Era una tarde de calor insoportable, así que como siempre fuimos a zambullirnos en la pileta. Me saqué el short y la remera casi cuando llegué por la vergüenza que tenía. Es que de chica era así. Y mi novio un rubiazo de ojos claros divino era más desinhibido así que solo llevaba su maya azul desde que salimos de casa. Comenzamos a nadar y jugar a las cosquillas. Pero a pesar que demostrara enojo por ello me excitaba la proximidad a su torso desnudo y podía sentir como se erizaban mis pezones a lo cual podía aludir el frio del agua.
Seguimos nadando por la pileta rozándonos y besándonos a medida que lográbamos el recorrido. Besos fuera y dentro del agua que me provocaban. Nos fuimos a la cascadita que salía cerca de una esquina y lo tomé por la cintura trayéndolo para darle un beso. Él pasó su lengua por mis labios para luego introducirla en mi boca y juguetear en una mezcla de saliva y agua. Nos acariciamos los cuerpos empapados y acalorados por el momento. Mi maya celeste comenzó a caerse por mis hombros debido al ajetreo entre ambos.
Me llevó hacia la esquina aprisionándome y dejándome sentir su enorme erección contra mi humedecida vagina. Levanté mis piernas y me enrosqué en su cintura para sentirlo más. Nos seguimos besando, aunque más intenso y extendiéndonos por el cuello hacia el pecho... mis pechos más pequeños en ese entonces se estremecieron de placer. Mi cuerpo sentía la necesidad de más y las manos de mi novio parecieron adivinarlo porque me comenzó a acariciar la cola dulcemente. Yo pasaba mis manos por su gran y torneada espalda clavándome un poquito más en su entre pierna. Me separé y bajé mi mano hasta su pene duro y lo recorrí desde el tronco hasta la punta por sobre la maya. Él suspiraba en mis labios y eso me excitaba aún más. Metió una de sus manos bajo mi brassier y rozó mis pezones erectos. Me retorcí gimiendo y apretándolo más.
El agua se mezclaba entre las caricias y eso hacía que quisiera tenerlo dentro mío así que me rozaba entre mi mano y su erección. En un momento mi novio me sube un poco más sobre el rincón y saca su pene rozando el agujero de mi humedad. Jugueteé un poco hasta que lentamente introduje la punta dentro entrado y saliendo. Él me acariciaba y jadeaba queriendo más, pero yo quería jugar. Me calentaba vernos en esa situación todos mojados y excitados. Poco a poco lo fue introduciendo todo hasta el fondo que me pareció aún más profundo que otras veces. Moví mis caderas en forma sensual tomándome del borde y la escalera gimiendo de placer. Él tomaba mi cola y me introducía mejor hasta que por la mezcla de todo hizo que me erizara y tenga un orgasmo. Me mordí el labio y me bajé un poco para poder besarlo. Me salí y tomé su pene con las manos de arriba hacia abajo, me sumergí y lo chupé. Luego de un tiempo subí y lo volví a besar.
Lo acorralé al igual que había hecho momentos antes conmigo. Se subió al borde de la pileta y comencé a besarle el tronco despacio sin lengua. Luego lamí la punta suavemente para introducirlo todo en mi boca subiendo y bajando. Mi novio tomó mi cabeza hundiéndome y sentí como se estremecía de placer. Me corrí y seguí tocándolo notando como agua en la punta. Entonces entre caricias y movimientos se vino sobre mi poco pecho. Luego de eso salí del agua y fuimos a tomar unos milkshake.