprudencia, pero la situación lo ameritaba.

No fue de inmediato, pero cuando pasé por la puerta, escuché los gemidos del cliente.  Al llegar al solar y ver por el punto visual, observé como “Stephanie” se tragaba la gruesa polla, ya ensalivada.

Entraba y salía aquél trozo duro de carne brillante y oscura. El cliente le miraba al rostro sujetándola de la cabeza hacia su polla, con la cual embestía una y otra vez la sedienta boca de Stephanie.

Seguido la tendió abriéndole de muslos y tendiéndose sobre ella en un entra y sale con ritmo acelerado y constante, como de sus gemidos que se confundían con los de ella.

El hombre aceleró y Stephanie, se aferró a los brazos de él, mirando su expresión, seguramente ya sentía ella las contracciones de la eyaculación dentro de su vagina.

Se abalanzó él sobre ella por un leve instante, sacó su pene semi-flácido, le retiró el condón lleno de semen y le acercó su pene a los labios de Stephanie.

No esperaba que ella aceptara, pero para sorpresa mía, ella sí lo engulló, chupándolo. Chupó el semen que había en el contorno del pene, sin dejar rastro, el levanto la cabeza, la miró y de nuevo la elevó, cerró los ojos y exclamó:

 -¡Esooo! ¡Trágatelo, grandísima puuutaa!, ¡ooohhhh, que ramera! ¡Oohh, síii!

Creí que le daría un incremento por el doble servicio, no lo hizo. Aunque yo debería multarla a ella por eso, no lo haría; primero: era una cliente, segundo: Novata, tercero: Se notaba que lo disfrutaba, le gustó beberse el semen de aquél desconocido.

Stephanie, sólo se limpió sus labios con el dorso de la mano.

Yo me volví a mi puesto, al rato llegó Stephanie a presentarse ante mí y dirigirse a la sala de CHICAS.

Se presentó el esposo y me pidió que la llamase, ya se irían, sin ella poder cobrar servicio.

La llamé y de inmediato fue a cambiarse, se despidió de las chicas, a lo que entendieron que se trataba de una fantasía, de ella hacerse pasar por una “Chica”, de ser PUTA por una vez, por un servicio, un “Rato” como se dice en dicho ámbito laboral.

La última mirada de Gladys al ya bajar la escalera, me dio nostalgia, pero también me dio la espina de volverla a ver en alguna oportunidad, no sé en cuanto tiempo.

 

FANTASIA DE SER LUMI POR UNA VEZ, ESPOSO ADMITE

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