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Adiestramiento para sissies, travestis y mariconas

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El día que probé mi propio semen,  supe que quería dejar de ser hombre, convertirme en una putita sumisa, en una preciosa nenita Sissy para satisfacción de aquellos que sí eran machos de verdad. Lo primero fue hacerme con un plug anal como parte esencial del entrenamiento y que acabaría siendo un apéndice indispensable en mi cuerpo -lo llevo las 24 horas del día-, el ardor de una putita como yo va más allá de ser culeada una sola vez al día y el plug mantiene mi vagina en total dilatación y humedad para posteriores encuentros íntimos. Además, favorece la inseminación pues cuando el hombre acaba dentro y se desamarra, inmediatamente me lo clavo para que su esperma no escape de mí y así poder mantener esas hormonas hasta la total absorción por parte de mi organismo, ofreciéndome propiedades claramente femeninas para mi total afeminamiento.

Me encanta ir vestida de chica, llevar esas deliciosas braguitas de encaje rosa -el rosa es mi preferido como mujer que soy-, calzarme los tacones aguja que realzan mi culazo precioso, maquillarme como una golfa, colocarme la peluca también rosa y salir en busca de sementales que apaguen mi fuego. Las mariconas la chupamos mejor, nos tragamos toda la leche, nunca nos duele la cabeza, estamos dispuestas a quedarnos preñadas, nos fascina ser maltratadas, que nos culeen bien duro, que nuestro macho nos humille, que nos obligue a hacer cosas con ese toque de depravación masculina que hace aún más intensa la relación sexual, que nos lleven a moteles baratos que huelan a semen, que nos abusen hasta dejarnos rotas. Cierto es que en un inicio estamos súper cohibidas porque nos rompan los esquemas y el culo, pero luego de la primera vez, no queremos otra cosa que abrirnos de patas para ser puteadas hasta sentirnos hembras al cien por ciento.

Una marica necesita de verga siempre, dar sentones profundos en un rabo largo y grueso, mamarla desde los huevos hasta el capullo, engullir todo el tronco, sentir esas dulces arcadas que la bañan de saliva y nos permite lubricarla para mamar mejor, una puta Sissy adora ser clavada por detrás ofreciendo su hermoso culazo en pompa al amante que necesita descargar su virilidad en nuestras entrañas. Una perra maricona satisface a su macho aún a costa de su dolor. Los maricones necesitamos sentir el dolor para realizarnos como hembras y es ese dolor el que nos suele llevar al ansiado orgasmo. Cuando te eduques en todo lo expuesto, serás la bella putita que siempre deseaste ser.

Ser obedientes y entregadas nos trae toneladas de felicidad. Una maricona bien destrozada, es una maricona feliz y siempre vamos a estar dispuestas a que nuestro macho nos obligue a ser felices. Cuando te meten 24 centímetros de verga por el culo y sientes que tus ojos se salen de sus órbitas, cuando el macho embiste con furia y te duele el vientre pero tu colgajo de miseria endurece, cuando sueltas lágrimas y te reprimes de gritar para que él no pare de maltratarte, entonces eres una puta marica feliz y agradecida. Agradece siempre. Tu macho te dará bofetadas, golpes, te adistrará para que seas una perrita fiel siempre a sus pies, te humillará, escupirá en tu cara de zorra arrecha, te insultará y todo eso serán favores que recibes, por lo tanto, sé agradecida. Nosotras estamos para complacer, no para renegar de algo tan bello como es servir de depósito de esperma.

Una vez tu hombre te embarace, no hay vuelta atrás. Le pertenerás de por vida y serás la putita marcada. Es lo que todas queremos, marcarnos del amor de nuestras vidas, ser propiedad de alguien que jamás fracasó como hombre. Nosotras sí somos hombres fracasados, pero supimos sacarle partido a esa putería que llevamos dentro y ahora nos espatarramos para ser violentadas por nuestra vagina sissy que tanto les gusta a ellos.

¿Recuerdas cómo empezaste en éste hermoso mundo Sissy?...

Te voy a contar lo que me sucedió a mí y cómo supe que era una puta maricona amante de la verga y de la leche.

El 4 de noviembre de 2019 quedé con un chico para tirármelo. A la hora señalada nos encontramos y fuimos hasta su casa. No nos conocíamos de nada y la primera impresión fue muy halagadora. Chico guapo, de gym, lampiño, con unas argollas ricas en sus lóbulos, cabello desalineado, ojos negros y para mi sorpresa, un lindo tatuaje en toda su espalda, me encantó lo decidido y después de besarnos apasionadamente, él, muy diligente empezó a meter mano de mi verga. Al sacarla se la llevó a la boca y yo aún como hombre, intenté someterlo. Pero también fracasé y echado como estaba y aún con los calcetines puestos, levanté las piernas para quitármelos. Bernardo se lanzó a mi culo expuesto y me dio una mamada de ojete que me hizo ver todo rosa como la hembra que en el fondo era. Lo vi tan arrecho que le ofrecí mi agujero y empapada como estaba, me enculó con violencia y deseo. Eran las tres y veinte de aquel hermoso 4 de noviembre de 2019 cuando fui mujer. Desde luego lo dejé culearme sin condón y recibí encantada el semen espeso de un bello semental que supo darme lo que supuestamente yo le tendría que dar.

Decidí que mi etapa como fracaso de hombre había acabado. Desde entonces soy la puta de varios machos de verdad que se desahogan en mis dos orificios femeninos, siempre vestida de golfa y muy sensual. Y siempre acabo igual, destrozada, con sugerentes lágrimas negras en mi cara, toda descompuesta, adolorida, con cardenales en todo mi cuerpo de zorra pero feliz y un poco más mujer que antes.

Disfrutamos siendo inferiores, mamando sus vergas, tragando su semen. ¿Te has puesto a pensar cuántos espermatozoides has ingerido puta marica? Nuestra mente estúpida es incapaz de pensar. Nosotras solo actuamos por instinto y eso es importante, porque al macho no le importa tu inteligencia, le importa meterte la verga y embarazarte. Y nuestra ventaja es esa. No nos vamos a quedar embarazadas ni les vamos a crear problemas futuros a ellos, nos hacemos con su leche para fantasear que nuestra tripita crece, que de verdad a cuajado ese néctar en nuestro organismo Sissy, y lo absorbemos para nutrir de feminidad el conducto donde ellos escupen su crema.

Si de algo estoy segura es de que cuanto más duro te cogen, más humillación recibes, más dolor sientes en tu cuerpo delicado de perrita ofrecida, más fluídos ingieras, más feliz serás. Yo lo soy y tengo la ventaja añadida que mi mente de Sissy patética ha aceptado que además de ser inferior, merezco ser castigada fuerte por puta. Yo estoy en ese grado de adiestramiento en el que puedo ayudar a otras putitas que aún están reprimidas y dudosas de experimentar la bella realidad de ser mujer. Yo te quiero ayudar, pero debes estar dispuesta a seguir todo cuanto yo he seguido para acabar siendo la más puta, la grandísima puta que todos quieren tirarse. Quiero que me escribas a mi correo, que me cuentes tus experiencias y juntas realizar ese sueño tan anhelado. ¿Quieres entrar al fantástico mundo de ser mujer? ¿Quieres aprender técnicas amatorias para enloquecerlo? ¿Apenas empiezas? Escríbeme y haz realidad ese deseo tan delicado de entregarte a un hombre de verdad. Mi correo es: [email protected] y estoy a tu dispisición para lo que desees.

Y recuerda, las putas Sissies mariconas, somos el futuro. Hoy aprendemos, mañana nos empoderamos. Soy Viviana, soy travesti, soy puta, soy una mujer feliz y soy tu amiga. Un beso enorme a todos.

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