Había dejado las ventanas abiertas para que entrara aire, el cielo estaba despejado y el sol irradiaba los frondosos árboles primaverales. Fisgón pensó que Estela seguía en la peluquería, entonces aprovechó para distraerse un rato en la web.
Ya aburrido de leer las pésimas noticias de los diarios virtuales, y harto de los comentarios grotescos de los usuarios, ingresó a un portal para adultos Triple xxx. Dio click sobre el nombre video, y escuchó rugidos de tigres, el aullido de un lobo, y los gritos de una hembra. Su menté captó el significado y se perdió dentro de la «caliente selva». Quedó desorbitado.
Imaginó en ser absorbido por la pantalla. Quería ser un León, y su corazón se sobresaltó. Vio a conejitas que danzaban bajo melodiosas canciones, quiso atraparlas con sus garras. Subió al máximo los altavoces, y fantaseó.
Miró su pantalón, abrió su cierre y de él salió un pájaro que revoleteaba de un lado a otro. Lo apaciguó con sus manos envolviéndolo entre sus ropas. Fisgón sintió un frescor y siguió recorriendo el mundo natural. Su mirada se perdió. Sintió en sus hombros el picoteó de un ave. Volteó, y la mirada de Estela lo sobresaltó. Sonrojado se levantó.
Ella observó que desde la pantalla salió la fotografía de dos hombres acariciando el sexo de una mujer, que luego se trasformaron en dos caballos sobre una yegua.
Estela miró a Fisgón y del pantalón de él salió de nuevo el pájaro.