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Mi compañera y su juego

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Mi nombre lo voy a mantener en el anonimato para cuidar un poco a las personas sobre las cuales trata este relato. Antes que nada, conozco la historia con vividez detalles ya que he presenciado parte, lo cual no dejó otra opción que sincerarse. La persona a la que me estoy refiriendo se llama Belén una compañera de facultad que conozco desde hace un par de años.

He compartido con ella varias clases y también salidas, y siempre noté comentarios y actitudes bastante calientes, pero hasta donde había visto, siempre habían quedado ahí.

No voy a contar detalles de lo que presencie porque mi relato terminaría siendo previsible. Lo que están por escuchar está basado en lo que ella me conto a nivel de detalle.

Yo la reencontré a principios de este año, ya que estuvo haciendo otra carrera, pero se decidió a volverá a la que había empezado en aquel entonces. Se la veía muy contenta, radiante. No tardó en sincerarse y sin que le preguntara nada, me contó que estaba saliendo con un chico (en realidad un hombre) de treinta y largos años. Dado que ella tiene 21, ya estaba dando el indicio de un gran morbo por los hombres mayores.

Aprovechó para contar y presumir de lo bien que estaba y lo bien que la pasaban juntos en la cama, se le re notaba la cara de caliente y lo corroboraba con las historias atrevidas que me contaba. Realmente se calentaba contando y la verdad es que yo también.

Al mes, o mes y medio de nuestra última charla, yo estaba hablando con un profesor mientras subía por la escalera, cuando de golpe veo a Belén que venía bajando. Ella mide como 1,80 por lo que se hace notar muy fácil y evidentemente esa era su intención. Ella estaba vestida con un vestido negro y muy corto, pelo recogido y los labios pintados de rojo fuerte.

Además, tenía puestas botas de cuero altas y lo peor, a cada paso que hacía en la escalera se le podía notar las medias con encaje que se asomaban. Demás está decir que me quedé sin palabras… básicamente todos los que subían (ya que la escalera tiene pasamanos de vidrio) podía notar la situación.

Sobre todos los hombres que la miraban descaradamente. Incluso el profesor quedó mudo y en evidencia.  Ella se limitó a un saludo con voz provocativa. Yo estaba atónita, como se podía vestir así para ir a la facultad…

En el recreo la busco y nuevamente me sorprendo al ver que estaba hablando con 3 chicos, totalmente desconocidos. Me trato de incorporar a la charla, pero realmente estaban todos obnubilados con ella, que se comportaba provocadora por demás y deslizando chistes con doble sentido.  No aguanté mucho tiempo cuando le pedí si podía hablar con ella en privado, así que nos separamos unos metros y le pregunté si estaba todo bien. Ella me dijo “bárbaro, perfecto”. Inmediatamente le pregunte si había cortado su relación, porque la veía como muy liberal y vestida muy provocativa. Su respuesta fue negativa y me comentó que de hecho todo eso era idea del novio y un juego bastante atrevido que se estaban animando a jugar. Me mataba la intriga, hasta que tuve que pedirle que me cuente y realmente quedé shockeada por lo que escuche.

El juego era el siguiente, ella cuando se sentía muy caliente le solicita al él un permiso de “puta”, así como lo leen. Entonces, si el acepta, eligen la ropa para la ocasión y ella se presenta sola y vestida así, en un lugar cotidiano como facultad, trabajo, etc. Y comienza a presumir y a provocar a quien ella quiera. Ahí entendí porque esos tres chicos estaban presumiendo, en realidad ella los había provocado. Realmente tiene un hermoso cuerpo y vestida así… debo confesar que tuve fantasías lésbicas con ella, o al menos fantaseé en compartir uno de ellos.

Mientras me contaba noté que ella les sacó una foto a los tres chicos que había hablado. Sorprendida, le pregunto qué estaba haciendo, y me contesta que parte de juego es que mientras ocurre la provocación, ella periódicamente le va informando con su teléfono lo que va a haciendo… es más, en esa foto le dijo que uno de los tres se había excitado visiblemente, ¿se entendió?  El juego termina cuando ella totalmente excitada y caliente vuelve a verlo y cogen como animales salvajes. Luego terminó el recreo, volvimos a clases y la verdad que esa noche terminé tocándome, tan excitada solo con imaginar estar en su rol.

A las dos semanas exactas, tengo que ir a ver casualmente al profesor el cual nos habíamos cruzado en la escalera, con el cual tenemos una materia en común con ella. Cuando estoy por golpear la puerta de su oficinal, la misma se abre y sale Belén esquivando la mirada, algo transpirada y como nerviosa, solo me dice “hola” y se va rápido. Una vez más me quedé atónita… no podía creerlo, pero parecía que algo había pasado con el profesor. No pude ni entrar en la oficina. Inmediatamente le mandé un mensaje a Belén y le pedí encontrarnos en el bar, ya que me debía una explicación.

Una vez en el bar pude notar que estaba vestida con un short cortito, clavado en la cola y top mostrando toda la panza. Antes de sentarme no pude evitar decirle...

—tiene que ver con ese jueguito ¿no?

Y me dijo sonriendo…

—sí, creo que esta vez fui muy lejos.

Le pedí que me cuente y aquí está su relato: 

Todo empezó a la siesta, hoy. Mi novio me hace calentar por mensajes, casi todas las siestas, pero hoy realmente me hizo temblar de la calentura, así que lo hablé y le pedí otra vez el permiso de puta.

En eso la interrumpo y le digo:

—para todo bien, pero que tiene que ver con el profesor.

A lo que me contesta:

—Este profesor y yo, tenemos mucha atracción, como habrás visto el otro día en la escalera, no puede parar de mirarme y la verdad que yo tampoco. Debe ser casi cincuentón, pelo canoso y siempre lleva esos pantalones de vestir ajustados... se le nota que tiene linda cola y el bulto es prominente, me pueden los hombres así.

Le contesto que no puedo creer que este mirando así los bultos y me contesta:

—Cuando me da permiso mi novio, es mi trabajo… es más, hoy le conté del profe y me desafío a provocarlo, es error suyo también.  Lo que paso hoy era justamente que mientras el daba la clase y pasaba caminado, sentí como me pasaba el paquete cerca, como esperando una reacción de mi parte. Intentaba no ser tan obvia, pero en algún momento le clavaba la vista. Como corresponde a mi rol le iba contando todo a mi novio, que estaba como loco, muy excitado y con miedo de que se vaya de las manos... hasta me pidió que pare, pero lo hice entender que estaba en un punto de no retorno, y él me había dado el permiso. En la mitad de esa conversación, pasa el profesor y me saca el celular de las manos, casi me muero y tendía a tratar de sacárselo otra vez, a lo que me dice que no se puede usar el teléfono en clases, acto seguido lee la pantalla con todas las cosas que decían de su bulto, que parecía grande, que estaba tentada a probar… Abrió los ojos grandes y después de pensar un segundo, me dijo que lo iba a retener hasta terminada la clase y que debía pasarlo a buscar por su despacho porque quería asegurarse que conozco el reglamento del alumno y de lo que dice en cuanto a usar el teléfono. En ese momento no sabía bien si realmente me iba a retar o iba a intentar aprovechar de la situación que ahora conocía. Para peor mi novio me había hecho poner bolas chinas en mi vagina, no podía parar de gozar, estaba excitada y a la vez muy nerviosa por todo lo que sabía el profe de mis deseos. Apretaba los muslos para sentir como se movían las bolitas al punto de hacer respiraciones profundas justo como cuando estas por acabar. Termino la clase y contuve el orgasmo a duras penas, llegaba la hora de la verdad.

Golpeo la puerta con timidez y el me hizo pasar en vez de parecer enojado estaba con una sonrisa amplia y cautivadora, como confidente. Mi teléfono estaba arriba de la mesa en la misma conversación que él había visto, sospecho que estuvo ojeando todo. Me hizo sentar en un sillón de cuero, esos con apoyabrazos. Fue a buscar el reglamento del alumno y lo puso delante de mío... nuevamente estaba parado y yo con la visual a la altura de su pija, señalándome partes del libro, como queriendo retarme, pero suavemente. Estaba claro que era solo una excusa, ya que no paraba de mirarme el escote ni las piernas, lo cual me calentaba mucho... Estaba muy excitada por toda la situación, podía sentir mi flujo caliente y espeso chorrear por el short y mojar el sillón de cuero, ya que mi novio me había hecho ir sin bombacha. Sentía su aliento y su perfume cerca y cuando quería hacer referencia a un párrafo ponía su cara al lado de la mía y señalaba lo que estaba leyendo. La situación podría haber quedado ahí, yo estaba muy caliente pero no me animaba a dar el primer paso... fue hasta que un movimiento, intencional claro, por parte del profesor para buscar mi celular del otro lado de su escritorio, hizo que accidentalmente su bulto fuese a tocar mi antebrazo. No sé qué me paso, en serio, no sé, pero salió de mi algo que hasta ahora había quedado en fantasía, me convertí en la mujer más puta del mundo, solo quería cogerme a ese macho maduro y seductor que me estaba provocando, no me importo más nada y me levante violentamente y le puse mi cara a cm de la suya, él pudo percatarse entonces de que había mojado todo el sillón con mi flujo y abrió los ojos como indefenso… me agache lentamente y sin decir palabra hasta poner mi cara muy cerca de su bulto y pude ver como a través de la tela de su pantalón apretado crecía un hermosa pija. Abrí mi boca y a través del pantalón la recorrí de punta a punta. No aguante, pero ya en ese punto no me importaba. Cualquier razón era más débil que mi deseo de chupársela… le baje la bragueta y deslice mi mano. El profesor usaba un bóxer apretado, le acaricié un poco los muslos y fui en búsqueda de lo que quería sentir, manoteé su pija y de a poco la fue sacando por su bragueta. Era hermosa, de muy buen tamaño y con las venas marcadas... saqué sus dos huevos pesados por la excitación se los empecé a lamer desde abajo paraba de lamer y lo miraba a los ojos… él no podía creer mi cara y mi aspecto juvenil admirando su pija antes de comerla, me metía un dedo en la boca y yo lo hacía juguetear con mi lengua. Empecé a notar que pequeñas gotas de salían de su pija por la excitación y fue que no pude evitarlo… se las saque con la punta de mi lengua y las trague con deseo. El profesor se arqueaba apoyado en su escritorio, por sus reacciones estaba segura de que le hacía falta una buena cogida y eso estaba dispuesto a darle. Fue entonces que abrí mi boca me metí su pija entera, mientras rozaba con mi lengua toda la parte de abajo, a la vez que le tocaba los huevos y succionaba podía sentir gotitas de leche saliendo. Cada vez se ponía más dura, yo mamaba, chupaba, lamía, succionaba con mis labios y lo masturbaba mirándolo a la cara y disfrutando como una perra. Yo estaba muy caliente, y a punto de sacarme el short para sentirla, cuando entré a percatarme la respiración del profesor, ya era muy tarde, lo había excitado demasiado y le sentí la pija endurecer aún más dentro de mi boca… estaba por acabar. Así que lo agarré de los huevos y me metí esa hermosa y gran verga hasta el fondo de mi garganta y mientras pasaba mi lengua por debajo, empecé a sentí como mi boca se llenaba del placer del profesor mientras largaba un alarido de excitación y descargo. Probé su sabor y luego tragué todo lo que me dio mi profesor, que era mucho y caliente. Goce mucho por ver esa cara de satisfacción y además al cumplir mi fantasía de comérsela, ya que le tuve ganas desde el primer día. Terminé de lamerla bien hasta dejarla limpia y así como la saque, la volví a guardar en su sexy y apretado bóxer. Me incorporé, buque mi celular, y me fui, con todo su sabor en mi boca.

Ese fue su relato, demás está decir que en ese momento quedé muy caliente, pero también sorprendida por lo lejos que llego con esta situación, pero eso no era el final... le pregunte qué había pasado con el novio, y me dijo que sonaban los mensajes y llamadas mientras se la chupaba al profesor, pero que si atendía seguro que iba a querer que pare y eso ya no estaba en su control, que después le iba a contar en que terminó lo que él inició…

Ya por despedirnos, le suena el teléfono con un número desconocido. Atiende, asiente con la cabeza y dice...

—claro, hay que terminar esto. Era el profe, me pasa a buscar en 5 minutos por la esquina… me va a llevar un telo para cogerme como me merezco.

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