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Masaje

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Que error cometí al hablar un día con mi hermano, bajo los efectos del alcohol de que éramos su cuñada y yo una pareja de mente abierta, aunque no le di muchos detalles, solo que habíamos ido alguna vez a algún local liberal a tomar una copa para ver cómo era y tal y tal... pero por supuesto no se me ocurriría nunca decirle, que a su cuñada ya se la han follado más de 30 tíos en nuestras salidas y hasta 3 al mismo tiempo, por todos sus agujeritos llenándoselos de leche, se hubiera vuelto loco, porque ya sabemos que una de las fantasías de cualquier hombre es follarse a su cuñada. Por supuesto y si se lo pones a huevo, ya sabes, donde tengas la olla no pongas la polla, en fin.

Mi hermano es el clásico tío de 40 años, soltero, guapo, don de palabra y ligón, pero ligón, ligón, ese cabrón se ha follado a media España y no hacía falta que presumiera de ello, ya lo veíamos los demás hermanos.

Bueno, el caso es que llevaba tiempo para que fuéramos a su casa a tomar algo y salir por ahí y un día cuando tuvimos ocasión. Pues fuimos a su apartamento, pasamos la tarde charlando, tomando unas copas y salimos a cenar por la zona. Yo sé que, a mi mujer, mi hermano siempre le ha gustado, no hacía ni falta de que me lo dijera, a las mujeres se las ve por muchos detalles si un tío le atrae o no, sonrisita tonta y nerviosa, tocarse el pelo continuamente y por supuesto, como se preparan, si vas a un sitio donde no la interesa, vaqueros y punto, ni maquillaje, pero aquí, ¡joderse, como se preparó la amiga!

Como era verano y hacía calor, se colocó una camisa blanca, súper ajustadita con un sujetador negro de los que te aumentan el pecho y los botoncitos desabrochados para dejar ver ese canalillo del pecado y solo pienses en que quieres meter una polla entre esas tetas tan apretaditas. A eso le añadió un short negro súper súper corto que tapaba el culo y ya, pero que ceñido, no, lo siguiente, joder, se podía sujetar sin moverse un folio entre la rajita del culito o la del coñito. Como marcaba los labios del coño, joder y ese culo, ese culo, como le movía la cabrona, madre mía y todo el rato en el pub donde estuvimos, sentada enfrente de mi hermano para inclinarse a por la copa de la mesa y que mi hermano la viera bien las tetas o levantándose con cualquier excusa, para que la viera bien el culo.

Yo sabía que me hermano estaba a 100 y pensaba, este cabrón en cuanto nos vayamos esta noche tira de móvil y se folla a 2 o 3 amigas. Qué envidia… pensé… tonto de mí. Volvimos a su casa, ya tarde, cansados de beber, bailar etc. ya en casa, nos tomamos la última y charlando, charlando, yo me estaba quedando amodorrado, ya eran muchas horas sin dormir, pero entre cabezazo y cabezazo si atinaba a vislumbrar como mi hermano la acariciaba el cuello y la hablaba de darla un masaje en su sala de trabajo, al poco se levantaron y yo me quedé frito.

Al poco sentí un portazo y me desperté, vi a mi hermano que cogía cosas de un armario y se había vestido con un uniforme de masajista e iba de un sitio a otro. Yo conseguí despejarme al verle con tanto movimiento, pero me seguí haciendo el dormido. Cuando vi que se subía a la planta de arriba, a la sala de trabajo, me levanté con cuidado y descalzo subí arriba, la planta es casi diáfana, con 3 camillas en un lateral, con asientos de espera, un mueble grande para poner toallas y utensilios del oficio y un par de biombos para que se cambiara la gente. Cuando llegué vi que mi mujer estaba en una camilla tumbada boca abajo y solo con una toalla encima tapándola la espalda y el culito, pero vamos, que no había que dejar mucho a la imaginación.

Yo me metí detrás de un biombo y como no había casi luz, no me veían, pero yo lo veía todo, mi hermano la decía, mientras la echaba geles en la espalda, que la iba a dar el mejor masaje del mundo, que para eso era su cuñada preferida y ella decía que la hacía falta, que estaba súper tensa del trabajo y el día al día. Mi hermano empezó a masajear la espalda de arriba abajo, muy despacio, poniendo muuucho interés en cada zona de su espalda. Yo había encendido el video del móvil y lo estaba grabando todo, me estaba poniendo cardíaco viendo todo esto. Este cabron poco a poco se le fueron desviando las manos hacia los laterales, preguntaba a mi mujer si la gustaba y ella solo emitía un siiii y un suspiro como respuesta. El cabronazo ya la estaba sobando las tetas boca abajo hasta casi el pezón y ella no protestaba. Que zorra, tenía que tener el coño como una catarata de lo mojada que tenía que estar, movía las piernas apretándose ese coño encharcado, había levantado los brazos por encima de su cabeza para que este cabrón la sobara mejor las tetas, cosa que aprovechó para pasar varias veces por delante de ella mientras la masajeaba el cuello, para rebozarla la polla por las manos, polla que tenía como la asta de una bandera. 

Se la rebozaba disimuladamente, por si acaso, pero cuando notó que ella no solo no retiraba las yemas de los dedos, sino que hacía algo de presión sobre el capullo de este cabrón por encima del pantalón, empezó a presionar contra las manos con la excusa de masajearla la espalda desde arriba hasta el culo, empezó a meterla la polla por las manos al hacer presión contra la cabeza y ella no se cortaba. le estaba haciendo una paja con pantalón la muy zorra. a lo que ya, entre risas, empezaron a bromear con lo de… vaya masaje rico....

—y más que puede ser si quieres…

—depende de lo que ofrezcas...

—Todo lo que tú quieras.

—Ya lo noto.... ya.... menudo calentón llevas....

—Si... ja ja... y eso que no he pasado de la cintura para abajo...

—Pues nadie te lo prohíbe que yo sepa...

—¿Puedo???

—El intentarlo es de valientes.

Se dio la vuelta a la camilla y la empezó a masajear las piernas subiendo muy despacio hasta el culito, acariciando muy levemente los labios de su coñito,  haciéndola gemir a cada presión de sus manos, la apretaba su polla tiesa sin sacarla del pantalón contra las plantas de los pies haciéndola dar pequeños brincos levantando un poco el culito y dejándole ver el coñito en primer plano, así estuvieron como 5 minutos, hasta que ya ella de repente se volvió quitándose la toalla y cogiéndole del polo, lo atrajo hacia ella metiéndole la lengua hasta el fondo de la garganta, mientras con una mano le sacaba la polla del pantalón y la otra debla colocaba en su coño, diciéndole a continuación:

—eres un cabrón, no has parado hasta volverme loca y ahora solo quiero gozar y que me folles hasta que revientes.

—Cuñadita... siempre me has dado un morbo increíble y me moría de ganas de follarte-.

Mientras la metía tres dedos en el coño y ella ya se metía la polla hasta el fondo de su garganta. Al poco, se puso al principio de la camilla y atrayéndola hacía si, la metió la polla hasta el fondo de su coñito.

...que cabrón... como se estaba follando a mi mujer y el caso es que me gustaba… la tenía dura como una roca, me hubiera echo allí mismo 100 pajas... se la estuvo follando, así como 10 min y se la sacó, preguntando ella que porqué.

—Mira cuñadita, si hay algo mejor que me guste más que follarte y con que siempre soñé es el... romperte ese culito de locura y correrme en el.... ¿me vas a dejar???

—Eres un cabrón, sabes que ahora mismo no puedo negarte nada, a nadie podría, solo quiero follar y correrme, follame el agujero que quieras... cabrón, pero follame...

La dio la vuelta con el pecho apoyado en la camilla y los pies en el suelo y después de untarla con un gel su agujerito, la empezó a meter poco a poco toda esa polla hasta el fondo....

—Cabrón… eres un cabrón decía gritando.... pero no pares... métemelo todo y rompeme mi culo, me corroooo... me corrooooo. 

—Córrete... puta.... que to también me corro...

Estallando dentro de su culo y saliendo un hilo de leche cuando retiró su polla.

—Sueño cumplido, cuñada, que placer.

—Yo también tenía ganas de follarte, pero nunca me atrevía.

—Pues esto habrá que repetirlo.

—No —dijo— me has follado una vez y nuestra fantasía se cumplió, pero ahí se tiene que quedar, el pasar de ahí traería muchos problemas y lo sabes.

—Tienes razón y así lo haremos, pero el quiebre de un azote cada vez que te vea, eso no me lo vas a prohibir, ¿verdad???

—No.… ja ja... eso siempre que quieras y quizás algo más, pero el follar más, no.

Yo me bajé al salón otra vez haciéndome el dormido y cuando bajaron, me despertó diciéndome que nos teníamos que ir. Nos despedimos y salimos. La pregunté que habían estado haciendo mientras me quedé dormido y me contestó que nada, que ver la TV y charlar. No la dije nada, tengo el video con el que, por cierto, me hago unas pajas de campeonato y ya lo aprovecharé si surge la ocasión para mi beneficio.

 

Este relato es real en un 90%, espero que les haya gustado, un beso a todos.

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