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Descubrí a mis primos teniendo sexo en la casa del vecino

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Mis primos más queridos, Salvador y Joel, solían reunirse en casa de mi vecino, yo también los acompañaba y pasábamos un día agradable, lleno de mucha diversión; en una de nuestras tantas reuniones, mi vecino, que era mi amigo también, tuvo que salir a comprar unas cosas al mercado, para que pudiéramos cenar y tomarnos algo, mientras tanto se me antojó ir a la cocina para ver lo que quedaba en la despensa (matar mi curiosidad), mis primos quedaron solos en la sala, cuando regreso, ya no estaban, me pareció extraño que los dos se hubiesen ido prácticamente al mismo tiempo y que no hicieran ruido, ni siquiera las pisadas se oyeron, y la cocina está muy cerca de la sala.

Los llamé con un tono de voz de mediana intensidad, aun así no respondieron, por lo que decidí buscarlos en el patio y en el baño; fui al patio primero, y no estaban, por último me dirigí al baño, y antes de entrar noté que había un calzón amarillo tirado justo en la entrada, la puerta del baño no estaba completamente cerrada porque el calzón estaba atravesado; caminé con cuidado hacia la puerta y miré hacia adentro, allí estaban mis primos desnudos, abrazándose y besándose...

Joel, ya un hombre de 47 años, abrazaba muy fuerte a mi primo Salvador que recién cumplía 24 años, mientras lo besaba con pasión y apretaba sus nalgas; en ese proceso de excitación entre ambos, Joel gira a Salvador, lo coloca de espalda y le pone jabón de baño en el ano, se notaba que estaba urgido por penetrarlo, y así fue, no dudó ni un segundo, después de colocarle el jabón, su pene ya estaba duro y se lo metió con brusquedad, al mismo tiempo, Joel lo abrazaba fuertemente, lamía su oreja y con un ritmo suave pero firme al penetrar, hacía que Salvador gimiera y cerrara los ojos.

Yo estaba excitado también, pues mis primos son varoniles, y lo único que podía hacer en ese momento era observar y masajear mi pene por encima del pantalón. Ya habían pasado más de 8 minutos desde que comenzaron a tener sexo, les tenía el tiempo contado, yo miraba mi teléfono a cada minuto debido a los nervios que cargaba encima por haber descubierto a mis primos teniendo sexo. De repente, el momento esperado llegó, al parecer mis primos se pusieron de acuerdo para eyacular al mismo tiempo (o sólo fue una coincidencia); Joel se detuvo, abrazó aún más fuerte a Salvador por la espalda y soltó un gemido de esos silenciosos pero que se hacen notar mucho en la expresión del rostro, el semen caliente ya estaba en el interior de Salvador, y segundos después Salvador comenzó a gemir, pero cubriendo su boca ya que él sí hacía ruido; su semen salió disparado y cubrió parte de la pared, me encantaron sus espasmos, pude observar los dedos de sus pies mientras se venía y estaban totalmente doblados, fue un orgasmo que disfrutó mucho.

Rápidamente, Joel sacó su pene del ano de salvador y el semen corrió por su pierna izquierda hasta que tocó el piso, lo que significa que Joel estaba cargado y su orgasmo fue igual de placentero que el de mi primo Salvador. A penas ellos terminaron de darse cariño, yo me retiré cuidadosamente, y una vez alejado corrí hasta la sala para sentarme y fingir que veía televisión, pero antes de hacer eso, tuve que limpiar mi calzón que estaba lleno de líquido pre-seminal, afortunadamente tenía un pañuelo acompañándome.

Mis primos llegaron a la sala, con sus caras muy tranquilas, bien arreglados y hablando de temas tan heterosexuales como la última vez que tuvieron sexo con una amiga en común de la universidad... Ambos se sentaron a mi lado, y como si nada hubiese pasado, nos pusimos a ver una vieja novela mientras disfrutábamos una merienda.

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