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Allá la están aplaudiendo (Parte III)

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Hola a todos, por si no vienen leyendo las partes anteriores, les recomiendo buscarlas con el mismo título en esta página. Dicho esto pasemos a la historia en cuestión... luego de lo ocurrido, mi mujer regresó a casa, inevitablemente el tema de conversación fue lo sucedido. A medida que me contaba todos los detalles de como me había hecho cornudo con este hombre, yo me fui excitando... y le confesé que me había masturbado mirando los videos que me envió. Todo esto fue subiendo la temperatura y terminamos haciéndolo en el sillón.

Los días pasaron, y en mí rondaba la idea de poder presenciar en vivo y en directo como mi mujer disfrutaba de otra pija. Le planteé esta idea pero ella no quiso invitar a Rodrigo, me dijo que no quería mezclar lo personal con lo laboral, y que fue algo del momento que no esperaba repetir. Entonces, le propuse buscar nuevos candidatos, le pareció interesante la propuesta asique puse un aviso en páginas de avisos gratis buscando chicos jovenes y atléticos para trío, con el requisito de mandar fotos a un mail que creé, de cuerpo entero y de miembro.

Los mensajes no tardaron en llegar, a medida que los fui viendo se los mostré a ella para que me diga si el candidato en cuestión le gustaba, en ese fin de semana de viernes a lunes recibimos 15 mails. De todos estos hombres, solo cinco tuvieron el visto bueno de mi mujer para darles una chance de ser el nuevo corneador; asique la propuesta fue proponerles una cita en un café a cada uno (por separado) para conocerlos primero como persona, entrar en confianza, y ver si daba o no para concretar algo más. De estos cinco candidatos, solo 3 convencieron a Roxana para darles la chance de ser sus amantes; Lautaro, Nicolás y Facundo. Todos tenían en común ser chicos atléticos que van al gimnasio / practican deportes, Lautaro es jugador de fútbol en divisiones menores de un club de fútbol del ascenso; mientras que Nicolás trabaja y va al gimnasio 2 veces por semana. Con respecto a Facundo, él era el más normal de los 3, flaco pero no es precisamente un gimnasta.

Eso sí, todos ellos tenían un miembro viril superior a los 13 cm que tengo yo... tremendas pijas que a ella les hizo agua la boca. Dicho esto, seleccionamos en primer lugar al más jovencito, Lautaro...en aquel café pegamos muy buena onda, un pibe pulcro, prolijo, fachero y bien educado. A Roxana le encantó su sonrisa y su cara de joven inexperto, tan así que cuando el se fue al baño me confesó que estaba toda mojada… y más loca se puso cuando desde el baño Lautaro me envió un video al whatsapp jalandose la verga. Nos decidimos a darle la chance, asique nos pusimos de acuerdo para concretar un encuentro en su casa (él vive solo porque es del interior y sus padres le alquilan ese lugar); asique la cita se pactó para el día viernes a la noche. Organizamos todo, nuestra hija se quedo al cuidado de su tía, en esa semana ella se produjo toda... se alisó el pelo, se hizo las pestañas, la depilación definitiva y se compró ropa que yo le ayudé a elegir.

Se bañó y perfumó, y salió vestida con una hermosa calza negra brillosa bien apretada, que le marcaba su enorme culo (por si no se las describí ella es piel trigueña, pelo largo negro, ojos castaños, 1,65 de altura, 120 adelante y algo más detrás, sus nalgas son grandes y carnosas, como las curvy o bbw en el porno); una camisa manga larga bien linda y unas botas con plataforma... mientras que por debajo llevaba un body de lencería blanco, con unas medias y portaligas / tanga del mismo color. Llegamos a la casa de Lautaro, nos recibió con unas pizzas y unas cervezas, comimos algo y charlamos, hasta que de a poco nos fuimos soltando y la cosa empezó a fluir, charla va y viene yo le pregunté si le gustaba mi mujer, y el dijo que le encantaba; sobre todo sus carnosos labios y su cola… comentarios iban y venían y a los pocos minutos estaban besándose apasionadamente.

Lautaro comenzó a desnudarla, primero su remera sacando a relucir el hermoso body que tenía debajo, luego la calza, hasta quedar en ropa interior. Yo sin querer interrumpir el excitante momento me fui a sentar a una silla para dejarles el sofá libre, para que mi hermosa Roxana se arrodille a mamarle esa enorme pija. De a poco me iba excitando viéndolos disfrutar, mi mujer chupaba con devoción aquel tremendo pedazo mientras me miraba con cara de puta como diciendo mira lo que me estoy comiendo para vos.

Las cosas siguieron en la habitación, donde mi mujer se acostó y pidió por lo que más le gusta, que le practiquen sexo oral... asique ahí estaba yo sentado en una silla mientras este muchachito le comía toda la concha a mi mujer, que se retorcía y gemía de placer al verme ahí sentado masturbandome. A los pocos minutos Roxana estaba montando esa verga como loca mientras este chico la embestía con gran potencia, sus enormes nalgas hacían “clap! clap! clap!” cada vez que la verga entraba y salía de adentro suyo.

Ya estaba super excitada, gemía como toda una perra, mientras me preguntaba si me gustaba y me hacía desafiantemente la señal de los cuernos con su mano. Yo no podía parar de pajearme pero hacía lo imposible por aguantar el orgasmo para no perderme el espéctaculo. Luego de un buen rato, Lautaro la puso de perrito (mi pose preferida, donde uno puede apreciar bien ese enorme, carnoso y gelatinoso culo) y la comenzó a embestir con velocidad mientras le cacheteaba fuertemente sus nalgas y la sujetaba del pelo. Jamás había visto así a mi mujer, nunca estuvo tan desenfrenada… ni siquiera conmigo ya que no le gustaban las nalgadas… pero a este chico si se lo permitía, le decía que le gustaba y hasta le suplicaba por más.

Plaf! Plaf! hacían sus nalgas con cada cacheteada, el ritmo era vertiginoso, por momentos ella pedía que se lo haga despacio, y por momentos con intensidad… realmente estaba gozando como nunca jamás la vi. Asi estuvieron como unos 10 minutos hasta que ella tuvo un intenso orgasmo… mas o menos 1 minuto después Lautaro estuvo a punto de venirse pero alla lo frenó; se arrodilló en la alfombra y le pidió que le arrojé toda su lechita mientras me miraba de forma cómplice. Lautaro hizo caso a su pedido, derramando todo su semen en su boca y rostro (algo que jamás me dejó hacer a mí…) mientras yo, cornudo observador eyaculaba todo mi abdomen.

Se levantó, se limpió con una toalla y se acercó a mi para darme un intenso beso, y luego decirme gracias… que le había gustado mucho. Ambos se fueron a dar una ducha juntos, pero primero ella me ató con una soga que tenía en su cartera a la silla… yo no entendía porque, a lo cual recibí esta respuesta:

R- Te vas a quedar acá porque esta noche nuestro agasajado es Lautaro; okey? Nos vamos a dar una ducha, esperanos. Cuando vuelva vas a poder presenciar como un buen cornudo obediente como me como esa hermosa pija… entendiste?

M- Si mi amor…

R- Así me gusta cornudito, que seas bien obediente… Ya vuelvo.

Continuará…

(9,20)