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De profesora a puta del gimnasio (partes 1 y 2)

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El año nuevo trae muchas cosas y a ella, como a muchas personas le trajo el ánimo suficiente para entrar al gimnasio.

Claudia era una mujer hermosa, ni tan alta ni tan baja. Con unos ojos lindos y una sonrisa amplia, además de unos labios provocativos que como veremos más adelante no solo eran usados para besar.

Para los hombres que la veían era difícil estar cerca de ella y no ver su gran par de tetas debajo de sus camisas que solían dejar un gran trabajo a la imaginación.

En su día a día Claudia era mamá, profesora y puta, no de las que cobran sino de las que se deja someter cada vez que escucha esa palabra por parte de un hombre, de aquellas que saben perfectamente su lugar, de aquellas que un día escucho como un hombre la llamaba así e inclinó sus rodillas a la par que doblegaba su mente. Claudia era sumisa, tenía amo y creía que ese secreto estaba a salvo.

Lo tuvo hace un año, sometió su mente y su cuerpo a él y jugaban en los momentos en que el tiempo lo permitía pues vivían en otra ciudad. Gracias a estos juegos ella había creado una cuenta alterna en Instagram donde mostraba el culo, las tetas, las piernas y sobre todo su disposición a servir, a arrodillarse, a mojarse cuando la humillaban.

Su primer mes en el gimnasio fue tranquilo, lo único que la sorprendió fue la felicidad que le generaba estar allí, sus cercanos se sorprendieron con el hecho que durara más de una semana asistiendo. Lo otro que disfrutaba era ver a su entrenador, un hombre fuerte con el cuerpo musculoso que a ella le encantaba, le gustaba ver pero hasta ahí pues junto a los dos también entrenaba la novia de él.

Fue salir de vacaciones y olvidar cualquier cosa... dejo de ir al gimnasio una semana y por la emoción subió fotos similares en la misma cuenta, su entrenador quien ya estaba a gusto siguiéndola en redes empezó a buscar más a fondo y le llamó la atención que seguía una cuenta de una sumisa a la cual él empezó a seguir también sin tardarse en darse cuenta que era la misma Claudia que veía en las clases.

"Sumisa en propiedad" decía la Bio de la cuenta y adentro fotos de ella mostrando el culo, las tetas, los pies, en 4 patas tomando agua, siendo ella. Una puta que buscaba la aprobación masculina porque sabía de la superioridad de los hombres ante ella, una puta regalada.

Claudia volvió al gimnasio totalmente desprevenida, sin darse cuenta de nada y lo primero que la hizo ponerse alerta fue que a la primera vez que hizo mal un ejercicio su profesor la corrigió.

- Claudia así no se levanta, ¿entendiste?

- Si

- Si señor se dice

Un escalofrío le recorrió el cuerpo, su humanidad estaba pronta a verse reducida, su instinto la obligó a obedecer.

- Si señor.

Volvió a casa a revisar su celular y noto que su entrenador la seguía en su cuenta de sumisa, nuevamente el escalofrío.

Corrió a contarle a su amo quien no hizo más que burlarse de su torpeza al dejar tantas pistas en el camino, además de advertirle que esto le iba a salir caro.

Su amo empezó a plantearle escenarios, a hacerla imaginar cosas que pasarían si estuviera a solas con su entrenador, le hizo imaginar sus grandes manos azotándole el culo y apretándole el cuello con fuerza, sus fuertes brazos alzándola mientras la llenaba de verga, Claudia se mojó, Claudia transpiro y le confesó a su amo que deseaba estar así, empotrada por su entrenador, usada, incluso limpiándole el cuerpo con la lengua tras un largo entrenamiento.

Parte 2:

Pasaron los días y el trato de su entrenador no cambio mucho, su amo le indicaba que subiera historias en su Instagram que le permitieran confirmar al entrenador que su alumna era la misma mujer del perfil. El entrenador reaccionaba a todo y ella por indicación de su amo le pregunto en su cuenta de sumisa por qué ponía fueguito.

- Porque me gusta lo que subes, le dijo él a su WhatsApp

Ella respondió con evasivas, argumentando que ya se iba a ocupar, pero ya era un hecho, él estaba seguro que esa mujer que se exhibía por redes era su misma alumna, callada, tranquila y sobre todo riquísima.

Había quietud, ahora ella iba en las horas de la tarde y él daba clase en la mañana, los cruces eran menores y así mismo la oportunidad de que pasarán cosas.

Sin embargo las cosas tenían su oportunidad de pasar, en una ocasión con ella haciendo abdominales él se puso lo suficientemente cerca como para que cuando ella subiera estuviera muy cerca de tocar su verga, esa que se ponía dura cada vez que la veía. En otra ocasión delante de un entrenador le dijo a Claudia que hiciera las sentadillas como si estuviera mostrando algo, ambos rieron con el comentario, poco a poco le perdían el respeto a esa mujer que aparentaba tanta seriedad pero que no era más que una puta, una puta necesitada de verga.

Pocos tiempos juntos hasta que ella tuvo dificultades subiendo la cuerda, la soga que había en el gym, lo comento y él se ofreció a ayudarla a mejorar su técnica, la iba a volver a tener cerca durante toda una clase.

Su amo lo supo y la preparo para ese momento, le volvió a pintar escenarios, le volvió a recordar su lugar y la puso a ver porno antes de clase. Le mando tres vídeos donde los hombres usaban a las mujeres, ella los vio con la mano rozando su vagina, ella los vio imaginándose en el lugar de estas mujeres. Ella los vio y llegó a la clase de cuerda bastante mojada.

Fue llegar a clase y él olvidarse de los demás alumnos. Fue llegar y el dedicarse a ella. Fue llegar y romper el límite corporal que había entre los dos, lo que normalmente hubiera sido un apoyo en los muslos, él aprovecho para convertirlo en un manoseo constante del culo de Claudia, la impulso y la impulso manoseándole el culo a mano abierta, impulsándolo y haciéndola sentir excitada, más mojada que cuando llegó. En un momento él la vio cansada y aprovecho para azotarle el culo a gusto.

-Suba pues, dijo tras el azote

-Gracias señor, respondió ella a ese azote que deseaba sentir durante toda una noche completa

-Suba, le repitió

-Si señor, le respondió sumisamente.

El resto de la clase siguió con la mano del profesor descaradamente en el culo de Claudia.

La siguiente semana la orden para ella fue igual, miro porno antes de clase y cuando llegó todo fue más sutil pues la novia del entrenador estaba en la misma clase. Él solo se limitó a mirarla, con morbo, con ganas de que esas miradas se dieran en el baño mientras la alzaba y la empotraba contra la pared, parecía que no pasaba nada y ella ya salía del salón cuando él la llamo.

-Claudia ayúdame limpiando la colchoneta.

-Nooo, no seas abusivo con ella, contesto la novia

-Tranquila que a ella le encanta ayudar, dijo el entrenador.

Claudia quedó fría por un momento hasta que sus pensamientos de puta sumisa se apoderaron de ella, tomo el trapo, se arrodilló y mientras balanceaba el culo pensando en su entrenador dejo impecable las colchonetas bajo la mirada atenta del entrenador quien observaba ese culo balancearse.

Al contarle a su amo la orden fue clara, la próxima tú te vas a ofrecer a limpiar las colchonetas y las vas a dejar impecable, Claudia prometió obedecer mientras su cabeza seguía pensando en el momento en que su entrenador le terminaría poniendo encima por completo el pie en su cara.

(9,20)