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El descorche de mi esposa

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La primera vez que sentí ganas de que me lo metieran fue con mi ex novio, estábamos en un bar bailando, habíamos tomado algo de alcohol y cuando estamos bailando ya pasadas unas horas de estar allí, su mano empezó a apretarme la espalda con fuerza hacia él, me besaba mucho con toda su lengua dentro de mi boca, y empezó a mover su mano despacio acercándose a mi estómago y metió su mano por debajo de mi ropa, primero tocó mi estómago con fuerza y luego movió su mano despacio hacia arriba, ya con menos fuerza me tocó una teta, me rozaba con sus dedos alrededor, hasta que poco a poco avanzó hasta mi pezón y con sus dedos me los rozaba con suavidad, me la cogió y masajeó como 15 minutos y se dio cuenta que yo empecé a besarlo diferente y mirarlo diferente, porque me dieron ganas, salimos del bar y nos fuimos a su casa, allí me siguió tocando las tetas y la cola  me bajó el pantalón  se sacó su verga y me la intentó meter, pero estábamos muy nerviosos y no entraba y no me deje hacer nada más porque me estaba doliendo aunque estaba mojada.

Nos fuimos a su casa, cuando llegamos, estuvimos un rato besándonos en el sofá, me tocaba el estómago luego siguió con su mano en mis tetas y pezones, tocándome como en el bar suavemente, pero ahora bajó hasta el borde del pantalón y me desabrochó el pantalón y metió su mano por encima de mis cuquitos y me tocó la chocha, nos levantamos y mientras nos besamos, su mano cogió mis nalgas, las estrujó y me metió su mano por debajo de mis cuquitos y sentí sus dedos deslizarse por mi chocha, dentro, en mi clítoris suavemente de arriba a abajo, y con su otra mano iba soltándose su pantalón y me cogió mi mano y la dirigió a su verga que estaba dura y grandota. Yo estaba asustada porque nunca había sentido ninguna verga en mi mano y no sabía qué hacer. Me seguía cogiendo la chocha suavemente más rápido movía sus dedos y yo me sentía mojada, me llevó al suelo y se bajó su ropa interior y vi su verga grandísima y la sentía en mi mano babosa, se acostó encima mío y me bajó el calzoncito completamente, cogió su verga con su mano para dirigirla dentro de mí, no hubo tiempo ni de chuparme las tetas, la chocha o yo de hacerlo a su verga, intentó empujarlo una, dos, tres y cuatro veces, pero no me dejé más porque me estaba doliendo mucho. Y él no siguió haciéndose nada, a mí me pareció normal porque no sabía que podía acabar con su mano y creo que no lo hizo porque era mi primera vez. Luego no me contó si se la había hecho después de dejarme en mi casa.

A los 3 días nos vimos de nuevo, esta vez llegamos a mi casa, enseguida empezamos a besarnos con ganas de meter nuestras lenguas en todas partes de nuestra boca. Estábamos en la sala y esperamos que no hubiera nadie y nos fuimos para mi habitación, nos seguíamos besando y me cogió la chocha por encima de mi ropa con tanta fuerza que casi pasa su mano a través de mi ropa. Me rozó las tetas y las nalgas varias veces, me acercó a él para que sintiera su verga, cogió mi mano y me la hizo meter dentro de su pantalón, sentía esa verga caliente y babosa en mi mano con ganas de que me la metiera, él mientras metía su mano en mi chocha directamente cogiéndome mi clítoris, rozándolo con sus dedos, tratando de meter su dedo, se lo chupa y me busca mi vagina, lo introduce un poco preparándome para lo que iba a entrar, y yo mojada se lo cogía con las dos manos moviéndolas y estrujando esa verga, me bajó el pantalón y mi calzoncito, me tumbó en la cama, me abrió las piernas, cogió su verga con su mano, me hizo sentir su punta en mi chocha, hizo unos movimientos cortos de arriba abajo y luego me metió esa verga de una vez, sostenida, para que entrara sin mucho dolor, empezó a moverse poco a poco, yo grité un poco porque dolía, pero siguió con más fuerza, pero con movimientos cortos, me abrió las piernas más siguió encima mío moviéndose, cuando vi su expresión de éxtasis y vi como su torso se tornaba rojo, sacó la verga y se vino en mi estómago y en su mano salía leche y leche y esa verga siguió parada queriendo más, pero ya me dolía mucho y nos vestimos.

Cuando me lo metió por primera vez tenía ganas y miedo, cuando entro sentí mucho dolor, pero como tenía ganas ese dolor se hizo pequeño y sentía como picaditas en la chocha y la sentía muy mojada de placer.

A los 3 días de estar en mi casa fuimos a la suya y como no había nadie en ese momento, al llegar no perdimos tiempo, nos besamos mucho y me empezó a tocar las tetas por encima de mi blusa, tenía los pezones súper parados y él los rozaba con sus dedos y estrujaba las tetas con fuerza, se tiró en el suelo de la sala y me cogió de las manos, se sentó, me bajo el pantalón y mi calzoncito me los quitó y me sentó encima de sus piernas, cogió su verga entre sus manos, yo casi no la veía, me cogió de la cintura, me levantó un poco y me hizo sentarme encima de su verga, esta vez sentí que rompió algo y caí con fuerza entrando toda su verga, esta vez si la sentía bien adentro, sentía un poco de dolor, pero no tanto como la primera vez, yo estaba mojada y él también, esta vez sentí que se deslizaba más fácil, sentía placer y a las pocas sacadas y metidas ya no dolía nada, él se movió todo el tiempo y yo solo dejándome llevar, él me cogía de mi cadera con fuerza moviéndome de atrás hacia adelante y también alzándome para que entrara de arriba abajo con fuerza, me movía cada vez más rápido y mis rodillas estaban ya doliendo de tanto y tan fuerte que me movía. Yo sentía que esa verga era súper grande porque dolía, en el fondo parecía que tocaba y desplazaba mi estómago, estaba como loco de placer y me tocaba por debajo de la blusa y luego del brasier mis tetas de vez en cuando y luego volvía a cogerme la cadera y luego me cogía de las nalgas meneándome, restregándome contra su verga, hasta que no aguantó más y me sacó de su verga alzándole, se cogió su verga y vi como salió leche por montones.

Dos días después decidimos ir a un motel, al llegar nos besamos mucho, el empezó a tocarme las tetas por encima de la blusa, rosándolas primero y luego me la apretaba con más fuerza, luego bajo su mano hasta mi cola cogiéndola y pellizcándola y me acercaba a él con fuerza y ahí fue cuando sentí su gran verga que estaba dura, mientras me besaba paso su mano a mi chocha tocándola primero suavemente y luego con ganas de meter sus manos dentro de mi ropa. Yo lo besaba y esperaba que iba a hacer luego, me excité mucho cuando me rozó las tetas, ya estaba mojadita, luego empezó a quitarme la ropa, primero mi blusa y mi pantalón, me dejó en ropa interior un rato mientras besaba todo mi cuerpo rápidamente, me tocaba con fuerza, me soltó el brasier y me miró las tetas con ganas, me las estrujó y me las chupó con ganas, metía todo lo que le cabía en la boca hasta llegar a soltar solo cogiendo mis pezones que lamia con ganas, mientras me tocaba mi chocha por debajo de mi calzoncito, se quitó la ropa, me excité mucho más, le cogí la verga que estaba súper parada parecía que explotaba, me quitó mi ropa interior y me chupó la chocha y metía esa lengua en mi hueco con fuerza mientras me cogía las tetas con una mano y con la otra me abría la chocha más para chuparla mejor, se detuvo para que yo le chupara la verga, me la metió en la boca y era tan grande que no cabía sino la mitad en mi boca, se movía para que entrara más, pero no cabía. Me la sacó de la boca y me la metió en la chocha ya sin aguantarse más, me la metió con fuerza y se movía con fuerza encima mío cogiéndome las tetas como podía, luego me hizo que me hiciera encima de él, se seguía moviendo y chupándome las tetas desde abajo, duramos un gran rato haciéndolo y cambiando de arriba a abajo y de espaldas también, sentía su verga tan dentro que no me había dado cuenta antes que era grande y se sentía profunda. Se vino en mis tetas con tanta leche que me cubrió las tetas y el estómago al refregarme su semen. Al terminar nos dimos cuenta de que los espejos estaban llenos de vapor y casi no nos podíamos ver.

La primera vez que me la metió en la boca fue en el motel, y ahí también fue la primera vez que vi una verga de verdad. La sentí caliente, saladita con ese juguito que le sale por excitación babosa, fuerte y grande, casi no me cabía en la boca, no sabía muy bien como chuparla, pero lo hice como creí que le gustaría moviendo mi boca y apretándola con la lengua y veía su cara de satisfacción cada vez que entraba y salía de mi boca y gemía mucho hasta que no aguantó más y me la metió con fuerza.

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