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A hundred sexual anonymous cases (Nº 3)

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Case 3: The psychologist

“Honestamente yo no recuerdo de la mayoría de las cosas que pasaron, pero gracias a mi compañera, que me relato todo lo que paso, pude poco a poco recordar casi por completo todo lo que ocurrió, jamás pensé que podría contarle a alguien esto, así que esto es un alivio para mí y bueno, para todos los que ‘sufrimos’ de lo ocurrido con el…” -Anónima.

Esto paso justo después de la pandemia, habíamos regresado a la Universidad, y poco después de retomar las clases presenciales, e intentar adaptarnos a la “nueva normalidad”, la universidad nos comentó que tendríamos un par de cursos de “inducción” para evaluar nuestra salud psico-mental, ya que hubo muchos casos de depresión, suicidio, ansiedad, etc., que se habían presentado en la población local, de manera que querían asegurarse que estábamos en un buen estado de salud para continuar con las actividades escolares. Un día, tomando la clase de “metodología”, el profe nos explicó que un psicólogo vendría, y nos daría el curso de inducción que, al parecer, estaba titulado “la nueva normalidad: ¿cómo me siento?”. Me pueden llamar Estefanía.

Profesor: Muy bien chicos, sin más que decir, les dejo al psicólogo Ramiro (Y una vez dicho esto, entro un hombre, joven, recién rasurado, trajeado y con una gran sonrisa en su rostro, se acercó a saludar/despedir al profesor y luego nos miró).

Psicólogo: Hola chicos, espero estén todos bien, mi nombre es Raúl Ramiro, soy el psicólogo que les dará su curso de inducción.

Profesor: Gracias psicólogo Ramiro, lo dejo en sus manos, con permiso.

Una vez el profesor salió, y cerró la puerta, el psicólogo se acercó a su escritorio, puso su maletín en este y empezó a abrirlo para sacar algunas cosas.

Ramiro: Antes de iniciar con el “curso de inducción”, que por cierto durara 5 sesiones, ¿alguien tiene alguna duda que quiera hacer? (Primero saco una botella de agua, luego un reloj de bolsillo, y finalmente un pañuelo. De mis compañeros, el jefe del salón, Omar, levanto la mano, e impacientemente hablo).

Alumno: Yo, ¿Por qué el curso de inducción? Sigo sin entender claramente de que tratara este curso, y porque lo necesitamos.

Ramiro: Buena pregunta, Omar, ¿verdad? (La pregunta nos sorprendió a todos, el psicólogo seguía buscando algo dentro de su maletín, así que no vio nuestros rostros de sorpresa, aunque no tuvo porque, el silencio fue su respuesta).

Omar: Si… ¿Cómo lo supo?

Ramiro: Bueno, antes de entrar al salón estudie la lista de alumnos. Claramente esta lista me da limitada información, pero sabía que el jefe de grupo eras tú, así que supuse que serias el primero en preguntar. Fuera de eso, lo único que se dé ustedes es que son 22 alumnos, de tercero, estudiando administración (Mientras terminaba su oración, se dio la vuelta a vernos, mientras sacaba de su maletín una pequeña cámara).

Omar: Oh, ya veo… (Todos nos quedamos callados, esperando a que respondiera la pregunta, pero también viendo las cosas que había sacado de su maletín).

Ramiro: Respondiendo tu pregunta, la escuela, no, los lideres de esta localidad están preocupados por la salud colectiva de cada uno de ustedes, debido a la pandemia, y quieren que yo, evalué esta salud, su salud psicológica y mental.

Omar: Pero si es una evaluación, ¿no debería de llamarse así? Y no “curso de inducción”, ¿no cree?

Ramiro: Oh claro, estoy de acuerdo, pero los diferentes nombres que se le ocurrió a la escuela ponerle para estas sesiones no les termino de gustar, así que decidieron llamarlo así. Además, un curso suele ser de una sesión, y este será de 5 (Una de mis compañeras, Dana, a un lado de mí, levantó la mano y hablo).

Dana: ¿Y por qué 5 sesiones? ¿No es eso mucho para evaluar nuestra salud mental? Ramiro: Estoy de acuerdo, pero ya verán, ya verán porque son necesaria las 5 sesiones. Pero bueno, mientras acomodo mi material, les explicare que haremos hoy y las siguientes 5 sesiones (Tomo su maletín, lo dejo sobre la silla, acomodo la cámara en el escritorio apuntando hacia el mismo y guardo el pañuelo en su saco, la botella la dejo donde estaba y finalmente tomo el reloj de mano para sí mismo). ¿Alguien está familiarizado con la hipnosis? (Pregunto, vacilante, mirando al salón, nadie contesto). ¿No? Bueno, hoy y las siguientes 5 sesiones tendré algunas sesiones de hipnosis, esto con el fin de entrevistarlos bajo la hipnosis y resolver la duda de si tienen o no algún problema de salud mental y/o psicológica. (Una vez más, el silencio reino en el salón, pero rápidamente se rompió ante la risa del payaso del salón, Alonso).

Alonso: Jajaja, ¿en serio nos está diciendo que el curso de inducción es unas baratas y falsas sesiones de hipnosis? La hipnosis no es real, no funciona, y lo sé porque mi tía hace esas cosas y es pura mentira. Además, aunque pudiera hipnotizar a uno que otro, ¿cómo espera hipnotizar a 22, entrevistarlos, y luego darnos una respuesta de nuestra salud? No recordaríamos nada sobre la hipnosis, usted es un farsante.

Ramiro: 22, de los cuales 10 son hombres, por favor, pónganse de pie esos 10 (Lo que dijo Alonso desapareció en el tiempo, Ramiro sonrió ante la respuesta de Alonso, y todos nos quedamos en shock ante la respuesta del psicólogo. Poco a poco, 9 de los 10 se pusieron de pie). Ahora vengan, pónganse delante de mí, mirándome, dándole la espalda a sus compañeras (Finalmente, Alonso, que era el único que no se había puesto de pie, se incorporó a sus compañeros y juntamente se acercaron frente al salón, frente al psicólogo, que había puesto el reloj de bolsillo al aire).

Alonso: Si, exactamente eso hace mi tía, no va a funcionar.

Ramiro: Puede que no, es más, si no funciona, te prometo que nos podremos a ver alguna película hoy y las siguientes sesiones, daré un reporte de que su salud está en perfecto estado, y así podrán disfrutar de tiempo libre.

Alonso: Va, es un trato, me parece perfecto (Ambos sonrieron, Ramiro había empezado a mover el reloj de un lado a otro, y empecé a darme cuenta de que con la otra mano hacia pequeñas palmadas sobre su pantalón).

Ramiro: Por cierto, la cámara está ahí para grabar su avance, así no se tienen que preocupar por lo que les va a pasar una vez que estén en trance, no recordaran, pero yo tendré un registro de que tuvimos la entrevista y que todo estuvo bien. Chicas, necesito que cierren los ojos unos segundos, ahorita les digo cuando los abran, solo necesito que los chicos se concentren en este reloj primero.

Y aunque la mayoría obedeció y cerró los ojos, mi mejor amiga Daniela, no lo hizo. Ella fue la que me conto lo siguiente que paso.

Ramiro: ¿Miráis este reloj? ¿Oíd las palmadas en mi muslo? Relajaos en vuestro sillón, el viaje será sutil. Rápido y sencillo, dejadme guiar el murmullo, en vuestro universo interno, me seréis más útil. (Y entnoces chasqueo sus dedos, y mis compañeros uno a uno se quedaron rígidos, con la espalda derecha y con la mirada perdida, increíblemente Daniela descubrió que no le habia pasado nada, seguía consciente, pero se quedo quieta por si el psicólogo la atrapaba. ¡¡¡Era inmune!!!). Muy bien chicos, hagamos una prueba, levanten todos su mano derecha (Dicho y hecho, todos levantaron la mano derecha, luego les pidió que dieran un salto y finalmente que dijeran su nombre). Perfecto, suponiendo que todos conocen donde queda el parque revolución, necesito que caminen hacia allá y regresen, una vez que regresen volverán en sí, no recordaran nada de lo que paso aquí, más que les gusto la sesión y que quieren que se repita, vayan.

Una vez termino, escuchamos a los chicos salir del salón, Daniela estaba congelada y una vez que los chicos se fueron cerro los ojos junto con las otras chicas, estábamos asustadas, al parecer todo lo que dijo Alonso no podía estar más lejos de la verdad, y al parecer seguíamos nosotras.

Ramiro: Listo chicas, pueden abrir los ojos, ya todo bien (Y así lo hicimos, algunas más rápido que otras, algunas estaban nerviosas y se podían notar en el aire, Daniela levanto la mano, no sé de donde encontró la fuerza).

Daniela: Los hipnotizo, ¿Cómo? ¿Seguimos nosotras? ¿Nos va a pedir lo mismo que a ellos? ¿Por qué?

Ramiro: Calma calma, no siguen ustedes, y aunque siguieran, no les pediría lo mismo. Esta sesión es para ustedes solamente, y necesitaba que los chicos tardaran fuera del salón, el parque no esta tan cerca, y menos caminando (Mientras le respondía, se fue acercando a ella, no dejaba de mover el reloj).

Daniela: Pero… ¿Cómo logro eso?

Ramiro: Bueno, es una larga explicación, pero en pocas palabras, tengo la experiencia para poder entrar en la cabeza de las personas, y aunque no todas son iguales, en general es el mismo principio, como abrir una puerta, algunas tienen llave otras no. Lo importante es que ustedes ya estan aquí. 12 chicas; Daniela, ¿verdad? (Una vez más, nos quedamos en silencio, pero ahora asustadas). Daniela, Estefanía, Dana, Melissa, Isabel, Inssy, Paola, Cristina, Elena, Karely, Emilia y Leilani. Y, espero no equivocarme, necesito a las siguientes de pie: Cristina, Karely, Emilia, Leilani, Melissa e Isabel.

Guardo silencio, esperando a que las 6 que menciono se pusieran de pie, y casi un minuto después empezaron a ponerse de pie, no decíamos nada, pero definitivamente estábamos asustadas y queríamos irnos, yo quería decirles que no se pusieran de pie, pero empezamos a sentir algo en el ambiente que nos imposibilito hablar.

Ramiro: Perfecto, ahora, sé que escucharon lo que les dije a los chicos, lo que les recité y el chasquido de dedo, pero no estuvieron viendo, por tanto, están bien, no están bajo la hipnosis que están ellos. Pero si estan susceptibles a este (Cuando dijo esto, Daniela y yo entendimos que quiso decir, y antes de abrir la boca, chasqueo los dedos, y la mayoría de las chicas se quedaron erguidas, con la mirada en blanco; habíamos entrado en hipnosis también. Todo lo que sigue a continuación sé que paso porque recuerdo partes, una vez que Daniela me conto lo sucedido, ella no había entrado en hipnosis, pero tenía que pretender…). Muy bien, ahora todas estan en el trance, y sé que me pueden escuchar, entender y son capaces de recordar esto, se sienten encerradas en una silla interna, sin poder hacer nada más que obedecer, más calma, todo saldrá bien. Las 6 que estan de pie, acompañen a sus compañeros hombres, cuando regresen tampoco recordarán nada de lo sucedido, pero estarán encantadas de a verme conocido. Ustedes poco me interesan honestamente.

Una vez dijo eso, mis 6 compañeras se fueron y él se acercó a la cámara y le pico para que iniciara a grabar. Se incorporó y nos vio por unos segundos, se acercó a la puerta y le puso seguro, se quitó el saco y se arremango las mangas de la camisa.

Ramiro: Bueno, ustedes 6 son las únicas que me interesan, probablemente luego agreguemos a una que otra compañera, pero honestamente no soy fan de las chicas chaparras, delgadas o muy gordas. Ustedes están perfectas, ¡de pie! (Nos pusimos todas de pie, Daniela casi no logra hacerlo al mismo tiempo que nosotras). De una vez, quiero que empiecen a sentirse muy relajadas, deseosas de mí, pero que sus recuerdos empiecen a nublarse, así no recordaran nada esto sin ningún problema. Daniela, acércate por favor (Daniela lo pensó un segundo, pero empezó a avanzar hacia él, intento hacerlo de la manera más robótica y simplista que pudo hacerlo, no quería que se enterara que estaba fingiendo, una vez que llego a él, este se acercó a su rostro). Date la vuelta, quiero ver ese pedazo de pastel que te cargas (Sorprendida, y casi ruborizada, Daniela se dio la vuelta dándole la espalda al psicólogo y mirándonos, consciente de todo lo que pasaba). Que buen culo te cargas, dios voy a romperlo tan rico, pero primero, necesito prepararlo. ¡Ven Estefanía! (Daniela se sorprendió, casi a punto de romper su cometido, mientras miraba como me ponía de pie y me acercaba a ella y a Ramiro). ¿Lista para ayudarme a comerme el culazo de tu mejor amiga?

Estefanía: Si amo, lo que quiera lo hare.

Ramiro: Perfecto, ayúdame a quitarle todo de la cintura para abajo y una vez que termines, empieza por comerse su vagina, déjala bien húmeda. Daniela, deja que te desnude, gime todo lo que quieras y disfruta de su lengua. ¡A darle!

Mientras lo decía, Ramiro empezó a acariciar las nalgas de Daniela que, efectivamente, eran grandes ya que era la más alta, y dotada del salón, esto hizo que Daniela diera un ligero salto, pero como Ramiro estaba tan concentrado dándonos ordenes no se dio cuenta. Una vez termino, yo empecé a quitarle el cinturón y a bajarle los pantalones a Daniela, esta me miraba con tanta sorpresa, y de una manera u otra quería detenerme, pero sabía que no podía.

Ramiro: Bueno, ya tengo a la nalgona del salón preparándose para mí y a su mejor amiga comiéndosela entera. ¿Qué hago con las otras 4? Vengan Elena y Paola, mis chichonas favoritas (Estas se acercaron rápidamente, tanto Elena como Paola eran chaparras, pero se quedaron porque eran las copas D del salón). Quiero que se quiten la ropa de la cintura para arriba entre ustedes y se tomen turnos de 1 minuto para chuparse las tetas entre ustedes, asegúrense de hacerlo con mucho deseo y que la cámara las capte, harán esto hasta que yo lo diga, ¿vale? ¡A darle!

Ambas: ¡Claro amo, lo haremos con deseo! (Y empezaron a quitarse las blusas y a dejarse desnudas mutuamente).

Ramiro: Por último, vengan Innsy y Dana (Estas se acercaron al psicólogo). Innsy, eres la fresa del salón, así que a ti te traje para humillarte realmente más que para jugar contigo, quiero que vayas con tus compañeros hacia el parque, pero primero tienes que alcanzarlos, así que corre, y cuando llegues al parque quiero que entres a un baño y te desnudes por completo, mastúrbate hasta que te vengas, y regreses con tus compañeros, así que tendrás que volver a correr a alcanzarlos. Ve, y suerte (Lo dijo sonriendo, y seguía sonriendo una vez que vio a Innsy retirarse, volteo a ver a Dana). Y bueno, Dana, mientras Estefanía termina de preparar a Daniela, serás mi juguete por ahora, necesito que tú me prepares para Daniela, así que ponte de rodillas y chúpamela como si no hubiera un mañana.

Y así fue, Dana se puso de rodillas, le quito el cinturón a Ramiro y le saco su verga, que ya estaba dura, y para ser un joven psicólogo era gruesa y venosa. Dana empezó a chupar, succionar y dejar super mojada la verga de Ramiro. La escena, ya completa, era espectacular, morbosa y nadie en su sano juicio podía imaginarla. Paola y Elena ya llevaban unos minutos chupándose las tetas, sus pezones estaban muy duros y sus tetas brillaban por lo mojada que estaban. Yo llevaba casi 10 minutos chupando y comiéndome la vagina de Daniela, que habia empezado a retorcerse, jadear y finalmente gemir sin poder controlarlo. Ramiro habia finalmente tomado la cabeza de Dana para venirse en su boca y dejarla llena de semen. Una vez termino, su verga seguía dura, y habia decidido darnos nuevas órdenes. Ramiro: Bueno, seguramente los chicos ya casi llegan al parque, y han pasado 25 minutos desde que inicio el curso, no nos queda mucho tiempo, así que debe de seguir lo bueno y terminar antes de que lleguen y términos con esta sesión. Así que, Estefanía, empieza a chupar el ano de Daniela, y con tus dedos sigue dilatando su vagina. Daniela, termina de desnudarte por completo. Paola y Elena, quiero que ahora vengan y desnuden a Dana, y entre ambas se vayan turnando para comerse toda su vagina, se lo merece por hacer un gran trabajo con mi verga. ¡A darle!

Una vez termino de dar las ordenes, Paola y Elena dejaron de chuparse las tetas, que estaban duras y mojadas, y se acercaron a quitarle la ropa a Dana y a chuparle la vagina con muchas ganas. Yo subí y empecé a chupar el ano de Daniela con mucho deseo y a tocarla con mis manos. Increíblemente, Daniela empezó a quitarse el suéter que tenía, junto con la blusa y a desabrocharse el bra, ya que, aunque no estaba hipnotizada, estaba tan caliente que quería seguir con el juego pervertido del psicólogo.

Ramiro: Yo mientras jugare con tus tetas (Y mientras decía eso se acercó a Daniela, que estaba gimiendo y disfrutando de mi lengua en su ano, abrió un poco los ojos y vio a Ramiro que se acercaba a sus tetas y las disfrutaba con las manos para finalmente poner su boca y chupar sus pezones).

Daniela: Ahhhh amo… Mas, quiero mucho más…

Ramiro: Wow, yo no te pedí que dijeras eso, interesante… Parece que la sesión realmente te está ayudando mucho Daniela.

A pesar de la sorpresa, inconsciente de Daniela, Ramiro no sospecho y continuo con su cometido de disfrutar de las tetas de Daniela. Después de unos minutos más, Dana había llegado al orgasmo y se vino en los rostros de Paola y Elena.

Ramiro: ¡Muy bien! Buen trabajo, ahora arréglense; pónganse la ropa, vayan al baño y lávense. Cuando terminen esperen en la entrada de la escuela a sus compañeros y cuando lleguen regresen con ellos, también olvidarán todo, pero mantendrán el calor y el deseo de esta sesión (Cuando termino de hablar, las 3 se pusieron de pie y empezaron a arreglarse. Unos minutos después, Daniela no aguanto más y se vino en mí, mojando mi ropa y apretando mi rostro). Dios, estas lista, Estefanía, ve, límpiate y regresa, necesito que veas lo que le hare a tu mejor amiga.

Fui, y cuando regresé Daniela estaba completamente desnuda sobre el escritorio, la cámara los estaba grabando a los dos. Las tetas de mi mejor amiga estaban mojadas y duras, y no hablar de su ano y su vagina, estaban dilatados.

Ramiro: Ven Estefanía, siéntate en tu lugar y mastúrbate viéndonos, no recordaras nada de esto, pero lo soñaras y desearas que haya sido verdad, aunque si lo haya sido.

Una vez fui a mi asiento, el psicólogo metió su verga en la vagina de Daniela, que entro con mucha facilidad, y empezó a bombearla con mucha fuerza, una y otra vez dándole estocadas que llegaban al fondo de mi mejor amiga, esta gemía y abrazaba el cuello del psicólogo, sus ojos empezaron a dar vuelta y su cuerpo se estremecía con cada estocada. Después de un rato, le pidió que se diera la vuelta y se pusiera en 4.

Ramiro: Ahora sí, para el plato fuerte, final y el postre, tu delicioso ano Daniela (Y se la metió, con ninguna dificultad hasta el fondo, Daniela grito de placer y volvió a estremecerse. Ramiro empezó a darle duro, mientras jadeaba y aprovechaba para darle nalgadas. Debido a la piel de Daniela, estas se marcaban con mucha facilidad y le dejaban la piel roja). Ahhh si si, así me gusta, que rico culo tienes dios, ¿estas lista? ¡Ahí viene!

Daniela: Siii, dame duro, ¡¡¡vente dentro de mí!!!

Y con una última y fuerte estocada, Ramiro empezó a venirse y rellenar tanto a Daniela que esta empezó a estremecerse y gritar del placer. Después de unos segundos, Ramiro saco su verga, y el semen empezó a salir del ano de Daniela, esta se habia quedado acostada sobre el mesabanco, con los ojos blancos de placer y yo empezaba a retorcerme del placer también.

Ramiro: Ve, acomódate la ropa y arréglate, no recordaras nada de esto, pero tu cuerpo te recordara lo rico que te lo pasaste, y cuando me veas, desearas mi verga sin saber porque (Pero claro que sabia porque). Ven rápido Estefanía, limpia mi verga con tu boca.

Daniela empezó a arreglarse, no de la misma manera que sus anteriores compañeras, no con la misma velocidad ni con la misma robotomia, sino más bien con lentitud y placer, su ano seguía escurriendo semen, sus piernas temblaban, y sus tetas estaban mojadas y duras. Nada de esto hizo sospechar a Ramiro, pensaba que la sesión había sido tan productiva que casi la sacaba de la hipnosis, yo llegue hacia el y chupaba y succionaba su verga con tanto deseo terminado de limpiarla y mirándolo a los ojos mientras lo hacía. Finalmente, mientras terminaba de limpiarla, Daniela salió al baño a limpiarse. Ramiro: Dios, no puedo imaginarme como serán las siguientes 4 sesiones, que gran trabajo hicimos hoy. Ve Estefanía, acompaña a tu mejor amiga, límpiate y hazle saber que tienen que regresar junto con tus compañeros.

Cuando termino de darme la orden, apago la cámara, se limpio un poco con el pañuelo, tomo de su botella de agua, y guardo todo. Después de unos minutos, llegamos todos al salón, excepto Innsy, que había salido desnuda de un baño del Parque Revolución y a mitad del camino de regreso la policía la detuvo; lo cual descubrimos que fue difícil ya que intentaba escapar de muchas maneras de la policía y terminar su misión de llegar al salón, no fue hasta que noquearon a Innsy que, al despertar, estaba consciente y sin recordar que paso, en las noticias se mostró, censurado, la escena de ella corriendo hacia la universidad (aunque no se puede decir lo mismo de las redes sociales, donde muchas personas, en su mayoría hombres, la grabaron corriendo desnuda y mojada). Una vez llegamos al salón, y nos sentamos, la hipnosis termino en todos, excepto en Daniela que jamás estuvo hipnotizada, a pesar de que ya estaba limpia y arreglada, seguía temblando sus piernas, y todavía sentía semen salir de su ano poco a poco. Todos los hombres estaban desconcertados, algunos cansados y sudando, no se habían enterado de nada de lo que paso, pero querían que se repitiese pronto, así como las chicas que se fueron con ellos. Paola y Elena tenían las tetas hinchadas, pero estaban felices y querían mas sin saber realmente por qué. Yo seguía mojada, muy mojada, y aunque sentía que debía estar confundida o avergonzada, estaba feliz y quería más. Finalmente, Dana estaba tranquila, hasta contenta.

Ramiro: Bueno chicos, un gusto conocerlos a todos, fue una gran sesión, tendremos una por semana, los veo la próxima semana, misma hora misma clase, hasta ahora puedo decir que tienen en promedio una buena salud, pero es necesario las demás sesiones para llegar a una conclusión completa. Gran trabajo sobre todo a Daniela, Estefanía y Dana, gran trabajo. ¡Bonito día a todos!

Y nos despedimos, algunos con más ganas que otros, pero todos felices y con deseos de que ya llegara la próxima sesión.

(9,00)