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Patas arriba (XIV)

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Para compensar vuestra infatigable curiosidad haré algo nuevo para mí: entre los narradores aparecerá un viejo amigo de Tavo... sí, el mismísimo Anderson aparecerá para narrar algunos acontecimientos, además, este capítulo será lo suficientemente largo para entreteneros un rato:

 

Patas Arriba XIV

 

Ylian

Una vez Cami me enseñó una de las Rimas de Bécquer que es sencilla de memorizar porque es sólo una estrofa:

 

Hoy los cielos y la tierra me sonríen,

hoy llega al fondo de mi alma el sol,

la he visto, la he visto y me ha mirado,

hoy creo en Dios.

 

Eso me pasó hoy cuando Joel aceptó ser mi chico, los cielos y la tierra me sonrieron, hasta el ver a Alexei lleno de remiendos y con cara de tener un kilo de mierda de perro bajo las narices me hacía sonreír, las conferencias se me hicieron cortas, principalmente porque Joel me tenía tomado de la mano y de vez en cuando me hacía caricias con el pulgar, lo que me llevaba a la gloria y querer detener el tiempo para besarlo a gusto, por lo que cada receso nos íbamos dónde podíamos para besarnos rápidamente y tomar impulso para la conferencia siguiente.

En la noche quedamos con los chicos para darles la noticia y resulta que los padres de Joel no están porque ya se fueron a Benidorm a veranear, así que en palabras de Cami, haremos nuestra propia tradición de las cenas de amigos, claro que su familia está enterada, evidentemente las nuestras también, no es una escapada para hacer una orgía, es sólo cenar juntos, además, que ya hoy se acaba la misión protección que parece que mi hermano y Ricardo se han tomado como algo personal, así que hay que festejar.

En la cena les contamos cómo fue la escena con el idiota de Alexei y Joel estaba a lo mejor de su representación de la pelea, aunque el insistía en incorporar una patada en las pelotas que nunca vi, pero bueno, hacía la situación más cómica y no me molestaba que lo hiciera, quería ser mi guapo héroe, cosa que ya era, estábamos riendo a más no poder cuando sonó mi teléfono y era él, así que contesté y lo puse en altavoz para que todos escucháramos su “canto del cisne”.

Alexei (en ruso): Hola, mi Ylian, ¿qué fue lo de esta tarde?

Ylian (en español): Disculpe, no le entiendo. (risas de los chicos al fondo que, por suerte, él no oyó)

Alexei (en ruso): Vamos, mi amor, no te pongas así...

Ylian (en español): Disculpe, de verdad, no le entiendo, si sigue hablando en idiomas que no entiendo, terminaré la llamada, le aviso para no ser ni descortés ni irrespetuoso.

Saqué toda mi frialdad, impasibilidad y demás restos de la destrozada máscara de hielo para que entendiera que no le hablaría en ruso, no sólo para que los chicos entendieran, sino para humillarlo más, al obligarlo a hablar un idioma que no habla más que a tropezones y con muchas dificultades para algo más allá de la matemática.

Alexei (en español): Sea como quieras, mi amor, hablaré este idioma extraño para los dos.

El resto de la conversación fue en español:

Y: Mi idioma no es extraño para mí, así que, por favor, no me incluya en sus generalizaciones.

A: Mi cielo, no te pongas así, mejor dime qué pasó hoy en la tarde...

Y: Hoy en la tarde pasó lo que tenía que pasar, usted intentó violarme y mi novio me defendió, ¿qué esperaba?

A: No digas que ese guiñapo es tu novio, porque yo soy tu único amor, el único que posee tu cuerpo y de tu corazón.

Y: No lo insulte, porque es mucho más hombre que usted, él es capaz de ver que soy una persona y no un trofeo y no mienta, usted sólo usó mi cuerpo, mi corazón es mío y ahora decidí dárselo a él, el hombre que me enamoró sin tener que acostarme con él, porque él es mucho más que una verga que me folle, él es un hombre noble y con sentimientos de verdad, no un tipo que necesita olvidar que su esposa ya no tiene 20 años.

Joel: Y este guiñapo le recuerda que tenemos grabadas todas las llamadas que le ha hecho a MI HOMBRE y tenemos copias de todos los mensajes que le ha enviado, no creo que al Kremlin le haga ni pizca de gracia el que uno de los más afamados catedráticos de la Federación Rusa sea un pervertidor de menores sin escrúpulos, así que le recomendamos que nos deje en paz, hasta nunca.

Cami tuvo el placer de finalizar la llamada, total tendría una cicatriz toda su vida gracias a su estupidez. El resto de la noche pasó entre risas y alegrías, Alexei ya sólo era un mal recuerdo, pero de esos que mueren el mismo día.

 

Ramón

Al día siguiente de la cena decidí mostrarle a Cami mi piso ya acondicionado a mis gustos y malas costumbres, ahora me sentía a mis anchas aquí, tengo mi habitación, dos habitaciones para huéspedes y una más que mi tío supuso que usaría como “oficina”, en este momento es una sala de juegos más que otra cosa. A Cami le encantó y lo que más le gustó es que no había ni una mota de polvo decía que había aprendido de sus padres a ser muy pulcro y que valora mucho las personas que mantienen su casa así de limpia, lo que me hizo verlo todavía más guapo, porque yo pienso lo mismo, mamá siempre decía que una casa limpia refleja un corazón limpio y desde pequeño siempre he sido muy limpio, así que supongo que eso significa que mi corazón está limpio... creo... mamá era muy sabia...

- Mamá... -dije entre un suspiro mientras caía en el sofá.

- ¿Qué pasa? -me preguntó Cami de inmediato.

- Vaya... perdí el control por un momento, pero tenía que pasar... -cuando Cami estuvo en el hospital me dijo que lo que él ha aprendido de sus padres es que una amistad de verdad se basa en la sinceridad y que esa amistad puede llevar a una relación más cercana, pero en todo caso vivirás feliz, pase lo que pase, por tanto, aunque quisiera, no podía mentirle, porque quiero tener una amistad de esas con él-, verás, el primer día que estuviste en el hospital recibí una carta, que quiero que veas.

Tomé la carta de la mesa, la tengo allí para que no se me olvide nunca lo que he pasado ni el motivo por el que nunca en mi vida pondré un pie en Barcelona nuevamente, aunque Cami, y ahora el propio Ricardo, insisten en decirme que no hay nada escrito en piedra y puede que tarde o temprano las cosas cambien, pero de verdad que me trae al pairo. En fin, que le mostré la carta a Cami y lo dejé asimilarlo:

- Jo tío, esto me dejó frío, menos mal que no me operaron del corazón, sería un fiambre ahora mismo -Cami y su buen humor, no pude evitar sonreír-, ¿qué vamos a hacer ahora?

Me habría gustado contestar algo brillante del tipo “no tengo ni pajolera idea”, pero todo lo que pude hacer fue encogerme de hombros y desear que el suelo se abriera, era exactamente la pregunta que yo mismo me hago a cada nada y no logro darle una respuesta.

Cami es un chico impulsivo, eso lo he notado, bien podría haberme hecho subir a un tren a Barcelona en ese mismo momento, pero no lo hizo, todo lo que hizo fue abrazarme y dejar que mi frustración saliera de mí, no había podido llorar porque no lograba dejar salir el dolor, no había nadie que me acompañase en esto y el dolor simplemente volvía a mí, así que aunque hubiera llorado no habría logrado realmente nada, sin embargo, aunque él no había oído ni la milésima parte de lo que me corroía, el mero hecho que estuviera allí, que no me dijera un vacío “lo siento”, su pregunta sobre lo que haríamos... un momento... ¿lo que íbamos a hacer? ¿íbamos? ¿ambos dos? ¿así en plural? No había notado que se había incluido en todo el tinglado, supongo que es parte del concepto de amistad que él vive: somos amigos, no pasamos nada solos, él está conmigo en todo esto. Bueno, ya salió toda la mierda, ya estoy mucho mejor, ahora creo que Cami se merece una recompensa por ser tan bonito, así que sin soltarme de su abrazo levanté mi cara, busqué sus bellos ojos verdes y pude ver que pensaba lo mismo que yo, así que simplemente me dejé llevar, uní mis labios a los suyos y le aferré fuerte a mí, quería que se diera cuenta que no estoy dispuesto a dejarlo ir, que es importante para mí, que lo quiero en mi vida.

 

Joel

- Ylian, mi amor, ¿en serio no piensas hacer nada?

- Ya te he dicho que lo que hicimos el otro día fue peor para él que el haber ido a la poli aquí, su orgullo en la cárcel quedaría intacto, en cambio ahora no tiene orgullo y además -mi novio guapo a veces parece un gatito cuando araña: bonito, elegante, pero que sabe defenderse-, cuando llegue a Rusia tendrá bastantes problemas, verás: sabes que mi tía Katia trabaja en el consulado de Rusia aquí y hablé con ella, le conté todo lo sucedido y ella movió ciertos hilos y la policía le esperará en el aeropuerto para juzgarle, sé que el otro día cuando llamó le dije que no lo haría, pero Iván tiene razón: es mejor pararlo ahora y que sus hijas lo tengan que visitar en la cárcel que el que se meta en problemas de verdad por su gran boca y sus hijas tengan que llorar un padre muerto, así que hablamos con la madre de Iván y bueno... mañana le apresarán, que se quedó unos días más para “descansar”, apuesto que está en Chueca ahora mismo.

Nos reímos un buen rato de esa ocurrencia y seguimos en lo que estábamos: Ylian se ha quedado desde la cena grupal en mi casa y ahora mismo estamos en la cama, su cabeza en mi pecho y mi mano acariciando su hermoso cabello, aunque debo decir que me encanta tenerlo así y él me lo compensa con besos en mi pecho de vez en cuando, así que los dos felices.

 

Cami

¡Qué coñazo es esperar a alguien! Hoy quedé con Pedro para poner un punto final a esto, básicamente para que vea que no tengo mal rollo con él, que mira que después de seis meses de no hablar, llamarle para eso no es lo mejor para demostrarle a alguien que no hay rencor. En fin, que el tío por fin llegó y estuvimos charlando un rato, nada del otro mundo, aunque siempre se siente bien. Luego decidí jugarle una broma: le dije que iría al baño, pero al volver no sería yo, sino que Ylian tomaría mi lugar, era una apuesta que teníamos, que podríamos confundir a cualquiera.

Yo me quedé detrás de unas plantas observando y escuchando todo y gané la apuesta: Pedro no se dio ni cuenta, hasta que le hice una seña a Ylian y él le dijo:

- Espera a que Cami se entere que llevas un cuarto de hora confundiéndolo con alguien más... -y como suele hacer, se rió de manera sincera y limpia, esa risa salida de lo más profundo de su corazón y que hace que se te olvide cualquier cabreo. Debo admitir que funcionó, a Pedro se le pasó el cabreo y hasta el mesero terminó riendo de la broma que le hicimos, además logramos que Pedro entendiera por qué el hermano de esa chica nos confundió, si él nos vio de frente y no se enteró, ahora estos que lo habían visto por detrás, ni qué decir tiene.

 

Ricardo

Bueno, cómo pasa el tiempo... ya es julio, parece ayer que yo estaba con el corazón en la boca cuando mi Vanya estaba a punto de morir en el hospital y yo acababa de darme cuenta de lo que hay en mi corazón y mira tú por donde han pasado ya seis meses, de hecho, mañana los cumplimos exactamente y aunque no somos cursis para estar recordando todos los meses la fecha, me parece que esta vez es especial, es ya medio año, eso significa que no es el típico amor adolescente que termina cuando se aburren de dormir juntos, aunque he de admitir que ese momento no ha llegado, cada segundo con mi Vanya es nuevo para mí, en fin, tendré que hablar con mi cuñado a ver qué se nos ocurre para que sea una fecha memorable para él y que le demuestre todo mi amor.

 

Iván

Mi noviecito cree que no me he dado cuenta que planea algo, pero se llevará una sorpresa, porque yo también le tengo un regalito para hoy y sé que nunca se dará cuenta porque lo puse debajo de la cama y él nunca mira allí, bueno, pero en este momento son las 7 de la mañana y la verdad, aunque hace algo de calor, estar entre sus brazos es genial, así que simplemente le besaré los pectorales y me quedaré aquí un rato más.

[Un par de horas después]

- Chicos, levantaros, tenéis visita -decía mi padre mientras aporreaba la puerta de nuestra habitación como si no hubiera un mañana.

- ¿Se quema algo? -oí a un somnoliento Ylian, se ve que no eran ideas mías que papá estaba a punto de tirar la casa de cómo aporreaba la puerta.

- No, no se quema nada... supongo que igual es buena idea que estés tú, es lo que ya sabes... anda vístete, que no creo que a las visitas les guste ver a mis tres hijos casi desnudos y con cara de sueño -luego alzó la voz para asegurarse que lo oíamos-, sé que estáis despiertos allí dentro, tenéis quince minutos para poneros decentes, que igual ya está el desayuno...

¿Qué le pasará a papá? ¿Y de cuando a acá las visitas con un poco de saber estar se presentan a las 9 de la madrugada? ¿Y quién narices será para que tengamos que estar los tres? Bueno, a lo importante: besé a mi Ricar hasta que se le fue lo suficiente el sueño para irnos a la ducha, que con lo que tardó en calentar, juraría que Ylian estaba a lo mismo.

Cuando ya estuvimos los tres presentables, bajamos y las visitas resultaron ser tres personas que en mi vida había visto, aunque me sonaban de algo, Ylian se veía igual de intrigado, pero Ricar estaba totalmente sorprendido, entonces caí en la cuenta que tenía enfrente a mis suegros y mi cuñado de ocho años. Como era de esperar, Ricar se lanzó a abrazarles y tanto papá como mamochka sonreían complacidos, por lo visto, esto era lo que esperaban que sucediera y todo estaba planeado. Mi novio me presentó a su familia, quienes me saludaron cordialmente y me dijeron lo que Ricar ya me había contado: que la religión para ellos estaba al margen de la vida familiar y que aunque sabían que no estaba en ellos obligar a Ricar a volver con ellos, también sabían que conmigo era feliz y para ellos bastaba, además, que querían que conociera a mi cuñado y me sorprendió mucho que fueran muy amables, aunque todavía me intrigaba bastante cómo nos habían localizado, pero mamochka lo aclaró de inmediato:

- Ricardo, tus padres han estado en contacto con nosotros desde que hablaron contigo, pero hoy es un día especial y las dos familias os tenemos una sorpresa a los dos...

- Así es, -continuó mi suegro-, venid, salgamos a la terraza -eso hicimos-, ¿veis ese coche negro? -asentimos-, pues estas son las llaves y es vuestro...

- Es por vuestros seis meses -aclaró papá-, todos los aquí presentes deseamos que seáis felices y que podamos festejar todos juntos mucho tiempo más de este bello amor.

En ese momento apareció Maripaz con unas bandeja con café, magdalenas, canapés y bocadillos varios, pero yo no veía a Ricar por ningún sitio... hasta que miré hacia abajo, resulta que Ricar estaba muy ocupado alcanzándole a mi cuñadito todo lo que quería comer y además hablaban animadamente, la verdad era una estampa muy tierna y para no arruinarla le di un codazo a Ylian y se los señalé, lo único que tuvo por respuesta fue un beso en la mejilla de parte de mi hermano que me confirmó que a él le llegó tanto como a mí. La verdad fue un momento muy bello y me las ingenié para tomarle una foto a Ricar con Norman cuando tenían unas sonrisas radiantes y creo que tendré que esperar a la tarde para darle su regalo, ahora doble.

 

Ricardo

Me habría esperado cualquier cosa hoy, menos que las familias de los dos nos tuvieran semejante sorpresa, la verdad creo que ni a Vanya ni a mí nos impresionó tanto el coche, que es un magnífico regalo, como el hecho de verlos todos juntos y contentos, además, la sonrisa de Norman no tenía precio, pero para mí el broche de oro fue cuando Vanya se sentó a comer y se sentó a Norman en el regazo para mimarle y para que llegara fácilmente a la mesa (es demasiado alta para un niño de ocho años), al final reían como si se conocieran de siempre y ver a las dos personas más importantes de mi vida juntos y felices bien valía todo el oro del planeta.

Sin embargo, mis padres tenían que irse pronto y se llevaron a Norman, así que hasta allí llegó la fiesta de reencuentro, pero prometieron volver, además le prometí a mi hermanito que iríamos al cine los tres y un niño de ocho años siempre cumple sus promesas, por tanto, puedo asegurar volver a verlo muy pronto. No pude evitar preguntarles a mis suegros cómo habían dado con nosotros y fue Pedro quien contestó:

- Fue sencillo, una vez que tuvieron nuestra dirección que obtuvieron de la correspondencia que intercambiaron los dos cuando estuviste fuera y, bueno, en el sitio creen que sólo sois amigos y no hubo problemas, aunque por lo que sé no les hizo gracia que te vinieras con nosotros y no con tus padres, pero bueno, allí sólo puedes volver por tu propia decisión y no se pueden meter más con vosotros, así que primero pensaban denunciarnos por secuestro, pero luego os vieron el otro día y decidieron asegurarse que no os falte nada, de hecho, el regalaros un coche fue idea de tu madre, Ricardo...

- Jo, pues vaya que me habéis pillado en bragas -dijo mi chico-, en este caso, literalmente, al menos nos habéis dado tiempo de vestirnos... pero tú dijiste que Ylian lo sabía, ¿cómo es eso?

- Bueno, yo sabía que estaban en contacto y que planeaban algo para hoy, pero no tenía idea de lo que pasaría esta mañana, aunque me alegró mucho conocerlos... además, creo que Vanya y su cuñado se llevarán tan bien como yo me llevo con el mío, o eso me pareció -respondió mi cuñado. Cuando hizo el comentario sobre cómo nos llevamos me sonrió y le tuve que dar un beso, hay que reconocer que el tío se los gana, es un gran chico.

 

Anderson

¿Desde cuándo me dan oportunidad de narrar a mí? Creí que me quedaría tranquilamente escribiendo lo que me dijeran los demás, no que yo tendría algo de acción, pero bueno, al parecer les gusta mi narrativa, sobre todo desde que conté el pasado de Tavo en Costa Rica... y ahora quieren que narre un punto delicado, en fin, que alguien llama:

- ¿Diga? -contesté.

- Anderson, tenemos que hablar lo más pronto posible, estoy hecho polvo, tronco -es muy extraño que Dani me llame con tanta urgencia, pero que esté así cuando vive con la persona más feliz del planeta es inaudito.

Maeaguántese un toque, ven a mi casa y hablamos -mae es como tronco, aguantarse un toque puede referirse a esperar un momento o a tomarse las cosas con calma, en este caso, pretendía que se calmara.

- Ya llegué, estoy aparcando...

- Joder, si eres más listo que el hambre, hala, cuando encuentres sitio le das al telefonillo para abrirte.

- Va...

Unos minutos después estaba Dani entrando en mi casa, me apresuré a buscar algo de tomar y qué picar para luego proceder a la pregunta del siglo:

- Dani, ¿qué putas te pasa?

- Tú ya sabes todo lo que hemos pasado Tavo y yo, lo conoces mejor que nadie, hasta lo escribiste por ahí, pero hay algo que me duele...

- Sólo hay una forma de saberlo: habla... -es un consejo que me dio Javi y es tremendamente útil en la vida, tengo que admitirlo.

- Pues es que últimamente me siento solo, yo sé que Tavo es feliz en el hospital salvando vidas y me alegra que pueda hacerlo, es algo similar a lo que hago yo dando clases, aunque yo evito que se metan en problemas y él los cura, de ese modo pueden ser felices, o así quiero verlo. Pero no me siento cómodo, es un gran médico y es mejor persona, así que cada vez le asignan más guardias y cuando no está de guardia tiene que estar disponible, lo que casi siempre implica que termina saliendo a media noche pitando y yo termino solo, sé que no es su culpa y sé que lo compensa de sobra porque el poco tiempo que tenemos es de calidad, pero me gustaría que fuera un poco egoísta y pensara en él. No es sólo que yo me sienta solo, es que terminará reventando y los dos sabemos que ni así parará...

- ¿Qué te puedo decir? -la verdad, me dejó sin palabras, tiene toda la razón del mundo y precisamente el que Tavo sea tan buena persona es lo que está afectando a Dani, pero no se me ocurre nada en este momento-, ¿ya lo hablaste con él?

- Obviamente no, sabes que no puede evitar ser como es y si le digo esto se sentirá como una mierda, cosa que no pienso permitir.

- Vale, vale, déjame pensar -me bebí como media cerveza antes de poder continuar-, mira, es lógico que te sientas así, suele pasar en la familia de médicos, pero te diré una cosa: normalmente los médicos también se dan cuenta de eso y, aunque les cueste un poco, logran equilibrar todo y casi siempre salvan su familia, no temas, que yo sé que Tavo no te hará daño ni en sueños, estoy seguro, con la conexión que tenéis los dos, que pronto te sale con una sorpresa y todo, mejora.

- Tienes razón, Anderson, como siempre, esperaré que él reaccione, siempre lo ha hecho y yo pondré de mi parte para que él no deje de sentir el amor que nos tenemos, de veras que a veces todo lo que necesitas es alguien que te escuche, gracias, tronco.

- Para eso estamos, ¿no?

Me dio un abrazo y se fue mucho más tranquilo... ahora yo tendré que quebrarme la cabeza hasta dar con una forma de hablar con Tavo para que caiga en lo que siente Dani sin que se entere que su esposo habló conmigo y sin hacerlo sentir como una mierda.

 

Ylian

Gde moy syn Ylian? Mne nuzhno obnyat' serdtse! -gritaba una mujer, no sabía si estaba soñando o no, era hora de la siesta y estaba medio dormido todavía, no podría decir si estoy soñando o no, porque la tía Katia no hablaría así de mí, no diría “¿Dónde está mi hijo Ylian? ¡Necesito darle un abrazo con todo mi corazón!”, además, normalmente ella hablaría en español, sólo la he visto hablar en ruso en casos de vida o muerte y está bien que el calor podría matar a cualquiera, pero no es para tanto.

En ese momento se abrió la puerta de mi habitación y menuda sorpresa, era mi madre, ¿qué hace ella en Madrid? Bueno, para lo que importa, lo que quiero es abrazarla y no me lo impedirá ni Dios.

Un buen rato después me separé de mi madre y vi que también estaba allí mi padre, ahora sí que no entiendo nada.

 

Ricardo

La semana pasada mis padres y hoy los padres de Ylian, bueno, al menos ahora pueden decirle en persona lo que ya habían hablado por teléfono: que una tonta ley no impide a las personas amarse ni una ley hace que una familia deje de serlo. Me alegra por él, realmente lo necesitaba, era algo que tenía que hacer, no podía vivir tranquilo sin un abrazo de su madre o sin una mirada de aprobación de su padre.

La verdad, poco entiendo de lo que hablan, sólo lo que Pedro o Vanya me traducen, porque Ekaterina y mi cuñado desconectaron el español y están en un estado de alegría que pocas veces había visto en ellos, tal parece que contrario al mito los rusos tienen algo más que hielo y vodka en las venas, eso también explica la dulce ternura de mi Vanya, tan extraña en un español.

Sin embargo, de los dos días que vinieron los padres de Ylian sólo pudimos pasar el primero con ellos, porque Vanya y yo ya le habíamos prometido a Norman ir al cine y pasar el día con él, así que nos levantamos pronto, Vanya explicó la situación por los dos y nos fuimos, decidimos que la ocasión lo ameritaba y fue el momento ideal para estrenar el coche que nos regalaron, que realmente fue un regalo que fue opacado por la visita de mis padres y por la foto enmarcada que me regaló Vanya que nos retrataba a Norman y a mí abrazados y sonriendo en esa mañana tan bella.

El día con mi hermanito fue uno de los mejores de mi vida, un día en que mi novio y Norman estuvieron para mí y yo sólo para ellos, vimos una película, jugamos en un parque, comimos en un chino, paseamos por el Retiro, fuimos a la piscina del barrio, hicimos de todo y nada, le cumplimos algunos caprichos (que no todos) y al final del día lo llevamos a su casa sin poder, ni querer, borrar las sonrisas de las tres caras.

 

 

Javi

Es curioso, Tavo siempre ha sido muy protector con todos, pero desde que mi esposa Cristina quedó embarazada se ha vuelto prácticamente nuestra sombra, revisa todas las recetas del ginecólogo, aunque él es cirujano, y le está haciendo su propio seguimiento al embarazo, justo hoy tenemos que ir a consulta con el ginecólogo, le harán una ecografía a Cris y sabremos el sexo del bebé. Cómo no, Tavo nos esperaba allí, dijo que no le preocupa que no le sepan realizar la ecografía a mi esposa, sino que le puede la curiosidad y quiere saber antes que nadie el sexo de mi primer hijo.

Le hicieron la prueba a mi esposa y nos dijeron que era claro como la Coca-Cola que es un chico, mi primer hijo será varón y está sano, así que no hay que preocuparse de nada por ahora, salvo de cuidar a Cris, que se alimente bien, no haga esfuerzos excesivos y mimarla para que esté el mayor tiempo posible de buenas y así no afecte al bebé.

Tavo volvió a su consulta y Cris y yo volvimos a casa con las fotografías y el vídeo de la ecografía para conservarlo para el recuerdo, porque no veo para qué más puede servir, aunque ya decidimos el nombre: se llamará Raúl como el padre de Cris y como un gran chico que conocí en un viaje al extranjero y que ha revelado saber romper las barreras de la distancia y pese a todo es uno de mis amigos más cercanos.

 

Tavo

¡Jueputa mae! Después de salir de la ecografía de Cris me vino una pregunta a la cabeza: ¿qué hago yo aquí y no estoy tomándome un café con mi esposo? Es cierto que por suerte lo puedo ver todos los días, pero aun así me gustaría pasar más tiempo con él, como antes de tener todas estas obligaciones, poder salir a cenar con él sin miedo de recibir una llamada o sin tener el tiempo medido por segundos, esto es una porquería, además, hace como cuatro años que no pido vacaciones, no me sorprendería que Dani se sienta solo y abandonado, la verdad lo he dejado un poco de lado... tengo que hacer algo por mí y por mi esposo, eso es definitivo.

 

Anderson

- Anderson, dime la verdad, tú nos conoces mejor que nadie -me decía Tavo-, maeal chile -en serio-, necesito que me hables con la mano en el corazón, ¿crees que estoy dejando a Dani solo?

Maeno me voy a poner en varas, la verdad sólo tienes que ver cuántas guardias tomas y cuántas noches el pobre amanece solo...

Mae, eso estaba pensando, la verdad lo estoy dejando un poco de lado en mi vida y no quiero que se sienta mal, ¿qué crees que puedo hacer?

- Tengo varias ideas, algunas más disparatadas que otras, he de decirlo, pero la más sensata pasa por algo que no te gustará... ¿hace cuánto no tomas vacaciones?

Mae, tenés razón, huevón -en nuestra tierra no es insulto-, hace como cinco o seis años que no lo saco a dar una vuelta... ni nada. Mae, creo que ya es hora de poner orden en todo esto, aunque no sé cómo.

Mae, para eso somos amigos desde niños, ya encontraremos la manera, tomémonos el zarpe.

 

Cami

Ramón creyó que no lo haría ir a Barcelona, pero se equivocaba, una cosa es que lo dejara asimilar lo que sucede y otra muy distinta es que no busquemos la tumba de su madre, de eso nada, no pienso permitir que mi chico no tenga dónde recordar a su madre, vale, que todavía no es mi chico, pero no pienso dejarlo ir, es la mejor oportunidad que he tenido en mucho tiempo y quiero llegar a algo más con él, espero que todo funcione.

Han pasado ya un par de semanas desde que Ramón me mostró la carta de su padre y justo ayer lo llamaron porque tiene que ir a la oficina de un abogado a firmar los papeles para que le depositen el dinero de la póliza de su madre, además que al parecer hay algo en su testamento para él, así que lo hice subirse al AVE y nos fuimos a Barcelona, no pienso dejarlo solo en esto, ya no es tanto que el chico me mole, que también, sino que es mi amigo y por fuerte que sea, nadie puede pasar por esto solo.

Llegamos allí y en la oficina de los abogados vi que Ramón firmaba algunos papeles y le entregaron un cheque, que supongo que era el dinero de la póliza, y un sobre sellado, claro yo no me enteré de nada, porque ni puñetera idea de catalán, pero por lo visto el sobre era la herencia que le dejó su madre.

Ramón se despidió de los abogados, pasamos por una floristería, compramos flores y fuimos al cementerio que nos indicaron los abogados, al parecer ellos tenían instrucciones de decirnos dónde está la tumba, no lo sé, ni pienso preguntarlo, no me meteré donde no me llaman. Pero sí que es asunto mío el cómo se derrumbó Ramón cuando llegamos a la sepultura, la información que nos dieron era real, al menos pudimos visitar a la madre de Ramón y, como era lógico, mi amigo perdió la entereza y se vino abajo, ahora sí que era más que evidente que su madre se había ido para siempre y que no lo habían dejado ni despedirse, dicen que no hay nada más tajante que una lápida, en este momento puedo decir que es completamente cierto.

Pero no todo fue tristeza, Ramón había insistido en llevar de todo para comer al aire libre y después de presentar nuestros respetos en la última morada de su madre, tomamos un autobús y nos bajamos en plena campiña, no había nada ni nadie cerca, aunque he de admitir que el paisaje era único y en la cima de la colina a la que Ramón me hizo subir sólo había un árbol que daba una sombra hermosa y que refresca de maravilla en este calor de verano, después de poner una manta para no ensuciarnos la ropa y de comer a gusto, me recosté contra el árbol y cuando me di cuenta, Ramón se había acostado en el suelo, pero había colocado su cabeza en mi regazo y abrí mis ojos para poder verlo y acariciarle el pelo y noté que abría el sobre que le entregó el abogado.

El sobre no contenía ninguna carta, sino que era un tocho de fotos sueltas, Ramón las veía con esa sonrisa que te ponen en la cara los buenos recuerdos, no estaba triste, sólo recordaba, eso me alegró mucho, porque intuía que su madre al darle esas fotos le quería decir que las había conservado y que era porque lo amaba, dijese lo que dijese el resto de su familia. De repente, de entre las fotos cayó un trozo de papel que fue lo que le arrancó una lágrima a Ramón, ponía sólo dos palabras: “perdoneu, fill”, según me dijo Ramón significa “perdóname, hijo”. Creo que era todo lo que habrían necesitado decirse incluso si ella estuviera viva, así que dejé que mi amigo hablara con su madre en su corazón, pero tampoco permitiría que se sintiera solo, por lo que seguí con las caricias en el pelo, así no lo ahogaría con mi presencia ni lo dejaría solo del todo, pero sin distraerlo de sus pensamientos.

Pero estar en silencio hizo que mi propia cabeza volara a su mundo, la verdad no sé ni en qué pensaba, daba mil vueltas sin llegar a enfocarme en un sólo tema, principalmente porque no quería hacerlo, sabía que terminaría pensando en cosas que no puedo decidir, en cosas que tal vez no sucedan, como que me llamen para restaurar alguna sala del Château de Versailles o cosas así, pero divagué demasiado y no me di cuenta cuando Ramón se levantó hasta que tomó mi mano, la apretó fuerte y me dijo:

- Cami, todo lo sucedido hoy y por muchas cosas que he visto y estas memorias que me dejó mamá me han impulsado a tomar una decisión: Camilo, ¿quieres ser mi novio?

Mil cosas rondaban mi cabeza, pero eso no me lo esperaba y mucho menos que me lo pidiera de rodillas, vamos, sólo le faltó una rosa entre los dientes o una cajita con un anillo, pero como no fue ni cursi ni melodramático fue perfecto, simplemente perfecto, no sobraba ni una brizna de pasto ni faltaba el menor detalle, fue un momento que nunca olvidaré, no pude decir nada, no quería arruinarlo, no quería que todo se esfumara en el viento, así que hice lo único que podía mejorar la cara de Ramón: lo besé, no es la primera vez que nos besamos, pero es la primera vez que tengo que besarle porque no puedo hablar, sé que lo entenderá y sé que será la respuesta que me pidió.

 

Aurora

- Cami, Ramón, gracias por aceptar la invitación y felicidades por lo que empezáis, os irá muy bien, recuerda lo que te dije hace seis meses, Cami... -les agradecí a los chicos que vinieran a mi casa a merendar.

- Gracias, Aurora, pero no creo que simplemente quisieras merendar, estaría Ester aquí, ¿de qué necesitas hablar? -Cami siempre tan directo y con lo detallista que es, supo de inmediato que no era sólo una merienda inocente.

- Tío, no se te pasa una... -yo también tengo derecho a protestar de vez en cuando-, es que yo veo que Ester está dando todo y a mí me da miedo que las dos terminemos hechas pedazos cuando esto termine, no me gusta pensar que tendrá el corazón roto por mi culpa, si he de ser sincera...

- Ay, Aurora -me contestó Ramón-, las mujeres normalmente son pesimistas, pero las lesbianas os pasáis, de verdad, apenas estáis empezando a estabilizar la relación, a daros cuenta si es algo más que calentura y ya estás pensando en que no va a funcionar, no te compliques, mujer, deberías simplemente vivir el día, preocúpate que la relación funcione hoy, no pienses en lo que pasará o no...

- La verdad, tiene razón, Aurora -me aconsejó Cami-, sé novia de Ester hoy, no dentro de unos meses, además, no sabes qué pasará en el futuro, no puedes esperar un noviazgo feliz si vives pensando que no funcionará, anda, piensa un poco mejor de ti misma, ¿no?

Los chicos tienen razón, Ester no ha hecho nada más que darme su corazón y yo ya estoy pensando que no va a funcionar...y si no es ella el problema, entonces lo soy yo, pero no porque sea mala, sino porque pienso mal de mí misma, que haré algo para que se vaya... ¿acaso me ha dado algún motivo para hacerlo? Ni siquiera ha tocado el tema en una broma, ella no se lo plantea, ¿para qué me lo voy a plantear yo?

Los chicos se quedaron un rato más, acaban de llegar de Barcelona y querían hablar con los padres de Cami, así que tampoco los atrasé mucho, que deben estar hechos polvo.

 

Ramón

De veras que las relaciones entre chicas deben ser complicadas... digo, las mujeres siempre presuponen que tú sabes lo que ella piensa, ahora imagina dos vivir juntas como pareja... debe ser muy complicado... yo al menos tengo una idea de lo que piensa mi Cami, porque los hombres decimos lo que queremos decir, no decimos lo que pensamos de forma que el otro piense que estamos usando dobles sentidos, que debe interpretarlo al revés y luego extrapolarlo al calendario maya para poder descifrar el mensaje.

En fin, la otra cara de la moneda la encontramos en el ascensor de casa de Cami, Ester quería preguntarnos si sabíamos algo de Aurora, que la había notado un poco de malas últimamente, como si algo la molestara.

Esta vez no solté ningún ladrillo, sino que fue Cami quien habló por parte de los dos, para mí es evidente que él es el mejor de los dos con las palabras, así que él, con mucho tacto, indagó si hablaban mucho de los planes de futuro de las dos y descubrimos que Ester ya casi que tenía contratado un plan de jubilación conjunto, en fin, él se las ingenió para persuadirla de vivir más en el presente y dejar lo demás para cuando viniese.

Algo así nos sucedió cuando llegamos a su casa y había allí una fiesta que ni sumando todos los pueblos de España, Cami sólo sonrió y tiró de mí hacia dentro del festejo y cuando me quise dar cuenta, estábamos junto a sus padres.

Continuará...

 

Sólo me resta agradeceros por la paciencia y aguantarme tanto tiempo y espero vuestras opiniones, ¡nos vemos en el próximo capítulo!!!

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