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ausencias (ella, el)

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Se acaba de ir y me he quedado como todos los días que le siento durante el último año, vacía. Durante estas horas he estado tan llena de él. Mi mente y mi cuerpo ha sido suyo y mi alma la suya. Sus primeras ordenes, el primer día,  fueron “No te enamores de mi y si lo haces que sepas que en ningún caso te voy a corresponder”. Espero cada día su llamada, a veces llega y otras no, pero yo le espero para ser suya, suya en el amplio concepto de la palabra. No hace falta que esté cerca de mi, sentir sus manos o su aliento en mi nuca para sentirme suya, soy suya en cuerpo y alma, soy suya porque es mi amo, al que amo y obedezco por encima de todos y de todo. Al que haré realidad cualquier deseo, cualquier pensamiento, cualquier orden. Incluso cuando me ordenó, él nunca pregunta, él nunca propone, ser usada por otro hombre bajo su atenta mirada. Me entregué totalmente sabiendo que, o quizás no, valoraba mi entrega como marca de mi sumisión. Me sentí triste pero en esa tristeza había una alegría de ver como mi amo se enorgullecía de mí. Le gusta dominar mi mente, sutilmente. Lo ha hecho lentamente, poco ha poco ha doblegado mi voluntad a la suya. El juego de un rato se ha convertido en mi vida. Me siento viva cuando me usa, cuando le veo disfrutar de mi cuerpo, cuando disfruta de sentir su poder sobre mí. Me siento viva cuando me castiga, a veces quizás demasiado duramente, por no haber obedecido, aunque sea minimamente, alguna de sus órdenes. Él es mi vida.

 

La acabo de dejar y ya la hecho de menos.
Cada día me es mas difícil separarme de ella.
Sin ella el tiempo no corre, nada tiene sentido.
Solo esperar a que el universo gire y vuelva a ser mañana a su puerta.
Cada día la siento mas mía y soy mas suyo.
¿Porque creí que no me enamoraría de ella?.
A ratos siento vergüenza de ser un niño esperando que llegue la hora.
Me fuerzo a ser cruel y faltar a la cita.
 Me siento mal pero es necesario.
Se que me espera como yo la anhelo a ella.
Su ausencia me quema y me cura.
¿Soy su amo o su esclavo?.
¿Ella adivina mis caprichos o yo los tengo para satisfacerla?.
Siento que su voluntad entra dentro de mi.
¿Se doblega para doblegarme?.
Junco que nunca cede aunque se humille hasta arrastrarse..
¿Ella es mía o yo soy suyo?.
 La pido lo que me duele: ¿para probarla?, o ¿para probarme?
¿La castigo o me castigo a mi mismo?.
La acabo de dejar y ya necesito volver dentro de ella.
Ella es mi vida. 

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