Nuevos relatos publicados: 14

Nos pilla su hermana. 1ª parte

  • 7
  • 11.293
  • 9,08 (37 Val.)
  • 6

Era un día de lluvia, un día sábado. Mi papá no estaba, ya se había ido a trabajar como todos los días. Mi mamá estaba acostada, típico de ella un día sábado ya que no trabaja por contrato, sino que ella es microempresaria y ella se da los horarios.  Mi hermana estaba también acostada, pero con su pololo. 

El pololo es mayor que yo en edad, tiene 25 y sinceramente no me cae bien. A decir verdad, no creo que hayan tenido sexo la noche anterior porque mi hermana no grito, ni siquiera hubo ruidos raros, esto lo sé porque me quede toda la noche despierto, además el dormitorio de ella está al lado del mío.

Simplemente el nuevo pololo fue una pérdida de tiempo, porque pasar una noche entera con mi hermanita sin hacer nada es una pérdida de tiempo, sería imposible al ver ese culito redondito que tiene y esos pechos redondos y medianos que demás alcanzan para hacer una paja rusa. Tal vez sólo se la mamo.

Aquel día me levanté al baño, cuando ya iba saliendo me topé de frente con mi hermana, nos metimos los dos al baño, ella andaba con su pijama el que más me gusta a mi porque es muy ajustado y así se puede ver mejor el cuerpo de diosa que tiene. Yo me quede parado, ella se iba a bañar.

Parece que salió malo el pololo- le dije riéndome.

No me hables de él porfa -me dijo muy seria.

Se notó que no tuvieron ni una pisca de sexo anoche, ¿cierto? -le dije, mientras me sentaba en el suelo apoyado en la puerta.

Él tenía miedo, ni siquiera me tocó porque dijo que había que ir de a poco y parece que es precoz, se lo agarre por arriba del bóxer y empecé a masturbarlo y a los segundos se puso nervioso y me quito la mano de ahí- me contó. 

Pobrecito no sabe lo que se pierde, no sabe lo que es bueno, si yo hubiese estado ahí hubiese sido distinto-le dije.           

Si lo sé, es que tú eres muy caliente y aprovechas cada momento que tengas-me dijo.

Si lo sé, e incluso podría aprovechar acá en el baño, pero por respeto a él no lo haré- le dije mientras me paraba.

Por lo menos me harías gozar- al decir esto se puso roja como tomate. 

Me fui a acostar de nuevo, prendí la tv y me acordé que tenía una amiguita la cual siempre me había dicho que yo le gustaba así que la llamé. 

Hablamos por mucho tiempo y acordamos en vernos en su casa a las 10 de la mañana.

A las 9 me levanté, me bañé y me vestí. A las nueve y media iba saliendo de mi casa, la cosa es que llegue justo a su casa por culpa de un taco. Me estacione fuera de su casa, me baje del auto y antes de estar frente a la puerta está ya estaba abierta, ahí estaba ella, como siempre muy bonita, muy hermosa. Nos saludamos y me hizo entrar a su casa, ahí estaba su mamá, su papá y su hermana menor o no tan menor, eran tres años de diferencia. Inmediatamente me sirvieron una taza de té. La conversación no podía faltar.

Primero que nada, ¿cuáles son tus intenciones con mi hija?  - me preguntó su papá antes que cualquier otra cosa.

Somos solo amigos y pretendo que eso sigamos siendo- le respondí algo nervioso-pero podría cambiar dependiendo de cómo la pasemos hoy.

Lo único que te digo es que la tienes que tratar bien-me dijo ya en un tono no tan pesado. 

Eso no es problema suegro, disculpe don Alberto-le dije tratando de cambiar de tema.

¿Y a que te dedicas?  - me preguntó la mamá.          

Estoy en una empresa generadora de envases plástico- le respondí

La cosa es que todos me hicieron preguntas, me sentí famoso por un momento, como en una conferencia. 

El papá se fue a trabajar y la mamá también, quedamos solo nosotros tres. La hermana menor de la Cata, porque se llama Catalina se fue a su pieza, mientras que la Cata prendió su equipo de audio y puso música muy fuerte, me tomó de la mano y me llevó a su dormitorio. Estaba todo ordenado cosa que no pasa con el mío. Ella me empezó a mostrar sus medallas, algunos trofeos que tenía en un mueble. Ella jugaba fútbol, ya no porque sufría muchas lesiones. Todos los santos días tenía que ir al doctor.

Seguimos conversando por un largo tiempo.  

¿Y ya has tenido tus relaciones sexuales?  -me preguntó.

Si ¿y tú? - le respondí y le pregunté. 

Si, si, pero soy virgen aún, la relación fue por donde ya tu sabes- me respondió ya con una voz algo rara.

¿Lo gozaste?  -le pregunté- pero si no quieres responder no lo hagas.

Sí, pero hubiese sido mejor contigo-me respondió. 

Tenías que llamarme nomas, ay hubiese estado para darte lo que querías- le dije ya caliente. 

Pero aún se puede, estamos solos y puedes darme por donde quieras- me dijo.

Pero está tu hermana-le dije- además no tengo preservativos. 

No importa ella no va a saber y yo tengo condones-me dijo con una sonrisita.

Entonces ya está dicho-dije yo.

Empezamos a besarnos, luego y sin pedirlo ella me la mamo por un largo tiempo, evidentemente era mejor que mi hermana. Luego ambos nos sacamos toda la ropa, ella se acostó y se abrió de piernas, su vagina estaba rosadita y tenía un rico olor, se la empecé a lamer y a jugar con mi lengua y su clítoris, cuando ya estaba bien mojadita me pare y me puse el condón. Puse mi pene en la entrada y puse un poco de presión, no hizo ningún gesto de dolor.

Seguí haciendo lo mismo pero un poco más adentro, cuando mi pene estaba todo adentro empecé a darle fuerte y rápido, lo bueno era que su cama no sonaba, en su cara se veía el placer. Cuando me aburrí en esa posición nos levantamos los dos y nos besamos y aproveché de tocarle las tetas. Luego yo me acosté y ella se colocó arriba, comenzó como toda una profesional a moverse, parecía que estaba en un toro mecánico, obviamente esa era su postura favorita porque se movía sensacional y generaba un gran placer.

De repente ella se apoyaba en mi pecho o me besaba.

La cama empezó a tener un chirrido así que ella comenzó a moverse más lento para que su hermana no sospechara, aunque la música estaba demasiado fuerte para que escuchara.

Ya en mi condón no quedaban manchas de sangre, esas que comprobaban la virginidad de ella.

Dame por el culo- me dijo ella y se tiro boca abajo.

No dije nada y eso hice, en un principio pensé que me iba a costar, pero cuando lo metí no me costó y le di como ella quería, saqué mi pene y me di cuenta que el condón estaba roto así que me lo saqué y le di a cuero pelado.                                      

Espera un poco- me dijo, se lo saqué y me corrí para atrás, ella se paró me besó y luego se puso con la cabeza y la mitad de su cuerpo en la cama mientras que sus rodillas arriba y su culo abierto a su máxima expresión, se lo metí todo y la folle como nunca antes lo había echo. Ya estaba a punto de irme.

¿Quieres que te eche el semen adentro o afuera?  -le pregunté, ahora la follaba más lento.

Échamela toda adentro cielo-me respondió.

Me dijo que adentro así que aguante lo más posible y solté todo mi semen, lo saqué y le chorreaba.

¿Te limpio?  -le pregunté. 

No déjame así-me respondió. 

Así que me tire a la cama al lado de ella que estaba en la misma posición aún. Estábamos así cuando de repente entró su hermana a la pieza y se quedó parada mirándome a mí que estaba desnudo y con mi pene no tan erecto como antes y luego miro a la Cata que estaba en 4 y con su ano con semen.

Comenten si quieren que escriba la segunda parte para contarles como salimos de ese problemita, Gracias por leer.

(9,08)