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Esa perra llamada Miriam

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Esa mañana me encontraba arreglando nuestra nueva casa, todo era un caos total, cajas por todos lados, José mi esposo, me había prometido ayudarme después de descargar la mudanza, pero tenía que trabajar pero que el fin de semana lo haríamos juntos, así que decidí adelantar un poco de trabajo. Empecé por nuestra habitación, la cama estaba armada por lo que era necesario terminar de arreglar todo lo demás. Empecé por arreglar mis cosas, busqué las cajas marcadas como “Marcela”, acomodé toda mi ropa en ese gran ropero que parecía más un cuarto anexo. Luego seguí con las cosas de mi marido José.

Mientras abría las cajas marcadas con su nombre vi que había gran cantidad de cosas que debían desecharse porque ya estaban viejas, pero decidí mejor esperarlo para consultarlo. Había una caja con videos HD con tomas de nuestro matrimonio, del primer cumpleaños de nuestra hija Sofía, pero había una que en especial me llamó mucho la atención, estaba marcada con la letra “M”.

Busqué la cámara de video para poder reproducirlo, la conecté a la TV y me dispuse a verlo, me acosté en la cama y con el control remoto activé la cámara. Aparecía una mujer acostada en una cama, yo la conocía pero no podía recordar bien quien era, estaba acostada y empezó a desvestirse, lentamente, como haciendo un show, admito que me excitó un poco por mi condición de bi ya que lo hacía de una manera muy sensual, luego quedó solo con un ligero y dejaba ver unos hermosos senos que acariciaba mientras comenzaba a masturbarse, subí el volumen, gemía con ganas, ya yo estaba totalmente mojada por lo que metí mi mano entre el pantalón de mi pijama y también empecé a tocarme a su ritmo, ella gemía y yo también, quería venirme al mismo tiempo que ella, tocaba sus senos, yo también, yo ya estaba desnuda sobre la cama tocándome hasta que, de manera inesperada, nos corrimos juntas, yo estaba cansada, sudaba y gemía con ella, luego la cámara quedó totalmente estática enfocando la cama, era nuestra cama, una voz, la voz de un hombre, uno que yo conocía, apareció en escena y se acostó a su lado, era José, mi marido, desnudo con su pene en manos de esa perra que después metió en su boca y comenzó a mamárselo…

Miriam… Miriam es el nombre de esa puta infeliz, ya decía que la conocía de alguna parte, la muy puta era la amante de mi marido y estaban tirando delante de una cámara y lo peor de todo, en nuestra cama en nuestra anterior casa, recuerdo ese día haber ido a visitar a mi madre con Sofía quedarme ese fin de semana. No podía dejar de ver lo que hacían, ella se lo mamaba mientras José tocaba sus senos. Después de eso cambian de pose, ella queda debajo y José arriba y empieza a penetrarla, ella gime de placer mientras él, como siempre, busca su satisfacción. Nuevamente cambian y ahora ella se acuesta mientras él le hace sexo oral, lame su vagina como un loco mientras Miriam se mueve mientras grita, lo toma de la cabeza mientras la clava en su clítoris, mis ojos se llenan de lágrimas, me siento indignada y sucia, lo hicieron en nuestra cama, no podía tolerarlo, él la penetra al estilo perrito, ella mira la cámara como queriendo enviarme un mensaje, sabía que algún día vería el video, veo a José eyacular sin sacarlo mientras Miriam finge un orgasmo, se levanta mientras el semen de José escurre por sus piernas y apaga la cámara.

Hoy escribo estas líneas desde un hospital cercano a casa después de que José me hallara en la tina con las venas laceradas y casi muerta. El resto de lo que sucedió entre mi esposo y yo es algo que talvez no valga la pena contar…

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