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Tremenda culeada a mi esposa borracha

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Hola a todos los lectores de estas hermosas historias, quiero contarles algo que me paso el 31 de diciembre 2010 y que todavía siento erecciones cada que me acuerdo.

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Soy un hombre de 50 años con excelente estado físico y mi esposa es una mujer de 47 años que parece de 30, debido a su infaltable ejercicio en el gimnasio con entrenador personalizado. Ella es bajita mide 1,52, pero tiene un cuerpo muy proporcionado, pesa 50 kilos, tiene un culo de ensueño, unas tetas bien hechecitas porque se las mande hacer, ya que las tenía muy pequeñas (es lo único que tiene que no es natural) sus piernas son contorneadas, yo diría que a la perfección y su cinturita de avispa la hace ver muy bella, todo el mundo en la calle la voltea a mirar cuando pasa por algún sitio.

Bueno sin más preámbulos la historia es como sigue:

Nos reunimos la familia y unos amigos en una casa de campo en un pueblo cercano a Bogotá, que se llama Cajicá, y tomamos mucho aguardiente (nuestra bebida nacional para los que no viven en Colombia) de manera que yo me acosté como a la una de la mañana y quedó mi esposa con toda esa parranda de vagos, hasta que se acostó muy borrachita como a eso de la 4 am. Al ella llegar a acostarse hizo tanto ruido que me despertó y yo la acomodé de tal forma que se durmiera rápido, al sentir que estaba dormida me levanté y fui a ver qué ambiente había en la reunión y todos estaban muy contentos pero pasados de copas, entonces se me ocurrió la idea que tantas veces me había pasado por mi cabeza y era la de ver que otra verga le entrara por su estrecha vagina.

Entonces llamé a Juan (todos los nombres son ficticios) y entre charla y charla le pregunté que como le parecía mi esposa, a lo que contestó, un poco cabreado, que le parecía bonita y muy delicada “es una señora puesta en su sitio” dijo, “ella es muy seria con todos, que te pasa hermano” y me preguntó “oye ¿a que se deben esas preguntas, no sospecharas de ella?”, entonces le dije “no hermano, todo lo contrario, a mi hace rato me ha venido a la cabeza verla con otro, me excita esa idea…” Entonces él se coge la barbilla y me dice “no joda hermano, ¿te volviste loco?”, yo le dije “no sé si estoy loco pero el solo hecho de pensarlo hace que se me pare”.

Bueno, seguimos tomando y compartiendo con todos un rato más y de pronto se me acerca Juan y me dice “oye Alberto ¿y no has pensado en algún candidato?”, y yo le dije “pues, en este momento con la única persona que he hablado de esto es contigo, entonces no sé si tú te animas”, y el muy descarado me dice “a tu mujer cualquiera quisiera comérsela guevón, dime que hay que hacer”, “entonces ven” le dije, y nos dirigimos a la habitación donde estaba ella dormida bocabajo, con un jean que le marcaba ese culo como una gran montaña y me hizo señales con las manos de ¿cómo y ahora qué?...

En la habitación estaban durmiendo dos personas más, una niña como de 18 años y un muchacho como de 19, mi esposa estaba en un colchón en el piso, yo me le acerqué y la moví un poco fuerte para saber si estaba bien dormida y al ver que no reaccionaba le desapunté el jean por delante y en la posición en que ella se encontraba, le fue bajando su pantalón lentamente, mientras mi amigo miraba con ojos de angustia porque alguien podía llegar y también con ojos de excitación, por ver como se iba asomando ese monte de carne tan exquisito. Yo me tomaba todo mi tiempo para que él se fuera arrechando más, cuando iba empezando a bajar, se empezó a asomar su hilo dental de color rojo que estaba empezando a metérsele en su rajita del culo, seguí bajándolo hasta que llegué a la rodilla y ahí paré y le hice señas a Juan que se acercara. Entonces él ya tenía la cremallera de su pantalón abierta y estaba cogiéndose la verga, se acercó y la empezó a tocar, le metía el dedo por medio de las piernas que estaban un poco apretadas, porque el pantalón lo tenía hasta las rodillas, pero no me atrevía a quitárselo, porque me daba miedo que llegara alguien y no tuviera tiempo de ponérselos.

Él le metía los dedos y los sacaba y los olía y decía ”umm que rico, sabe a gloria” y se los chupaba, al ver que estaba tan empalmado, le dije que se lo metiera y él se agacho para acostarse encima de ella y lastimosamente se derramó sin siquiera tocarla, y soltó la risa y me dice “uy hermano, es que con ese culo, cualquiera tiene una pequeña eyaculación precoz” y soltó la risa, pero como mi meta era ver una verga en la vagina de mi esposa y estábamos tan borrachos, le dije que se masturbara e hiciera que se le parara otra vez. Pero él hacia todo el esfuerzo posible y nada, entonces yo en medio de la excitación, me le acerqué y se la cogí con la mano y empecé a movérsela, enseguida me la eché a la boca y comencé a mamársela. No lo había hecho nunca, pero me pareció rica esa sensación y uno como hombre sabe cómo mamárselo a otro hombre (yo no soy gay, creo, nunca lo había hecho), le sacaba la cabeza del prepucio y le echaba mucha saliva y después me bajaba hasta los testículos y se los levantaba y le lamia con mucho gusto, después subía y me lo metía todo hasta la garganta y claro, en segundos tuvo una gran erección, al verla tan grande le di unas cuantas mamadas más y le hice señas que se agachara y se lo metiera.

Así lo hizo, entonces yo reaccioné rápido y le metí una almohada alta debajo a ella y le levanté el culito, él la tenía a disposición, lo mejor de todo es que yo le cogí la verga y se la dirigí a la vagina de mi esposa, que estaba mojadita, tal vez por la dedeada que le había dado mi amigo. Cuando estaba en la entrada de la cuquita, ustedes no saben la sensación tan increíble que sentí, esa verga empezó a entrar muy despacio y se fue perdiendo adentro hasta que los testículos no la dejaban entrar más, después él se la sacó y con algún esfuerzo, porque me lo contó después, se lo metió por el culito, él se tomó todo su tiempo y yo estaba muy feliz viendo que mi esposa tan recta, tan seria, tan pulcra, estaba siendo violada con mi consentimiento.

Cuando estaba por terminar me dijo que, si podía hacerlo dentro de ella y yo le dije que claro que sí, así sintiera más placer y así fue, le desocupó toda la verga adentro de sus intestinos y lo saco rápido, cuando se iba a ir, yo le dije que me esperara para salir los dos, no sin antes, meterle mi mano por debajo y darme cuenta que estaba llenita mi esposa de semen, su culito estaba un poco abiertico porque le entraba el dedo sin ninguna dificultad, ah que delicia.
Salimos a la reunión y ya estaban muy pocos, Juan se sentó con Pedro y yo me fui a charlar con mi tía, desde lejos los vi muy animados hablando, yo sospeché que le estaba contando, pero no le puse más cuidado, me despedí de ellos diciéndoles que estaba mareado, que quería acostarme y así lo hice. Me acosté, no pasaron ni 15 minutos cuando sentí pasos y claro, lo que yo sospechaba, entraron Juan y Pedro tambaleándose y con una risita de esa que le da a uno cuando está un poco ebrio.

Yo ya le había subido los pantalones a mi esposa, pero no se los había apuntado adelante de manera que se veían flojos en su culito, yo me quedé inmóvil, haciéndome el dormido, pero con los ojos medio abiertos mirando como Juan, le decía algo al oído a Pedro y éste se agachó y le empezó a bajar los jeans a mi rica esposa y a medida que se los iba bajando, acercaba la cara a su culito, yo creo que para que no se fuera a perder ni un solo de sus aromas. Seguía bajando y con la lengua le iba repasando la línea del culo descaradamente, claro ella estaba totalmente borracha, éste si le saco el pantalón totalmente y le empezó a abrir las piernas poco a poco y se fue hundiendo en su sexo, que me imagino como olía de delicioso. Yo estaba con la verga que no aguantaba, pero no podía hacer nada o sino a lo mejor ellos no seguían en su juego.

Él se levantaba un poco para tomar aire y volvía y se metía en su rajita, le metía con fuerza la lengua en su ano y la volvía a sacar, estuvo, así como diez minutos y Juan masturbándose mirando la escena, hasta que al fin se paró Pedro y se bajó los pantaloncillos y le salta una verga de grandes proporciones. Él es de Montería, costa colombiana. Cuando yo se la vi me pregunté, ¿será que le cabe esa cosa en la pequeña vagina de mi esposa? Estuve a punto de parar todo, pero más pudo mi excitación, entonces él se acomodó encima de ella, así bocabajo como estaba, con la almohada metida debajo, se la fue metiendo, les cuento que casi me muero del gusto y del susto, porque cuando se la metió toda, ella hizo un movimiento como de pararse, pero la venció más la borrachera porque se dejó caer otra vez y siguió como dormida, pero gimiendo de vez en cuando, cada vez que él se la metía hasta adentro, ella gemía, pobre, mi rica esposa o no sé si afortunada, por ser una mujer tan bella. Bueno, él siguió hasta que se derramó adentro, con el mismo semen se lo untó por el culo y le metió los dedos, creo yo, porque no alcanzaba a ver muy bien, pero si le veía la cara de satisfacción al tipo ese, se rieron y salieron muy contentos, dejándola así, sin taparla ni nada, ¡que descarados!

Cuando ellos se fueron, no habían pasado más de cinco minutos, traté de levantarme, en eso, se movió el muchachito que estaba acostado en la misma habitación, que creo que se dio cuenta de lo que hicieron Juan y Pedro. Lo cierto es que se levantó muy despacio, no esperaba ver a su tía ‘cuchibarbie’ en esa posición e inmediatamente le metió mano. Como estaba llena de semen, se lo sacaba de la vagina y se lo untaba por todas las nalgas y el culo, se veía como disfrutaba el niño este. Ese fue el que más me gustó, porque se le veía ese acelere del adolescente y la verga muy parada, aunque pequeña la tenía todavía, como de 18 cm, pero delgadita. Él no espero más y se le echó encima también, yo veía que como que no entraba y se esforzaba mucho, para mí que se la metió por el culito. Se movía el muchacho con tanta pasión, que parecía que se fuera a morir, doblaba los ojos y los cerraba y suspiraba, hasta que empezó con gran velocidad a terminar. Yo pienso que eyaculó hasta el alma y cuando acabó, se tumbó encima de ella y le escuché decir, “uyyy tiaaa, tan apretadita que estás, ¿es que Alberto no te lo mete seguido?”.

En eso, yo me moví un poco para ver que reacción tenia y él se quedó inmóvil, quieto, no respiraba, entonces me voltee para el lado de la pared y por lo que me di cuenta, él si la vistió y la acomodó con el pantalón apuntado, yo creo que para que nadie más se la comiera, eso me gustó mucho. Salió de la habitación y yo me arrunché con mi rica esposa y así amanecí. Ella se despertó preguntándome “¿qué pasó anoche?, ¡DIOS MIO!, qué pena con todos, porque yo me fui a acostar y casi todo el mundo se quedó en la sala, oye Alberto si vieras que no recuerdo nada de lo que pasó, pero estoy muy mojada, ¿qué me hiciste?” ... yo le contesté “como que, ¿qué me hiciste? si tu llegaste muy contentica y arrechita y me pediste que te lo hiciera y así fue, te lo hice, pero te quedaste dormida, entonces te vestí y me dormí”.

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Si saben de algún producto o planta que la haga dormir, escríbanme y tal vez los invite para que se la coman dormidita y a lo mejor les envió una fotico del precioso culo de mi esposa. Envíenme videos de orgias, tríos o violaciones para animar a mi esposa a que lo haga con otro, pero consciente.

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