Nuevos relatos publicados: 12

Mi primera vez con un negro

  • 4
  • 22.979
  • 8,24 (21 Val.)
  • 0

PARTE 1/4

Hola, no voy a dar mi nombre, pero voy a contar mi primera vez que tuve relaciones con un chico de piel negra. Tengo 30 años y paso en Estados Unidos, en unas vacaciones.

Soy una chica rubia, de hermosos ojos celestes y piel blanca con pecas, mido aproximadamente 1.6m y peso 52kg. No tengo muchos senos, pero si una colita bien paradita, ya que siempre hice ejercicio. Soy una chica tranquila, siempre tuve novios.

Todo comenzó cuando empecé a salir con un chico, que conocía desde hace mucho tiempo, siempre nos gustamos, pero nunca había pasado mucho. Nos tenemos confianza ya que somos amigos de chiquitos, pero nunca salimos. Hasta que empezamos a vernos después de pelearnos con nuestras respectivas parejas. Él es un chico normal, pero tiene un morbo que realmente no sabía, y me sorprendió mucho cuando me entere. 

Nuestro pasito más allá del sexo normal por así decirlo empezó con un chat, no nos habíamos visto por varias semanas, y se ve que estábamos cachondos. No recuerdo bien como empezó todo, pero la cuestión es que entre idas y venidas yo le termine diciendo que con él me animaba a todo, realmente sentía plena confianza en él, y estaba dispuesta a abrirme sexualmente. Entonces hablando de sexo sin detalles y esas cosas, me pregunto qué me gustaría probar del sex shop, la charla venia normal hasta ese momento. Yo no me explayaba mucho ya que era más tímida en ese momento, así que solo contestaba.

Para su sorpresa, le dije que sí, que tenía ganas de probar cosas, el me pregunto qué me gustaría específicamente, y empezó la charla:

—mmm, no sé, no se me ocurre nada en este momento —dije.

—bueno, yo te nombro algunas cosas que conozco más, y vos me decís —me dijo él.

—dale —le conteste.

Y empezó a enunciarme:

—vibradores, anillos, esposas, consoladores, geles…. —Y alguna que otra cosa.

Yo tenía ganas de probar un vibrador, que alguna vez había sabido de el en las series populares de sex and the city o en un libro erótico que estaba leyendo.

—eso con el vibrador —le dije.

—jajaa, atrevida, vibrador común o alguno especifico —me pregunto.

—no sé, uno que se pone el hombre y estimula a la mujer —le conteste.

—haaaaa, un anillo con vibrador —o algo así me dijo, sabia bastante jaja.

—si puede ser, eso me gustaría, vos lo compras y lo probamos —le dije.

—ok —me respondió— compro eso y otra cosa, decime que más te gustaría probar, dale que me gusta que pruebes, me calentás —me decía.

—no sé, que más puede ser, si lo hacemos juntos probamos cualquier cosa —le decía.

—mmmm, y consolador te gustaría, pero sin vibrador.

—puede ser, podríamos probar, compra eso y la próxima lo probamos.

—noooo —me dijo— pero me tenés que decir cual querés probar, sino no vale.

—no sé, vos cual decís?, no sabía que había muchos, jajaja —le conteste.

—jajaja, y sí. Hay diferentes, yo te doy opciones y elegís, "de vidrio, de metal o de plástico" —me dijo.

—De vidrio, no sabía que venían así, prefiero de plástico, los comunes —le respondí

—si está bien, y que tengan forma de verga no?, ¿o preferís simples? —Me preguntaba.

—prefiero con forma, me parece mejor —yo ya estaba más decidida.

—Bueno lo más importante, ¿chico, mediano o grande? Que decís.

—jajaja. Común, que se yo —le conteste.

—haa entonces grande, total para normal estoy yo —me dijo— si vamos a probar que sea distinto.

—jajaja. Dale, si lo hacemos juntos grande, es verdad —le conteste sin vergüenza.

—trolita, jajajaa. Me calentás —me decía.

—jajaja. Y bueno yo hago lo que quieras. Dale compra el vibrador ese consolador —le comenté.

—bueno, pero falta el color, color piel, de color tipo rojo o azul o negro —me pregunto.

—cualquiera, me da lo mismo, color piel? —Le pregunte.

—mira, te voy a contar un secreto, me encantaría verte con un consolador grande y negro, me pone hot —me confeso.

jajaja, yo me reía, pero no me achique.

—dale probamos ese.

—siiiii, me muero si te veo con un consolador negro y grande —me decía.

—Y bueno, compralo y lo probamos, hacemos lo que quieras —le decía.

—pero tampoco que sea enorme porque a lo mejor duele.

Y así arranco todo. Ahí fue cuando me conto que lo calentaba mucho el sexo interracial, y que le encantaría verme con ese consolador grande y negro.

(8,24)