Sentarme delante del ordenador y leer relatos eróticos me pone a cien, mi imaginación vuela, me imagino cada situación ya sea real o una fantasía, pero siempre con ese toque tan real de que con tu mente pones tú el ambiente…
Leer sobre corridas, masturbaciones, encuentros ocasionales, relaciones prohibidas, consentidas, felaciones, anales, posturas increíbles, chicas preciosas, chicos guapísimos, pollas, miembros, vergas, coños, vaginas….
Leer con una mano y acariciarte con la otra, se hace algunas veces difícil, pero excitante, yo lo que hago que uso un dildo o vibrador, no se… pero vamos, hablando en plata, una polla a pilas, yo lo llamo “mi amo” … con una mano uso el ratón para ir pasando páginas y con la otra, cojo a mi amo y me acaricio, me toco, aunque algunas veces lo beso, me lo meto en la boca y sueño.
Mientras en la pantalla la historia sigue, ella se corre, él también sobre su boca.
Cierro los ojos y me apodero de la imagen, ahora soy yo la que está ahí, con mi amo dentro de mi coño funcionando a tope, moviéndose dentro de mí, dios…. que máquina, como me conoce, como hurga dentro de mí, me siento estremecer, mientras mis sueños se van de nuevo a la historia, leo como dos chicas chupan una polla mientras a la vez se besan, desearía estar ahí, lamen un falo enorme con su lengua, que salvajemente y sin control se chocan entre sí lamiéndose mientras esa enorme verga suelta un buen chorro de semen en sus gargantas.
Diossssss… ahora es mi amo el que me está volviendo loca, siento que me corro, me corro, me corrooooo... mi silla está empapada, suelto tantos jugos que tengo el abdomen empapado, no paro de correrme en un tremendo orgasmo, estoy sola en casa y eso me da libertad para desatarme y gritar sin temor ser escuchada, retorcerme de placer y tirarme por el suelo, por la cama, por el sofá. Disfrutar de un orgasmo en toda su dimensión.
Así, dios, no puedo más, me corro como una perra, mi coño da espasmos, siento como dentro me arde todo, me meto a mi amo hasta lo más dentro mientras rendida caigo sobre la cama,
Mientras me voy durmiendo pienso. Estoy satisfecha, excitada y feliz, pero falta algo, me falta un buen chorro de semen que caiga sobre mí, sentir ese rico pringue en mi cuerpo, en mi cara, sentir su aroma, que entre en mi garganta y sentir su calor, y eso ninguna máquina te lo puede dar.