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Quise ser modelo ll

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Después de la enorme cogida que me brindo en el estudio, no pude resistir la tentación de tener su enorme pene dentro de mí. No es que mi marido tenga el miembro chico, es normal de aproximadamente 17 cm de largo estando "parada" y 10 cm de circunferencia, pero la que me hizo vibrar toda entera, la de Miguel, debe medir más de 26 cm y según él la circunferencia es de 17 cm, como no voy a sentir la diferencia, si esta última llena todos mis agujeros, produciéndome un roce interno, que para mí resulta exquisito. Cuando me penetra, tanto vaginalmente como analmente, me hace tener extraordinarios orgasmos.

En la semana, en el departamento de 2 ambientes que alquiló en calle Billinghurst, tenemos no menos de 3 reuniones, yo aprovecho que mis hijos tienen doble escolaridad y voy desde la mañana a encontrarme con mi adorado amante. Ya después de probar esa hermosa poronga, la vez que comparto sexo con mi marido, casi diría que no lo siento. Cuando tiene sexo vaginal, no alcanza a llenarme, digamos que, según expresión de él, es tan amplia "la conchita" que su pito baila dentro de ella y ninguno de los dos siente prácticamente el roce. Es que Miguel con "su trozo" me la deja muy abierta. Mi esposo extrañado me pregunta por qué tal dilatación, a lo que respondo que la parición de los críos, me fue modelando internamente (claro que yo sé, que, pese a los partos, mi concha era más estrecha, pero no le puedo explicar la verdadera razón). Por lo cual mi tenida de sexo con mi marido, termina siendo anal, aunque mi esfínter está mucho más relajado gracias a Miguel, es más estrecho que mi vagina. Cuando mi esposo me coge por el otro, realmente no me duele, pero lo gozo más. El esfínter se estira y permite fácilmente su penetración, cosa que no sucede con el miembro de Miguel, que nos cuesta más su penetración, haciéndolo un poquitín doloroso al ingresar, pero que me vuelve reputa loca al penetrarme totalmente.

Luego de varias veces de compartir el lecho con Miguel, sucedió una situación que nunca llegué a hacer con mi marido. Estando de novia, estaba mamándole la pija a mi actual marido, acabó dentro de mi boca, inmediatamente escupí todo su semen y le dije que ello no me agrado. Nunca más lo intentó, pese a las mamadas que le he prodigado.

Estando mamando la verga de Miguel, en un momento me anunció que se correría, le dije que lo hiciera dentro de mi boca, grandísimos chorros llegaron a mi paladar y yo con frenesí tragaba toda su lefa hasta dejarle limpio todo su glande. No me dio impresión, sino una satisfacción grande de ver como mi amante disfrutaba de la chupada y yo de sentir que tragaba semejante acabada.

En el departamento, junto vemos en el monitor de una PC, la grabación de nuestra primera cogida, nos calienta enormemente, especialmente cuando me la da por el culo, cuando en algún momento me la saca de adentro y me enfoca el ano, su abertura es grandiosa. Realmente puedo decir sin empacho que pese a haber tenido, tanto de soltera como de casada muchísima experiencia anal, Miguel tiene el mérito de haberme roto, pero bien roto el "orto". También tenemos filmación de sexos posteriores, pero a mí me cachondea y mal, aquella primera ocasión. Me encantó tanto, que ahora se me hace imprescindible tenerlo dentro mío. Con el gozo, como cuando era primeriza y las porongas me hinchaban y me hacían sentir su roce.

Claro el tiempo pasó y se fue haciendo un poco más amplio mi sexo, por lo cual el roce ya no es el mismo, ahora con Miguel vuelvo a sentir que mi cachucha se llena de esa masa de carne venuda y siento con mucha mayor intensidad los orgasmos, al ser yo multiorgásmica, se continúan uno atrás del otro, dándome una felicidad sexual incomparable.

No puedo dejar de decir, que quiero mucho al "cornudito" de mi marido, pero la satisfacción sexual la tengo fuera de casa.

Miguel compró muchos juguetitos sexuales y jugamos intensamente con ellos, especialmente con un dildo negro, cuya cabeza rota en círculos. Es inmenso y me encanta sentirlo dentro mío, por cualquier agujero. Es espectacular, no es de los que solamente vibra, es rotativo, por lo cual me hace llegar a acabar, sin que me penetre Miguel. A él le encanta ponerme cachonda y yo sé que él se empalma totalmente y luego me penetra por el huequito vacío. Siento, como en mis épocas de modelo en Santa Fe de la Vera Cruz, cuando varias de las veces que me atendieron en un Gang Bang, me hacían bramar del gusto. Disfrutaba como verdadera puta, no prostituta que lo hacen por dinero, yo lo hacía por amor a las pijas que me horadaban muy profundamente, causándome un gran disfrute sexual. Por ello comprendo a las modelos de fama, todas ellas pasaron por el casting sábana, única fórmula válida para llegar al éxito.

Miguel está muy conforme con mi actuación, tanto en el lecho como en las pasarelas, a veces se le va la mano en el bastage, y me acaricia estando todas las chicas desnudas o a medio vestir. Yo le respondo con una sonrisa, especialmente cuando voy a lucir en la Pasarella una prenda interior, me ayuda a abrocharme el sostén o a acomodar la tanguita. Me emputece y mucho ver si mi maridito concurre a ver el desfile y me ve en soutien y cola less, trato de imaginarme qué pensará, menos mal que no sabe que estuve totalmente desnuda en manos de Miguel que me ayudó a colocarme adecuadamente las prendas, el muy ladino, normalmente en esas situaciones, me acomoda con sus manos las tetas dentro del soutien, o me caricia disimuladamente, poniendo su mano en mi vulva, acomodando los pliegues de la bombachita y está siempre dispuesto a acomodarme el hilo dental, rozándome siempre la cola. Tengo en ese instante miedo de mojar mi entrepierna y salir de esa manera húmeda a la pasarela.

Lo que más me conforta, es saber que seguramente, al día siguiente nos encontraremos en el bulo a tener nuestras satisfacciones sexuales, se me ha hecho un habito estar en el lecho junto a Miguel, disfrutar su enorme verga por todos lados. Beberme su almíbar sin ninguna manifestación de desagrado, limpiarle el "monstruo" con mi boca, dejándoselo totalmente limpio, bañarme con él mientras jugamos, terminando siempre en más sexo.

Miguel, hoy vendría a ser para mí como un vicio imposible de abandonar, cuanto más sexo tengo con él, más sexo quiero.

Mony

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