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Confesiones: Leticia (Parte II)
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Tiempo de lectura: 10 minutos

Llegué a Madrid en octubre de 2.001, en pleno otoño, me fui a vivir con mi hermano que llevaba unos 5 años en España, todavía existía la peseta, y la verdad al llegar me enamoré de ese hermosa ciudad, su arquitectura, cultura y sus mujeres, que bellezas; algo que me pareció particular de Madrid y que me volvía loco, era ver a la mayoría de mujeres jóvenes, que por encima de su pantalón, vaquero o lycra deportiva, les sobresalía la tanga, esto me ponía como burro, en especial cuando salía de las bocas de metro, estando en las escaleras mecánicas y me tocaba estar detrás de alguna de estas provocativas chicas, que espectáculo, eso me ponía más cachondo que el putas!

Extraño mucho sobre todo los bares españoles y sus tapas, los excelentes vinos y en particular los Riojanos, que por acá son bien costosos, la comida es excelente, en general todo muy bueno; estuve unos 5 días de ocio, pues mi hermano ya me había conseguido trabajo o curro como le dicen allá, era de cartero comercial, o sea repartiendo propaganda, por suerte eran unas pegatinas pequeñas, no como las de otros carteros que prácticamente repartían periódicos y andaban con un carrito, a mi me cabían en los bolsillos y lo demás lo guardaba en un morral o back pack; conocí al jefe, era un señor calvo de gafas con un aliento cual dragón, éramos unas 16 personas, nos dividimos en grupos de 4, cada grupo con un líder, en mi grupo me tocó una líder muy bajita, (que voy a nombrar Leticia, por seguridad), pero preciosa, de piel blanca canela, tenía el cabello castaño, ojos azules, nariz respingada, labios más bien delgados, pero apetecibles, de cuerpo en principio se veía delgada, pues con la chaqueta o cazadora, no se apreciaba bien, era muy maja, aunque relativamente de carácter serio, en un principio me tocaba ir con ella casi todo el tiempo, porque yo era el nuevo, así que ella estaba pendiente de mí.

Con el pasar de los días, entablamos una buena amistad, ya le sacaba sonrisas de vez en cuando, yo pensaba que era española, pues su acento y apariencia me lo hacían pensar, resultó que era de Honduras, pero llevaba unos 20 años en Madrid, tenía unos 37 años y yo en esa época 19, estaba casada con un español que luego conocí, muy buena persona, me parece que le llevaba unos 10 años a su esposa Leti.

La verdad Leti me estaba gustando mucho, aunque estaba la barrera del matrimonio, no fue impedimento para mi "verbo o labia" como decimos en mí país, así que poco a poco me fui insinuando:

-Leti que hermosa que estás hoy!

-jeje gracias Javier, pero recuerda que soy casada!

-uy Leti, pero sólo te estoy diciendo que me pareces hermosa, es algo que no se puede negar ni se debe omitir, además fresca que no te estoy pidiendo que seamos amantes o algo jaja!

-ay Javier, ¿como dices fresca? jaja acá en España no esta bien visto que le digas eso a una tía, pero gracias por el cumplido!

Luego me explico bien el concepto de "fresca" que en España era muy diferente a Colombia, lo que importaba era que realmente le había gustado mi piropo, y se había sonrojado, además su mirada como que decía "como me gustaría comerte, pero no puedo", para mí eso fue una especie de luz verde, por eso me dije "al menos un beso le saco a esta hermosura", y así fue, pues después de un mes más o menos, estábamos en una zona de Madrid que no recuerdo muy bien, el caso es que estábamos lejos de los otros dos compañeros, en teoría los encontraríamos en unas dos horas aproximadamente, recuerdo muy bien que después de hacer una ronda en unos portales y haber dejado la propaganda, Leti me encontró, se me acercó para decirme lo que haríamos a continuación, estábamos a la sombra de un portal, ella entretenida con el plano dándome indicaciones, y en ese momento me acerqué más, le cogí el mentón con mi mano izquierda y le dije:

-ey Leti pero qué tenés ahí?

-¿Qué dices?

-una boquita que me vuelve loco!

Se quedó mirándome desconcertada, con esos ojazos color azul celeste y los labios medio abiertos, y le plante un beso que no rechazo, nos dimos un delicioso ósculo, su lengua jugaba con la mía, en segundos nos estábamos abrazando, tal vez un minuto estuvimos así, hasta que algo se puso duro, para mí es una buena señal, ya que al besar a una mujer y se pone dura, normalmente quiere decir que va a ser un buen polvo, polvo que según ella no iba a suceder, después que ella sintió presión por parte de mi miembro, detuvo el beso.

-Dios Javi, pero que hacés? tú sabes que esto no puede suceder jo!

-yo sé que no debemos hacerlo, pero ya lo hicimos, y se que te gustó, sé que me deseas igual que yo te deseo a vos, Leti preciosa!

-ay Javi, no sigas por favor, que me pones mal!

Seguía en mis brazos, intentando soltarse pero suavemente, otra señal, así que le di otro beso, que no me negó, por cierto ya me había dado cuenta que tenía buen cuerpo, aunque su ropa casi invernal no dejaba apreciar bien, pues siempre llevaba cazadoras largas; esta vez el beso fue más largo, sentía su respiración agitada y sus brazos alrededor de mi cuello, pero después de unos minutos, que dejamos de besarnos, se veía asustada.

-no Javier esto no puede ser, no sigas porfavor!

-dale Leti, tranquila, me conformo con esos dos besos, por cierto besas delicioso!

-venga vamos a seguir currando!

Que ganas que le tenía a Leti, estaba que me la comía en plena calle, pero tenía que ser paciente sí quería comer ese bocadillo, obviamente yo mentía al decir que me conformaba con esos besos, se notaba que ella quería más, pero le daba miedo o culpa.

Al día siguiente de trabajo, hice varios intentos, pero todos fallidos, pero yo sabía que tenía que persistir, así que al día siguiente, se me dio una mejor oportunidad, estábamos en un barrio en las afueras de Madrid, y ese día nos tocó solo a los dos dicha zona, recuerdo que estábamos en unos portales que daban a un parque grande y casi no había personas por ahí, ella me dijo que descansáramos en una banca un rato, nos sentamos, ese día ella estaba muy habladora y desde el día pasado estaba más bien callado y serio, le estaba aplicando la de "él indiferente", Leti no aguanto, se puso de lado en la banca quedando en frente mío.

¿Qué pasa Javi? es que vas a cambiar conmigo? tú sabes que lo nuestro no puede ser, eres muy majo y guapo, pero yo estoy casada, ¡entiende por favor!

-no quiero cambiar con vos Leti, pero es que solo verte y escucharte me dan ganas de comerte a besos, no lo puedo evitar, eres muy hermosa!

-venga Javi, no me digas esas cosas porfa, que yo también te deseo, pero…

No la dejé terminar y puse mi mano sobre su cabello, acerque mis labios, otra vez uníamos nuestras lenguas y nos fundimos en un apasionado beso, le baje el cierre a su cazadora, le metí mano en el Jersey que tenía, podía sentir unas tetas grandes y firmes, mi polla estaba que reventaba el jean o vaquero, ella me pasaba la mano por el pecho, sin bajar el cierre de mi cazadora, su mano siguió bajando hasta mi entrepierna y se quedó palpando mi mercado, era una estaca a punto de reventar, así que yo también baje mi mano, pero fui más allá, metí mi mano por entre su vaquero, notaba sus braguitas, estaban calientes y mojadas, le movía mis dedos índice y medio en círculos, sobre su clítoris, nos estábamos devorando con nuestras bocas y manos, hasta que un puto perro se puso a ladrar y nos hizo volver a la realidad, nos separamos y un jodido cabron nos miraba a unos 40 m aproximadamente, sonreía el muy cretino, llamo a su perro que estaba cerca nuestro y siguió su camino.

Leti estaba roja, no era capaz de mirarme, y yo estaba como un burro, vamos que me faltaba poco para cogerla y follarla allí mismo, pero bueno el frío ayudo un poco a bajar la calentura, ella se quedó en silencio un rato, igual yo, mi corazón latía a mil, hasta que Leti rompió el silencio:

-venga, vamos a seguir currando Javi!

-dale Leti, lo que digas!

No hablamos más del tema ni pasó algo más ese día, pero los días siguientes ya no era esquiva, cada que podíamos nos besábamos y le dábamos al manoseo, casi siempre dentro de algún portal, hasta que un buen día, estábamos en esos morreos, bajo una escalera que nos permitía estar escondidos, yo tenía mis dedos en su coñito, estaba bien mojadita, me estaba frotando la polla por encima del vaquero, acercó sus labios a mi oído y me dijo:

-quieres que te la chupe?

Joder, bien caliente que estaba y me suelta eso! en ese momento me importó un culo que alguien nos viese, así que me baje el cierre y con dificultad el bóxer, sin llegar a bajarme los pantalones del todo, saqué mi polla con ayuda de sus manos, se veía ansiosa, se arrodilló y sin dejar de verme a los ojos, se empezó a tragar mi pedazo de carne que por cierto estaba como poste de luz, bajaba y subía con su mano derecha sin sacarla de su boquita, que vista tenía, lo recuerdo y tiesa se me pone!

-que buena tranca tienes Javi!

-mm y que rico me la chupas Leti!

Después de unos 5 minutos, me decía:

-venga Javi, dame tu lechita, rápido porfa!

La seguía meneando y abría la boca esperando mi leche, aunque yo normalmente me tardo en eyacular, por la situación en la que estaba y el morbo de sus palabras, bastaron para que llegara al clímax!

-mm dioses, que me vengo Leti, me vengoo!

Dicho esto y se la metió en la boca, sin dejar de mirarme, le bombeaba toda mi leche, que foto mental me quedó, su mirada era de placer y a la vez como de angustia, por no dejar derramar mi semilla, tragó lo que más pudo, pero como yo estaba tan joven, me venía a chorros y veía como se le salía un poco líquido blanco por la comisura de sus labios, ella hábilmente se limpiaba con la otra mano, para que no le cayera en su cazadora, me dejó seco, ha sido una de las mejores mamadas que me han dado en la vida!

Cuando estuvo segura que no salía más leche, pues me la limpio muy bien, me la guardé y le di un beso con sabor a mi leche ya tibia, siempre me gusta hacer eso, pues me parece que eso las hace sentir mejor, digamos menos sucia; sonó el portal y nos quedamos congelados esperando que la persona que llegó, no se dirigiera hacia los buzones, cosa que nos habría dejado en evidencia, por suerte el sujeto o mujer, cogió el ascensor, nos fuimos, pero antes de despedirnos ese día, le propuse:

-oye Leti, cuando podemos estar a solas?, que te quiero comer entera preciosa!

-jo que es muy complicado Javi, déjame que yo te aviso!

Todo continuaba como antes, besos van y besos vienen, no hubo más oportunidades como la mencionada anteriormente, pero en uno de los primeros días de Diciembre, Leti había planeado todo muy bien, el día anterior un miércoles recuerdo casi con seguridad, me dijo:

-Javi si todo sale bien, mañana al fin podremos estar a solas, vale?

-dale preciosa, y dónde nos vamos a ver y a que hora?

-Tu por eso no te preocupes, pero sigue así, ya sabes que no le debes contar de lo nuestro a nadie, vale?

-vale Leti, vos sabés que ni a mí hermano se lo contaré!

-en especial a tú hermano, que siempre anda con mi esposo!

El gran día iba a llegar, así que me afeite muy bien, casi no duermo esa noche, que ganas que le tenía a la Leti!

El jueves por la mañana como de costumbre nos repartieron la zona y como algunas pocas veces, nos tocó a los dos solos, yo pensaba que ella se iba a "volar" de su marido en la tarde, pero no, ¡vaya sorpresa me llevé!

No habíamos repartido casi nada, ella andaba como muy misteriosa y silenciosa, miraba mucho a todos lados, hasta que llegamos a un portal, cerca del metro Esperanza si no estoy mal, una zona de edificios modernos, y en vez de lo de siempre y tocar el telefonillo del portal, sacó unas llaves, abrió y me hizo pasar, no sin antes mirar nerviosa en todas las direcciones, entramos, subimos el ascensor hasta un tercer piso, que en Colombia sería el 4to piso, la iba a besar en el ascensor y me dijo temerosa, "aquí no", me controle pues con la calentura que tenía, apenas caía en la cuenta que íbamos para su apto!!

Entramos, recuerdo que el apto era muy blanco, minimalista, pero en cuanto Leti cerró la puerta, encendió la calefacción, se quitó la cazadora, y casi todo lo demás, tenía un conjunto de lencería blanca con encaje, que buen cuerpo, una pancita mínima y unas tetas enormes para su estatura, yo la imite y quedé en bóxer, Leti se veía ansiosa igual que yo, la levanté mientras nos besamos abrazados, sus piernas se abrazaban por sobre mí cintura, sus brazos sobre mí cuello, y mis manos sobre sus nalgas, que calor tan delicioso cuando nuestros cuerpos se juntaron, qué forma de besarnos, como si mañana se fuese a acabar el mundo, la lleve hacía el sofá de la sala, la recosté sobre él, me arrodillé, le quite las bragas, ante su atenta mirada me las puse en la nariz y aspiré, mm que olor, (siempre me ha gustado oler coños y culos, no sé porqué, pero me pone a 100), ella sonreía ante mi lujuria!

-pero que guarro eres Javi!

-Me fascina tu olor Leti!

Estaba con las piernas abiertas invitándome a comer su marisco, le cogí su pierna izquierda y deslice mi lengua por su pantorrilla, iba subiendo por la parte posterior de su rodilla, su respiración se hacía más agitada, mi lengua seguía su recorrido por sus muslos, hasta llegar a su coñito que se veía brillante de jugos, me dediqué unos 15 minutos aproximadamente a comerle el coño, (a través de mi corta experiencia con el cunnilingus, me he dado cuenta que todas las mujeres tienen su punto de excitación particular, por eso soy muy atento a sus gestos mientras degusto la respectiva concha, como dije anteriormente lo que más me excita, es ver a una mujer llegar al clímax), así que empecé poco a poco con mi lengua, labios y dedos, a identificar lo que más le gustaba a Leti, su coñito sabía y olía muy bien, me estaba dando un banquete, hasta que me agarro del cabello y empezó a temblar y contraerse!

-joder macho, que me corroo!

Acelere el ritmo y mi polla ya exigía atención!

-ay sí, qué rico, ¡qué placer jolines!

Vi como su cabeza se inclinaba hacia atrás y creo que ponía los ojos en blanco, baje el ritmo y mis labios estaban empapados de sus fluidos, me cogió la cabeza indicándome que me acercará y me beso como una posesa, mi bóxer estaba por explotar, yo estaba por perforar su coño, pero no me soltaba, imagino que se quería recuperar.

-ay Javi, que bien me has hecho, que me ha gustado mucho, venga siéntate sobre el sofá.

Eso hice, me quitó los bóxer, me agarro el mástil con una mano mientras me lamía los huevos sin dejar de mirarme a los ojos, me fascina que me chupen las bolas, y además ella fue la primer mujer que me miraba a los ojos mientras los comía, eso y la situación de estar en su apto, en la vivienda que ella compartía con su esposo, me tenía a mil, luego paso su lengua por mi tronco, cual helado, lo hizo varias veces, antes de tragarse mi polla, cuando lo hizo, no dejaba de pajearme mientras su boca y lengua me devoraban la cabeza, que placer tan brutal, yo aguanto mucho, pero con lo que Leti me hacía, estaba por venirme y eso hice casi en contra de mi voluntad, pues quería follarla ya!

-mm para Leti que me vengo, para porfa!

Ella sin dejar de verme a los ojos y sin dejar de comer mi polla, me dijo:

-dame tu leche Javi, dámela que tengo hambre!

Ante sus sucias palabras, no pude más y me vine como caballo, le agarre su cabello y le daba mi leche, esta vez se la trago toda, como si de una rica malteada se tratase, (imagino que también lo hacía para no dejar ninguna evidencia), me descargue y lamió hasta la última gota, seguía sonriente, nunca la había visto tan feliz, se levantó y se puso a horcajadas sobre mí polla, que después de semejante mamada estaba flácida, pero mientras ella me abrazaba y nos volvíamos a fundir en otro apasionado y lujurioso beso, en unos 5 minutos, gracias a mis 19 años y su concha húmeda y caliente sobre mi fiel amigo, este se enderezó totalmente para seguir con la batalla, ella lo sintió, abrió sus hermosos ojos azules y me dijo:

-mm Javi, pero que pronto te has recuperado, que bien, pero espera que te pongo el condón!

Sin bajarse de mi, pues tenía el condón al lado, que yo ni siquiera había visto, lo rasgó y me lo puso sin dejar de mirarnos, qué locura, estaba por follarme a mi "jefa" de 37 años y casada, hasta ahora era la mujer más mayor que pasaba por mi incansable polla, se quitó el sostén y por fin veía esos enormes melones con una gran aureola rosada, los estruje mientras chupaba uno a uno, ella se fue metiendo mi polla con cara de placer, miraba hacia el techo a medida que la penetraba, yo seguía entretenido con sus tetas sin dejar de perforar, me cogió por el cuello para volver a unir nuestros labios, así estuvimos unos 40 minutos gracias a mi primera corrida y que hicimos unas 5 poses más, creo que se corrió unas dos veces más, terminamos en el suelo alfombrado, de cucharita, yo le besaba el cuello y su oreja derecha, mi mano derecha estrujaba esa mamaria y a veces le apretaba el pezón, Leti con su mano derecha me acariciaba el cabello, hasta que me vine en un delicioso orgasmo!

-joder Javi, que aguante tienes, mm (beso) bueno venga, vamos a ducharnos rápido, que hemos tardado más de lo que esperaba.

Nos duchamos con mucho cuidado de no dejar 'señales de que estuve ahí", yo quería seguir follando, pero ella se resistió, le vi cara de preocupación, me dijo:

-joder Javi, como eres, quieres que mi esposo nos encuentre en estás?

-vale, vale Leti, es que estás muy rica y mi polla es muy golosa!

Se sonrió, nos dimos otro beso, nos secamos (me tocó utilizar su toalla, por obvias razones), me dijo:

– ve a la zona que acordamos, sigue currando que yo te encuentro en unos minutos, voy a limpiar todo, aunque R… no sospeche nada, no quiero darle motivos vale?

Yo asentí, me fuí al sitio acordado, y empecé a trabajar, muy motivado y alegre, me imagino la cara de gilipollas que debía tener, Leti llegó a los 15 minutos aproximadamente, seguimos currando normal y así terminó ese glorioso día!

Nos volvimos a juntar (follar) varias veces más, hasta que ella puso fin a la relación, pues yo me estaba encoñando y quería más, quería cagarla mejor dicho, le decía que nos fuéramos a vivir juntos y gilipolleces de ese calibre, pero afortunadamente ella se mantuvo firme, me dijo que lo mejor era no seguir viéndonos, además ella me confesó que yo le gustaba demasiado, pero no quería poner en juego sus creo que 15 años de matrimonio, al final me hizo un favor, pues después de ella, tuve otras aventuras.

Continuará…

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