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Como perdí mi virginidad

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Cursando ya el último año de la secundaria, año de muchas vivencias y locuras desde que comenzó el año escolar decidí que iba hacer muchas cosas de las cuales me iba a dibujar una sonrisa cada vez que las recordara, yo tenía un enamorado que ya llevaba un año junto a él, el me llevaba algunos años (9 para ser exactos) y por eso ya habíamos tenido bastantes manoseos y estuvimos en muchas oportunidades a punto de tener relaciones sexuales, recuerdo que él siempre me decía que quería que sea especial ese día en el cual yo le entregue mi virginidad.

Yo vivo en un país bastante machista, antes se tomaba bastante en cuenta el hecho que una mujer pierda su virginidad con un hombre ahora ya ni tanto pero en esa época si, recuerdo muy bien que ese año a pesar que yo estaba con el (Juan) tuve algunas aventurillas por ahí, mis compañeros de clases estaban con todas las hormonas alborotadas y yo me aprovechaba de cada uno de ellos escondiéndonos en algún rincón del colegio para meternos mano o para dejar que me chupen las tetas, infelizmente nada pasaba a mayores ligas ya que siempre contaba con poco tiempo porque estudiaba en el colegio y al mismo tiempo por las tardes estudiaba de una academia y llegaba muy cansada la casa casi 9:30 de la noche y eso me dejaba con poquísimo tiempo para poder disfrutar en esa época.

Recuerdo que en mi academia había un chico bastante mayor que yo me llevaría más o menos unos ocho años era guapo con cuerpo bastante fuerte así como a mí me gusta, tenía el cuello muy bien grueso qué es lo primero que yo le veo un hombre, comenzamos a salir sin que yo le cuente que tenía enamorado, pues la academia a la cual yo asistía nunca fue Juan, por un par de meses estuve saliendo con él a la par de Juan nunca tuve ningún problema y siempre me daba tiempo para atender a mis dos enamorados, pero yo quería más y más cada vez quería pasar a ligas mayores quería tener sexo del bueno, ninguno de los dos se animaba, siempre era por X motivos que no se llegaba a concretar nada hasta que llegó el mes de noviembre donde teníamos que hacer nuestro viaje de excursión (¡vaya viaje!)

Yo llegué a ese viaje de excursión muy excitada y dispuesta a todo, quería ver una verga y metérmela en mi concha a como dé lugar, el primer día todo bien teníamos algunas madres de familia siempre mirándonos y cuidándonos, entre ellas estaba mi mamá pero yo me jacto de ser una persona bastante astuta y me escapaba a la discoteca con mis amigas en plena madrugada el primer día que fuimos a bailar conocí a un chico que era guía de turismo bailamos mucho esa noche, era la primera vez que yo iba una discoteca, por si no lo sabrán mi mamá era bastante estricta y rigurosa y no me dejaba salir prácticamente a ningún lugar yo siempre me daba mis escapadas para poder verme con mis dos enamorados pero nunca pude ir a una discoteca, aproveche cada minuto a lado de Gustavo, en un momento que tocó una balada muy lenta y muy pegajosa acercamos nuestros cuerpos y nos dejamos llevar por la música, él me besaba el oído y el cuello mientras bailaba conmigo sus manos me tenían cogida por la cintura y con el movimiento de nuestros cuerpos poco a poco fue bajando sus manos hasta la altura de mi derrier, juntamos nuestros cuerpos tanto que llegué a sentir como si estuviéramos completamente desnudos, con mis manos le cogí por el cuello y acariciaba su cabello nos besamos apasionadamente en medio de la pista de baile todas mis amigas me miraban con un cierto aire de envidia, algunas estaban muy bien acompañada,s pero otras no.

Cuando en eso una de mis compañeras me jaló del brazo y me llevó hasta la puerta, ya todas se iban y yo tenía que ir junto con ellas para no levantar sospechas en el hotel donde nos estamos quedando, regresé a despedirme muy rápidamente de Gustavo y me dijo: "mañana te espero aquí mismo para seguir conociéndonos más", con una sonrisa pícara lo miré y le dije: "espérame que aquí estaré". Como nunca falta alguien que siempre va con el chisme, el profesor se enteró de nuestra escapada de madrugada y el día siguiente la vigilancia estuvo doblemente reforzada con mi mamá al comando yo no pude escaparme pero un grupo de amigas si, esa noche sé que Gustavo me estuvo esperando, bueno en un momento pude convencer a mi mamá dejarme ir a la plaza mayor a dar una vuelta con unas amigas las que nos habíamos quedado sin ir a la discoteca, justo cuando estaba paseando con una amiga del brazo buscando algo de diversión o intentar conocer algún chico por ahí se apareció Gustavo, lo noté bastante aturdido, había estado tomando cerveza se me acercó y sin importarle nada me agarró del brazo y llevándome a un lado más oscuro como si fuera de su propiedad me comenzó a besar apasionadamente a duras penas pude esconderme del resto de gente que me miraba a lo lejos.

Obviamente lo único que yo había buscado en la noche anterior era pasarla bien, hasta ese momento yo lo tomaba como algo que había pasado y ya no me estaba haciendo tantos problemas por no volverlo a ver, pero él me esperaba y me espero por muchas horas y al no verme llegar alguien le comentó que me vio en la plaza y fue a mi encuentro ya en la plaza me dijo que no me regresa a la ciudad donde yo vivía que me quede con él pero yo le decía que está loco que como podía pensar eso si recién nos habíamos conocido, me preguntó también porque no había ido a la discoteca como en tono de reclamo pero yo lo miré y le dije que simplemente mi mamá estaba muy al pendiente de mí y ya, lo bueno viene después de todo eso que pasó en aquella ciudad.

Luego me escribió su número de teléfono en un papel y me lo metió en el bolsillo del pantalón, ese día cuando se despidió de mí, me dio un apasionado beso, me manoseó toda, me agarro del cabello y me dijo que se moría por meterme la verga por la boca, por mi concha y al escuchar eso yo me mojé toda me regresé al hotel con toda la ropa interior mojada de tanto que él me había excitado con sus palabras y sus manoseos. 

Al día siguiente al subir al ómnibus sentía una tristeza muy grande como si parte de mí se quedara en esa ciudad, lo tomé como un simple capricho o como un arrechura del momento que pasaría al llegar a mi ciudad y volver encontrar a mi enamorado que me esperaba con ansias, conforme fueron pasando las horas no podía dejar de pensar en Gustavo era cada vez más grande el deseo de volver a verlo pero una voz interior me decía: "No lo vas a volver a ver, a distancia que hay entre tu ciudad y la de él era más o menos 8 horas de carro".

Cuando llegué a mi ciudad al encontrarme con Juan fue como se lo hubiese visto el día anterior era mi enamorado sentía muchas cosas lindas por él pero el fuego que me quemaba por dentro ya no le pertenecía a Juan, si no Gustavo sólo de pensar todo lo que me dijo y las palabras que utilizó ufff hacía que mi concha lata y se moje toda, pasó dos días y ya todos teníamos que regresar a las actividades escolares como de costumbre teníamos muchas historias que contarnos entre nosotras pero la que más tenía que contar era yo ! Ya que fui la única de todo el grupo que regresó con un número de teléfono escrito en un papel, mis amigas me llenaban de preguntas me decían que cómo yo hacía para atraer a los hombres así de una forma tan fácil, de cómo yo hacía para conquistar a los hombres y que se caigan rendidos a mis pies y cosas por el estilo, desde que recuerdo siempre me hacen ese tipo de preguntas y siempre les contesto a todas mis amigas igual: "A mí me gusta una verga me gusta poder variar en el menú todos los días, a mí me gusta poder sentir diferentes bocas y diferentes manos en mi cuerpo " esa es siempre mi respuesta. 

Yo andaba bastante nostálgica queriendo volver a ver a Gustavo dos días después de haber regresado de nuestra excursión una de mis amigas me dijo: ¿Y por qué no lo llamas? Yo le dije que hago llamándolo si una relación a distancia no iba funcionar para nada, pero ella me insistió a que lo llamé ese día eran las 6:20 de la mañana nos estamos dirigiendo hacia el colegio, vimos una tienda donde había un teléfono público agarre una moneda y lo llame él me contestó Y después de identificarme me dijo al mediodía estoy en la puerta de tu colegio yo asombrada le dije: ¿Pero ¿cómo? Entonces él me explicó que desde que nos despedimos aquella vez no había dejado de pensar en mí y que conversó con su amigo que también estuvo en el grupo ese día en la discoteca y ambos decidieron agarrar su mochilas y hacer un viaje hacia mi ciudad solamente faltaba que yo lo llame para que le diga el nombre del colegio en el cual yo estudiaba, al escuchar todo eso me quedé atónita no sabía qué hacer ni qué responderle pues aquí en esta ciudad yo tenía una vida, tenía un enamorado y pues sería una tremenda locura recibirlo así de buenas a primeras; pero nada de eso me importó y me alegré bastante, le dije que le esperaba a las 12 que era el horario de salida.

Ese día para mí fue una eternidad desde las siete de la mañana hasta el mediodía, sentía que mi corazón si va a salir por la boca de tanta emoción, mis amigas estaban aún sin poderlo creer y yo mucho menos, como mi colegio no era de un solo piso sino de aproximadamente ocho pisos era como un edificio entonces yo estudiaba en el piso número cuatro desde ahí se podía ver hacia la calle como yo era la dirigente del salón podía salir y entrar las veces que yo quiera y ese día entre y salí tantas veces como pude, estaba muy nerviosa y como ya les había dicho el corazón me latía a mil, cuando era 11:40 de la mañana apareció Gustavo junto con su amigo estuvieron parados al frente del colegio esperando que de la hora de salida ya lo había visto y obviamente todas las alumnas del salón se habían pasado la voz que Gustavo, el chico con el cual me había conocido en una discoteca había venido hasta la ciudad a mi encuentro todas también sabían que yo tenía enamorado, algunos comenzaron a criticar y otras me incentivaban para que vaya al encuentro de él y la verdad que a mí poco o nada me importaba lo que el resto diga de mi salón lo único que yo quería era ver a Gustavo poder abrazarlo, sentirlo, besarlo y me moría por entregarme sin importarme absolutamente nada ya que Juan se estaba demorando mucho para agarrarme y meterme verga yo veía que Gustavo se moría por mí y que estaba dispuesta a todo conmigo como yo con él, al salir a su encuentro nos abrazamos y recuperamos esos tres días perdidos en los cuales no nos habíamos visto, me dijo que se quedaría algunos días y que quería intentar algo conmigo pues aparte de haberle parecido bastante bonita y también mi forma de ser tan alegre y tan coqueta, en este momento a mí no me importaba nada comencé a disfrutar de su compañía, de sus halagos y de todo lo que sentía al estar junto a él.

Me acompañó hasta la esquina de mi casa y ahí quedamos de encontrarnos en la tarde ya que yo tenía que entrar a mi casa a almorzar con mi familia y todo esas cosas que tenía que hacer para luego en la tarde salir a mi "academia "a "estudiar" obvio que no fui y salí con él, junto con otras amigas y su amigo de él, cuando estamos paseando por el centro de la ciudad me apartó del grupo y me dijo al oído: "vamos a un lugar más tranquilo para poder estar a solas " y yo ni corta ni perezosa le dije: " si vamos ", me llevó al hotel donde estaban hospedados su amigo y el, entramos a la habitación, era mi primera vez en un hotel nunca había pisado un puto hotel en mi vida, el cuarto era bastante amplio tenía unas ventanas muy grandes que dejaban entrar la luz natural a pesar que ya era tarde tenía una vista preciosa y la luz que entraba me dejaba aún más radiante de lo que yo ya estaba en ese momento pues tenía todas las hormonas alborotadas y mi cuerpo se encendía sólo con sus besos y sus manos que acariciaban todas mis partes y hacía que me retuerce por completo, ese día él me llevó a ese hotel pensando que yo ya no era virgen hasta ese entonces no habíamos tenido ninguna oportunidad de hablar al respecto ya que recién nos estábamos conociendo y gustado bastante sus besos hacían que me vaya encendiendo toda, esa pasión que yo llevaba por dentro, pasión que tenía acumulada con los años, he sentido una atracción muy grande por los hombres, yo he sentido que perdí el tiempo solamente con besos y abrazos yo quería más cada vez más, entonces ya viéndome echada en una cama y poder disfrutar al máximo mi sexualidad me sentía muy bien y muy cómoda en ese momento junto a Gustavo, me comenzó a besar comenzando por mis ojos ya que según él dicen que era muy bonitos y expresivos luego fue bajando por mi cuello hasta llegar a mis tetas ahí ese perdió todo en ellas, comenzó a chuparlas y acariciarlas, me dijo que para mi edad las tenía demasiado grandes y muy bonitas yo solamente me sonrojaba y me dejaba llevar por toda esa pasión que sentía en ese momento al recibir sus caricias sus besos y todo ese fuego que emanaba en ese momento, me dejó completamente desnuda y solamente puesta mi hilo dental color blanco que tenía puesta en ese momento, me volteó y comenzó a darme unas mordidas leves en toda mi espalda, eso me excitaba mucho más!

Yo quería que solamente me abra de piernas y me meta toda su verga de ahí él se posicionó frente a mí y yo lo miré fijamente a los ojos y con mis manos le baje el calzoncillo, dejé su verga expuesta la cual la tenía ya bastante dura por todos los besos que él me había dado abrí mi boca y le introduje en ella mientras que lo miraba fijamente a los ojos lo chupaba con bastante experiencia ya que en muchos momentos junto a Juan yo le había realizado bastantes sexo oral y yo estaba bastante experta en ese tema, comencé a lamerle la cabeza de la verga la tenía muy suave y dura el mismo tiempo, me metía una verga tan deliciosa la cual pocos minutos después sabía que iba estar dentro de mi concha embistiéndome hasta el fondo y quitándome la virginidad que por mucho tiempo me estorbaba, él se retorcía de placer mientras yo le chupaba la verga le cogía los huevos y los acariciaba muy suavemente, yo siempre he llevado las uñas largas y mis manos son muy bonitas así que él me decía que mis caricias lo volvían loco, luego de haberle dejado la verga muy dura y bien parada siguió el besándome todo el cuerpo y jugueteaba con mis piernas, con mis nalgas, me hacía sentir muy bien, luego después de tanto coqueteo y besos apasionados me abrió de piernas y dirigió su boca hacia mi concha, la cual ya estaba súper mojada y bien rosadita, comenzó a juguetear con su lengua en mi clítoris, hacía que yo me retuerza por debajo de la sábanas de tanto placer que yo estaba recibiendo, placer que yo esperaba con muchas ansias hace mucho tiempo, estaba recibiendo un montón de experiencias nunca antes vividas, era delicioso sentir su lengua en mi concha, nunca nadie me había hecho sentir todo lo que yo estaba sintiendo en ese momento, cuando se dispuso a meterme su verga en mi concha le dije que por favor vaya despacio porque me vaya doler, él se sonrió levemente y me pregunto: ¿ Por qué te va doler ? Si está súper mojada.

Yo no sabía si decirle que era virgen o no, así que me quedé callada, en eso él me metió su verga con mucha fuerza y sentí como se desgarraba toda mi concha por dentro, él también lo sintió y paró de golpe, me miro los ojos y me dijo: ¿Eres virgen? Le dije que sí y sus ojos se le abrieron como platos, sentí que por un segundo él no supo qué hacer ni cómo reaccionar ante esa confesión, lo miré fijamente a los ojos y le dije: no te preocupes yo estoy aquí porque quiero porque deseo y por qué me gustas así que sigamos si no tienes ningún inconveniente, así que él siguió penetrándome muy rico que penetraba y me hacía retorcerme de tanto placer, es verdad que en el primer instante sentí un dolor muy punzante, muy fuerte pero conforme fue entrando y saliendo el dolor se disipaba y lo que sentía era placer, mucho morbo y sobre todo mucha excitación, luego puso su verga en medio de mis tetas las hizo que yo la juntara y ahí se vino toda su leche que estaba bastante tibia, me cayó en la cara, en mis ojos y hasta en mi cabello, después de algunos minutos tirada ahí en la cama aun disfrutando de todos los espasmos que sentía después de haber tenido por primera vez relaciones sexuales, me levanté a ducharme y pude percibir que mis piernas estaban ensangrentadas, al haber perdido la virginidad sangré un poco.

Me di un baño de agua tibia puede disfrutar ese baño junto a Gustavo que me jabonaba la espalda y me lavaba el cabello con mucha ternura, estando en la ducha los dos mojados y enjabonados tuvimos otra vez relaciones sexuales ahí debajo del agua esta vez fue con más fuerza y sin compasión me tenía apoyada con las manos en el borde de la tina mientras que él por detrás agarrándome de mi cintura me daba en mi concha con fuerza, yo ya la había agarrado el gusto a todo eso y quería cada vez más y más, luego que me tuvo apoyada ahí y dándome con mucha fuerza me di cuenta que el sexo duro era lo mío que me gustaba de vez en cuando tener sexo apasionado envuelto con muchos besos y caricias pero que el principal gusto que tendría desde ese día en adelante sería el sexo duro, luego después de haber gritado y gemido bastante ese día se vino en mi espalda nuevamente sentí escurrir toda su leche calientita por mi espalda hasta llegar a mí nunca era muy delicioso todo ese conjunto de sensaciones, nos echamos en la cama a conversar un poco más de nosotros sentíamos que nos conociéramos de años, después de nuestras conversaciones en la cual coincidíamos en muchas cosas de muchos sueños, cayó la noche y yo tenía que regresar a casa él me acompañó en el taxi hasta la esquina de mi casa donde yo bajé sola.

Llegando a mi casa me encontré en la puerta a mi mamá conversando con mi enamorado yo estaba súper cansada las piernas me temblaban por la faena que había tenido durante la tarde, sólo quería mi cama en ese momento pero mi mamá me dejó solas con mi enamorado para estar un rato con él, ahí estuvimos conversando y yo evadía sus besos ya que en la tercera vez que Gustavo se vino fue en mi boca y aún podía sentir el sabor en mi garganta de toda esa leche rica que me había tomado esa tarde, Juan se dio cuenta que yo estaba bastante cansada y me dijo que se retiraba su casa para dejarme descansar "en buena hora" -dije yo, Al día siguiente por la tarde volví a faltar a la academia para volverme encontrar con Gustavo volvimos a encontrarnos en el cuarto del hotel donde se quedaba ese día no salí de ese cuarto hasta muy tarde de la noche pues aparte de estar pasándola de lo bien, estuvimos tomando y bailando dentro del cuarto y las horas se pasaron volando, ese segundo día que ya me sentía más suelta mucho más extrovertida de lo que yo ya era de costumbre, pues llegué y de frente lo besé todo y le saque la ropa de inmediato, ya fui directo al asunto sabía lo que yo quería, lo que más quería ese día era tragarme toda su verga sentirla mía y que él sienta mi concha como si fuera suya.

Recuerdo que ese día antes de nuestro encuentro yo me la pasé navegando en el Internet buscando poses del Kama Sutra y cosas por el estilo quería hacerlo sentir bien y a pesar que recién había perdido mi virginidad quería pasarla de lo lindo con él, ya que no le quedaba mucho tiempo más en mi ciudad y quería disfrutarlo al máximo, ese día por primera vez pude entregarle mi culo a alguien al comienzo sentía bastante miedo y tal vez un poco de preconcepto con todo eso pero una vez que entró y que me lo empujo todo ufff quería que se quede para siempre conmigo y que me pueda comer el culo cuántas veces yo quiera, nunca pensé que en menos de una semana pudiera pasar cosas tan excitantes en mi vida nunca pensé que mi vida iba cambiar tan drásticamente de un momento para otro conocí a Gustavo que una noche loca, una noche que me escapé de la vigilancia de mi madre para poder disfrutar un poco y acabé disfrutando más de la cuenta y no me arrepiento para nada esos días y de esos instantes junto a él, ¿ Quieren saber lo que pasó con Juan?

Pues simple, después de que Gustavo se regresó a su ciudad yo le confesé todo a Juan lo que había pasado en mi viaje excursión y obviamente no entre en detalles pero le dije que le fui infiel y que había perdido mi virginidad con otro hombre, nunca supe porque exactamente le conté a Juan de eso debí haberme quedado callada ya que Gustavo se regresó a su ciudad y la relación se fue enfriando poco a poco a pesar de que él estuvo viajando en algunas oportunidades hacia donde yo vivía, pero con el tiempo yo fui probando otras vergas y probando más y más y adentrándome a este mundo en el cual me encanta, fue por eso que Gustavo quedó como ese lindo recuerdo que me quitó la virginidad por todos lados y que me hizo sentir mujer en todo el sentido de la palabra porque no es solamente tener relaciones con alguien y ya, han pasado muchos hombres en mi vida que solamente buscaban placer propio y que me veían como la forma de poder llegar a eyacular o venirse rápidamente ya sea por mis tetas o por lo que fuera pero yo me sentí con Gustavo mujer por primera vez porque hubo intensidad de ambas partes porque hubo satisfacción tanto de él como mía entonces para mí valió la pena y valió mucho la pena, no sé qué está pasando con mi correo parece que me han querido hackear que no puedo enviar ninguna clase de mensaje, intentaré solucionar lo más rápido posible para poder seguir hablando con ustedes a través de los e-mails un beso grande en la punta ... La punta de sus vergas. 

Si quieren saber cómo perdí mi virginidad por el culo solamente déjeme sus comentarios, les haré otro relato muy excitante contándoles como fue.

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