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Mi amiga y sus senos

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En mi tercer año de universidad conocí a Claudia, iba en mi misma carrera, pero en un grado menor, era recién ingresada;  en poco tiempo nos hicimos amigos, era muy agradable, más o menos bonita, blanca, pelo rubio, hermosos senos, un poco llenita, sin llegar a estar gorda, bonito trasero; en fin, llegamos a tener tanta confianza que hasta me platicaba cuando le tocaba el período y sus malestares, además se quejaba de que sus senos eran muy pequeños y no le gustaban;  claro que esta no se lo confiaba a nadie más, ni siquiera a sus amigas.

A mitad de año, unos amigos de mis papás y vecinos nuestros, tuvieron que irse por un tiempo fuera del país y como tenían que dejar la casa tal cual, me pidieron que, si podía cuidarles la casa, asearla un poco, pagar algunas cuentas, como la luz, el agua, cosas así; yo accedí gustoso porque tendría un lugar sólo para mí.

Entonces se me ocurrió invitar a mi amiga a esta casa con la excusa de irnos de pinta, no lo planeé mucho, simplemente se me ocurrió al día siguiente; la esperé en la parada de autobús y cuando bajó de su camión le dije: “Hoy no tengo ganas de ir a la Univ., ¿te animas a salártela conmigo?”, a lo que accedió con gusto y le platiqué de la casa, pasamos por una licorería y compramos unas cervezas y botana; en cuanto llegamos comenzamos a tomar y platicar de todo y nada a la vez.

Entonces me armé de valor y le pregunté: “¿Por qué te quejas tanto de tus senos? Desde acá se ven bien”, ella con la naturalidad que le caracteriza me dijo que se le hacían muy chicos, que no eran nada atractivos, entonces comencé a convencerla de que me los mostrara, a ver si era cierto que los tenía chicos, le dije que sólo me los mostrara, que no le diría nada a nadie; muy a regañadientes aceptó.

Comenzó a quitarse la blusa y quedó en bra, me dijo que cómo los veía, a lo que contesté que no veía bien, pues tenía el bra puesto; hizo una mueca y se lo desabrochó, se lo quitó sin quitarse las manos, entonces yo se las tome y las bajé para admirar la belleza de sus senos.

Realmente eran hermosos, del tamaño perfecto, ni muy chicos ni demasiado grandes y así se lo expresé, entonces soltó una carcajada y me dijo: “Me estás mintiendo”, le dije que no y comencé a explicarle que con una mano podía tomarse muy bien (lo cual hice) y poder comerlos sin llegar a ahogarse, entonces acerqué mi boca y comencé a besarlos, chuparlos, morderlos un poco, pude pellizcar sus pezones con mis labios, ella no decía nada, sólo gemía de placer.

Ya entrado en esto, comencé a desabrocharle su pantalón, se lo bajé poco a poco sin dejar de besar sus senos, justo cuanto toqué si vagina por encima de sus pantaletas, comenzó a gritar de placer y a tener espasmos, era su primer orgasmo provocado por alguien más, ya que se masturbaba ocasionalmente; entonces pensé que ya era toda mía.

Mientras se recuperaba un poco, me desvestí y me puse un condón, la recosté sobre el sofá, abrí sus piernas y poco a poco comencé a penetrarla, ella sólo gemía, no hubo besos, sólo la penetré y de nuevo comencé a besar sus senos, ella sólo ponía los ojos en blanco; comencé a acelerar el ritmo, mi pene entraba y salía con mayor facilidad, ella gemía con más fuerza, entonces me detuve y la puse en cuatro, quería admirar su trasero, aunque pequeño, tenía unas nalgas muy bien formadas y desde atrás la penetré, tomado de sus caderas aceleré el ritmo y de cuando en cuando le daba alguna nalgada, esto hizo que ella gimiera más; desde esa posición pude admirar su ano, aún rosa y no pude resistirlo más.

Me escupí en mi mano derecha y unté mi saliva en su ano con mi dedo índice, la penetré y fue tanta la excitación que ella sintió que tuvo un segundo orgasmo, con gritos más fuertes, yo aceleré aún más mi ritmo y la penetraba más con mi dedo en su ano,  fue tanta la fuerza de se ese orgasmo que me hizo terminar a mí también, no podía creer el placer que nos dio un sólo dedo.

Rendidos nos tumbamos en el sofá, después de unos minutos me pidió usar el baño, lo cual no tuve objeción y se lavó casi todo el cuerpo, menos el cabello; hablamos muy poco del tema, no sé si a ella le daría pena; terminamos el año escolar igual de amigos, no nos hicimos novios y no tuvimos un segundo encuentro, lo malo que no regresó al año siguiente, pero siempre recordaré sus hermosos senos.

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