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Como aprobé la asignatura a mi malvada alumna de 20 años

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Doy clases en una universidad de mi ciudad, en el último curso de la carrera para ser más exactos y en cada curso me encuentro un poco de todo. Chicos y chicas de 22 a 25 años generalmente y entre las chicas que es en lo que se centra mi relato, también encontramos un poco de todo… Hippies, pijitas, guapas, feas, serias, estudiosas, cara duras y provoconas.

Una de las cosas que al iniciar el curso comentamos los profes es el ganado que tenemos en ese año y siempre hay dos o tres de ellas que destacan por guapas, sexys o por cuerpazos extraordinarios y que además algunas no dudan en mostrar.

Pues bien. Hablemos de Claudia que es la chica en la que se basa esta historia, (su nombre real no es ese, por supuesto).

Claudia era la típica alumna guapísima de 20 añitos y con un cuerpazo de vértigo. No solo se contentaba con poseer ese regalo divino sino que además era de las alumnas que mostraba lo que debía y más. Seria con sus compañeros, era además la típica alumna que hace la pelota a los profes para beneficiarse de mejores notas y favores como retrasos en entregas de trabajos, etc.

Por poneros un ejemplo, os explicaré que acostumbraba a ir con tops ajustados y sujetador tipo balcón y generalmente shorts o faldas muy cortas. Eso resaltaba sus pechos, sus piernas y su encantador movimiento de trasero del que habitualmente, se notaba que llevaba tanga ya que el movimiento de sus nalgas era espectacular y demasiado libre para llevar braguitas normales.

No os quiero aburrir. Intentaré exponeros el caso para centrarnos en lo que fue mi venganza que es donde disfrutareis y espero que vuestras braguetas se abran o vuestras faldas se suban y empecéis con vuestras masturbaciones leyendo mi aventura.

Claudia se presentó al examen de mi asignatura y le salió fatal. Sacó un 3.5 y suspendió. Una vez vio su nota, vino a la revisión de examen para intentar su aprobado. Ese día vino con una camisa muy ancha y con más botones desabrochados de lo normal, con lo que se le veían perfectamente sus pechos asomando por un sujetador de encaje que le sentaba de perlas, juntamente con una falda de lo más corta que jamás había visto.

Yo: Que quieres Claudia

Claudia: Vengo a ver mi examen ya que esperaba aprobar, profe.

Yo: Tu examen está muy mal y yo mismo me he quedado sorprendido pero no puedo aprobarte

Claudia: Si, pero… todo el trimestre he ido bien y no sé qué me pasó ese día que me bloqueé y no me salía nada

Yo: Ya pero solo tengo ese examen y tus trabajos para demostrar que tienes el mínimo nivel

Ella veía que no estaba dispuesta a aprobarla y desesperada dijo

Claudia: Profe… Seguro que podemos hacer alguna cosa, ¿no?

Yo, que no le sacaba ojo de sus piernas y su escote pensé que era un buen momento para probar a esa chica y ver si eran reales las historias que leí en relatos o eran imposibles de llevar a cabo. Le pregunté que estaba intentando decirme, que se explicara…

Sorprendentemente y dejándome medio paralizado, acerco su cabeza y poniendo una mano en mi muslo muy cerquita de mi entrepierna me dijo en voz baja “Si me aprueba aceptaré una cita con usted en el sitio que usted me diga y haciendo lo que me proponga, profe”.

Mi polla dio un respingo alucinante y acepté el reto. Le dije que le pondría un 5 para aprobarla y que el viernes de esa semana le diría donde tenía que ir.

Al irse sonrió y se levantó su falda enseñándome todo su trasero con una tanga que hacia juego con ese sujetador que llevaba. No pude más que hacerme una paja y pensar en cómo sería esa cita. ¡¡¡Que tonto fui!!!

Cambié su nota, firmé las actas y salieron en los tablones esas notas con su aprobado.

Ese mismo miércoles la encontré y al saludarla le comenté que ese viernes la esperaba en un bar cercano a la escuela y que ya tenía el plan preparado. Una cena, unas copas y ya veríamos, (no tenía intención de mucho más de lo que saliera pero si de pasarlo bien con aquel monumento divino).

Con una sonrisa dijo que esa cita no se llevaría a cabo ya que su nota era oficial y que me conformara con la vista de su escote y culo que era lo que merecía un profe tonto como yo. Grgrgrgr, la hubiera matado en ese momento ya que HABIA JUGADO CONMIGO LA MUY ZORRA!!!

Ya con más tranquilidad tracé ese plan del que os hablaba.

En la segunda convocatoria, la de final de curso, ella no hizo examen al estar aprobada, pero en la junta de profesores, donde se revisan las notas y exámenes, expuse que tenía que cambiar su nota porque me debía un trabajo que me aseguró entregar en 15 días después de esa primera convocatoria y no me lo entregó. Que ya estaba hablado con ella y que no podía consentir que no hubiera cumplido con su promesa. La mayoría de profes aceptaron ese suspenso, yaque si algo no toleramos, son esos alumnos que mienten o nos engañan. La única que puso algún reparo fue la jefe de estudios, pero dado que mi asignatura comparte la nota final con otra que se realiza en el segundo trimestre, legalmente podíamos hacer que su nota final fuera ese suspenso aunque sus dos notas parciales fueran de aprobado, (es un poco liado pero lo comento porque tiene que ver con el desenlace final de mi historia ya que ese profe con el que comparto nota fue mi cómplice en todo esto)

En la revisión de exámenes vino a verme. Yo ya la esperaba y ella no entendía ese cambio de nota. Ese fue su despiste ya que nunca pensó que podía encontrarse con eso y al verme me pidió explicaciones.

Yo le dije muy seriamente: “Claudia no soy ese profe tonto que decías… Me tomaste el pelo y lo sabes. No creerías que me iba a quedar sin hacer nada, ¿verdad? Hoy hay revisión y tengo de tiempo hasta mañana para cambiar las notas definitivas. Esta noche te quiero ver en el hall del Hotel Princesa Sofía a las 9h y que me sigas cuando me veas entrar por la puerta. Quiero que vengas con falda y sin bragas ni sujetador. Si quieres aprobar vienes conmigo al ascensor, si quieres suspender no vengas o no subas y esa será tu nota”

Me levanté y me fui sin mediar palabra quedándose ella sentada en la silla con cara de sorpresa y medio sollozando.

Reservé una habitación en ese hotel porque intuía que vendría y pasadas las 9h entré por la puerta del mismo. Revisé todo el espacio y vi a Claudia bellísima. Iba con esa misma blusa de esa primera revisión y con una falda no tan corta como la de ese día. Iba maquillada y con unos zapatos altos, repito, guapísima. La miré, sonreí y fui a recepción para pedir la llave. Me dirigí a los ascensores y ella me siguió. No me lo podía creer pero estaba delante de mí, en ese ascensor y mirándome, quiso decirme algo, pero con mi dedo le tapé sus labios y le dije “Hoy solo hablo yo y tú obedecerás para aprobar mi asignatura. Eres una mala alumna y mereces un castigo ejemplar, así que limítate a obedecer y esa nota será la que finalmente merezcas, ¿has entendido?”

Respondió con un “Sí. profe”. Esa respuesta era esperanzadora pero contenía cierta dosis de duda.

Entramos en la habitación y le dije que esperara sentada mientras me duchaba. Lo hice y al terminar me envolví con un albornoz saliendo del baño y viéndola sentada en los pies de la cama.

La miré y le dije que iba a comprobar si estaba preparada para aprobar o sacar buena nota al obedecer mis primeras órdenes. Me acerqué y le fui desabrochando su camisa para ver si llevaba o no sujetador y NOOO, no llevaba nada y vi unas tetas magnificas, duras, grandes y con unos pezones alucinantes.

Le quité la camisa y empecé a sobarle con mis manos esas tetas espectaculares mientras le decía en voz bajita:

 “Veo que has sido obediente, zorrita. Que lindos pechos tienes y que duritos son. Me gustan, me gustará tocártelos, chupártelos y mordértelos, mmm, que buena estás Claudia. Vamos a seguir con esto si quieres, Claudia. Si no quieres, puedes vestirte y salir de esta habitación”

Hubo un silencio y luego Claudia dijo “Sigamos con esto profe… me lo merezco”

Mientras le tocaba los pechos me arrodillé delante suyo y comprobé la segunda orden que le había dado. Estaba con mi polla a punto de reventar y se notaba debajo de ese albornoz ya que esa chica estaba a mi merced y la visión de esas tetas y de mis manos tocándolas era súper excitante. Le subí la falda hasta pasado su culo aunque me ayudó levantándose un poco de la cama y delante mío encontré un coño depiladito, con una sola línea de vello, rosadito, tierno y que rezumaba un olorcito a sexo joven. Acerqué una de mis manos y acaricié su rajita hasta abrirla un poco. Me chupé el dedo para humedecerlo y seguí abriendo lentamente sus labios para acariciar ese bultito que hacía el clítoris y lo empecé a masajear suavemente. Entré uno de mis dedos dentro lentamente y noté su humedad. Entré despacito y vi como sus ojos brillaban y como sus jugos empezaban a ser más abundantes acompañándolo todo de un leve gemido.

 “Mmm profe. Como ve cumplí su segunda petición. ¿Voy bien para el aprobado?”

 “Vas bien pero cállate de momento zorrita. Esta acaba de empezar y tengo más planes para ti” Le dije dejando de tocarla. Puse mi voz lo más dura que pude y le dije:

 “Desnúdate sin quitarte eso zapatos, zorra. No me mires a los ojos si yo no te lo pido y no quiero oírte en todo el rato que estés aquí conmigo. Cuando termines agáchate y empieza a comerte mi rabo que está que se muere de ganas de correrse en esa boca de putita que tienes. Tú me engañaste y vas a pagar caro ese aprobado estúpida”

Mientras le decía eso se desnudó y ya la tenía de rodillas con sus dos manos en mi polla y mientras una acariciaba mis huevos la otra empezaba el leve movimiento de masturbación acompañándolo de unos tímidos lengüetazos que estaban empezando a matarme de gusto. Su movimiento se aceleraba y engullía toda mi polla haciéndome una mamada espectacular. Mientras yo le decía:

“Que rico zorrita. Ya veo que no es la primera vez que haces esto. La de favores y aprobados que has debido conseguir haciendo de puta como ahora, ¿verdad? Ahhh como me gusta tu boquita. Ahhhh que bien la chupas putita.”

Claudia chupaba toda mi polla relamiéndola desde la base hasta la puntita y metiéndosela enterita en su boca dentro, fuera, dentro, fuera. ME estaba dando un placer inimaginable mientras acariciaba mis huevos y yo seguía tocando y pellizcando sus tetas y pezones que estaban durísimos. Estábamos los dos muy excitados:

 “Como me gusta tocarte las tetas mientras me estas llevando a la gloria, sigue, sigue, sigueeee que me estoy corriendo niña. Eres mía ahora y quiero ver cómo me llevas a la gloria, mmm. Mmmm, despacito que aún no quiero correrme, niña, mmm, ahhhg, buufff… Como me gusta follarte esa boquita y sentir tus manos en mis huevos, ahhh, ahhhh, ahhhh, quiero que te tragues toda esa leche que empieza a salir, sigue, sigue zorrita, ahhh, ahhhhh, ahhhh, aaaauuugggggghhhhh…”

Derramé toda mi leche en su boca y la muy cerda se la tragó todita entera relamiéndose y limpiando las pequeñas gotitas que quedaban en mi polla.

¡¡¡QUE CORRIDA!!!

Después de unos segundos de relax, le dije: “Vete al baño y aséate un poco que esto acaba de empezar”.

Como os conté antes y delante de la posibilidad de tener presiones o amenazas de Claudia, me compinché con el otro profesor que compartía nota final de asignatura conmigo. Él es un tipo joven y sin escrúpulos y con ganas de mucha marcha por decirlo de alguna manera. Él estaba a punto de llegar y era mi cómplice para si por un casual ella se atrevía a decir o confesar lo sucedido, yo y Jordi declararíamos que estábamos juntos ese día en su casa de la playa y no habría posibilidad de creer la posible versión de Claudia. Ella no sabía nada de todo esto, claro está.

Cuando estaba en el baño, mandé un sms a Jordi para que subiera a la habitación y que esperara en la puerta hasta mi aviso.

Cuando salió Claudia le anuncié que íbamos a seguir con el examen y su nota pero que de momento íbamos bien. Le dije que ahora venía lo siguiente y que eso le iba a hacer subir la nota mucho si se portaba bien. LE vendé los ojos con una cinta negra que tenía preparada y le até las manos con unas esposas y una cuerda sujetándola en un soporte de la pared para dejarla de espaldas a esa pared y con los brazos en alto.

“Que vas a hacer, profe. Lo de antes me gustó pero esto me está asustando un poco”

“Cállate zorra” le dije dándole un pequeño pero sonoro bofetón en el culete. “te dije que ni palabra y que colaboraras en todo para ese aprobado… Te repito que ahora viene el plato fuerte”.

Fui a la puerta e hice entrar a Jordi, el cual ya sabia que no podía hablar para que ella no lo reconociera. Cerré la puerta de un portazo para que ella lo escuchara y a continuación le hable a Jordi en voz alta y le dije:

“Esta chica es la alumna mala que te comenté. Necesitaba una lección y está a mi merced para conseguir el aprobado que necesita para acabar su carrera. Se portó muy mal conmigo y necesito darle caña con tu ayuda ya que con lo zorrita que es y lo que le gustan las pollas, yo solo no podré con ella. Puedes empezar cuando quieras”

Claudia se quejó “Que está pasando aquí y quien es este tipo que está con usted. Ni se les ocurra ponerme una mano encima. Esto ya pasa de lo que yo quiero. No quiero seguir profe, estoy asustada y no quiero seguir”

Me acerqué y le susurré “Todo está bajo mi control, no te asustes. Lo pasaremos bien los tres y te aseguro que será una experiencia que no olvidarás. No hables más y goza como tú sabes hacer, putita mía. Tu merecido y aprobado pasa por probar dos pollas a la vez y cuatro manos tocándote por todo tu cuerpo. Ahora me relajaré sentado mientras nuestro invitado hace contigo lo que quiere”

Jordi se acercó a Claudia y empezó a tocarle su cintura y sus pechos. Empezó a lamerlos aunque ella intentaba con movimientos evitarlo, el con sus manos la sujetó por su cintura y empezó a comerse sus tetas con unos lengüetazos y lametones espectaculares. Los ruidos de los chupetones se oían y animaban en ambiente. Bajó suavemente por su cintura hasta su sexo y siguió ahí con su trabajo. LE levantó una pierna y empezó a comerle su coño a base de lametones, besos y metiendo uno de sus dedos en su coño húmedo y mojado.

Me acerque a ella y le pregunte “¿te gusta o no te gusta zorra?”. Me contestó con un simple “Si, profe” mientras yo le cogía con mi mano la nuca y le daba un morreo que duro unos dos minutos, fundiendo mi lengua con la suya. Empecé a sobarle sus pechos que tenían unos pezones durísimos mientras seguía besándola y mientras Jordi seguía su trabajo con su coño al que ya le tenía metidos dos dedos y sobándole su culo con sus dos manos no paraba de chupar su clítoris con un sonido excitante. Seguí con mi trabajo y al seguir besándola notaba como empezaban a escaparse gemiditos de su boca entre mis labios. “Sé que esto te gusta un montón… Voy a pedirle a mi compi que te folle como mereces niña mala. Cuando él termine te follaré yo terminando dentro de ti. Eso sí, no te preocupes que como en el fondo te apreciamos, usaremos preservativos para no dejarte embarazada. Siempre soñé con tener para mí una putita como tú.”

Me separe y le hice una seña a Jordi para que empezara a follar a Claudia.

Apoyó su cuerpo contra el suyo aplastando la espalda de Claudia contra la pared mientras levantaba una de sus piernas para meterle toda su nada despreciable polla, (de unos 20 cm aprox.), dentro de su coño. Empezó suave pero a los 10 segundos ya estaba bombeándola de una manera espectacular. La vista os la podéis imaginar. De espalda Jordi con el movimiento típico y de frente Claudia, atada de manos, indefensa y con los ojos vendados, mordiéndose sus labios para no delatar su placer mientras sus dos tetas se movían al compás de la follada. Empecé a pajearme y Claudia no pudo esconder su placer y empezó a gemir cada vez más y más “Aggg, mmm, mmm, uuuyyy”.

Jordi no pudo aguantar más y se corrió dentro de ella sin dejar que ella pudiese llegar al orgasmo.

Jordi salió y se fue al baño a asearse para irse en seguida, tal y como habíamos planeado.

Yo fui a ocupar su plaza y sin levantar su pierna, empecé a buscar su coño con mi polla hasta que empecé a entrar en su cueva mojada y llena aun de la leche de Jordi. Empecé a bombear lentamente mientras besaba su cuello, sus labios y con mis manos sujetaba sus dos nalgas para acompañar el movimiento. Mientras le decía:

“Qué coño tienes tan mojado zorra. Estás disfrutando de verdad pero me necesitas para correrte, ¿no es así?... Que bien lo estoy pasando y como me gusta follar a mi alumna mala de esta manera, ¿te gustó lo que te hizo mi amigo? La verdad es que te oía gemir y me has puesto cachondo. En el fondo sé que te gusta esto putita mía y yo voy a hacer que te corras como una guarra, como lo que eres de verdad, mmm, que culazo que tienes chica. Te lo follaría ahora mismo pero no te preocupes que con tu coño tengo suficiente, aunque si quieres un 9 o un 10 me tendrás que dar tu culo, niña, mmm, mmm, como me gusta follarte aplastándote en la pared, ohhhh, ohhh”

Seguí bombeando subiendo sus dos piernas y sosteniendo todo su peso con mis manos mientras hundía una y otra vez mi polla en su coño. Mi sudor empezó a mezclarse con el suyo y volví a la carga con un beso intenso, guarro, con lengua acompañado de mis gemidos y de nuestras respiraciones agitadas. Era excitante y una gozada follarme a esa belleza de esa manera.

“Profe, no puedo más. Reconozco que me está gustando estooohhhh, mmm mmmm buuuuuffff. Mi culito no se lo puedo dar, me conformaré con un aprobado, ohhhh bufff, buuuufff. Siga y no pare que su amigo me dejó a medias y necesito correrme, creo que lo merezco. Así, asííí, asííí profe no pare que estoy a puntito de correrme como su putita, siiiii, buuuff, buuffff, no pare profe, no pare, más, más, máááásssss que me corroooohhhhhhh ahhhhhh ahhhhhh”

“Dios mio Claudia yo también me corroooohhhh. Que bien folla mi putitaaaaahhhh, ahhhhh, ahhhhhh” 

Y nos corrimos los dos de una manera bestial. Desaté sus manos y me tumbé en la cama. Ella se acercó quitándose la venda de sus ojos y se tumbó a mi lado diciéndome:

“Me ha gustado profe aunque me asusté al oír la llegada de su amigo. Creo que merecía ese castigo y espero que tenga ya ese aprobado que merezco. Siento haberle engañado pero mereció la pena aprobar la carrera así. Voy a ducharme y si usted me deja me iré a mi casa esperando ver mi nota en las listas de mañana”

Me dio un beso y cuando desperté, estaba solo en la habitación. Me fui al baño y había una nota que decía:

“Lástima que mi culito aun sea virgen. Me hubiera encantado conseguir ese 10 gracias a él pero no estaba preparada para ello. Gracias por respetarlo profe. Claudia”

Las notas salieron y al lado del nombre de Claudia salió un 8. Mereció esa nota, ¿no lo creéis así?

PeterPan

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