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Patas arriba (XX)

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No pensé que la historia se extendería hasta este punto, pero bueno, todavía tenemos muchos cabos sueltos y vamos a ello:

 

Patas Arriba XX

 

Cami

Cuando mi tío Anderson me contó quién es mi padre no esperaba tener que hacer esto, pero el momento ha llegado: hoy quedé con mi hermano para visitar la tumba de mi padre. Lucas dio por supuesto que Ramón e Iván vendrían conmigo, pero lo que más me alegró es que no le molestó que mamá venga con nosotros, a fin de cuentas, ella también lo amó de corazón.

Llegamos al cementerio de San Isidro y Lucas sabía perfectamente dónde íbamos, él y Didier nos guiaron sin mirar las indicaciones ni nada, luego nos señalaron una tumba familiar y pude ver el nombre de mi padre en ella, dejé el ramo de flores que le había llevado y entonces mi chico me abrazó e Iván tomó mi mano mientras me decía que eso cerraba el ciclo y que todo estaba resuelto en mi pasado, ahora debía ser feliz. Luego Ramón e Iván se separaron y pude sentir que mi madre tiraba de mí, no era tanto que quería darme su apoyo como que buscaba llamar mi atención: Lucas estaba muy dolido, pero no ante la tumba de nuestro padre, sino en la tumba de al lado, cuando vi el nombre del difunto todo cobró sentido. Era la tumba de Juan, el primer novio de mi hermano. Dejé a mi madre y mis amigos, separé a Didier y abracé a mi hermano, nos acabamos de conocer, pero somos familia y además Juan también era mi primo, así que si alguien puede imaginarse parte de lo que siente Lucas, ese soy yo. Luego vi que del ramo que tenía mi hermano tomó una rosa roja, la dejó en la tumba de Juan y luego puso las demás flores en la tumba de nuestro padre. Pese a haber estado sollozando, mi hermano me sonrió y me dijo:

- Pues este es el sitio, no es el mejor, pero es lo que hay.

- Bueno, es mejor que nada, hermano -le devolví la sonrisa sinceramente-, tenemos un lugar donde nuestro parentesco se refuerza, pero lo más importante está aquí -le puse la mano en el pecho- somos hermanos, no me interesa lo que haya en el pasado, me importa lo que tenemos ahora -llamé a Ramón y a Didier con señas y ellos se acercaron tomé a mi chico de la mano y mi cuñado hizo lo propio con mi hermano-, lo que interesa es lo que viene, hermanito.

Iván tuvo la idea de hacernos una foto, pero fue listo y la tomó con sólo el cielo de fondo y parecía como si estuviéramos dispuestos a comernos el mundo, lo que me encantó, pronto esa foto estaba de fondo en mi móvil y mi hermano me abrazó de una manera que me removió todas las emociones y estuve a punto de quebrarme, pero como siempre, Ramón puso su mano en mi hombro y de repente sentí toda su fuerza en mí y salimos de allí contentos de haber presentado nuestros respetos a mi padre, en mi interior le presenté a mi chico y pude imaginar lo que sintió Lucas cuando el accidente, pero también sentí que ahora mi padre lo entiende y acepta que sus dos hijos seamos gays.

 

Ylian

Ayer nos dedicamos a pasear y disfrutar Santander, es una ciudad pequeña, así que para hoy y mañana el plan es hacer lo que mi chico quiera. No es muy difícil, porque él quiere complacerme en todo, así que me llevó a ver las playas (no es plan bañarse con temperaturas tan bajas) y a comer por allí. Habíamos caminado toda la mañana tomados de la mano, así que me sentía un poco exhausto y pude notar que él también, por lo que le propuse dormir la siesta, lo que él aceptó de muy buena gana.

Cuando desperté estaba solo, pensé que mi chico estaba en el baño, pero no era así, iba a llamarlo al móvil cuando apareció con unas bolsas de un supermercado cerca del hotel, me dijo que era una sorpresa y que ni se me ocurriera mirar dentro de las bolsas, que mejor me diera un buen baño caliente. Obedecí y al salir de la tina un par de horas después me llegó a la nariz un delicioso aroma a pasta y mis ojos hallaron en el control de la calefacción un pétalo de rosa. Conociendo a mi chico, planea algo lindo y como sé que le encanta verme desnudo, dejé la toalla en el baño y totalmente desnudo me dirigí a la cama, moría por ver qué me había preparado.

Joel había colocado el escritorio que había en la habitación para que nos sirviera de mesa, pero no sé de dónde sacó la otra silla y no pienso preguntar. Efectivamente, en la mesa estaba servida la mejor lasagna que he visto (u olido) en mi vida y mi chico está vestido con un mandil, solamente un mandil, con lo que se veía demasiado tentador y estaba por pasar de la comida, de hecho, estaba recostado en la cama y mi chico se relamía viendo mi cuerpo perfectamente rasurado. Sin embargo, él había hecho un esfuerzo para tener semejante cena lista y decidí al menos probarla y me senté a la mesa. Joel hizo lo mismo, aunque no sin antes quitarse el mandil y dejarme ver por completo su hermoso cuerpo. Hicimos los honores a la cena, que estaba deliciosa, pude notar que no parecía de la que compras precocida y se lo hice saber, mi novio me sonrió y me dijo que no era tan complicado convencer a los de la cocina que te dejen preparar tu propia comida si sabes pedir las cosas. Así que además de detallista, guapo y tierno este chico sabe cocinar y lo hace muy bien.

Una vez que terminamos de comer decidí tomar mi propio postre, el flan no había sido suficiente y mi chico tenía un pícaro bigote de caramelo que limpié con mi boca y por supuesto terminó siendo uno de los besos más dulces de mi vida, aunque debo admitir que no era por el caramelo. Pronto estábamos en la cama, él sobre mí, besándonos como si no hubiera un mañana y sintiendo el pleno contacto de nuestras pieles desnudas y nuestros penes erectos manifestaban el deseo de nuestros corazones de ser uno solo. Este hombre que amo con todo mi ser dejó de besarme y me miró suplicante, quería mi permiso para ir más allá, sólo lo había dejado verme desnudo y aunque me sentía tan nervioso como si fuera mi primera vez estaba plenamente convencido del amor que le tengo y que quiero hacerlo; me salió del alma y sólo pude besarlo para luego asentir y dejarle hacer, mi chico entendió y luego de mi autorización empezó a besarme la cara, se entretuvo con mis orejas y mi cuello, lo que puso mi pene a mil y mi ano se dilató totalmente, lo que mi corazón y mente desean se volvieron uno en mi cuerpo y ya no podía esperar más, lo que hacía que disfrutar de los besos de mi novio en todo mi ser fuera lo mejor del mundo. Perdí la noción del tiempo, mi chico recorría cada célula de mi ser y yo me sentía totalmente suyo cuando introdujo mi pene en su boca, fue algo breve, casi como un saludo, pero un impulso eléctrico subió por mi columna vertebral y por poco no tuve un orgasmo en el momento, luego Joel se dedicó a probar el sabor de mis testículos, que por sus gemidos pude adivinar que lo disfruta tanto como yo. En el momento en que sentí su lengua en mi ano fue demasiado para mí y con un profundo suspiro de placer y amor tuve uno de los mejores orgasmos de mi vida, fue un orgasmo de puro amor y no de locura hormonal, ha sido la mejor experiencia que he tenido.

Joel se incorporó, se acostó junto a mí y después de un rápido beso por fin habló:

- Mi vida, ¿quieres continuar? -me dijo entre besos.

- Quiero ser totalmente tuyo, si todavía aguantas, entonces sí, quiero continuar -le confesé con más besos.

- Quiero comprobar algo -me dijo pícaramente y me dio un beso en el cuello que resucitó mi falo como si no hubiera tenido un orgasmo un minuto antes-, de modo que tu cuello es un punto sensible, lo tomaré en cuenta -comentó antes de volverme a besar los labios y continuar su labor con mis genitales.

Debo reconocer que Joel sabe cómo comerse un pene, o yo tenía demasiada calentura, porque en menos de nada estaba a punto de acabar de nuevo. Mi chico pareció notarlo porque me dejó descansar un momento y con un par de besos en mis piernas y mis nalgas cambió de objetivo y empezó a comerme el ano, que estaba tan dilatado como nunca, pronto le estaba suplicando entre gemidos que me hiciera suyo y mi chico se dispuso a complacerme, así que me acercó su miembro, que me comí con gusto, lo disfruté como nunca antes había disfrutado un pene, su preseminal me sabía a gloria y los movimientos de mi chico, producto de su excitación, me hacían desearlo más, así que cuando sentí que lo tenía tan duro que se mantenía firme solo, lo saqué de mi boca y Joel volvió a mi culito, le dio un par de besos para que mantener la lubricación y apuntó a mi ano. Pude sentir su glande penetrar y luego todo su tronco, cuando lo tuve totalmente dentro se inclinó sobre mí y me besó, yo lo abracé y no lo dejé levantarse, ansiaba esto y quiero disfrutarlo al máximo, lo que incluye el contacto de nuestras pieles y el sentir el movimiento de su cadera, que hacía que su trabajado abdomen estimulara mi pene, todo eso rodeado del amor que nos tenemos hacía que me llegase más al corazón, estaba siendo suyo y por decisión propia, estaba viendo las estrellas, pero lo mejor llegó cuando Joel dejó de besarme en la boca y con un hermoso beso en el cuello acabó dentro de mí, lo que me provocó un segundo orgasmo mientras le decía ya lyublyu tebya, moy Joel [te amo, mi Joel].

- No tengo idea de lo que dijiste, pero te amo, mi Ylian -dijo mi chico mientras se bebía mi semen.

Joel se acostó a mi lado, me tomó entre sus brazos, me besó y dejó que me acomodara en su pecho mientras me acariciaba el pelo y me decía las cosas más tiernas del mundo, algunas en inglés porque no tienen traducción, pero las entendí perfectamente. Definitivamente, este hombre es el mejor que hay en el mundo. Lo abracé fuertemente, besé sus pectorales cubiertos por una tenue capa de sudor y noté que el cansancio lo había vencido, al final me dormí junto a él con la convicción de ser completa y plenamente feliz.

 

Ester

Decidí que no era conveniente tener una conversación seria en casa donde mi familia nos puede interrumpir en cualquier momento, así que llevé a mi chica a un restaurante y pedí la mesa más privada del lugar. Aurora me miraba con cara de no entender nada, pero no me preocupa, esta vez no habrá peleas, sólo una charla privada entre las dos. Nos pedimos el menú del día y esperamos que trajesen la comida, mi chica aprovechó para preguntarme lo que sucedía, pero le contesté una sola palabra:

- Come.

Ella me obedeció y cuando estábamos tomando el postre decidí que era el momento de hablar:

- Mi amor, quiero decirte algo.

- Eso ya me lo suponía, Ester -me dijo-, me has tenido en ascuas toda la comida, muero por saber lo que te inquieta, mi vida.

- Bueno, realmente no es que algo me inquiete o alguna situación que me incomode, sólo quiero pedirte algo -le dije tratando de no mirarla a los ojos, la verdad me avergüenza un poco mi actitud de los últimos días y no quiero que esto se repita nunca más.

- Pues sabes que te basta pedirlo y tienes el mundo a los pies, no necesitas más que eso -Aurora ahora sonreía relajada y sus ojos brillaban al saber que no le echaría una bronca ni nada similar.

- Pues verás... -yo seguía hablándole a los restos de mi cuajada, pero sentí su mano en mi barbilla que me obligó a levantar la cabeza y hablarle a ella directamente.

- Así está mejor, prefiero ver tus bellos ojos, ¿sabes? -debo reconocer que mi chica estaba esforzándose al máximo con esos detalles.

- Vale, vale, no me pongas colorada en público, que luego no respondo -le funcionó el intento de quitarle el hierro al asunto, debo reconocerlo.

- Pues di lo que sea -hizo señas y pidió dos refrescos más-, así tendremos tiempo y no se te secará más la boca -me explicó con un guiño de sus ojos.

- Está bien, mira, es que quiero pedirte perdón, el otro día perdí el control y me puse histérica, pero es que a veces me da miedo no ser digna de ti, cuando te pones a hablar por gruñidos y pareces de malas conmigo todo el tiempo sé que algo te pasa o que necesitas decirme algo y me duele mucho no entenderte, mira a Iván y Ricardo o a Cami y Ramón, incluso Joel e Ylian, ellos no necesitan más que verse para saber que algo va mal y pueden hablar libremente, yo siento que algo nos falta para poder hacer eso naturalmente.

- Sabes que no necesitas disculparte, esas son cosas que se superan -ya iba a la mitad de su bebida y se veía tan contenta que no pude evitar una sonrisa-, yo creo que no es cuestión que nos falte algo para tener el nivel de compenetración de los chicos, al contrario, nos sobra algo: hormonas. Si no tuviéramos el circo que montan las hormonas de vez en mes y mucho más estrógeno que ellos seríamos tan sencillas de entender como ellos, tan simple como eso, todo se debe a que somos mujeres y no hombres y está científicamente comprobado que la mente femenina es mucho más compleja que la masculina... deberías saberlo, futura Juan Antonio Vallejo-Nájera...

Eso ya fue demasiado, Juan Antonio Vallejo-Nájera fue un importante psiquiatra en Madrid durante el siglo XX y el que Aurora se tomase la molestia de investigar sobre él sólo para poder soltar semejante cumplido cuando tuviese oportunidad me derritió y no me importó estar en público y lo que la gente nos grite por la calle o provocar erecciones involuntarias en los pubertos, simplemente besé a mi chica, pagamos la cuenta y nos dimos el piro de allí.

 

Fran

Vaya, ya ni recuerdo la última vez que narré algo, pero ya era hora, en fin, de lo que sí que es hora es que llegue mi yerno, no tengo ni idea de lo que pasa, aunque Cami insiste que es un tema familiar y que nada tiene que ver con nosotros o con él, mi hijo piensa que Ramón sólo quiere dejar salir lo que tiene dentro, pero me da mala espina, creo que no es sólo desahogarse, pienso que pese a todo ese tema sigue abierto para Ramón, pero no porque le duela, porque para eso habría ido con Javi, creo que es otra cosa. Justo sacaba unas chucherías para acompañar el café cuando sonó el telefonillo y tras comprobar que era Ramón le dejé subir. De paso abrí la puerta para que entrase directamente sin tener que hacer malabares con las tazas del café.

- Hola, Fran.

- Hola, Ramón, pasa, llegas a tiempo para un café -le dije con una sonrisa, me intrigó bastante que traía una carpeta y no estaba tan alegre como siempre.

Mientras tomábamos el café noté que el tocaba la carpeta como si su contenido fuese a morderle, pero en nada se parece al Monstruoso libro de los Monstruos, algo atormenta a Ramón y no me gusta nada que él le halla pedido a Cami que sacase a Luis de casa por un rato, ¿qué puede haber que provoque un ataque de timidez así? No tuve que esperar mucho para que mi yerno abriera la carpeta y sacara unas fotos, parecían de una película gore [película grotesca, donde no hay censura ninguna en las heridas o daños físicos, por dar una definición sencilla], pero era evidente que era una sola persona y que no tendría mucho más de 16 años.

- Esas fotos son del cuerpo de Antonio, tal como lo encontraron los policías cuando lograron separar a mi padre de él -se adelantó a explicarme las fotos-, mi tío, el que me regaló el piso y el dinero tiene amigos en la Generalitat y me enviaron una copia del expediente completo, incluyendo la transcripción del juicio, hay un par de cosas que me gustaría que me ayudes a entender, si no es mucha la molestia.

- Bueno, el abogado es Luis, yo sólo soy un matemático, pero haré lo que pueda por ti -le dije sinceramente porque intuyo que quiere resolver algún cargo de conciencia y no algo legal.

- Sí, lo sé, realmente te mostré las fotos para que veas lo salvaje que fue el asunto, el forense determinó que Antonio murió por una combinación de 5 disparos, 13 puñaladas y una paliza, yo al principio pensé que exageraban, hasta que en el interrogatorio la policía me mostró estas fotos, el pobre parece carne picada, se logró determinar que al menos tres personas participaron en las puñaladas, aunque usaron el mismo cuchillo, yo en mi ira suponía que mi padre era el autor intelectual, pero mira su declaración en el juicio: “la noche anterior me lo presentaron como mi yerno, no me lo esperaba, pero fue una sorpresa agradable, jamás habría pasado por mi cabeza el hacerle daño, de hecho, él pasó la noche en mi casa y volvía a la suya cuando tuve un mal presentimiento, así que lo seguí, él iba caminando y yo decidí usar mi bicicleta, así podría mantener la distancia, pero acercarme si algo extraño sucedía, entonces una furgoneta se detuvo junto a él, era verde y tenía los cristales tintados, lo obligaron a subir y unos kilómetros después abrieron la puerta y lo dejaron caer. Me acerqué y ya estaba muerto, fue un gran impacto, no pensé que alguien podría hacerle algo así a otra persona, pero mi yerno estaba muerto entre mis manos, lo único que pasó por mi cabeza fue llamar una ambulancia, pero sólo confirmaron lo que yo intuía: es imposible sobrevivir a algo así” -me tradujo él, porque toda la documentación estaba en catalán-, el juicio fue en Barcelona, porque en el pueblo no hay juzgado, mira lo que le preguntó el fiscal: “usted dijo que la noche anterior se enteró que era su yerno, pero su hija mayor tiene 9 años y la otra 7, ¿cómo explica eso?”, esa pregunta fue demasiado para mí, así que salí y no escuché la respuesta de papá, pero fue lo que más me ayudó a entender que lo que pasó no fue su culpa: “no dije que saliera con mi hija, él era el novio de Ramón, mi hijo mayor, por eso me alegró que fuese él mi yerno, mi hijo será homosexual, pero no idiota y escogió a alguien que lo amaba con locura y que lo cuidaría con su vida” -no necesitó leer más, algo me decía que lo que le atormentaba era que quería sentirse orgulloso de su padre, el mismo que creyó un asesino durante casi 8 años.

- Creo que entiendo por qué querías hablar conmigo, pienso que después de eso, y lo que sigue en las actas, ahora te sientes un poco como estaba yo con mi madre cuando murió mi padre en combate, ¿no?

- Pues sí, me siento en la misma situación, supongo que has hablado con ella y sabrías qué decirme, porque ahora papá me odia, yo siempre pensé que me llamaba “malagradecido” por no ser el hijo hetero que él esperaba, pero ahora creo que lo hace por no haber valorado la forma en que él dio la cara por mí en el juicio y cómo nos protegió a Antonio y a mí de todo prejuicio, no quiero que pase como con mamá, quiero que sepa que cuando pude entender la muerte de Antonio el odio que le tuve se disipó como humo, pero sé que no puedo plantarme en su casa en Catalunya porque me sacará a patadas, no le gustará verme si espera de mí nada más que odio.

- Pues Ramón, hay una forma de hacerlo sin que él se sienta obligado a nada, siempre puedes escribirle una carta, tú habrás dicho lo que sientes y será su decisión si te acepta de nuevo o no, es tan libre de hacerlo que no necesita abrir la carta, en cambio si te presentas lo obligarás a escucharte y todo se puede salir de control. Es la mejor idea que tengo y no creo que resulte mal.

- ¿Me ayudas a redactarla?

 

Luis

Segunda vez que me dejan narrar en una historia que no es la mía, debo reconocer que es un honor, pero si se trata de mi hijo o de mi yerno, no deja de ser mi historia, ¿no? Cuando Cami y yo llegamos a casa descubrimos que lo que fuese que le sucedía a Ramón tal parece que mi esposo guapo pudo ayudarle, porque estaban sobre un folio concentrados como si escribiesen un decreto real, eso sí, al oírnos saludar Ramón tomó unos papeles y los metió a toda prisa en su carpeta, aunque no pudo ocultar a ojos de un abogado que es un expediente judicial.

- Espero que no hayas cometido un delito al tener esa carpeta, Ramón, prefiero defender a gente inocente, para que lo tomes en cuenta.

- No te preocupes -me dedicó una maravillosa sonrisa-, es una copia, no el original, soy un niño bueno, Cami ya debería habértelo contado.

- Bueno, Cami está que bebe los vientos por ti, además, nunca miente, supongo que tienes razón, pero ahora tendrás que dejarme ver, no siempre se tiene en Madrid un expediente judicial de Barcelona -mi yerno no se veía muy convencido, pero cuando Fran le dijo con la mirada que no había problema me lo entregó- no te preocupes, hablo catalán.

Como todo expediente, primero están las pruebas y luego la explicación, con la práctica de mi profesión pocas cosas me impactan o me sorprenden, pero con estas fotos tuve que hacer un esfuerzo para no vomitar, me alegré que mis instintos siguieran funcionando, porque pasé las fotos rápido antes que Cami pudiese ver algo, no creo que sea una bonita forma de conocer al ex de tu novio. Empecé a leer y con lo que sabía de antes de inmediato noté lo que no cuadraba y supe lo que hacían, cerré la carpeta, fui a mi despacho, tomé una de mis carpetas plásticas que tienen cierre hermético y guardé allí el expediente.

- Estos son documentos muy importantes, debes cuidarlos, Ramón, esta carpeta de plástico lo protegerá del polvo y la humedad, además, como es hermética no tendrás que preocuparte por el estado de los documentos dentro aunque pase mucho tiempo, las descubrí en una librería cerca de Sol y son como una máquina del tiempo, puedes guardar lo que sea y unos años después estará igual a como lo dejaste, bueno, no lo he intentado con comida, pero no creo que sea buena idea. Además, Cami no tiene buenas experiencias con ellas, así que no la abrirá hasta que te sientas preparado...

- Sí, cuando tenía como 12 años abrí una que estaba en la habitación de mis papás y me encontré con los papeles de mi adopción, siempre supe que era adoptado, pero igual no me hizo ni pizca de gracia verlo en papel, desde entonces aprendí que esas carpetas no se abren hasta que el dueño lo considere oportuno -narró Cami con mala cara, todavía recuerdo sus ojos verdes abiertos de par en par por la sorpresa, más que nada porque descubrió que ya no tenía los apellidos de su madre.

- ¿Cómo vais con la carta? -dije cuando dejamos de quedarnos y reírnos de Cami.

- ¿Cómo sabes eso? -me dijo Ramón totalmente sorprendido.

- Es simple, leí el expediente, conozco tu historia y tu forma de ver lo que pasó y es sencillo determinar lo que te tiene mal, también conozco a mi esposo desde que nació y sé que en ese caso propondría escribir una carta y estáis sobre un folio como si lo que escribís fuese de vida o muerte, no hace falta ser Tesla para deducir lo que pasa -digo, seré muy despistado, pero tampoco soy tonto.

- Pues en eso estábamos, pero Ramón quiere hacerla en catalán y aunque la escribiese primero en español no se le ocurre nada, sólo algunas ideas sueltas, justo iba a decirle que no necesita escribirla en este momento, a veces no se puede escribir cuando se quiere -como siempre mi esposo responde mis preguntas antes que las haga.

- Creo que yo puedo ayudar un poco con eso, aunque no sepa lo que sucede -digo mi Cami antes de darle un beso a su novio, quitarle la carpeta de las manos y tirarla en la mesa para poder abrazarlo libremente, mi esposo me guiñó el ojo y me llevó a la cocina, con un rápido beso me puso unos platos en la mano, tal como habíamos planeado, los chicos cenarán con nosotros, igual tenemos que contarles que tenemos un miembro nuevo en la familia.

 

Ramón

Querido papá,

sé que ha pasado mucho tiempo, sé que fui un mal hijo, sé que tal vez no quieras leer esta carta, pero quiero comentarte que después de leer tus declaraciones en el juicio me di cuenta que cuando empezaron a crucificarnos a Antonio y a mí por ser gays y salí para no oír más, tú nos defendiste, incluso está atestado que dijiste que era la mejor noticia que habías recibido hasta el momento, yo siempre pensé que tú habías provocado todo y que habías seguido a Antonio para asegurarte que hacían bien el trabajo. Fui un tonto por no creerte, por decidir hacerle caso a mi dolor y no al amor que me tienes, ahora que ya he madurado un poco entiendo también que me enviaste a Finisterre no por odio, sino porque al saber todos en mi entorno que soy gay era probable que me sucediese algo similar a lo que le hicieron a Antonio, por eso no me dijiste nada, mi actuación debía ser creíble incluso fuera de Catalunya y también ése es el motivo por el que mamá me dejó esas fotos y la disculpa en su testamento, supongo que las cosas por allá siguen siendo hostiles, porque cuando me notificaste la muerte de mamá todo parecía una gigantesca advertencia para que no me acercara allí, por no hablar de enterrarla lejos del pueblo para que pudiera visitar la tumba sin problemas.

Espero, si has leído hasta aquí, que veas mi más sincera petición de perdón por todo el daño que te he hecho y también el que hice a mamá y a la familia, así como mi intención de intentar volver a llevarnos como padre y hijo de nuevo, sé que no será como antes, ni me gustaría que lo sea, prefiero ser tu hijo ahora que entiendo por qué hiciste lo que hiciste y que sé que siempre me has querido, ya no soy el niño tonto que se deja llevar por su corazón sin pensar, he crecido y me he convertido en un hombre que decide su vida con el cerebro y su alegría con el corazón. Sé que no es el mejor medio, pero quiero que sepas que pude rehacer mi vida y tengo un novio que es el mejor del planeta, se llama Camilo y fue adoptado por una pareja gay cuando tenía 5 años, ahora es la persona más hermosa y sensible que pueda existir, te envío algunas fotos para que lo conozcas y también para que veas cómo luzco ahora.

Besos,

Ramón.

- ¿Qué te parece la carta, mi amor? -aunque la escribí en catalán, se la leí en español a mi chico para que me dé su opinión.

- Mi vida -me dijo Cami mientras me besaba-, me parece que explicas muy bien todo, aunque me parece excesiva la manera en que hablas de mí, no soy eso que dices, sólo soy un chico más de Madrid, cuando lo lees parece que hablaras de un hijo de Afrodita o de Atenea, creo que exageras.

Debo reconocer que estos arranques de humildad de mi novio me derriten el corazón como mantequilla al fuego y esta vez fui yo quien le besaba, además, le senté sobre mí, le abracé y le acariciaba el pelo, me encanta hacerlo y creo que él también disfruta que lo haga, lo ve como una expresión de amor y es lo que hago con mi vida: expresarle lo mucho que lo amo.

 

Javi

- Hola, Anderson, pasa, quiero presentarte a alguien -recibí a mi viejo amigo en casa.

- Dijiste que tenías algo que contarme... -Anderson siempre tan directo.

- No, no tengo nada qué contarte, debo presentarte a alguien, llegó hace tres semanas, pero es tu culpa por irte por ahí a solucionar los problemas de otros -le reclamé en broma.

- Bueno, sabes que es lo que hago, para eso puse la agencia de empleo, ¿no? -mientras hablábamos le llevé a una habitación de mi piso que había sido rediseñada hace poco y cuando entró y vio a Cris con mi hijo Raúl casi se va de espaldas.

- Es el bebé más hermoso que he visto en mi vida, felicidades chicos -fue lo único que pudo decir.

Cris le permitió cargar al niño y he de decir que pocas veces he visto a Anderson feliz de verdad, sus ojos brillaban, sonreía totalmente feliz y parecía que sus preocupaciones habían hecho maletas y desaparecido, su cara estaba relajada y bajo su barba podía ver una sonrisa nacida del corazón, Cris y yo teníamos ante nuestros ojos un vestigio de ese muchacho joven que no tenía más problema que el disfrutar el momento, creo que mi hijo le traía recuerdos de algún sitio porque una lágrima resbaló de su rostro pero él tuvo la velocidad suficiente para que Cris no lo notase, aunque yo veo eso todos los días y no es fácil disimular conmigo, luego él le dio el niño a mi esposa y ella me asintió, era la oportunidad de oro.

- Anderson, queremos pedirte algo... -empezó Cris.

- … si tú quieres, claro -completé.

- Javi, desde que llegué aquí hemos sido inseparables, incluso estudiamos juntos en la universidad, sabes que puedes pedir lo que quieras -esta vez creo que lo dice de veras, no como cuando dices eso esperando que no te pidan nada, así que me lancé y se lo dije de una:

- Anderson, sabes que somos de tradición católica, así que queremos bautizar a Raúl, pero los curas nunca aceptarán a los chicos, ellos son gays y serán “mala influencia” para mi hijo...

- Claro, mira a Cami, o lo mal que están o Joseph y Mariana -acotó mi esposa y, mientras yo me reía de esas ideas anticuadas y tontas, pude ver que Anderson sonreía-, el punto, ¿quieres ser tú el padrino?

Por la cara de gilipollas que puso, creo que lo pillamos con los pantalones abajo, se esperaba cualquier cosa menos eso, aunque después de balbucear algo ininteligible aceptó y debo reconocer que estoy muy contento, nada saldrá mal.

 

Jesús

Bueno, hoy es 5 de febrero, para muchos es un día cualquiera, no para mí, es el día de mi salida de aquí, no me quejo del trato que me han dado, pero lo primero en este momento para mí es Edu, de hecho, nunca he estado tan decidido a hacer algo desde el día que decidí encerrarme aquí para huir de mis miedos, porque no es más que eso, son miedos sin razón, nadie me persigue realmente.

Soy mayor de edad y estaba por propia voluntad, así que yo mismo puedo firmar los papeles para irme de aquí, aunque fue agradable al salir ver que alguien me esperaba y que tenía una gran sonrisa, se trataba de Ester y con ella una chica que supuse que era Aurora, por lo hermosa que es, tal como la describió mi amiga, y también por el hecho de estar tomadas de la mano, digo, sería un poco incómodo que no sea Aurora.

Las chicas le habían pedido el coche a un tal Iván para venir a por mí, dijeron que era un coñazo ir estrujados en el tren, que era mejor ir anchos. No soy tonto, sé que ese no es el motivo, realmente lo hacen para no ponerme en situaciones incómodas que desaten mis miedos nuevamente, pero igual lo agradecí y en todo caso tienen razón, mejor viajar cómodos.

Ester habló con Pablo, el psiquiatra, y él le dio algunas indicaciones, me imagino que lo que ya me dijo, nada de ruidos fuertes o repentinos, aglomeraciones innecesarias y cosas así; finalmente nos subimos al coche y salimos hacia Madrid, aunque a medio camino me dormí y no supe nada hasta que Aurora sacudió levemente mi hombro y me dijo:

- Primera parada: ropa decente.

- ¿Ropa decente? ¿Qué tiene de malo lo que llevo puesto?

- Tiene de malo que es ropa de segunda que alguien abandonó en el hospital, así que ya vendría siendo tercera mano, de todas maneras, querrás estar guapo para mañana en la noche.

Me metieron a un Carrefour y compramos algo de ropa, yo tenía mis ahorros producto del fideicomiso que me dejó mi familia, pero ellas no me dejaron gastar ni un céntimo, insistieron que era un regalo de bienvenida. Me llevaron también a una peluquería cercana y aunque no me recortaron gran cosa el cabello, el chico me explicó una manera de peinarme algo más “juvenil” para impresionar a Edu y nos dieron algunos productos para el cabello. Por último, llegamos a un edificio, ellas dijeron que era su casa, debía descansar porque mañana tendría que ponerme la ropa nueva y hacer lo que necesitara para estar guapo. Toda esta situación me tenía un poco incómodo, no es normal que nadie haga cosas porque me quiere, menos dos mujeres guapas y lo más extraño, que yo me dejase hacer.

 

Ramón

Creo que la carta no llegó a destino o a mi padre no le interesó, porque hace tres semanas que la envié y no he recibido respuesta alguna, bueno, debo reconocer que no me esperaba otra cosa, no he sido un buen hijo y no puedo exigir que él sea un buen padre sólo por leer unas líneas. Cami, cariñoso como siempre, me estaba tratando de convencer que todo estaría bien, las cartas se atrasan, se pierden, los carteros a veces las regresan por error y a medio camino se dan cuenta de ello y vuelta a hacer el proceso. Mientras hablaba aprovechó para que recostara mi cabeza en su pecho y acariciaba distraídamente mi pelo, él sabe cómo hablar sin palabras y lo logra, este es uno de esos momentos en que dejamos lo que estemos haciendo, en este caso ver si tenemos algo presentable para recibir a Jesús, y simplemente amarnos por un momento.

Justo estaba pensando lo hermosos que se ven los ojos de mi chico mientras sonríe cuando sonó el timbre de casa. Era algo raro como un perro verde, no esperábamos visita y mucho menos que no le diese al telefonillo para darnos algo de tiempo. Cuando menos estábamos vestidos, aunque no pensásemos salir hoy, no es plan estar desnudos siempre; le di un rápido beso a mi Cami mientras me levantaba y cuando abrí la puerta me fui para atrás: era mi padre.

Supuse que debía decir o hacer algo, pero de la nada me vi atrapado en un gran abrazo como mi padre jamás lo había hecho, vamos, son muchos años sin vernos y por fin entendí por qué, pero no creo que sea para tanto, mi padre nunca fue cariñoso. Como yo no regresaba Cami se acercó a la puerta y mi padre habló por primera vez:

- Camilo, eres mucho más guapo en persona que en foto -mi padre sonreía como un crío al que le ofrecen un juguete nuevo- y tiene razón mi hijo, eres una gran persona. Esto... bienvenido a la familia, toma -mi padre le dio un sobre sellado-, esto es parte de la última voluntad de tu suegra -mi padre dio un profundo suspiro, como si le doliese hablar de eso y continuó-. Hay dos personas que debéis saludar.

Mi padre nos hizo bajar a su coche y allí estaban mis dos hermanas, cuando me enviaron a Finisterre ellas tenían 9 y 7 años, ahora tienen 17 y 15, están en plena edad del pavo, a Ariadna le dio por lo gótico, aunque se le ve genial, por suerte Estel apenas está empezando con las locuras, por tanto, no ha decidido todavía ninguna tontería, creo. Mis hermanas me abrazaron con tanto cariño como recordaba y recibieron a Cami con la mayor alegría del mundo, jamás pensé que esto podría pasar, pero está sucediendo.

Luego subimos todos y sacamos algunas chucherías y magdalenas para merendar en forma mientras nos poníamos al día de las muchas cosas que hemos pasado. Una vez terminamos de comer y cotorrear, mi padre envió a mis hermanas a ver la tele mientras hablaba con nosotros “lo serio”. Resulta que el alcalde del pueblo, que es el mismo desde que me acuerdo, me declaró non grato en el pueblo y no puedo poner un pie allí nunca más. Por otra parte, mi padre me dijo que no debo preocuparme nunca por dinero o algo así, porque él y mi tío crearon un fideicomiso que cubrirá todos mis gastos hasta el día de mi muerte, eso sí, está sujeto a una condición: que yo sea feliz.

- De eso me encargo yo -le dijo mi Cami con una sonrisa de oreja a oreja.

Ariadna apareció justo en ese momento y, luego de complacerla con un beso, le dijo algo a papá al oído que hizo que se sobresaltase y saliera pitando de allí con mis hermanas pisándole los talones, aunque Estel me dijo al despedirse el motivo de las prisas de papá: ya era tarde para una reunión de negocios que tenía programada hoy.

- Creo que alguien me debe una disculpa... -me dijo un Cami muy sonriente.

- Hazte un favor y bésame.

 

Ester

Ha llegado el momento, lo más gracioso es que la que está nerviosa soy yo, Aurora se encargó de citar a una reunión, pese a que todos sabíamos de qué se trata, la idea es que sea sorpresa para Edu, que siempre que regreso de ver a Jesús me acosa a preguntas sobre cómo está, así que nada, todos haciéndonos los suecos pensando que Aurora simplemente quiere pasar el rato y sacar a Edu de casa. Me llamó la atención que Cami y Ramón dijesen que están retrasados, vamos, Cami aprendió de su papá Luis a ser la puntualidad con patas, algo les pasa a esos dos, pero nos viene de lujo para que Iván y Ricardo vayan a por Edu y nosotros llevamos a Jesús, vamos, que ni planeándolo nos sale así de bien.

A media tarde, calculando que Cami y Ramón estarían preparándose para irnos a casa de Joel, subí a su piso para que bajaran a conocer a Jesús y para que él se subiese con ellos mientras nosotras nos terminábamos de vestir, pero no estaban, menos mal que Jesús se quedó en casa, aunque como es normal en este edificio, me los encontré en el ascensor, no quisieron soltar prenda sobre el asunto que se traían, pero por la cara de felicidad de Ramón, algo me dice que estos dos hacen cualquier cosa menos pelear.

En fin, luego de presentarles, Cami invitó a Jesús a vestirse en su casa, así el llegar tarde sólo sería culpa de nosotras, lo que hizo que el chico se riera, Ramón besara a su novio y los tres se subieran a su piso.

Cuando ya todos estuvimos listos mis papás nos dejaron el coche que es más amplio que el de Luis y nos fuimos a casa de Joel esperando que todos hubiesen llegado y preparado la sorpresa. Menuda sorpresa nos llevamos nosotros cuando vimos que, como siempre, Joel se las había apañado para tener la casa para nosotros solos y que pese a ser hora de merendar el tío estaba haciendo una barbacoa que huele que alimenta. No me quejo, si algo sabe hacer bien Joel es cocinar, sobre todo si la motivación para hacerlo viene de Rusia, es rubio y se llama Ylian, eso es un hecho.

Cuando llegamos, no dejamos a Jesús bajar del coche, sino que primero le pusimos sobre aviso de lo que podría pasar, Pablo fue muy claro que cualquier sonido repentino podría ponerlo mal y no sabemos cómo reaccionará Edu, así que mejor que se prepare mentalmente, no queremos otra crisis. Al final sólo entraron Cami y Ramón, Aurora y yo decidimos quedarnos con Jesús para asegurarnos que todo estaría bien, en menos de dos minutos recibí un mensaje al whatsapp diciendo que todo estaba bien, así que entramos y que Edu viese a Jesús y lo abrazase y besase fue una sola cosa.

Lo mejor vino en cuanto esos dos se separaron: Jesús se arrodilló y sacó un sencillo anillo de madera y le pidió formalmente a Edu ser novios. Evidentemente recibió una respuesta positiva y el chico, que si algo le sobra es dinero, se veía completamente feliz con un anillo de madera que no parece la gran cosa. Claro, que ahora que caigo, no es que sea importante por el esfuerzo de hacer bien un anillo de madera, sino que la madera era lo único a lo que tenían acceso y ahora entiendo para qué Jesús me pedía lijas, no esculpió el anillo, ¡lo desgastó! Vaya, eso sí que es una muestra de amor... y de paciencia, yo me habría vuelto loca desgastando madera con una lija para hacer un anillo, lo mejor es que le queda perfecto, no lo hizo ni grande ni pequeño, sino exacto al dedo de Edu, lo que lo hacía más impresionante y que esos dos se comieran con la mirada. Todos estábamos flipando hasta que Joel apareció con la carne ya asada y a comer se ha dicho.

 

Rubén

- Aurora, tía, te vienes un momento, quiero mostrarte algo -ya terminamos de comer y estábamos empezando a hablar de todo y nada, así que antes que se me olvide, le pediré opinión a Aurora sobre una idea que tengo.

- ¿Qué pasa, chaval? -Aurora estaba intrigada y muy de buenas, para suerte mía.

- Mira esto -le enseñé una foto del salón de una casa decorado con adornos, papelinas y serpentinas relacionadas con el trabajo de mis padres-, ¿qué te parece que cuando lleguen mis papás los reciba con algo así?

- Pues qué te diré... a menos que tus padres amen su trabajo, pueden tomarlo un poco mal, pero creo que eso lo puedes decidir por ti mismo. Por lo demás, la idea me parece genial y, si tu casa es tal como la recuerdo, la decoración te quedará genial, aunque te daré un consejo: recuerda que a Iván eso se le da de maravilla.

- Gracias, tía, pero no quiero forzar las cosas con él, ya sabes, no quiero imponerle mi presencia... -decidí sincerarme.

- ¿A quién no te le quieres imponer, tronco? -inquirió Iván que se acercó, me puso un plato de comida en la mano y se sentó junto a mí, el muy cabrito.

- Pues a ti -dijo Aurora mientras se levantaba y se daba el piro la tía.

- ¿Todavía estás con eso? -Iván sonreía y sus ojos marrones participaban en el gesto, uno de los más sinceros e intensos que jamás he visto.

Lo que Iván hizo después sí que no me lo esperaba: me quitó la comida de las manos, puso los dos platos por ahí, tomó mis manos, me hizo mirarle a los ojos y me besó en una mejilla para después abrazarme. Cuando más podía sorprenderme, me habló al oído:

- Deja ya ese tema, todos lo hemos superado, ¿por qué tú no? Venga, que eres uno de mis mejores amigos y eso no cambiará nunca.

- Gracias, Iván, de veras necesitaba esto -de nuevo me abrí a él, tal como lo hice en la adolescencia-, y ya que estás -decidí quitarle hierro al asunto-, ¿me ayudas a preparar un recibimiento decente para mis padres?

- Pues todos dicen que soy bueno en eso, pero es porque suelo tener ayuda, espera -Iván se puso las manos en la boca haciendo una especie de megáfono-: ¡Ricar!, ¡Brat!, venir un momento, haced el favor.

 

Iván

Espero que después de todo el esfuerzo que hicimos para recibir a los padres de Rubén como es debido todo le salga bien. Aparte de ser algo familiar y, por obvia lógica, un momento donde no debemos estar, sucede que ellos regresan justo el día que mi Ricar y yo cumplimos un año de ser novios y, mucho lo lamento por mi amigo, pero lo primero en mi vida es mi novio. Pensé que sería buena idea irnos por allí solos y a mamochka le pareció de lujo, es más, me dio dinero para que nos fuésemos al hotel que quisiéramos, además que papá me dio dinero para la gasofa y chuches para el camino y hasta mi brat, Ylian, se sumó a la causa aportando lo que me dijo después que era para condones y lubricante. Me reí mucho de la ocurrencia de mi brat, pero le agradezco de corazón el detalle, sé que todo lo hace por el cariño que nos tiene y que si pudieran ellos mismos nos harían una fiesta, pero bien saben que esto es cosa de dos. También recibí una llamada de mis suegros, me dijeron que sabían que se acercaba la fecha más feliz de nuestras vidas y también la más dolorosa, porque no sólo fue que empezamos a salir, sino que además ellos enviaron a mi Ricar lejos cegados por prejuicios que ya no les afectan, me pidieron que antes de irnos a festejar, porque suponían que lo haríamos, que pasásemos por su casa porque querían darnos un pequeño presente.

Me tomó una semana prepararlo, pero bueno, al menos este año cayó en fin de semana y no habrá bronca con las clases, sólo perderíamos un día de asignaturas que tenemos seguro que aprobamos. Por fin tenía todo preparado: el hotel, la comida, el viaje, como tenía ganas de algo sencillo y privado iríamos a Segovia, es una ciudad pequeña pero hermosa, así que podríamos pasear si se nos antojaba o simplemente disfrutar del estar juntos.

Tal como prometí a mis suegros, hoy viernes hice que mi chico se levantara temprano, desayunamos algo rápido y nos fuimos a su casa, allí nos esperaban con sendas sonrisas y mi cuñado nos entregó de su parte un paquete pequeño envuelto en papel de regalo con la indicación de no abrirlo hasta que estuviéramos solos, además nos dieron una foto de los dos que nos hizo Norman un día que fuimos con él al zoo, me hizo gracia que de fondo hubiera dos pandas jugando, porque es el animal favorito de mi cuñado, además pude notar que él mismo decoró el marco y en una esquina había una letra I y una R entrelazadas. Debo decir que este niño siempre me derrite el corazón, si sigue como va, será tan detallista y cariñoso como mi novio y a quien le dé su corazón será muy feliz.

Después de un segundo desayuno en casa de mis suegros salimos por fin hacia Segovia, aunque mi chico no sabía el destino, lo que hacía que intentase sobornarme para que se lo dijera, debo admitir que jamás me habían besado tanto mientras conducía, eso sí, no iba más allá de besarme el cuello o la mano cuando hacía un cambio, mi Ricar es muy responsable y sabe que no debo quitar los ojos de la vía a menos que la intención sea estrellarnos contra lo primero que se nos atraviese por enfrente. Al final Ricar se durmió y cuando llegamos le desperté con un beso que él correspondió y me abrazó fuerte, se ve que más que el sitio donde estamos, le interesa estar conmigo, lo que hace que me sienta todavía más enamorado.

Finalmente nos bajamos del coche, sacamos nuestras cosas y fuimos a registrarnos al hotel. Todavía quedaba cerca de una hora antes de la comida, así que decidimos subir a la habitación y abrir el regalo de sus padres, que la verdad a mí también me puede la curiosidad por saber lo que es. Subimos todo a nuestra habitación y unos cuantos besos después estábamos los dos sentados en la cama con el paquetico en medio. Lo abrimos y contenía un anillo para cada uno, eran sencillos anillos de oro blanco, no parecerían la gran cosa hasta que mirabas el grabado en la parte de dentro: “Ricardo e Iván 2013 - siempre” y el otro ponía: “Iván y Ricardo 2013 - siempre”. Para ser un detalle de mis suegros, joder, estaba de lujo, además, yo me escogí el que pone el nombre de mi Ricar primero porque es lo más importante para mí y él dijo que de todas maneras quería el que ponía el mío primero porque él me ama más que a su vida.

Ante semejantes palabras mi corazón tomó control de mi cuerpo y le quité su anillo para luego tomar su mano:

- Ricardo, este anillo -se lo fui colocando en su mano-, te lo doy en señal de mi amor y por mi honor prometo serte fiel y dar lo mejor de mí mientras estemos juntos para que seas el hombre más feliz de mi mundo.

- Vanya, este anillo -él hizo lo propio con el mío- que coloco en tu mano, será para nosotros seña de este amor irrompible como el oro, por mi honor prometo amarte sin importar nada más y hacerte plenamente feliz.

Sellamos nuestra promesa con un beso tierno, de pie uno frente al otro abrazándonos, Ricar con sus manos en mi cintura y cuello, yo con las mías en sus hombros, aferrándonos el uno al otro, sin nada más importante en la vida que amarnos. Estaba por dar un paso más allá cuando la tripa de mi Ricar resonó del hambre y en ese momento sonó el teléfono de la habitación para confirmar el pedido que habíamos hecho al registrarnos para comer en la habitación.

 

Ylian

Ese par de tortolitos no han aprendido que no deben dejarme hacer mis locuras, pero bueno, ahora tenemos un finde completito para planear la fiesta grupal, que parte del origen de este grupo de amigos es precisamente la relación de Vanya y Ricardo, que por ellos Cami y yo nos conocimos y así los demás, por tanto, el que ellos lleven un año juntos para nosotros también es muy importante.

En fin, en la casa de mi chico no se puede porque ya esta semana fue lo de Edu y Jesús y no queremos abusar, así que Ramón ofreció su piso, no es tan amplio como el chalé de Joel, pero es privado y nadie nos molestará. En todo caso, no será más que una cena formal y les daremos unos pequeños presentes, no tenemos mucho dinero como para algo grande, pero al menos podremos darles algo que sea representativo del cariño que les tenemos.

Mi pequeño brat se llevará una sorpresa de esas agradables, lo mismo que mi cuñado, es que no lo verán ni venir, es su culpa por haberse ido tres días dándonos carta blanca para hacer lo que nos dé la real gana. Por los planes que me comentó Vanya, pensaban estar de vuelta hoy, domingo, por la noche, así que ya estamos preparando todo, además, Cami les invitó un mensaje invitándoles a cenar, por lo que hablé con mi tía Kattia para que esté enterada que vendremos tarde y no se preocupe por los chicos, que pese a los casi 19 años de mi brat y mi cuñado ella sigue preocupándose como si fuesen unos críos.

Finalmente, los chicos llegaron de su fin de semana romántico y por suerte todo estaba a punto, así que, tal como estaba planeado, los esperaba en el parking del edificio para que ni siquiera se bajasen del coche e irnos de una a casa de Ramón, Vanya entendió que no subiríamos a casa nada más verme, por lo que ni se molestó en aparcar, sólo se acercó a mí, me dejaron subir y me preguntaron dónde íbamos.

- Pon rumbo a casa de Ramón, que quieren contarnos algo, anda.

- ¡Ostia! -Ricardo se dio un golpecito en la frente-, además nos invitaron a cenar, ya lo había olvidado.

- Pues es verdad, mientras no lleguemos tarde... -dijo Vanya.

- Joder, brat, que ellos saben que veníais de Segovia, no se pondrán en niñitas por la hora, creo yo -tampoco es plan que se sientan culpables.

Al final llegamos y, como estaba planeado, la cena estaba puesta, las serpentinas y demás decoraciones, todo a estaba a punto, el ambiente era muy festivo y les felicitamos como es debido. Después de un par de tragos, Ramón empezó a hablar:

- Chicos, además de este maravilloso momento, hay algo que queremos contaros a todos...

- … hace unos días sucedió algo que nos tiene muy contentos... -Cami continuó su frase.

- … de hecho, por eso llegamos tarde con Jesús el otro día -terminó Ramón-. Resulta que hice un descubrimiento interesante, descubrí que había vivido engañado desde la muerte de Antonio.

- ¿Y ese quién es? -preguntó Jesús, que no estaba al tanto de toda la vida de todos todavía.

- Pues verás, Antonio era un chico del pueblo de mi Ramón, a los 16 se empezaron a gustar y tal, hasta que un día empezaron a salir y se fueron poniendo serios al punto que Ramón lo presentó en su casa... -Cami no pudo continuar porque Ramón le dio un pico.

- Es un buen resumen, mi vida, mis padres lo recibieron encantados, pero cuando se iba a su casa el día siguiente lo asesinaron -mi sangre hierve cada vez que recuerdo eso, aunque me llamó la atención que ni Ramón dijo que había sido su padre ni había amargura en su voz-, durante muchos años, vamos hasta hace unos días, creí que había sido mi padre quien había tramado todo, pero no. A escondidas de mi Cami decidí investigar si podría denunciar a mi padre por asesinato aquí y hacerle pagar lo que no hicieron en Barcelona, por lo que me las ingenié para conseguir una copia de la transcripción del juicio y de las fotos de la escena del crimen. Estaba releyendo el testimonio de mi padre cuando noté que en ningún momento él parecía molesto o siquiera indignado porque yo fuera gay, de hecho, estaba emocionado por el hecho de tener a Antonio como yerno, y que la fiscalía se empeñaba en señalar como culpable de todo a una pandilla del pueblo mientras que el abogado defensor decía que no podían ser ellos, porque ellos odiaban a los gays y era imposible que dos chicos que eran buenas personas fuésemos gays. En todo caso, la fiscalía usó nuestra sexualidad para acusar a esa pandilla, preguntando a papá cómo era que, si Antonio tenía 16 y mi hermana Ariadna 12 fuesen novios, ahí yo salí del juzgado y no volví, me dolió mucho que pensaran que sólo era posible ser novios para los heterosexuales, así que leyendo la transcripción del juicio me di cuenta que papá les aclaró que era mi novio y que él estaba muy contento porque era una excelente persona y no había nada mejor que tenerlo en la familia. Al final, aunque la defensa acusaba a papá le encontraron inocente y condenaron a la pandilla esa, supe que habían encontrado la furgoneta en que mataron a Antonio y era de uno de ellos, además que las armas homicidas tenían sus huellas digitales y Antonio tenía el ADN de los tres bajo las uñas de su intento de defenderse -se ve que Ramón necesitaba contarlo a alguien más que a Cami porque casi ni paraba para respirar y estaba muy emocionado.

- La cosa es que mi chico entró en un dilema porque no podía sentir rencor por alguien que ahora veía como un héroe, así que habló con mis papás y resolvió enviarle una carta a su padre para pedirle perdón por lo mal que lo ha tratado y explicándole que por fin entendió el motivo por el que lo mandaron a ese sitio en Finisterre donde conoció a Ricardo: la pandilla no sólo eran esos tres, por lo que es lógico que ahora fuesen tras él y su padre usó el dolor de Ramón para hacer convincente que lo que querían era que dejase de ser gay y así también proteger a la familia, la actuación debía ser convincente al fin de cuentas, por no hablar que la carta que le mandó cuando murió su madre era un letrero gigante que ponía “no vengas por el pueblo”. Pero pasaron tres semanas y la carta que Ramón le envió, que tenía anexada una foto de los dos para que me conociera, no recibía respuesta, por lo que mi impaciente novio empezó a deprimirse un poco, aunque la depresión no duró mucho, veréis, hace unos días mi suegro apareció en su casa con todo y mis cuñadas, por fin la familia se reconcilió y resulta que mi Ramón hasta fue declarado non grato en el pueblo, por lo que, si quieren verse, ha de ser fuera de ese sitio. En fin, que todo parece mejorar en la relación de mi novio con mi suegro, incluso mis cuñadas estaban felices de vernos, debo admitir -todos estábamos sorprendidos, al menos yo no terminaba de digerir eso que la familia de Ramón lo quiere de corazón, me parece imposible, la verdad.

- ¡Eh! -Ricar buscaba llamar nuestra atención-, habéis hecho esto para festejar que desde hace un año puedo hacer esto -le plantó un beso a Vanya en los morros que no veas-, pero no sólo estuvimos de fiesta, mirad lo que nos regaló mi hermano Norman -mi cuñado parecía la persona más orgullosa del mundo con el marco y la foto que les hizo el crío, creo que ellos veían en esa foto el cariño de la familia de Ricar, cosa que tardó, pero llegó, exactamente igual que sucede ahora con Ramón. Sin embargo, algo llamó mi atención.

- Ricardo, tío, ese anillo no lo tenías antes de iros, ¿o sí? -vamos, no suelo ser cotilla, pero estos dos son mis hermanos y entonces claro que me meteré en sus vidas, los incordiaré y, si la situación se presta, los dejaré en ridículo, de eso se trata ser hermanos, o eso he oído.

- Tienes toda la razón del mundo, brat -me contestó Vanya-, el viernes cuando nos fuimos no teníamos estos anillos, son regalo de mis suegros, aunque no lo supimos hasta que llegamos a Segovia, al menos a mí me impresionaron, pensé que ya intentaban asumir lo nuestro, nunca me imaginé que ya superaron eso y pasaron a querernos de verdad. Ramón, verás que tu padre pronto empieza a pensar igual y dentro de nada os veremos a Cami y a ti tan contentos como nosotros ahora, estoy seguro.

Ya después no estoy muy seguro de lo que sucedió, estábamos muy contentos, teníamos muchos motivos para celebrar y una cosa llevó a la otra, lo que recuerdo es que de la nada sonó el timbre del piso y Ramón se fue a abrir. Volvió completamente colorado con un ramo de flores en la mano y una tarjeta de felicitación.

- Joer, macho, ¿qué ha pasado? -le pregunté.

- Pues que han venido el portero y el presidente de la comunidad y me han dado esto, dijeron “tío, ya era hora que los follones con tu familia se fueran solucionando, pero hay niños pequeños y necesitamos descansar, enhorabuena, pero dejarnos dormir” y con dos cojones se dieron el piro -no sé si Ramón iba a decir algo más, pero todos nos partimos el culo de la risa, al menos yo no podría haber imaginado una forma más elegante de decir “callaros ya, coño”. Como sea, fue divertido.

 

Luis

Sé que siempre hablan mal de mí, empezando por mi esposo, por ser una persona pragmática y de decisiones rápidas, a veces locas, vale, pero por lo general acertadas porque lo que hago es seguir a mi corazón sin escuchar la envidia ajena. Hablando de eso, creo que ha llegado la hora de decir algo, puede que no guste, pero bueno, sólo señalaré lo obvio, no habrá motivo para enojarse. Mientras me comía el coco, mi hijo y mi yerno llegaron, aunque no solos, con ellos venía Andreu, el padre de Ramón. Fue una agradable sorpresa, es un gran hombre y muy amable, no puedo creer que Ramón se dejara engañar por tantos años sobre los sentimientos de su padre hacia él. Como fuese, por suerte sus diferencias se están limando y es cuestión de tiempo para que vuelvan a ser una familia como debe ser, aunque deban vivir lejos, eso no impide que se quieran de verdad.

Una vez que Andreu se hubo ido para atender lo que se supone que vino a hacer a Madrid, mientras mi Fran se dedicaba a hacer la cena decidí hablar con los chicos en la cocina:

- Cami, creo que ha llegado el momento de tomar una decisión...

- Es cierto, no hay mejor oportunidad que esta -mi esposo completó mi frase.

- Papás, creo que sé de lo que habláis, pero ¿estáis seguros?

- ¿De veras nos veis tanto futuro? -hasta mi yerno se esperaba esta conversación, al menos lo están tomando por el lado amable.

- No lo estaríamos diciendo de no ser así, Ramón, creo que después de todo lo que ha pasado Cami y que todavía lo soportes, al menos a mí me dice que estáis hechos el uno para el otro, no importa lo que tenga el futuro preparado -les expuse mi punto de vista.

- Pues sí, joder, que ya va siendo hora de oficializar lo que ya hacéis desde que sois novios -Fran dejó un poco su ternura y se puso más serio que yo-, pásame la pimienta, Ramón, anda.

- ¿Debo asumir que estáis por echarme de casa? -Cami parecía casi un niño a punto de una pataleta, de no haber sido por sus ojos brillantes de alegría al ver que nos parecía que todo iba bien en su vida.

- Pues si quieres que nos pongamos violentos, pues sí, pero esperamos no tener que llegar a las manos, ya estás bastante grandecito como para saber qué es lo mejor para ti, supongo que te hemos enseñado al menos eso, ¿no?

- Oye, que le habéis enseñado muchas cosas, es una gran persona, hasta mi padre lo dice -nos reprochó Ramón con una cara de felicidad que pocas veces he visto, esa verdadera cara de amor que indica que todo estará bien.

Al final lo tomamos a guasa, así que los dos estaban de muy buen humor y decidimos que este fin de semana Cami hará lo que tiene que hacer y se mudará definitivamente al piso de Ramón, vamos que vive con nosotros sólo en el papel, así que el cambio no será muy notable que digamos, aunque debo admitir que a los chicos les hizo mucha ilusión que fuese una iniciativa nuestra y que en ningún momento fue impuesto ni nada, simplemente que les vemos una posibilidad sería de ser felices juntos, joer, que no pensé que fuera para tanto, pero mi hijo se veía tan feliz que me alegro que lo hayamos hecho.

 

Cami

Esto es más raro que un perro verde, mira que es raro hablar con los padres de alguno de nosotros, pero, ¿el padre de Iván? Lo más intrigante es que según Iván es algo muy serio y no quería que estuviese nadie más, ni siquiera él, pese a ser en su casa.

- Jóvenes, gracias por aceptar mi invitación, sé que es un poco extraña, pero es algo que debí hacer hace unos años -Pedro tocó el tema nada más levantarse Iván y Ricardo para recoger la mesa, inmediatamente Ylian masculló algo sobre ir al cine con Joel y nos dejaron solos a los tres: Pedro, Lucas y yo.

- Se trata de esto -el padre de Iván colocaba un sobre en la mesa que ponía “abrir como último recurso”. El sobre todavía estaba sellado, pero la cara de Lucas era un poema.

- Esa es la letra de mí, de, nuestro padre -Lucas me miró de reojo para asegurarse que no había notado el desliz-, ¿último recurso de qué?, si se me permite la indiscreción, claro.

- No es indiscreción, tienes toda la razón, Lucas, es de tu padre, veréis, él y yo trabajamos como diplomáticos en Atenas, Grecia y nos hicimos buenos amigos, incluso cuando él volvió aquí y yo me fui a Rusia nos mantuvimos en contacto, justo el último día que trabajamos juntos él me dio este sobre. Estuve tratando de recordar un poco y él dejó de trabajar en el extranjero porque estaba por casarse, así que por lógica tú ya habías nacido, Cami. Lo que nunca olvidaré es que él me dijo que si lo estimaba prudente debía buscar a su familia para darles este sobre, también me comentó que sospechaba que tenía un hijo de ese tiempo en Grecia, pero que no había investigado mucho para no tener problemas con su futura esposa, en fin, según Iván me ha comentado un amigo de tus padres adoptivos, Cami, me ahorró el trabajo de reuniros, por lo que finalmente me decidí a entregar este sobre.

Pese a ser el mayor, entregué el sobre a Lucas y él lo abrió:

A mi querida familia,

Le he entregado este sobre a mi buen amigo Pedro que de estimarlo necesario os lo revelará. Simplemente quiero hacer constar que es probable que tenga un hijo anterior a mi matrimonio, era un joven soltero, diplomático de poca gradación, pero el trabajar fuera de España se me subió a la cabeza y ese verano cometí muchas locuras, aunque hay una de la que no me arrepiento: el tiempo que pasé con Lola. Sé que fui un cobarde al no hacerme responsable, pero me dio mucho miedo el pensar lo que podría pasar con mis planes de futuro y aunque sé que está bien, mis contactos sólo me dijeron que sospechaban que estaba embarazada, luego no quise saber más, preferí pecar de ignorante que de irresponsable, soy un tonto lo sé, pero es lo que tiene la inmadura juventud, como sea, si es cierto que Lola estaba embarazada, la criatura ha de tener ahora un par de años o tres, sólo espero que no pase necesidad por mi estupidez. En este sobre incluyo toda la documentación por si esa criatura quiere mi apellido, además, hay una carta sellada para Lola, pido que se le entregue a ella sin que la lea nadie más y haré una última petición: a toda mi familia, a Lola y a ese posible niño, quiero pediros perdón por ser tan cobarde, por no hacerme cargo de mis responsabilidades y por temer algo que no sabría si sucedería más que el saber que es probable que dos personas lo pasen mal por mi culpa.

De todo corazón, perdón.

En el sobre, además de una declaración jurada sobre mi origen, donde estaba el espacio para que pusiera mi nombre y el sobre sellado para mamá, Lucas sacó algo que no entendí: era un folio con una escritura extraña, pero que Pedro cogió al instante, lo leyó y nos dijo:

- Esto, jóvenes, es un testamento, vuestro padre os dejó una pequeña fortuna en un banco en Grecia, este es el documento legal, en aquella época podía extenderse un traspaso al portador, lo bueno es que todavía está vigente, si queréis, puedo usar mis contactos para cobrar la herencia y entregaros el dinero, de hecho, esa es la instrucción que garabateó en este pedazo de papel, lo que no sé es para qué la escribió en griego, pero es lo que pone.

- Me parece bien -dijo Lucas-, aunque la verdad no me hace falta ese dinero, viendo el remordimiento de papá, creo que puedes quedártelo, Cami.

- No tengo objeción con que te hagas cargo, Pedro -dije con una sonrisa, pero luego me volví a mi hermano-, a mí tampoco me hace falta el dinero y la verdad es que si él me hubiera reconocido no habría tenido una vida tan feliz como la que he vivido y vivo, así que tengo una idea, pero no estoy seguro, igual el dinero no está aquí todavía, así que en cuanto le dé forma lo hablamos, ¿te parece, hermano?

Nunca me he sentido tan contento como cuando puedo llamar “hermano” a Lucas, lo que más me alegra es que él me corresponde el sentimiento, creo que en el fondo era lo que los dos necesitábamos: un hermano que nos comprendiera y apoyase. Aunque me impresionó mucho que pese a estar al tanto de la suerte de mamá, mi padre simplemente no se hiciese cargo de nada, en fin, era otro tiempo y no se superaba tan fácil el tener un hijo, aunque fuera antes de conocer a esa persona con la que te casabas. Eso sí, se aclaró lo que me dijo mamá una vez que a mi padre se le daban bien los idiomas, creo que ni siquiera Lucas lo sabía, porque su cara era de total asombro cuando Pedro dijo cómo lo conoció.

Después de agradecer al padre de Iván una vez más el revelarnos esta parte de la historia y de despedirnos de Iván y Ricar, cada uno se fue a su casa, aunque no sin antes darle a mi hermano un gran abrazo y asegurarme de entregarle la carta a mamá, que mi novio me espera en nuestra casa.

Continuará...

 

Mucho es lo que han pasado estos chicos y puede que todavía se me ocurra alguna buena idea, si no, como todo culebrón os anuncio desde ahora que estamos en la recta final de esta historia, ya los chicos han resuelto casi todas las aventuras propias de la adolescencia y entran en la parte estable de la juventud, así que supongo que no cambiarán muchas cosas, pero nada está escrito en piedra. No prometo nada, pero ya estoy trabajando en otra idea, espero que os guste... ahora os toca hablar a vosotros, vuestra opinión es muy valiosa para mí y suele ser una mina de oro en cuanto a ideas e inspiración.

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