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Un nuevo poder - 00 prólogo

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Siempre fui bueno en lo que a cuestión de leer a las personas se trata, era inteligente y bien parecido a las mujeres.

Aun así, yo siempre tuve un morbo por controlar y tener el poder absoluto por las personas, quién diría que lograría mi cometido.

Era un miércoles por la tarde me encontraba en el parque municipal viendo a las personas pasar, algunas reír otras llorar, siempre era lo mismo.

De pronto una muchacha bastante voluminosa entra en mi rango de visión, sin pensar dos veces mis ojos empezaron a examinarle.

Pelo negro hasta la cintura, unos pechos no muy grandes, pero si paraditos, un trasero respingón y una cintura de infarto, sin contar su preciosa cara de Ángel.

 Ella se encontraba caminando junto otra muchacha, no era tan buena como ella, pero tenía lo suyo, rubia ojos azules, una cara de no romper ni un plato, pero a leguas se le notaba que tenía mañas, en los pechos bastante pronunciados y un trasero de infarto.

Sin embargo, la otra tenía algo que llamaba demasiado la atención, y te daban unas ganas de cogértela de todas las formas posibles y por descubrir.

En algún momento dado, pensé en que sería una locura que de repente se dieran un piquito en la boca.

Segundos más tarde las dos se voltearon y se dieron un piquito algo inocente, pero en mi cabeza resultaba bastante extraño.

¿Será que lo hicieron debido a lo que pensé? 

Sin más rodeos me dije que era una locura, y por lo tanto seguí mirándolas, y ni pude evitar pensar "ufff ojalá se acercarán a mí y me dieran sus números".

Como por arte de magia voltearon a verme y se fueron acercando poco a poco, al llegar la que me encantaba finalmente dijo:

— Hola, me llamo Andrea y ella es Daniela —. Contestaron con una sonrisa un tanto pícara. — Pasamos por aquí y te miramos, y queríamos ver si querías algún día salir con nosotras, mira estos son nuestros números, marcanos—. Dijo extendiéndome dos papeles con unos números apuntados en ellos para luego empezar a irse.

Eso no era una simple coincidencia, sabía que algo pasaba así que con mi mente me volví a concentrar en ellas y pensé en que deberían agarrarse las nalgas una a otra como si nada.

Y paso de repente Andrea y Daniela pasaron una mano respectivamente a los glúteos y posaron sus manos sobre ellos para luego apretarlos ligeramente.

Eso fue bastante excitante lo que hizo que me empalmara al cien, eso hizo que mis instintos oscuros se dieran cuenta del semejante poder que había descubierto en mí.

Me fui a casa pensando en todo lo bueno que lograría con este gran poder. Y sobre todo las mujeres que lograría cogerme.

Aunque mi primera misión eran Andrea y Daniela tendría que practicar en alguien mi poder.

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