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Compitiendo en otra ciudad

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Les cuento que esta grandiosa historia sucedió cuando estaba cursando el primer semestre de la universidad.  Para ese entonces a los estudiantes de nuevo ingreso nos realizaban un examen para medir a los más inteligentes del aula todo esto para ir a representar la universidad en una pequeña competencia de administración y finanzas que hacían en una ciudad cercana.

Esta prueba generalmente lo hacían cada dos años y aunque no era algo extraordinario sabía que la universidad siempre quedaba en uno de los primeros lugares esto para medir el conocimiento de los nuevos prospectos ya que la universidad donde estoy se toma muy en serio estas cuestiones académicas y sería una tremenda decepción el no llegar hasta las primeras instancias.

El director llegó exclusivamente para tomar lista y asegurarnos en dar el máximo esfuerzo en ese examen. Whatever el examen fue algo sencillo quizá porque desde chica fui destinada a estudiar y manejar bien los números así que no había problemas. Para esa tarde al salir de clases ya estaban los resultados pegados en el pasillo, me acerqué y los puntajes más altos era de una compañera llamada Sandra y yo ¡Que novedad! Imaginé en ese entonces.

Al día siguiente el director nos explicó cómo sería la competencia, nos explicó que ellos nos aplicarían nuevamente un examen y en un salón nos encargaríamos de resolver un problema que ellos nos plantearían con los miembros del jurado. Tanto show para una simple hoja de reconocimiento, por un momento quise declinar en ir pero al decirnos que asistiríamos el jueves al pequeño evento él nos daría el viernes libre solo por haber obtenido el puntaje más alto y desde ahí me llamo la atención.

La universidad nos proporcionaría el traslado y también dos profesoras irían con nosotras. Todo iba bien así que se los comenté a mis padres y sin más el día de la competencia aliste una pequeña maleta con mis cosas personales para asistir a la uní y alrededor del mediodía zarparíamos hacia nuestro destino.

Llegué como comúnmente llegó a la universidad, tomé las dos primeras clases y me dirigí a la dirección como punto de encuentro. Al llegar vi que solo estaban mis profesoras y el director y en cuanto me acerqué me comentaron al instante que mi compañera no habría podido asistir y que hace un rato se había comunicado con el director. “Chin” solo respondí. Sabía que desde no verla en el salón me parecía extraño. “Mira Denisse tú serás la única que asistirá, trata de dar tu mayor esfuerzo y concéntrate en llegar en los primeros lugares, sabemos que eres inteligente y harás un buen papel allá” me dijo el director.

Más allá de sentirme halagada por sus palabras sentí un chingo de presión. Primera vez que me ponía nerviosa y todo por culpa de las palabras de él. Abordamos una van por parte de la universidad con mis dos profesoras y nos dirigimos al lugar del examen. En el trayecto tuve una plática con mis profesoras sobre la presión, el nerviosismo y el miedo que sentía para lo cual me animaron y me comentaron que pasara lo que pasara no importaba mucho siempre y cuando me esforzara.

Me tranquilicé un poco, tomé mis audífonos y decidí recostarme un rato. Nos encontramos con mucho tráfico al entrar a la ciudad pero al dirigirnos a la universidad parecía que iba disminuyendo.

Al llegar había aproximadamente unas 30 personas en un auditorio. Yo iba muy cómoda con unos pants y una blusa súper fresca. Parecía que venía del gym. Al entrar nos identificamos con nuestras credenciales y nos hicieron sentar en otra fila. Para no hacerles el cuento largo nos dieron la bienvenida y para demostrar la destreza con los números y la habilidad en finanzas nos programaron unos pequeños problemas para resolver. Pasaron unas hojas para llenar nuestros datos y así darnos una hora fija para volver a regresar ya que no nos podían hacer esperar sabiendo que éramos 5 estudiantes contemplados para la evaluación y bueno para mi mala suerte me tocó ser la última así que nos dirigimos al hotel para descansar y esperar la hora del examen.

La tarde iba pasando poco a poco y alrededor de las 6 pm le marcan a mi profesora para explicarnos que aproximadamente a las 7 pm me aplicarían el examen y que estuviera preparada. Yo estando con ella escuché la llamada, tomé mi mochila y nos dirigimos de nuevo a la universidad. Al entrar al auditorio vi que apenas iba saliendo uno de los tantos estudiantes que venía representando a su universidad.

Me senté y solo observé a dos señores para luego presentarse como los miembros del jurado de la competencia, me dieron mi examen y mi profesora me dejó a solas con ellos en el auditorio. Las cosas no empezaban bien para mi porque hasta eso olvidé un papel sumamente importante que tenía que entregarles a ellos parecido a un tipo admisión para presentar el examen pero al final me dieron la oportunidad de entregarlo al día siguiente que ya fueran otorgados los lugares del pequeño certamen.

El examen estaba de lo más meh, nada complicado o fuera del mundo así que al terminar me dirigí hacia ellos y le entregué mi hoja. “Bien, ahora toca el otro examen, nos iremos al salón de al lado” me dijo uno de los presentes. Al salir del auditorio noté que ya era de noche y al parecer éramos los únicos tres en esa universidad ya que no veía a mi profesora ni de lejos.

Al entrar escuché cómo cerraban lentamente la puerta del salón, tomaron asiento y me dictaron dos ejercicios de los cuales apenas pude responder uno ya que el otro apenas y lo dejé a medias quizá por el nerviosismo de no hacer un buen trabajo y el miedo de decepcionar a mi salón, no sé, en ese momento pensé muchas cosas.

Al evaluar los ejercicios en el pizarrón y comentarse unas cosas entre ellos que no pude escuchar muy bien me respondieron con un “cómo es posible que hayan traído a alguien sin el menor conocimiento de lo que hablamos”, continuaron señalándome con cosas como “no puede ser que hayan enviado alguien así, no quedarías ni en el último lugar”, en fin, se me empezaron a salir unas lágrimas y a cómo pude les pregunté qué estaba mal a lo que me respondieron que todo, al principio la hoja de admisión que no fue entregada en tiempo y forma, el examen fue lo poco rescatable y los ejercicios ni hablar, apenas pude con uno.

Quería abrazar a alguien en ese instante y llorar pero no podía hacerlo, tenía que mostrar fuerzas y les pedí otro ejercicio para rectificarme. “No hay tiempo” me respondieron. Justamente en ese instante comenzaron las ideas de miedo y decepción, intenté no pensar y volver a pedirles otra oportunidad mientras guardaban sus cosas. “Haré lo que sea por otro ejercicio por favor” les respondí. Uno de ellos me vio muy frío y serio para luego preguntarme “¿Si te diéramos otra oportunidad lo cumplirías?” “Ah, ¿perdón?” Les respondí. “Ya viste, no va a cumplir mejor vámonos que ya estoy cansado de este día” respondió uno de los dos señores presentes. “Bueno para cerrar todo esto e irnos por qué ya es tarde aceptarías salir esta noche con nosotros dos” respondió el otro.

"¿Perdón, que?” Les dije. “Ya sabes, salir a dar una vuelta, hasta crees que no sabes” oh maldita sea, ¿porque a mí? pensaba. “Eres la que menos probabilidades tienes de quedar en los 5 primeros lugares pero nosotros podemos ayudarte aprovechando la situación”. Ya no sabía ni qué pensar, en un rato estaba entre querer llorar y ahora estaba en shock. “¿Si aceptó salir con ustedes dos quedaría en primer lugar?” Les pregunté. “Jajaja no, estarías en segundo o tercero, ya tenemos a un ganador y nos demostró ser bueno pero puedes competir por esos lugares, no es malo, serás reconocida en esta universidad y en la tuya pero ya es decisión propia”.

La idea no estaba del todo mal pero salir con ellos sabía que implicaba algo más que salir, no sabía a donde me llevarían pero después pensé era eso o de plano quedar como alguien que no pudo demostrar su capacidad en otra institución. “Está bien...” les dije muy cortante. Cuando dije eso inmediatamente uno de ellos me pidió que me volteara y luego un “Bájate ese pants” mencionó el otro.

Comencé a bajarlo hasta enseñarles mi cachetero blanco de encaje. Uno de ellos se acercó para tocar mis glúteos mientras yo me sostenía del pizarrón. “Mira aquí no podemos hacer mucho, a las 11 pasaremos al hotel donde estás, si te ven invéntales qué saldrás con alguien y te vemos abajo” me dijo uno de ellos. “Los veo abajo a esa hora” les respondí.

Al salir los tres del salón comenzaron apagar las demás luces y en la entrada estaba mi profesora esperándome para regresarnos al hotel y en el camino me preguntaba cosas sobre el examen, si pensaba que iba a salir bien y shalala cosas así. No debía mostrarle signos de derrota y con determinación le comenté que había hecho mi máximo esfuerzo sin saber que todavía ellos iban a mejorar mi posición en ese examen.

Cabe mencionar que en ese hotel estaban todos los que fuimos a representar a nuestra universidad por lo tanto esos maestros sabían dónde estaba alojada. Llegué a mi habitación, prendí mi iPad y me puse a investigar sobre ellos. Ambos con un brutal curriculum, uno de nombre Jorge y otro Erick ya pasados de 50 años aunque en la ceremonia dieron su nombre olvide quién era quién. Encontré sus perfiles y me entretuve viendo sus fotos sin saber que dentro de unas horas estaría a merced de ellos dos y lo peor es que los dos les serían infiel a sus esposas con una chica de universidad y eso sonaba feo.

No tenía más opción así que alrededor de las 10 de la noche comencé a mentalizarme más. Al salir de bañarme como había traído muy poca ropa opté por el mismo pants y otra blusa, me puse una tanga rosita y esperé que fueran las 11 para bajar. Mientras esperaba en el lobby observé que se estacionó una camioneta frente a la entrada y bajó el profesor Erick a saludarme para luego abrirme la puerta y subir.

Pasamos por el anillo vial para luego dirigirnos a un motel y entrar. Una vez adentro Jorge abrió la puerta de la habitación y comenzamos a entrar los 3. Había demasiado frío aunque la habitación estaba de lujo. “Y bueno, sé que te llamas Denisse y quieres mejorar tu lugar así que échale ganas” mencionó Jorge. Con un tímidamente “¿Que quieren que haga?” les respondí mientras ya veía a los dos sentados en la cama desabrochando sus pantalones. “Quítate la ropa” dijo Erick. Sin más les di la espalda, comencé quitándome la blusa y el pants demasiado lento de manera que vieran todo mi lindo cuerpecito y cuando lo hacía escuchaba que ambos ya estaban masturbándose.

“Acércate”, fui con Jorge y comenzó a besarme. La idea de estar con señores no me desagrada pero estos ya estaban algo viejos pero no podía hacer más. Mientras seguía besándolo Erick tocaba mis pechos y mi parte baja. Comenzaron a quitarse la ropa y cuando vi los miembros de ambos ¡oh sorpresa! Erick era el que lo tenía más grande, grueso y bonito, el otro profesor lo tenía como un pene promedio así que sin más idealice que terminara primero Jorge para luego disfrutar del miembro de Erick, si ya estaba ahí tenía que disfrutar. Recosté a Jorge y continuaba besándolo hasta que Erick comenzó a bajarme la tanga y tomarme mis redonditos glúteos.

Cómo estaba acostada con don Jorge el otro profesor pasaba su miembro por mi espalda y glúteos. Le hablé seximente al oído a don Jorge con un “¿puedo chupar?” Y el afirmando con su cabeza me dirigí hacia abajo para practicarle sexo oral. Mi idea era que acabara rápido así que no lo disfrute y comencé a chuparlo rápido. “Ya ves cómo estás chicas de ahora son tan calientes” escuché que hablaban. Me lo metía hasta el fondo, lo jalaba, le tocaba sus huevos y pasaba mi lengua por ahí para hacerlo terminar pero no podía. “Ahora conmigo” dijo Erick, ese miembro la verdad ya quería metérmelo a la boca, estaba exquisito a cómo nos gustan. Se acercó y con este fui más lento, iba disfrutándolo cm por cm, lo veía a los ojos para ver su cara de satisfacción y cada vez más me ponía caliente, muy caliente.

Don Jorge se levantó e hizo levantarme de forma que mientras seguía chupando el miembro de don Erick dejaba expuesto mis nalguitas para él. Por un momento creí que iba a penetrarme pero solo masajeaba su miembro con mis nalguitas cosa que no me desagrado. Yo seguía y seguía succionando ese hermoso miembro de un señor de alrededor de 50 años hasta que Jorge me despegó, me acostó en la cama y comenzó a penetrarme.

Es la peor cogida que me habían dado en la vida imaginé por un segundo. El señor este solo se subió encima y comenzó a darme pero sin más, yo solo esperaba que terminara mientras veía a Erick alejarse para ver lo que su colega me hacía. “Voy” dijo Jorge, “¿te gustó?” “Ah sí, claro” le dije, a pesar de haber terminado en el condón lo aleje y me levanté para buscar mi tanga y ponérmela. “¿Sigo yo verdad?” Me dijo Erick y yo con cara de “ven a penetrarme” me acercó a él y ahora me tocaba disfrutar a cómo debía.

Lo acosté en la cama y le pregunté si no quería probarme para lo cual accedió. Me di la vuelta y puse todo mi pussy en su cara mientras yo continuaba masajeando su miembro en mi boca. “Mmm” era lo único que decía cuando tenía todo eso en mi boca y mis manos, cuando continuaba haciéndolo notaba que en su puntita lograba verse un poco de esperma así que con mi lengua fui pasándola encima para notar el sabor y ver si valía la pena probarlo. ¡Delicioso! Erick parecía disfrutarme aunque ya estaba húmeda ya quería ser montada por el así que me senté en su ya duro miembro y comencé a moverme.

No gemí al instante pero si cerré mis ojos y tocaba mis pechos. Erick me tomaba de la cintura y hacía que nuestros movimientos fueran más rápidos. “Si si si si” comenzaba a gemir y a darle lo mejor de mi. “Ay ay ay” comenzaba a dolerme pero quería más cuando en eso siento que Jorge acerca su miembro a mi rostro e inmediatamente me lo meto a la boca en señal de lo caliente que estaba. Solo escuchaba el sonido de la cama de la embestida que nos dábamos Erick y yo así que me detuve un rato y le pedí que me cambiara de posición, me puso la clásica en 4 y comenzó a darme más y más” al pobre de Jorge solo lo masturbaba quería que ellos escucharan mis quejidos de placer y la verdad me estaba rifando con ellos quizá por lo caliente que estaba ahí.

Cuando escucho a Erick decir que ya no podía más explota justamente cuando decido ir a meterme su miembro a mi boca de manera que termino en parte de mi abdomen, tomé un poco de su semen para probarlo y no me desagrado ahora tocaba esperar que Jorge terminara así que de buena onda continué haciéndolo sexo oral hasta hacerlo venir. ¡Dios que pena! Les dije.

Comenzamos a vestirnos y en el trayecto me pidieron que asistiera más temprano para cambiar los lugares y llevar la hoja de admisión y para terminar mi número de teléfono para no perder comunicación. Seguramente se los iba a dar aja.

Al llegar todo estaba normal, me dirigí a mi habitación, me di un baño y al día siguiente en la ceremonia llevé el papel para recibir mi constancia de segundo lugar y todo terminado. Creo que me hubiera ahorrado todo eso si no hubiera sido descuidada y en ponerme nerviosa pero son situaciones que pasan.

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