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Bomboncito

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Seguimos en la casa de mis padres y digamos que cada noche era fuego con esa hembra que tengo. Les contaré una noche más, de esas que pasamos en nuestra visita.

Hacía mucho calor y decidimos dormir abajo del aire acondicionado del living, era el lugar más fresco aunque teníamos que tirar el colchón en el suelo.

Acostado ya esperándola mientras usaba mí celular. Mis padres se fueron a dormir despidiéndose, mientras mí hembra estaba en el baño cambiándose. Ya solo y dejando el teléfono de lado me recosté con sueño, pensando dormirme rápido.

En eso veo la luz del baño al abrir la puerta, ella salía hacia mí con una remera un poco escotada, podía ver sus siempre tentadores pechos y debajo un short negro no sé de qué tela es pero es algo como deportiva me quedaba hermoso. Hermosa mí bomboncito, pero al acostarse boca abajo mirando su celular, llego a un nivel de erotismo y provocación que casi exploto.

No podría explicarlo, solo imaginar ver una cola redonda grande y paradita con un short que se perdía en ese hermoso cuerpo. Claramente mí sueño mí cansancio desapareció, tenemos ese don de calentarnos y no importarnos nada. Comencé a besarle cada centímetro de cola, ella de vez en cuando me preguntaba qué estaba haciendo, yo solo seguía disfrutaba besar esa cola deliciosa que cada vez que miraba hacia a mí miembro crecer más y las ganas se descontrolaban.

-lo quiero -dije en tono desesperado

-qué cosa? -dijo haciéndose la tonta distraída

-esto -agarre esa cola con mis manos loco cegado de excitación

-pero estamos en el living, estás loco?

-vamos a la habitación

-no ni loca hace calor -dijo girándose riendo de como me ponía por ella

-vamos te dije

Me miró y se dio cuenta mí mirada demostraba que si o si iba a tener lo que quería.

Y así fue la lleve a ese pedazo de mujer a la habitación, la acosté y con el siempre riesgo excitante de que mis padres despertarán y nos vean la hice mía, primero despacio luego ni ella lo soporto y comenzó a mover ese culo hacia tras y así disfrutar más de mi pedazo.

Que más decir que fue una delicia ese bomboncito todo mío toda la noche, riquísimo.

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