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Rica mañana mojada de placer y locura

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Aranisse:

Cuando abrí los ojos él me estaba mirando de arriba abajo y me di cuenta de que estaba desnuda. Se acercó a mí y me besó, acarició mí cabello y mordió lentamente mí cuello. Me excitó.

— Mira como tengo la verga de grande por ti. Me dijo.

— Que rico amor pero ¿Por qué estoy atada? Sabes que soy tuya. Él sonrió.

— Le haremos un vídeo al idiota de tu esposo para que vea quien te hace gemir, quien de verdad te llena de placer para que le quede claro a quien le perteneces. Me asustó bastante, pero me excitaron sus palabras.

Dante:

Son las 6:00 am y no puedo dejar de verla ¡Maldición! ¡es tan hermosa! Será que sigo soñando... Desperté ya hace un rato y solo puedo pensar en que por fin está conmigo, no quiero que pase él tiempo, quiero que se quede aquí para siempre. Le haré él desayuno... No. ¡Mejor me la follo! No desperdiciaré ni un minuto de su compañía. Lentamente le quité la sábana que cubre su hermoso cuerpo, enseguida se me pone bien dura, me gusta recordar su carita de inocente mamando bien rico mí verga. ¡Qué ganas de follármela ahora! es tan excitante verla durmiendo, tan indefensa. Me levanto y tomo unas corbatas del cajón, suavemente comienzo a atarla a las esquinas de la cama, ¿Acaso está muerta? ¡Vaya sueño tan profundo! Sigo observándola de pie frente a la cama y comienza a despertar, lentamente abre sus bellos ojos verdes, yo como idiota la recorro con la vista devorándola con la mirada. La voy a hacer mía hasta perder la razón.

Aranisse:

Ahí estaba yo un poco confundida, atada de pies y manos toda desnuda, con la adrenalina corriendo por mis venas pero sabía lo que pasaría y ya quería que comenzará a poseerme.

Se acercó a mí y comenzo a recorrer mi piel con las yemas de los dedos, acaricio suavemente mi cara y toco mis labios, bajaba con sus manos por mi cuello, mis hombros y mis brazos, lamia cada uno de los dedos de mis manos y los succionaba de forma lasciva. Sus manos se encontraron con mis senos que acarició sutilmente, sus labios jugaban con mis pezones que ya estaban muy duros, sentía su saliva escurrir y enseguida una sensación fría causada por su suave aliento sobre mi piel, enseguida un delicioso dolor al sentir uno de mis pezones aprisionado entre sus dientes, no pude evitar soltar un gemido. Sus manos siguieron delineando mi cuerpo bajando por mi cintura, puso un beso en mi ombligo y lo penetro con la lengua, acaricio mi cadera, me tomo de las nalgas deslizó sus manos hasta mis piernas y las abría dejando mi sexo expuesto a él, yo estaba gimiendo y muy agitada nadie me había tocado así nunca, me estaba volviendo loca, me ahogaba en éxtasis. Sus dedos apenas tocaron mí sexo, él los deslizaba suavemente por mis labios vaginales.

—¡Clávame esa verga! ¡métemela toda! Le suplicaba.

Él me veía sin decir nada, con su cara de niño bueno y esa morbosa mirada, disfrutaba jugar conmigo ponía su dedo índice en sus labios haciendo él ademán de que me quedara callada. Él seguía con su juego de recorrer cada rincón de mi cuerpo, besando mis muslos y manoseando mis piernas hasta que llego a mis pies y volví a sentir sus labios mordisqueando mis dedos. Yo estaba excitadísima, rogando por esa verga y él parecía no compadecerse de mí brutal deseo.

Dante:

Es delicioso recorrer todo su cuerpo, mi tacto en su delicada piel es una de las sensaciones más memorables de mi vida, me encanta su olor, oír sus gemidos es tan excitante y oírla suplicarme que la posea es lo mejor que me ah pasado en la vida. La desate y la bese, mordí esos labios carnosos y le metí mi lengua hasta la garganta nos queríamos devorar. Se levantó y me tiro a la cama. Sentí que mi dominio se terminaba y no lo podía permitir, me levante rápido la puse de espaldas hacia mí, mi verga rozaba sus nalgas, la atraje más hacia mí para que la sintiera más.

Aranisse:

Me desató y me dio un beso que casi hace que me derrita, me puse intensa y lo tire a la cama, estaba decidida a sentarme en su verga rica y disfrutar de ella pero no me dejó, se levantó y me dejo sentir su fuerte erección en las nalgas, me puso contra la pared y mordió mí oído.

— ¡Qué niña tan mala! Me decía.

— Te voy a enseñar quien manda acá mamacita, te voy a dar bien duro hasta que supliques que pare. Te voy a dejar esa vagina toda hinchada, te la voy a meter en ese culo hasta dejarte las entrañas llenas de mi leche. Yo gemía con sus palabras, me estremecía y me excitaba más.

Dante:

Le excita que le diga guarradas a la nena, y a mí me pone a full también, ese contraste entre su apariencia angelical y lo perversa que es en la intimidad me enloquece. Apenas es algunos años mayor que yo, estamos aprendiendo a acoplarnos fue mi primera noche con ella y yo me siento más enamorado que nunca, el destino ah sido un poco cruel conmigo, me dejo conocerla pero ella está con otro y no creo que lo deje por mí.

Con la mano izquierda tocaba sus tetas y pellizcaba sus pezones y con la derecha separe sus piernas y comence a explorar su sexo, estaba muy mojada su clítoris se sentía duro y al roce de mis dedos ella enloquecía, recorrí desde su monte de venus hasta él final de sus nalgas con mis dedos llenos de su humedad.

— ¿Quieres que te la clave toda mamacita? Le decía yo.

— Eres mí putita cierto ¿Quién te va a llenar de verga?

— ¿Me vas a sacar toda la lechita? ¡Quiero que me des ese culito! Te quiero dar por atrás, te vas a poner como perrita para mí verdad...

Ella se limitaba a gemir disfrutando mis sucias palabras.

Aranisse:

No hay nada más delicioso en él mundo que esa voz con su acento extranjero recitando en mi oído esas vulgaridades. Yo estaba metida en mi delirio cuando sentí que uno de sus gruesos dedos se estaba abriendo paso en mi vagina, que cosa más rica, gemía y me retorcía después me metió 2 dedos mmmm... No podía más, un orgasmo intenso me hizo temblar y me corrí en sus manos.

Dante:

Mis dedos están en su vagina y puedo sentir las contracciones de su orgasmo, ¡qué maravilla! Casi se desvanece en mis brazos, grito y gimió tanto que seguramente toda la isla se enteró, mi lengua recorre su espalda, saco mis dedos y me los llevo a la boca, empapó mis labios de su miel y la beso. Abro más sus piernas, me pongo de rodillas para llevar mi boca hasta su sexo me tomo toda su miel y mi hermosa mujer no para de gemir, mi lengua encuentra su clítoris y comienzo a estimularlo, en un par de minutos vuelve a estallar él orgasmo y está vez siento sus contracciones en mi lengua.

Aranisse:

Este hombre hace que mi vida se llene de placer infinito casi no puedo respirar, intento recuperar la estabilidad en mis piernas. El se para tras de mí y pega su cuerpo al mío, sentir su calor me encanta. Camino hacia una silla y le pido que tome asiento, me acomodo en sus piernas y noto en mi intimidad la dureza de su erección, le rodeo con los brazos y lo beso mordiendo sus labios, lamiendo su cuello y metiendo mi lengua en su oreja, me pongo de rodillas frente a él y paso mi lengua desde sus testículos hasta la punta de su verga, voy apretando con mis labios cada centímetro del duro miembro, él me toma del cabello y mueve mi cabeza a modo que me llena toda la boca, siento ahogarme pero me gusta, la saco un poco para poder chuparla y jugar con mi lengua en su glande, las mamadas son cada vez más intensas mis manos buscan sus testículos y los acarician, subo la mirada, está hipnotizado suelta gemidos breves la chupo con más fuerza.

Dante:

Me la está mamando bien rico, a cada contacto con sus labios siento que mí verga estallara en su boquita, él sonido de su saliva y ver a semejante mujer comiéndose mí falo de tal manera sin olvidar la delicia de sentir sus labios y lengua hacer tal faena me excite bastante, ya no aguanto lo hace delicioso, de pronto esa sensación de calor aparece junto con las palpitaciones de mi orgasmo y mi semen a chorros llena su boca, ella lo traga y lame él resto, baje la mirada para ver su bello rostro, sus hermosos ojos verdes llenos de lujuria, sus labios rosas con restos aún de mi leche y la imponente belleza de su desnudez, él momento es perfecto, un hombre no puede desear más.

Aranisse:

Agotados y cubiertos de nuestros fluidos acordamos ir a la ducha, por un momento pensé en mi esposo y me sentí culpable, después de todo yo amé a ese hombre alguna vez y no puedo evitar pensar que seriamos tan felices si él fuera más atento, si fuera como mi amante... Viaje tanto para estar con Dante, viaje y mentí. — ¡Vamos Ara... deja de pensar y disfruta! Ya no hay vuelta atrás. Pense para mi misma.

Dante:

El agua mojaba nuestros cuerpos, noté que su rostro se entristeció y bajo la mirada, ¡seguro está pensando en él! Me invade la rabia y los celos se vuelven insoportables, ella es mía y no quiero compartirla.

La tome por la cintura y la acerque a mi cuerpo, la bese para que dejara de pensar. La puse contra la pared, subí una de sus piernas a mi brazo y comence a clavarle toda mi verga en su estrecha vagina, sus gemidos son él sonido más hermoso y excitante, podía sentir como apretaba entre sus paredes vaginales mi miembro, le di unas embestidas brutales, jale su cabello, mordí su cuello, su espalda y pellizque con fuerza sus pezones, bombeaba con mucha fuerza creo que la lastime pero a ella no le importaba estaba disfrutando realmente me pedía más.

Aranisse:

Cuando sentí que estaba entrando en mí vagina por atrás me corrí, la sola idea de pensarlo causó un orgasmo delicioso en mí, está vez no paro, él seguía con sus embestidas y yo disfrutando, me saco de la ducha aun con su verga dentro, me tiro a la cama, me puso en cuatro y me volvió a atravesar fuerte, me estaba dando bien duro sentía su pelvis chocando con mis nalgas, cerre un poco las piernas para hacer más estrecho mi agujero y la reacción fue una violenta ola de orgasmos que me hizo jadear, gemir y gritar, sentí lo cálido de su semen llenando mi interior y sus dedos enterrándose en mi cintura.

Dante:

Me siento agotado, mi verga sigue dentro de ella somos un cóctel de fluidos, verla a gatas me prende, solté su cintura y puse mis manos en sus nalgas, las abrí y vi su agujerito se me puso la pija como piedra otra vez, que antojo estar ahí dentro, me agache y le pase la lengua a su ano, tome algo de su miel mezclada con mí semen y la lubrique, le metí un dedo suavemente para dilatar un poco, ella no puso resistencia seguía gimiendo y abrió más sus piernas para facilitarme la tarea, comence a penetrarla despacio, ella gritaba y gemía —¡Sigue! Ahhh ¡No pares! me decía. A empujones logre introducirlo todo, me pone a soñar la sensación, la embestí fuerte mientras tiraba de su cabello nuevamente sentí un orgasmo placentero.

Aranisse:

Me la estaba clavando entre las nalgas, sentía desmayarme me dolía, me excitaba y lo disfrutaba. Mi vagina chorreaba y mis orgasmos se desencadenaban y juro que mis gemidos y gritos se oyeron por todo Puerto Rico, Dante se dejó caer encima de mí y mis brazos se doblaron. nuestra respiración era agitada nos quedamos dormidos abrazados.

Dante:

La abrace muy fuerte, hasta que se durmió. ¿Ya mencione que es hermosa?... estoy jendio de ella. Olvide encender la cámara de video, que lastima. Ya quiero que despierte y se ponga esa blusa trasparente que hace que se me noten los pensamientos que provoca en mí...

Aranisse:

Gracias mi poeta loco (Dante) por ayudarme a inmortalizar acá los deliciosos momentos que eh vivido contigo.

Por cierto, despertamos muriendo de hambre, me dolía hasta respirar pero feliz y con ganas de más. Continuara...

Me encantaria leer sus comentarios. Besos.

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