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Amiga secretaria: No quiero enamorarme, solo quiero follar

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Luego de haber follado como locos en la oficina, de hacerme una gran rusa con sus ricas tetas y una deliciosa mamada, quedamos en vernos el fin de semana y seguir nuestros bajos instintos, nos volvimos amigos sexuales.

Luego de aquella tarde noche en que follamos “Mary y yo”, acordamos vernos un domingo en una cevichería muy conocida de la victoria, lo cual fue así, entre coqueteos, agarradas de manos, hablándonos al oído, en tono romántico y dándole besos tiernos, solo esperaba la hora de llevarla a mi departamento y tenerla desnuda de rodillas frente mí, haciendo lo que mejor sabe hacer con esos labios suaves y carnosos… mamármelo incesantemente hasta sacarme toda la leche.

Tomamos un taxi y camino a mi apartamento entre juegos y risas me presionaba la verga sobre mis jeans y yo su conchita, ingresamos a mi departamento y ya dentro sentados sobre mi sofá, el cual era testigo de tantas mujeres que folle en todas mis locas aventuras, y entre caricias y confesiones surgió una charla previa a culearme tan rica mujer.

D: Me alegra que nos estemos juntos, viéndonos y ya sabes… o sea, después de tantos años ni por aquí pero que podríamos tener, vivir esto, tú me entiendes – algo nervioso

M: No entiendo, explícamelo.

D: No seas así, ya sabes… no me pongas nervioso, me gustas y creo que siempre lo supiste

M: Uhmm, si, bueno… pero no quiero que pienses que… somos “algo”, no lo tomes a mal pero no quiero, relacionarme sentimentalmente por ahora.

Me quede algo frio, pero disimule rápidamente diciéndole

D: Descuida nena, no voy a presionar nada que tú quieras, relax

M: ¿Nena?, así llamas a todas – con tono de voz algo sarcástica

D: ¡No a nadie, solo a ti te diré así, nena!... o prefieres que te diga mi amor

M: jajaja, ok, está bien... seré tu nena y tu mi nene

Riéndonos, hasta que me acerque a ella tomándola de sus cabellos

D: Bueno este nene, aún tiene hambre, y quiere comer carne ahora

M: Uhmmm… algo rápido sí, tengo que regresar a casa no muy tarde

Pasando a besarla, a tocar sus pechos, sus piernas, mientras poco a poco íbamos quitándonos la ropa excitándonos poco a poco

D: ¡Quiero teta! – mientras iba liberando sus pechos y empezaba a lamer sus pezones

Empezó a excitarse, con sus jadeos y con mis manos bajo su mini, empecé a tocar su húmeda vagina, ya quería devorármela, rápidamente nos quedamos desnudos para agacharse y empezar a mamármelo mientras con mi mano sobaba sus nalgas y sus tetas, nuevamente desnuda junto a mí, no espere mucho que la jale sobre mí y repetimos nuevamente tan excitante sensación, darme unos riquísimos sentones, sentir sus tetas sobre mi cara mientras la sujetaba de sus nalgas una gozadora sexual.

D: Me encantas… me gustas Mary

M: ¿Eh?, no digas nada!, sigamos… vamos. Sigue

Por un momento afloro mi sentimiento amoroso, pero como no serlo, tan blanquita, de buenos pechos y culo, carita de nena y con sus cabellos rubios me hacían enloquecer, era mi amor platónico de años atrás, y por fin la tenía y la poseía… ¡reacciona, reacciona! Me decía

Volviendo al ruedo, la puse en cuarto patas sobre mi sofá y empecé a follármela con intensidad penetrándola y gozando de tan rica hembra, mientras ella gemía y volteaba mirándome abriéndose de nalgas para recibir verga, la sujeté de sus cabellos y empezaba a jalárselos domando tremenda potra. La hice girar para de rodillas me lo mamará por un momento, chupaba mis bolas, y yo disfrutaba a mas no poder.

La volví a colocar sobre el sofá piernas al hombro y seguí follándola, ver como esa conchita rosadita y sus nalgas se ponían rojizas por la acción amatoria son recuerdos que hasta aún recuerdo, luego de venirse hice mamar nuevamente mi verga saboreando el sabor de sus fluidos vaginales, hasta que pude venirme en su boca donde ella muy perra, brotaba de sus boca mi semen, chorreando por su mentón cayendo sobre sus tetas, saboreaba hasta que mi verga poco a poco se fue poniéndose flácida, cayendo sobre el sofá rendido, rápidamente se fue al baño a limpiarse y de regreso seguimos, charlando abrazados y desnudos.

D: Que rico, como me haces gozar nena, tu si sabes! Jaja

M: jaja, bueno tampoco tanto, acaso soy la única que te lo ha chupado

D: No, pero tú eres especial pues nena, eres mi amor platónico y eso hace la diferencia

M: ¿Amor platónico? – con voz algo amarga, parándose y recogiendo su ropa para cambiarse

D: Que paso, te enfadaste por lo que dije… oye relax fue…

M: Mira, si vamos a seguir viéndonos, no quiero que te ilusiones porque si es así, mejor lo dejamos ahí

D: ¡No!! tranqui… olvida lo que dije… no volveré a mencionar la frase

M: Por favor entiéndelo, no quiero nada serio… solo quiero…

D: ¿Solo quieres?? que quieres?

M: ¡Solo quiero follar!... follar!!... por muchos años siento que me reprimí con el par de parejas que tuve, y siempre buscaban comprometerse… una relación estable… y no, o sea… me entiendes, no mezclemos las cosas, quiero tener mi libertad.

Mientras ella me justificaba ser lo perra que era, dentro de mi decía ok, démosle por su lado si quiere follar pues será puro sexo.

D: Entiendo nena, ven siéntate y dame un abrazo

Ya con la situación más calmada, nuevamente mi verga empezó a pararse y al darse cuenta ella dijo.

M: Ves que tu pinga, siente como yo, solo quiere follar jajaja

Riéndonos y nuevamente nos besábamos, y para hacer el cuento corto, siguió con sus mamadas y me hizo también una deliciosa rusa, goce ese segundo round y ella solo quería verga.

Así la solía recogerla de su trabajo todos los viernes de octubre e íbamos a follar a los hoteles de lince, disfrutando de muchas poses, muchas mamadas y de ricas cogidas anales que gustaba recibir, no voy a negar que gozaba de esas sesiones, pero yo quería algo más serio… como siempre dicen en esto los amigos con derechos siempre uno se enamora y si lo hice antes pues ahora más, pero callaba por temor al rechazo. Un día después de haber follado y estar echados en la cama de hotel le dije

D: Nena, sé que no quieres nada serio, pero si tengo que decirte que me gustas no solo por el sexo, siempre lo supiste

M: Ah ya vas a empezar, basta si… mejor me alisto para irme – parándose y yéndose al baño

Mientras miraba de su figura, Carajo! Me estaba enamorando nuevamente

D: Hey Mary, descuida si, solo quise ser un poco cariñoso – mientras me sentaba en la cama para también cambiarme

Saliendo ella del baño buscando su cartera para regresar al baño a maquillarse

M: Olvídalo si, mejor será no vernos

D: Porque eres así de fría, porque no te entiendo, ósea si ya se las reglas, pero sabes que finalmente me ilusionaría… en fin… será mejor dejarla así entonces, descuida, ¡relax sí!

Cerrando la puerta del baño, y quedando a esperarla para salir, luego al salir del baño salimos del hotel callados y la acompañe tomando un taxi para su casa,

D: Adiós, ¿no?

Ella muda subió a su taxi y la vi alejarse, la verdad camine y camine pensando en ese momento sentí, que estaba enamorado, no fui tan fuerte como le prometí. No nos escribimos ni nos llamamos, por una semana, hasta que le escribí en un mensaje de texto

“Hola nena… lo siento, hola Mary, no fui tan fuerte como tú, sin embargo, solo quería que te sintieras bien conmigo, en fin… no tengo más que decirte que sí, que, si te quiero como antes y más quizás, cuídate no te molestaré más”.

Casi a la media noche recibo una llamada de ella

D: ¿Aló?

M: Hola… seré breve, quiero viajar este fin de semana a alguna playa del sur, quieres ir conmigo.

D: Claro, sería genial,

M: Bien, búscame el viernes en la estación del “Soyuz”, estoy yendo con una amiga, que tiene un novio por cerro azul, en una casa de playa. Nos vemos plan de 7 pm, chau.

D: Ahí estaré.

Al ser mitad de semana pedí permiso para salir antes y llegue a la estación esa noche, espere por ella, hasta que me aviso por un texto que ya llegaba, estaba linda con un buzo casual.

D: Y tu amiga? Donde esta

M: Ya viajo temprano ella nos va recibir y nos recogerá con su auto

Así camino al sur de Lima, entre charla tonta del trabajo y temas x llegamos casi a la media noche, su amiga nos recogió y fuimos para esa casa de playa que era de su amiga algo rustica, pero alejado de todo, esa noche ya cansados dormimos en la misma habitación y en a la oscuridad miraba su silueta y moría por abrazarla y besarla.

Ese fin de semana las cosas cambiaron y ahora ella era quien se tornó más cariñosa conmigo, pues lo relataré en una tercera parte donde el clímax llegó al punto de entregarse a mí por completo, hasta incluso darme la noticia de que estaba embarazada.

Lee mi anterior relato y entérate cómo inició esta ardiente historia…

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