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Vacaciones en Ibiza. 1º día

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Bueno, bueno, pues después de un tiempo de vacaciones, vuelvo cargada de nuevas historias, este verano ha sido de los más productivo sexualmente hablando, porque no ha pasado ni un solo día en el que no acabase follando.

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He estado en Ibiza de vacaciones con mi chica, Ana y ya el primer día ella quedó con dos amigos suyos del trabajo, José y Nacho que son pareja, a que nos visitasen.

Llegaron sobre las 12, pusimos música de Barry Whitey y nos tomamos unos vinos para hacer cuerpo antes de comer. Ya nos conocíamos de Lisboa, como he dicho antes, ellos son compañeros de Ana y más de una vez habíamos quedado a salir, pero nunca había ocurrido lo que ocurrió esa tarde,

Estábamos de lo más relajados, bailando, riendo y fumando algún que otro cigarrito de la risa. El piso era un ático y tenía una terraza maravillosa para comer, cenar y por supuesto, para tomar el sol desnuda, como ya había hecho con Ana un montón de veces, además, la terraza estaba oculta de cualquier mirada curiosa que quisiera saber lo que ocurría en ese lugar.

Ya serían casi las 5 cuando terminamos de comer, tomamos unos chupitos de licor de hierbas ibicencas que rápidamente se nos subió a la cabeza, hacía muchísimo calor. Ana dijo que se echaba un rato la siesta, que andaba algo mareada por los licores y se fue a la cama.

Los chicos y yo nos quedamos en la terraza en las tumbonas, me quité con toda naturalidad la parte de arriba del bikini y me tumbé a tomar el sol en topless. Con los ojos cerrados me metí en mi mundo, pero al poco escuché algunos ruidos, abrí con disimulo para ver y lo que vi me sobre excitó y de qué manera, los chicos se estaban besando y manoseando, la mano de Nacho se perdía por debajo del bañador de José, le estaba agarrando el pene al mismo tiempo que le besaba con mucho deseo, podía oír el sonido de sus lenguas chocando, por un momento me imaginé ahí dentro, entre los dos.

La situación me puso de lo más cachonda, me metí la mano por debajo de mi pequeño bikini y deslicé mis deditos por encima de mi chochito que a esas alturas ya estaba empapadísimo y comencé a acariciarme lentamente. Con el dedo anular me acariciaba mi clítoris mientras con la otra mano me pellizcaba con fuerza uno de los pezones, que los tenía como una piedra.

Los ojos se me abrieron de golpe al ver como Nacho inclinaba la cabeza y se llevaba esa tremenda polla a su boca. Estaba viendo como se la chupaba, y yo no podía parar de meterme los dedos cada vez más dentro. Esa escena me estaba poniendo de lo más cachonda, notaba como por mis dedos caía un reguero de mis jugos, y es que, en el fondo, yo también quería participar, quería chupar con José la polla de Nacho y que nuestras lenguas se lamiesen mientras chupábamos esa verga…

No pude más y me puse de pie, me acerqué a ellos y acerqué mi boca a la de Nacho que seguía chupando sin parar, nuestras bocas se encontraron, nos besamos con pasión, las lenguas chocaban violentamente mientas la polla de José se hacía camino entre nuestros labios. José se corrió, su semen calló mientras nuestras bocas se besaban, nos relamíamos mientras apurábamos hasta la última gota del semen la polla de José.

- Vaya, la zorrita quiere caña, dijo Nacho.

Me cogió y me puso a cuatro patas sobre la tumbona, comenzó a lamerme por detrás, mientras José, le metía mano a Nacho, que estaba totalmente empalmado.

Comencé a sentir profundamente como su lengua se metía dentro de mi agujerito, eso me ponía a cien. Podía sentir su vigorosa lengua como se hacía camino entre mis nalgas.

Sentí como José se desplazaba por debajo de mí hasta meter la cabeza llegando hasta mi coño, Sentía morirme, dios que placer, dos lenguas me estaban haciendo enloquecer, una en mi coño y otra y mi culo…

Se las apañaron para estar así un rato, para dejarme a punto de correrme, cuando me volvieron a cambiar de postura, José se puso debajo, con la polla apuntado al cielo, Nacho me puso sobre él y con mucho cuidado, cogiendo la polla a José, me la clavó en lo más dentro de mí ya más que dilatado coño.

Él se puso encima y de inmediato y también con mucho cariño, me enculó, sentí como su polla entraba entre las paredes de mi ano, que se dilataba por momentos. No paraba de gritar, estaba siendo follada por dos tremendas pollas y estaba a punto de correrme, cuando al mirar hacia adelante, vi a Ana como me miraba de pie, con cara de deseo mientras se estaba metiendo las manos por debajo de sus braguitas buscando su sexo...

Tanto José cono Nacho se corrieron a la vez, me inundaron de rico semen, Me rociaron completamente de su rica leche mientras sentía las sacudidas de sus corridas dentro de mi coño y mi culo...

Ana se acercó y comenzó a lamerme, ellos se separaron un poco, y ella comenzó a chupetear los restos de semen que recorrían mis muslos y mi coño. Comencé a correrme como una perra, a tener un orgasmo tras otro… me retorcía de placer en el suelo, mientras Ana seguía lamiendo y lamiendo… “grita puta, así, así. Córrete en mi boca zorra”, me gritaba Ana, “Te has follado a esos dos y ahora me toca a mí, córrete puta, méate sobre mí, quiero sentir tu lluvia dorado en mi cara”

Me dejé llevar y así hice, me meé sobre ella, José y Nacho también se unieron al improvisado festival. Entre los tres soltamos un gran chorro de pis sobre Ana, que se retorcía de placer. Mientras la orinábamos encima, se metía sus deditos corriéndose

Yo acabé tirada en el suelo abrazada a Ana y besándola, ellos dos, José y Nacho tumbados y agarrados en una de las tumbonas, se besaron con pasión y las dos nos los quedamos mirando mientras Ana me decía, “Esta noche, me voy a meter esas dos pollas en la boca”…

Y llegó la noche, pero esa es otra historia que ya os contaré, este verano en Ibiza han pasado muchas cosas…

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