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Una semana con mi tía (Primer día, martes) (Capitulo 1)

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Aviso Importante: Me gustaría que todos disfrutaran de mi historia. Esta primera parte se enfoca en el desarrollo de la historia, pero comprendo que hay quien solo quiere masturbarse y la parte erótica, así que si no te importa la historia y quieres la parte erótica puedes empezar por la parte 3 del relato, bueno sin más me despido, espero que les guste.

 

Introducción (Llamada Divina)

Todo comenzó un 19 de diciembre, día común y corriente… bueno para mí no era tan corriente, ese era el día de mi cumpleaños. Pero para ser sincero detestaba ese día, ¿Por qué? Pues muy simple, yo pertenezco a una familia bastante numerosa, y año tras año la mayoría de mis familiares llamaban para mandar sus felicitaciones y buenos deseos. ¿Qué horror cierto? recibir llamadas en tu cumpleaños… ya sé que soy un grosero de lo peor, pero a nadie le gusta hacer de operador de teléfonos en su cumpleaños. Sin embargo, recibí una llamada bastante importante, digo de momento no lo sabía, pero vaya que sería importante en un futuro cercano. La llamada era de mi dulce tía Isabel, era la típica señora rica y solterona, ella ostentaba con orgullo el título de una autentica Milf. Las felicitaciones y buenos deseos no se hicieron esperar por su parte, nada fuera de lo normal, hasta que menciono lo siguiente

—Oye y… ¿Ya tienen planes para navidad?

—Mmm. La verdad no tengo idea, ya sabe que con esta familia nunca se sabe, probablemente mi padre trabaje esa idea y pues… eso.

—Me gustaría que pasáramos la navidad todos juntos, pedí mis vacaciones hace poco y yo misma voy a preparar todo para la cena, y si quieren puedo pasar por ustedes en caso de que Carlos no puede llevarlos.

—Pues yo le aviso a todos por aquí, y cuando decidamos algo le devuelvo la llamada ¿le parece bien?

—Sí, de verdad espero que puedan venir, saluda a todos de mi parte, adiós

—Gracias tía, adiós.

Pues, patético, pero esa llamada sería una de las más importantes de mi vida pero antes de seguir, indaguemos un poco en la dulce tía Isabel, mi tía.

 

Parte 1 (Un Ángel Casi Perfecto)

Ella es una mujer de 45 años… vamos no juzguen tan rápido, ella está bastante bien, lo digo yo y si algo me sobra es el buen gusto… bueno va, mejor la describo para ustedes, nunca está de más poner a trabajar la imaginación, así que atentos. Ella es una mujer de piel clara, de pelo largo, castaño y algo rizado. Dueña de uno enormes ojos verdes grisáceo, y una sonrisa solo digna de ella, ¿Qué? ¿Y Ahora Qué? ¡Ah, Sí! Lo olvidaba también tenía un hermoso par de senos, que siempre captaban mi atención uno segundos siempre que la veía, pero definitivamente la mejor parte de ella era su gigantesco par de nalgas, eso con su cuidada y curvilínea cadera que resaltaba su enorme trasero, y claro esa belleza que solo una mujer mayor podía poseer. ¡Ah me olvidaba! Tan bien estaba llena de plata, pero eso no importa mucho.

Pero no todo era miel en la vida de esta dulce señora, los que la conocíamos bien sabíamos lo trágico de su situación, ella estaba completamente solo. Si una mujer perfecta sin polla que la ponga en su lugar. Ella se casó una sola vez en su vida, y de ese matrimonio salió su única hija, es decir mi prima. Pero no duraron ni 2 años casados, al parecer el tipo era un mantenido que pretendía vivir de mi tía, y ella lo mando a volar (digo a mí no me consta, todavía no nacía) y para acabar bien su historia, su hija la abandono en cuanto cumplió la mayoría de edad, se fue a estudiar y vivir por su cuenta al extranjero. Para terminar y en resumen ella era una mujer sola, tímida, llena de inseguridades y sumisa, sin una polla que aliviara sus penas y la mantuviera cuerda, pues al parecer también estaba cerca de la locura, cuando se expresaba lo hacía de manera muy acelerada, se notaba lo desesperada que estaba parecía esquizofrénica o algo, pobre mujer.

 

Parte 2 (La Cena Navideña)

Volviendo a nuestra historia. A todos les fascino la idea de celebrar la navidad en casa de mi tía. Bueno sin contar a mi hermana que ya tenía planes, y a mi madre que no le agradaba mucho mi hermosa tía, le perecía odiosa y presuntuosa, ya saben cosas de mujeres. Los días transcurrieron tranquilamente hasta la navidad, como lo acordamos mi tía paso por nosotros en su auto último modelo. Pues… no es que fuera presumida, solo nos mostraba los lujos que podía darse. Durante el viaje las sutiles indirectas por parte de mi madre no se hicieron esperar.

—Es sorprendente lo que una se puede permitir cuando no está casada, y llena de responsabilidades como la casa, o los hijos

—No digas eso, a mí me hubiera gustado tener más hijos, sobre todo un barón

Ellas continuaron con su pequeña charla, pero yo pase de ellas, el ambiente se estaba poniendo pesado y mejor me sumergí en mis pensamientos, ya saben, chicas denudas, chicas en cuatro, chicas corriendo por la mañana, chicas con grandes tetas, chicas en una piscina, chicas y sus hermosos coños húmedos, y también que habría para la cena, me estaba muriendo de hambre y de aburrimiento, el camino era largo y ya me estaba doliendo estar sentado. Pero después de algunas horas habíamos llegado, nos pusimos cómodos y mi tía se fue a ducharse y arreglarse un poco para la cena. Al poco también llegaron más de mis familiares, tíos y primos, y como siempre lo típico que pasaba al encontrarme con ellos

—O dios mío, como has crecido, ya eres todo un hombre, como te va hace siglos que no nos veíamos, hay ya te sale la barba, te hace ver más varonil.

Soy un hipócrita, yo solo quería cenar y ver que tan bien se habían puesto mis primas, pero no podía quitar esa estúpida sonrisa y falsa cortesía. Antes no lo mencione, pero por razones de la vida era el único barón en la familia de parte de mi padre, y pues siempre había sido tratado como un rey, el único que podía hacer prevalecer el apellido de mi familia tenido más machos como yo… bueno ya se me subió un poco, pero me gustaba estar rodeado de mujeres mayores y hermosas primas jóvenes adultas. :3

Llego la hora de la cena, me sorprendió la variedad de comida y bebidas alcohólicas. Digo, yo nunca había estado en una cena navideña y pues… jamás había visto un pavo. Ya sé, mi vida es cutre L pero de todo lo que había apareció otro pavito que se me antojo más que nada de lo que había visto hasta ahora, era mi tía, se puso un vestido rojo que dejaba ver sus deliciosas piernas, y marcaba bastante su culo, no sabía mucho de maquillaje, yo la prefería natural pero algo es algo, no la veía con morbo frecuentemente pero esta vez era inevitable ¿No? La cena estuvo genial no lo voy a negar pero no quiero indagar en ella, mejor pasemos a la mañana siguiente.

Desperté al medio día, el resto de mis familiares ya se habían retirado, y si nosotros seguíamos ahí fue por petición de mi tía, ella no quería despertarme y me dejo dormir hasta que yo quisiera. Me levante para tomar el almuerzo y prepararme para salir junto a toda mi familia, pero algo inesperado ocurrió.

—Espera ¿No te gustaría quedarte conmigo una semana?

No conteste nada, me quede mirándola algo extrañado, y mi padre soltó una pequeña carcajada.

—¿Qué piensas hacer con él una semana? Además no tiene nada de ropa

—No importa, puedo llevarlo a comprar algo de ropa por su cumpleaños ya es un muchacho grande, además me gustaría llevarlo a una exposición que acaban de abrir en el museo, o si prefieres a la feria que todavía no se ha marchado, o también al cine, en fin, donde tú quieras. tú eliges.

Se notaba algo desesperada, y la verdad me daba algo de pena, quería quedarme pero no solté ni una palabra.

—Bueno hermanita, pregúntale a Rosa a ella no le gusta separarse de su bebé.

De nuevo soltó una carcajada, y todas la miradas fueran a dar hacia mi madre, yo espera que se negara pero solo dijo.

—Pues como tú quieras, pero si te pierdes de regreso a casa yo no voy a salir a buscarte.

—Hay no te preocupes, yo me comprometo a llevarlo hasta su casa, ¿Entonces qué dices?

Alegremente acepte le oferta, la verdad me apetecía bastante. En ese momento no me imagine los eventos que estaban por ocurrir gracias a mi acertada decisión. Pero digamos que mi tía estaba por descubrir que el infierno no era tan dulce.

 

El infierno comienza y no es tan dulce (Parte 3)

Pasamos todo el día de un lugar a otro, mi tía me daba esas típicas elecciones donde no tienes elección, quería que fuéramos a todos lados, primero al museo de historia, después a comer y al cine, por ultimo a comprar ropa para el resto de la semana, ya que yo solo traía lo que llevaba puesto en ese momento. Llegamos a su casa un poco cansados, yo estaba acostumbrado a ese ritmo de vida, pero ella perecería estar agotada, se notaba que no salía demasiado.

—Uffff. estoy súper cansada, voy a preparar tu cama ¿No te Importa dormir en una colchoneta en el suelo verdad?

—Pues la verdad no creo que sea tan buena idea, tengo algunos problemas en la espalda, y con el frio que hace no creo que sea lo mejor.

—Pues no creo que puedas caber en el sillón, y yo solo tengo una cama matrimonial.

En ese momento sonreí como un demonio, y un millón de maneras de sacarle provecho a esta situación me llegaron a la cabeza, yo tenía el don de la palabra y esto no sería nada difícil, me sentía un poco mal, pues esto no tenía nada de mérito, había gente sumisa… y también estaba mi tía.

—Puedo dormir con usted, si no le molesta claro.

—¿Seguro? Solo te advierto que me muevo bastante a la hora de dormir

Le contesté entre risas que no me molestaba, mientras mi mente quería decirle algo como que me encantan las mujeres que se saben mover en la cama, o algo del estilo pero me contuve. No sabía si era tan inocente para no captar el doble sentido de sus palabras, o simplemente se me estaba insinuando descaradamente. De todas maneras, estar a solas con una mujer que no es tu madre necesariamente tiene que acabar en sexo.

—Tía ¿Me permite ducharme? No quiero apestar su cama, estoy bastante sucio

—Está bien prepare café y también pondré película para que le veamos cuando salgas, si quieres puedes ducharte en mi baño personal, está muy oscuro no te vayas a resbalar en la escalera, anda ahorita te traigo una toalla.

Puse mi ropa sucia encima de una pequeña cómoda y me dispuse a ducharme, yo soy de esas personas que piensa mejor en la ducha, y estuve pensado que podría hacer para iniciar algo, al final no era tan fácil intentar follarte a una de tus tías, pero después de pensar se me ocurrió una buena idea. La debilidad de esa mujer es que no tenía carácter, si me portaba como un macho alfa ella no podría hacer nada, tenía que empezar a hacer lo que me apeteciera. Podía escuchar a mi tía al otro lado de la puerta esta era mi oportunidad, estimule un poco mi polla para que quedara un poco erecta, y la acomode de un lado para hacer más notorio el bulto, termine de secarme y solo me puse un bóxer, y ahora a abrir la puerta.

Cuando abrí la puerta, casi suelto una buena carcajada, nada más entrar el rostro di mi tía se puso blanco y sus ojos fueron a dar a mi paquete, parecía una cachorrita hambrienta, me daba mucha ternura.

—Discúlpeme no me quería tardar tanto, pero me fascina el agua calientita y se me fue el tiempo volando.

Ella no dejaba de tragar saliva y parecía que los ojos le iban a salir de la cara.

—Si está bien… no te preocupes… ven ya está lista la cama.

—¿Qué película está viendo tía?

—Es… se llama… es cine independiente, ya se me fue el nombre… pero acuéstate, no tiene mucho que empezó, te va gustar, estoy segura

No podía creer lo nerviosa que estaba, ella no me iba decir nada así que me acosté junto a ella y me acerqué lo bastante para ponerla más nerviosa.

—No soy muy fan del cine, al poco me aburre y siempre acabo dormido, yo soy más de deportes y eso ¿Y usted? No me diga que solo mira películas y ya que aburrido.

Intente iniciar una conversación con ella, pero me siempre cortaba y evitaba el contacto visual conmigo a toda costa, entre más nerviosa se ponía ella, más valor agarraba yo y me estaba poniendo como un animal, iba intentar algo drástico después de todo no se atrevería a contarle a nadie en especial de mi familia. Me imagine fallándome ese apretado culito que tenía mi tía, con el fin de acabar de ponerme duro y que fuera inevitable ignorar lo que estaba pasando.

—Huuuy. tía que pena con usted, me pasa todas las noches y no se me quita hasta que me descargue un poco los huevos.

Ella se quedó helada, no sabía que decirme. La tenia justo donde quería, se veía tan tierna mi cachorrita sin saber qué hacer, entonces me decidí, no había vuelta atrás metí la mano en mi bóxer y saqué polla.

—Pero que estás haciendo, no puedo creer lo que estás haciendo, no puedo creer que seas así.

Ella se levantó de la cama muy acelerada y con algunas lágrimas cayendo de sus ojos.

—No puede ser, como te atreves, entiendes lo que estás haciendo, entiendes lo malo que es lo que me dijiste.

—¡YA CALLETE! No me vas decir que no te hace falta esto, no te pongas así te juro que nadie se va enterar, o de verdad piensas desaprovechar esto.

Ella no paraba de llorar y se sentó en el lado izquierdo de la cama cubriendo su rostro con las manos.

—A mí no me importa que seas mayor ni que seamos familia, a mí me espera toda una vida por delante, no me importa hacerle un favor a mi tía.

—¡MAÑANA MISMO TE LARGAS Y A VER QUE TE INVENTAS NO TE QUIERO VER, NO ME PUEDO CREER LO QUE HISCISTE!

Debo decir que jamás la había visto de esa manera mucho menos gritando, vaya que me intimido bastante pero esto era solo un concurso del más fuerte, y mi instintito me iba ayudar. Le tome de manera bastante agresiva su pelo, no me gustaba maltratarla, pero hice que me mirara a los ojos y le puse mi polla erecta frente a su cara.

—Mámamela, y te dejo en paz ¿Qué dices?

—Eres un cerdo yo jamás e echo algo como eso.

—Pues empieza hoy, te va gustar, incluso me acabo de duchar así que está limpia, ni mi novia tiene ese privilegio.

Ella miro mi polla fijamente, y yo intentaba empujar su cara a mi polla, ella forcejeaba pero de un momento a otro se detuvo, me miro a los ojos y dijo.

—Está bien, lo voy hacer pero mañana te vas

—Como quieras, a ver si quieres que me vaya después de esto, ah y sácate esa fea playera quiero ver tus tetas.

Atendió mis peticiones sin rechistar, y al parecer no mentía con eso de que jamás lo había hecho, sus finos labios y pequeña boquita intentaron devorar mi polla, pero solo consiguió lastimarme.

—¡MALDITA SEA HAZLO BIEN!

—Deja de gritarme no puedo creer lo cerdo que eres, me da asco hacerte esto.

—Lo hago por tu bien, no entiendo por qué te pones así esto te hace mucha falta. Y si te disgusta tanto sácatela de la boca al menos para hablar.

Solté una risa burlona, y dejé que gozara tranquila, dentro de ese tiempo se me ocurrió una idea formidable para más al rato. Ella seguía intentando meterla toda en su boca, mi polla no era tan larga, lo normal 16 cm, pero si en algo destacaba era en lo ancho, su hermosa boquita no podía con ella, pero mi cachorrita estaba hambrienta así que la deje otro rato, a pesar de la diferencia de edad yo era más grande y fuerte no me costaría nada someterla si quería pasarse.

—Ya estoy a punto de venirme ¿Dónde quiere la leche tía?

—De que estás hablando cerdo, no voy a comer eso.

—¿y quién dijo que se la iba tragar? No sea mal pensada por eso le pregunte educadamente donde la quiere.

—No lo voy hacer.

—Vamos, no sea así ¿cuándo fue la última vez que le ofrecieron un buen trago de leche calientita? Ya se déjeme hacerlo en su cara es bueno para el cutis.

—¡BASTA YA DEJAME EN PAZ, HAZ LO QUE QUIERAS!

—Está bien cierre bien los ojos hasta que termine, no le vaya entrar un chorro en el ojo, mi novia dice que es muy molesto

Debo admitir que era en verdad estúpida, ella cerro muy fuerte sus ojos y yo ya tenía una idea. Lo más rápido que pude alcance mi ropa sucia y tome mi celular, irónicamente el que me regalo ella hace un año. Yo siempre tenía puesto la opción de video al inicio, uno nunca sabe cuando sea necesario grabar, deje la opción puesta y lo puse sobre la cómoda de nuevo, le dije a mi tía

—Ya se me fueron las ganas chúpala un poco más yo te digo cuando cierres los ojos.

Después de unos minutos estaba listo, le pedí que cerrara los ojos y tome el celular para grabar y era hora de venirme, por razones de la vida yo no me había masturbado en un par de semanas, así que estaba bastante lleno y ella lo iba a recibir todo, grabe unos segundos de mi rostro y después enfoque la cámara en el rostro de mi tía,

—¿Estas Lista?

—Ya hazlo de una vez cerdo.

Deje caer tota mi leche sobre su rostro, quedo completamente cubierta, toda su hermosa cara cubierta por mi semen, mi leche estaba hirviendo y por muy molesta estuviera no parecía disgustarle nada, mi celular grabo perfectamente el momento y discretamente lo regrese a la bolsa de mi pantalón sucio, así de curiosa es la vida guarda la llave del placer en mi pantalón sucio, ya podía imaginar el infierno que le iba hacer pasar a esa dulce y bella mujer.

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