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Dejándonos llevar

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Mi cuerpo tiembla al sentir tus manos bajo mi ropa acariciando mi piel, cierro los ojos y me dejo llevar.

Me abrazas y me acaricias sutilmente y siento como tus manos acarician mi espalda, mis manos juegan sobre tu remera desde tus hombros hasta llegar a tu cinturón.

Mi blusa de gasa deja notar mi busto y logra excitarte, mis labios provocadores juegan con tu mirada y mi mirada te incita a más.

Me agarras fuertemente y me llevas contra la pared de la sala, me besas mientras tocas mi piel, mis manos comienzan a acariciar tu pecho hasta llegar a tu abdomen, siento tu respiración y beso tus labios mientras mi mano acaricia tu miembro sobre tu pantalón, siento como se empieza a endurecer, mi cuerpo se empieza a excitar y mis besos comienzan a ser cada vez más y más candentes, nuestros labios se besan suavemente ansiosos de nuestros cuerpos, y el jugueteo de nuestras lenguas incita cada vez más.

Nuestras manos sobre las prendas empiezan a buscar como tocar nuestra piel caliente como el fuego, desabotonas mi blusa, mientras mis manos suben tu remera dejando ver tu espalda y tu abdomen, me saco la blusa quedándome solo con mi brasier, comienzo a besar tu abdomen muy suavemente mientras te llevo cerca del sillón donde te recuesto y desabrocho tu cinturón junto con tu pantalón, llevándolo hasta tus caderas, bajo tu bóxer y con mi lengua siento lo erecto de tu miembro, bajo mi tanga dejando mi falda tableada puesta me coloco sobre de ti y mientras acaricias mis glúteos bajo mi falda, con mis manos coloco tu pene entre mis labios vaginales y comienzo a penetrarme suavemente, tu mirada se vuelve perversa y juntas mis movimientos con los tuyos haciendo más profunda y excitante cada penetración, tus manos aprietan mis glúteos y mis manos desabrochan mi brazier dejando ver mis senos votar con el movimiento de nuestros cuerpos, los agarro entre mis manos y comienzo a lamerlo y mientras mas me ves tus movimientos bajo mi son más y más profundos, haciéndome gemir entre cada penetrada.

Una de tus manos comienza a acariciar mis pechos jugando con ellos y tocando mis labios, los cuales al sentir tus dedos comienzan a lamerlos los lamo suavemente imaginándome que es tu pene en mi boca, y mientras saboreo el sabor de tus dedos mis caderas se mueven circularmente y de arriba hacia bajo, haciendo que mi cuerpo se excite más y más.

Y mientras más placer siento más son mis movimientos, tu cara deja ver el placer que te causo y me excita verte así, te pido te dejes llevar y tus sonidos de excitación se empiezan a dejar oír, me muevo más y más hasta que los movimientos solo se guían por nuestro placer, nuestros cuerpos húmedos, se entregan unos a otros volviéndonos uno solo, tu excitación y la mía inundan nuestros sexos y en un momento todo desaparece, solo somos vos y yo, disfrutándonos, el sonido se desvanece y mi cuerpo se recuesta sobre el tuyo con un suave gemido, y mientras floto en el placer tu mueves tus caderas alargando mi orgasmo hasta perderme en un fuerte gemido que no pude controlar.

Tus movimientos son fuertes, tanto como mis latidos, y de pronto solo siento tu cálido semen inundarme, te detienes, y por un segundo, estamos abrazados tan quietos y tranquilos oyendo nuestras agitadas respiraciones.

Me levanto y me arrodillo a tu lado, mientras tu recostado ya sin fuerzas sobre el sillón, y comienzo a limpiar tu miembro con mi lengua mientras aun estas perdido en el orgasmo, primero me pides que pare, mi lengua juguetona se mueve a lo largo de tu pene empapado, mientras te excitas más y más tu sensible pene y el placer que te causa se nota por tus sonidos y en una última expulsión te dejo perdido sobre una nube de pasión, me recuesto a tu lado y nos perdemos por un momento.

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