Mi novia me confiesa que ya no es virgen.
Por cuestiones de privacidad usare nombres ficticios, todo lo demás es totalmente real.
Mi nombre es Fernando y cuando pasó este acontecimiento tenÃa 20 años y en cuanto a mi descripción fÃsica, creo es lo menos importante, asà que pasare directo a la descripción de mi novia en ese entonces. Andrea es su nombre, es de tez blanca, chaparrita, flaca, con pocos pechos, pero los que tiene en su lugar, unas pompas bien formadas, su nariz es fina y puntiaguda, con unos labios carnosos, es decir de verdad era hermosa y como quien dice, si se antojaba, tenÃa 19 años.
Siempre me habÃa gustado Andrea y fue por eso que decidà conquistarla. Ya en la relación, como es normal, te vas dando cuenta de actitudes nuevas de esa persona y en mi caso me di cuenta que Andrea era muy coqueta y provocativa y siempre dejaba que le cortejaran y eso me provocaba muchos celos y enojo, aunque en el fondo me provocaba morbo y excitación.Â
Empezamos jóvenes de novios y los dos empezamos vÃrgenes. Yo siempre la esperaba a que estuviera lista, ya que, en varios intentos, le daba miedo que le doliera y trataba de no presionarla, sin embargo, yo estaba algo desesperado.
Fue un lunes cuando tuvimos una pelea y nos dejamos de hablar y no fue hasta el viernes que fui a su casa a arreglar las cosas. Ya adentro de su casa nos empezamos a besar, fajar, quitarnos la ropa y ella no dejaba de decir que la cogiera, que la penetrara y estaba más fogosa y caliente que otras veces; me acuerdo perfectamente que estaba sentado en el sillón de su sala y ella sentada a lado mÃo masturbándome, cuando le pregunté que si seguÃa siendo virgen (buscando una respuesta erótica/romántica, aparte que solo nos dejamos de ver 3 dÃas) y cuál fue mi sorpresa que me dijo que NO, que ya no era virgen. Claro que me quedé como en shock, pasaron millones de cosas por mi cabeza, Andrea habÃa dejado de masturbarme, pero no habÃa quitado su mano y cuando le dije:
—¿De verdad ya tuviste sexo con otro?
Y me dijo que si con su cara un poco avergonzada, pero a la vez lujuriosa, fue cuando mi pene se puso muy duro y se infló más, ella se sorprendió y empezó como viciosa a lamerlo y le dije que me contara todo.
Yo estaba sorprendido de lo que salió de mi boca y que estuviera súper excitado y ella me contestó la pregunta, empezó diciéndome que el lunes que nos peleamos, a una cuadra de su casa, empezó a llorar y ahà se encontró a su vecino, empezaron a hablar y ella lo invitó a su casa. Una vez adentro, ella abrazo a su vecino llorando. Me contó que ese abrazo fue solo para buscar consolación, pero que empezó a sentir como el miembro de su vecino se paraba y ella sintió curiosidad, asà que se hincó, le bajó el pantalón y le hizo sexo oral, me confesó que se sorprendió porque la tenÃa muy larga, aunque delgada y fue eso lo que la excitó más y terminó en sexo y asà fue como perdió la virginidad y esos dÃas que no nos vimos fueron asÃ, llenos de soez con su vecino. Todo esto me lo contaba mientras me masturbaba y me vine como campeón.
Una vez que me vine, le pregunté qué porque está tan caliente y me dijo que era porque le habÃa gustado tener sexo y querÃa más y claro que sin pensarlo, me recupere y lo hice con ella, la calentura que tenÃa era impresionante y me vine de nuevo.Â
Terminado el acto del sexo, hablamos de forma seria, donde ella me prometió que no lo verÃa nunca más y decidimos intentar lo nuestro; fue tiempo después que me confesó que jamás dejó de verlo, que le gustaba tener a dos para satisfacción.
Es el primer relato de muchos que me pasaron con ella, espero les haya gustado.