Nuevos relatos publicados: 12

Jubilada, pero con ganas

  • 14
  • 30.713
  • 8,98 (63 Val.)
  • 2

Hola, mi nombre es Ingrid y soy una profesora jubilada aquí en el sur de chile no muy lejos de Santiago, un día hurgueteando en el ordenador encontré este sitio de cuentos y decidí entrar, me identifiqué con algunas historias y entonces me decidí a contar la mía.

Fui madre soltera joven por me gustar el sexo, me masturbaba con lo que hubiera, cepillos de dientes, tapas de desodorantes etc., con el tiempo me casé, pero él no me satisfacía como a mí me gusta. Tuvimos dos hijos, pero, cuando podía le ponía los cuernos con algún otro profe de la escuela en la que trabajaba, salíamos a carretear y el gil de mi marido se curaba y dejaba la caga, siempre que salíamos me hacía pasar vergüenza, hace más o menos 11 años nos separamos porque supe que él me estaba poniendo los cuernos también.

Bueno la historia es la siguiente, como a los 2 años de separada me encanté por un muchacho que nos entregaba materiales en la escuela, al principio no me dejaba llevar por sus conversaciones, pero con el tempo le fui dando cuerda y nos acabamos juntando para tomar una cerveza, era diciembre y hacía mucho calor nos encontramos a eso de las 8 de la noche y nos pusimos a conversar de trivialidades, él me dijo que yo le gustaba a lo que le dije:

—como se te ocurre se yo tengo edad para ser tu mamá.

Me tomo la mano y me la beso y me dijo:

—eso es lo que tú piensas, me vas a decir que nunca te distes cuenta de cómo te miraba cuando iba a tu escuela a dejar las cosas?

—Sí, pero nunca mi imagine que era con segundas intenciones.

Bueno la primera botella ya se había acabado y pedimos otra para continuar la conversa que estaba interesante y ya subida de tono, cuando menos esperaba se sentó a nuestro lado otra pareja, ya comenzaba a oscurecer y el ambiente quedo con poca luz, fui al baño porque ya no aguantaba más, entre al baño y me encontré con la joven que había llegado y sentado cerca nuestro, ella se lavó la cara más lo que me llamo la atención fue que se agacho y se sacó los calzones, que descarada pensé para mis adentros, volví a la mesa y mi compañía ya había pedido más una cerveza, con esa eran 4.

El joven del lado le había pedido al garzón para poner una música suave, continuamos conversando cuando me di cuenta que la muchacha había abierto las piernas y dejaba que el chico la manoseara a su antojo, al principio me dio un poco de rabia pero al rato me sentí excitada con eso, mi amigo se dio cuenta y apoyo su mano en mi pierna, sentí un escalofrió justo yo que hacia tempo que no pasaba por eso, realmente me calenté, el acerco su rostro al mío e intento besarme, más le hice el quite, no sé qué me paso, el me pidió disculpas por eso, seguimos bebiendo y conversando, ya eran como las 12 de la noche el local ya estaba lleno de gente bebiendo bailando y conversando, el acerco su boca a mi oído y me dijo:

—quieres bailar un poco.

Creo que la bebida había hecho efecto y me dejado un poco valiente, nos pusimos a bailar unas músicas lentas, el me apretó junto a su cuerpo y sentí algo duro entre sus piernas, pensé realmente caliento a este chiquillo. Estaba en eso cuando sentí que su mano me tocaba y masajeaba una de mis tetas esa altura ya estaba totalmente excitada, como estaba con una blusa con botones me abrí 3 de ellos y con una sonrisa pícara le indiqué para que me los tocara por dentro. Estábamos en una parte que me escondía un poco entonces me deje manosear el me susurraba algunas palabras que me calentaban aún más, con la otra mano me levanto un poco la pollera y comenzó a pasar su mano por encima de mi chorito, claro que como hace calor lo mantengo depilado entonces la sensación era más fuerte, separo mi colaless con uno de sus dedos y me fue tocando, no sé si sería el tempo que estaba sin un hombre, más me fui mojando al punto de sentir mis jugos en las piernas, al principio pensé que me había meado, que vergüenza.

La cosa estaba tomando un rumbo sin vuelta, pero el local no era propicio para ir mas adelante con eso, con cariño le tome la mano y se la retire y le dije al oído:

—vamos continuar otro día con esto, conseguiste animarme y convencerme de algo más fuerte, que te parece.

Él me dijo:

—ahora voy a tener que conformar solo con eso?

—Qué puedo hacer para tranquilizarte.

—podemos otra cosa —me dijo al oído— tómame la verga en tus manos y acaríciamela para que se me pase esta calentura que tengo ahora.

Le abrí el cierre del pantalón y vi como esa verga parecía que iba a explotar, se la friccioné por unos dos minutos y él me dijo que no aguantaba más que se iba a correr ahí mismo, no dio tempo y cuando menos pensé un chorro de semen me callo en el vestido y un poco fue al piso.

Nos hicimos los tontos pagamos y nos fuimos, como estábamos en mi auto lo deje cerca de su casa y me fui a la mía, me fui directo a la ducha, la noche estaba calurosa, me saque toda la ropa y me metí debajo de la ducha me comencé a lavar, pensaba en lo rico que había sido esa noche, cuando volví en mi estaba masajeándome las tetas con una calentura sin igual, pegue el cepillo del pelo y comencé a restregarme el choro con el mango hasta alcanzar un orgasmo sin igual, solo pensando lo que esa noche me había hecho.

Me fui a dormir exhausta e con ganas de me encontrar nuevamente con este chiquillo que me había renovado las fuerzas, pasaron 2 semanas y cuando menos imaginaba recibí una llamada en el celular, era Carlos, si el chiquillo de las entregas me había convidado para ir a la playa, como vivo sola con mi hijo y él había viajado también, acepte, prepare las cosas y espere por él, lleve algunas ropas más sensuales pensando en lo que podría venir por la frente.

De esta vez el paso a me buscar en su auto y nos fuimos, el viaje duraba como 2 horas, salimos temprano, después de una hora de viaje hacia un calor tan grande que me traspiraba hasta el pensamiento, le pedí que parara para cambiarme de ropa, él me dijo:

—hacelo aquí mismo.

—es que me da vergüenza que me veas, estoy muy gorda.

—para con esas tonteras —me dijo.

Me arme de valor y me tire el suéter y la blusa se me acabo enganchando en el sostén y una de mis tetas quedo al aire, debo haberme colocado roja de vergüenza, el paro el auto debajo de un árbol y con mucho cuidado y cariño me ayudo a soltarme el sostén, claro que se aprovechó del momento y me dio una apretada en mis dos tetas, lo que me gustó mucho.

—te gustan —le dije.

—mi único deseo —me dijo— es poder metérmelas en la boca y sacarles el jugo, te voy a dar un adelanto por tu cariño.

El me dio dos chupaditas que me dejaron con una calentura insólita.

—qué te parece se me voy sin sostén.

—uy seria lo máximo —me dijo.

Me saqué el sostén y me puse solo una camiseta, mis pezones estaban duros e aparecían por encima de la camiseta, el me tocaba las piernas y de vez en cuando se me pasaba por la punta y me metía las manos por el medio de las piernas. Después de acomodarnos en la casa nos fuimos a dar una vuelta a la playa, la arena estaba muy caliente entonces decidimos andar por el agua, las olas rompían con fuerza y más de una vez nos derrumbaron, más el calor era tanto que rápido se nos secaba la ropa. Después de almuerzo nos fuimos a un bosquecito que había ahí cerca, el olor a pino era exquisito, en un lugar que quedaba bien apartado el me tomo por la cintura y me comenzó a besar, a esa altura yo también quería, entonces nos besamos como dos colegiales, lo deje que me corriera mano por donde quisiera ya que no tenía como pararlo ya que yo también quería, como pudo me alcanzo el clítoris y me lo comenzó a tocar hasta que no aguante más y di un grito que debe de haberse escuchado hasta en el pueblo, las piernas me temblaban y no conseguía para de me estremecer, como podía yo a esa edad estar teniendo un orgasmo con un chiquillo, qué pensarían de mi mis colegas, aunque las weonas se hacen las cartuchas, dudo que no les gustaría estar en mi lugar, volví a mi e le pedí que nos fuéramos a la casa para poder hacer las cosas bien hechas, no te  entiendo me dijo el, ya vas a entender mijito.

Llegamos a la casa me di una buena ducha y sin miramientos salí del baño desnuda, él se había sacado la ropa y se había estirado en el sillón y se quedó dormido, pensé será que lo despierto, de repente se me vino una idea a la cabeza, me agache y sin pudor ninguno tome su pene que estaba como el dormido y se lo comencé a masajear, sin pensar más me lleve a la boca y se lo comencé a chupar, hacía mucho tiempo que no tenía algo de ese tamaño en mi boca, lo fui haciendo como sé que les gusta a los hombres, cuando me di cuenta que él me estaba mirando y disfrutando de como se lo hacía.

—no pares —me dijo— está muy rico.

Seguí por más algunos minutos cuando me di cuenta que él estaba a pronto de tener un orgasmo, cuando pensé en retirarlo de mi boca el estallo en un orgasmo interminable, mi boca se llenó de semen, me cayó en las tetas, casi vomité, más el con mucho respeto me pidió disculpas.

—has sido tan gentil conmigo que de esta vez te voy a perdonar —le dije (la experiencia me gusto y el sabor no era tan malo)— será que ahora te la puedes para que juguemos un poquito.

—vamos a bañarnos primero y después continuamos, que te parece —me dijo.

No me gustó mucho la idea ya que pensaba que podríamos avanzar más un poco. Nos bañamos y nos sentamos en el sillón para conversar un poco, el me acariciaba y me contaba algo de su vida, sin darnos cuenta nos quedamos dormidos, eran como las 7 y media cuando nos despertamos, él me dijo:

—vamos a la plaza a comer algo y después…

—¿después qué? —le dije.

—bueno, lo que te apetezca cariño.

Me sentía como una lola de 15, después de comer y beber unas cervecitas nos devolvimos a la casa, me fui al dormitorio me saque la ropa y me quede solo con una bata, lo llame y le dije:

—ven vamos a conversar aquí.

Él se desnudó por completo, tenía un porte atlético muy bueno, no era del todo bonito, mas había algo tan bueno en el que me excitaba mucho, él se me acerco y me dijo al oído:

—tengo ganas de estar dentro de ti.

—y que esperas —le dije.

El me comenzó a besar los oídos, mi cuerpo fue respondiendo de una forma que hace mucho tiempo no sentía, su mano busco mi vagina y fue moviendo sus dedos dentro de mi vagina me calentando de una forma que nunca había sentido, me chupaba las tetas y me recorría el cuerpo con sus labios, se bajó hasta mi vagina me abrió las piernas y me comenzó a besar y chupar el clítoris, mi cuerpo se estremecía todo, ya no aguantaba más.

—métemelo papi, métemelo de una vez, no pares por favor métemelo ya.

Me abrió bien las piernas y me lo fue metiendo de a poco, lo seguro por las caderas y le di un empujón hasta que me lo metió todo de una vez, di un pequeño grito, pero de placer, se fue moviendo y moviendo hasta que de una vez lo sentí estallar dentro de mí, a esas alturas no me preocupaba más con el hecho de que gozara dentro de mí, ya que me había llegado la menopausia hacía unos 3 años, entonces no tenía como quedar preñada.

Era tan rico gozar nuevamente y ahora con alguien que me gustaba, estuvimos horas jugando hasta que nos quedamos dormidos, nos despertamos todos mojados con la mescla de jugos de nuestros cuerpos.

Nos bañamos de nuevo. En la mañana nos levantamos temprano para ir a la playa, pero estaba lloviendo.

—¿qué haremos? —le dije.

—volvamos a la cama ya se nos ocurrirá algo.

Pusimos una música romántica y nos comenzamos a besar, al rato yo ya estaba caliente como nunca, le cogí el pene y se lo comencé a tocar me fui bajando hasta colocármelo en la boca, de esta vez se lo chupe con fuerzas, el me pidió que me diera vueltas para hacer un 69, me daba un poco de vergüenza que me mirara el culo, pero bueno estaba ahí para divertirme, él me fue besando mi coño de tal manera que mi cuerpo se estremecía todo, no sé qué hacía con mi clítoris que parece que una descarga eléctrica me recorría por completo, me comenzó a pasar a lengua en mi culito.

—que estás haciendo —le dije— que esta tan rico.

—estoy preparándolo para darle una sorpresa a este chiquito.

Ya había en otras ocasiones tentado hacerlo por ahí con uno de los profes con quien salí una época mas no resulto.

—relájate mi amor —me dijo.

Yo temblaba, me estremecía y casi perdía la conciencia de tan rico que lo estaba pasando, me pidió para me colocar de 4 y despacito me comenzó a meter la lengua en mi culito, una sensación sin igual, sentía como mis jugos me corrían por las piernas. Él se levantó y me dijo:

—te lo voy a poner todo por este chiquitito rico.

Me acomodé como pude y le fui obedeciendo a lo que me decía al principio, sentí un dolorcito que se me fue pasando con lo rico que lo fue metiendo, comencé a empujar despacito y me daba la impresión que me iba a tirar un peo, que vergüenza seria, el suspiro profundo y me dijo:

—que delicioso esta todo dentro.

—a no lo creo —le dije— pensé que faltaba más un poco (sonreí sin parar).

Estaba tan rico que, le pedí para estar quieto por un ratito, para acostumbrarme con todo eso dentro de mi potito.

—muévelo despacito mi amor, así rico papi, así no pares más mas mas, que rico, que sensación maravillosa, hacelo más fuerte que me voy a correr mi vida, así así papi, muévelo rico así así hay que delicioso.

—ahora soy yo que no aguanto más —me dijo— me voy a venir aquí mismo.

—muévete fuerte papi así así goza mi vida goza soy tu puta soy tu perra, cómeme toda papi.

Él se comenzó a estremecer y nos vinimos juntos, él había gozado dentro de mi culito, que sensación rica, nos corría la transpiración, nos tiramos en la cama y nos quedamos dormidos, así se pasaron los días en la playa, bebiendo, comiendo y jodiendo hasta no dar más.

Después de estas vinieron muchas otras veces, con nuevas experiencias más eso será para otras historias.

(8,98)