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Rosy, definitivamente hermosa

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Después de haber penetrado a Beto, Rosy quiso que me quedara a dormir con ellos ya que al ver que era mi tercer palo, comprendió que su fantasía podía esperar un poco más, ya que Beto se había comido uno y los otros dos, entre ella y unas ricas mamadas, así que nos acostamos a dormir en la misma cama, yo a pesar de estar cansado seguía intuyendo que Beto tal vez no solo quería saber lo que sentía su vieja, creo que este cabrón ya era puto tapado y estaba por salir del closet con permiso de su mujer.

Pero me dormí pensando en ello, como a la hora de estar dormido, me despertó una sensación muy rica, alguien me estaba mamando la verga muy suave y tiernamente, con delicadeza, eso me hizo emitir un gemido de placer, y escuché la voz de Rosy que me dijo:

—te gusta papi.

Solo atiné a decir:

—¡siiii!

—Que rico mi vida, bueno que bien que te gusta —dijo Rosy— porque Beto quiere que se los eches en su boquita verdad bebe.

Abrí los ojos y en realidad era “Bety” quien me mamaba tan rico, sonreí a Rosy y le dije que se arrimara a mí, le comencé a mamar la tetas, que como pueden ver las tiene muy ricas, y le pedí en seguida que me pusiera su panochita depilada, así como pueden apreciarla, me la pusiera en mi boca para darle una rica mamada, mientras que el puto de su marido me hacía una rica felación.

Después de hacer venir a Rosy unas dos veces con mi lengua en su rica panocha, le pedí que se pusiera en cuatro para penetrarla por el chiquito, (ya no eran tiempos de andar con terminologías rebuscadas de terapia, ya teníamos una cogedera y una desinhibición marca propia) así que a pesar de la momentánea molestia de “Bety” porque le quitamos su cupón un rato, le dije que su mujer quería saber que se sentía que le dieran por el culo como a él hacia un momento, eso lo hizo reflexionar, pero enfatizo que él quería saber a qué sabían los mecos, y que cuando me fuera a venir les avisara, para que un momento antes pudiera él disfrutar de ese gusto… no tuvimos ningún inconveniente…

Ya que Rosy quería complacerlo porque ella estaba siendo complacida, lo hacía buey con su permiso y él era toda una puta con la anuencia de su mujer, y además Rosy, ya había terminado dos veces en mi boca y yo aún tenía cuerda, pues era el mañanero, después de tres palos de la noche anterior, con solo una hora de diferencia, estaba que no cabía de gusto, pues no había tenido esa experiencia y estaba dándome cuenta que podía tener más potencia con esta modalidad de descanso.

Rosy se puso a gatas, y procedí a hacerle lo que, a Beto, la lubriqué, mientras Beto seguía mamando con el pretexto de que quería lubricar para que su mujercita no sufriera, no me apuraba porque ahora tenía el aguante de un buen palo… así que cuando estuvo lista después de la estimulación, se la metí parsimoniosamente, mientras ella gemía rico, diciendo:

 

—pinche “Bety” con razón te gusta esto que rico se siente, hay papi que rico, hay mi amor culeame rico mmm, que bien sabe, déjame ser tu puta la mejor de todas, o tu puto como Betito ¿verdad mi amor? —le dijo a Beto, a lo que él solo sonrió y me acariciaba lo huevos.

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