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Descubriendo a mi vecina madura

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Yo llegaba a mi casa, donde vivan mis padres después de terminar un año más en la universidad, eran cerca de las 8 de la mañana, al ingresar a mi jardín donde tenía plantas de frutas pude ver a mi vecina con su hija sentadas tomando el sol,  “buenos días señora” le dije, ella me respondió el saludo y acercándome también saludé a su hija, conversamos por un tiempo. Pasaban los días y nos hicimos amigos con ella y con su hija, intercambiamos números, y una noche recibí una llamada, era un número privado, no suelo responder ese tipo de llamadas, pero al ver la insistencia respondí y era ella.

Hablamos durante horas, me dijo que por la mañana iba estar sola, que fuera para conversar, y así fue esa mañana me fui, ella había terminado de bañarse, tenía el cabello mojado aun. Desde que empezamos a hablar ella se notaba en su mirada una señora muy seria, claro le rodeaban unos 37 añitos y yo apenas 19. Me contó sobre ella, sobre como conocieron a mis padres ya que eran muy amigos, su esposo trabajaba en una empresa agroindustrial, salía temprano y regresaba tarde, me siguió contando sobre su vida, yo estaba como que y ahora qué hago porque me cuenta eso, entonces aproveché ese momento y le dije que no se preocupe y empezó a llorar, hace meses que ya no la tocaba, dormían en camas separadas, yo con una voz pícara le dije: “en serio?”, ella dijo sí. Así pasaron como 2 horas y me invitó almorzar ya su hija había ido donde su amiga y que iba a llegar tarde, así fue durante el almuerzo cruzamos miradas y yo empezaba a tener deseo de querer tocarla.

Después fuimos a la sala y como que hice que tropezara a propósito sobre un mueble y como llevaba unas sandalias de verano dije que me dolía el dedo gordo del pie, y ella me tomó del brazo y me hizo sentar, me dio un pequeño masaje y se lo agradecí, le dije” tus manos están muy tensas que tal si ahora yo le doy un masaje a usted”, al principio se negó, pero después la convencí, se recostó en la alfombra, y empecé. Hubo momentos que la tocaba muy cerca de sus senos y le dije “Mary eres muy hermosa, que pena que tu marido ya no te toque”.

Eso pareció molestarla y se puso de pie y dijo “que insinúas”, le dije “nada creo que es tarde voy a mi casa”. Así fue, puse mi celular en modo avión y active el wifi, así podría estar en el chat platicando con mi novia y no tener que recibir llamadas, porque sabía que en algún momento iba a llamar. Pasaron 3 días y desactivé el modo avión, recibí mensajes de Mary que había llamado varias veces, estaba bañándome cuando escuché el celular y era ella, le respondí, me dijo “por qué apagaste tu celular si no quieres que te llame no quieres que seamos amigos dime y ya”.

Me sorprendí por la manera que me habló y le dije “estas sola”, me dijo que si, “ok iré en 20 minutos a tu casa” le dije, y así fue. Me fui y ella estaba vestida con una minifalda y una blusa bien pegadita a su cuerpo que se notaba su brasier, le dije porque me había hablado así, y me pidió disculpas, en ese momento fue que me pegué a ella y la tomé por la cintura y le dije “tú te molestaste por lo que te dije creí que no querías hablarme y ahora con esto, mira May eres hermosa y me gustas” le dije, así sin más reparo me abofeteó, con más ganas me apegué más y le agarré de las nalgas, estaba temblando, “que haces” me dijo, le respondí “tú necesitas atención y yo te lo voy a dar no me gusta tu comportamiento, pareces adolecente no una señora como yo pensaba”, poco a poco ella se desvanecía, no la dejaba soltarse de mis brazos.

Así fue hasta que ella daba pasos hacia atrás, y abrió la puerta de su recámara, me invitó a pasar y ahí empezó todo, la besé y la besé, me dijo que estaba en sus días fértiles a lo que no hice caso, me dijo que pare, pero era demasiado tarde:

M: mejor otro día, no me siento bien.

Yo: me deseas y yo también.

M: nadie me había besado así ni siquiera mi esposo, y jamás le he sido infiel.

Yo: para todo hay una primera vez.

Poco a poco le quité la blusa, mientras besaba su cuello, se desabrochó el brasier, y besé sus senos que ya estaban gritos, la acosté en la cama y le subí la minifalda, y me dejó ver un calzoncito de eso de tiempo antiguo de color verde, abrí sus piernitas y la besé su vagina.

M: que haces, eso jamás me han hecho, no que vergüenza.

Yo: vergüenza de que a mí me gusta chupar antes de penetrar.

M: es que…

Yo: es que nada, calladita te vez más bonita.

No estaba depilada, y le dije “de hoy en adelante te voy a enseñar muchas cosas una de ellas a botar esos calzones feos y vas usar hilitos dentales o tangas de encaje”, ella solo gemía mientas le quitaba el calzón, metí mi lengua en su raja peluda, y eso la hizo estremecer.

M: ay que rico.

Yo: claro que es rico, me fui quitando la ropa.

M: quiero que seas mi amante, salir a otra cuidad juntos.

Yo: estoy de acuerdo seré tu amante, y vas a disfrutas mucho del sexo,

M: aunque pareces tener experiencia, pero creo que seré tu maestra

Yo: eso crees

Lo que no sabía es que yo había sido estrenado por una dama de compañía y luego solo me gustaba acostarme con mujeres mayores. Se puso de pie y me acostó y le dije:

Yo: me lo vas a chupar.

M: tampoco se hacer eso

Yo: así dices que vas hacer mi maestra -le jalé del cabello y poco a poco le apegué a mi pene, y le dije- lambe.

M: no, no puedo.

Yo hazlo poco a poco.

Y así fue, poco a poco le lambía y le dije “suficiente, otro día te enseñaré”, y así fue un día le enseñé a hacerme una mamada como toda una profesional.

M: me has mojado demasiado, nunca había estado con otro hombre que no sea mi marido y mucho menos menor que yo.

Yo: para todo hay una primera vez.

Mientras le chupaba su clítoris ella se retorcía de placer, en eso que la pongo en posición de perrito y protesto que así no, no le hice caso y poco a poco le fui metiendo.

M: me duele, así no por favor.

Yo: es demasiado tarde para suplicar.

M: despacio, ay ay, me duele despacio por favor mi amor.

Yo: así dime que soy tu nuevo amante, y único que te hará el amor.

M: si serás mi marido todo lo que quieras es tuyo, pero despacio hasta acostumbrarme.

Yo: está bien.

No es que la tenga muy grande, pero si es gruesita, me cago unos 18 cm, pero al parecer no estaba acostumbrada a esa posición.

M: así nunca me han hecho y o aguanto más, ay!!! Ayyy!!!

Yo: te gusta

M: me encanta cariño

De pronto sus gritos empezaron hacer gemidos, yo implementaba la velocidad, cada embestida ella se estremecía.

M: ay!!! Que rico, dame más, mas!!! Quiero sentir tu leche, dámela, ayyy!!! Que rico

Yo: quieres que termine adentro, pero y si quedas embarazada (ya que no había ido preparado y no tenía condón).

M: tomaré una pastilla, iré a comprar al rato me dijo entre gritos y gemidos.

Yo: ufff ya casi, te la voy echar adentro.

M: si amor, adentro quiero toda tu lechita, ayyy que rico, que rico está.

No me di cuenta, resultó que ya había terminado adentro de su vagina, y ella estaba temblando, le dije “te amo Mary, de hoy en adelante seremos pareja, así como tú quieres que seamos”, “si quiero ser tu amante”, miró su celular, y me dijo “en una hora llega mi hija, iré a asearme”, la levanté en mis brazos, mi leche aún estaba chorreando de su vagina, la llevé, nos bañamos juntos, y ahí fue donde la enseñé a depilarse, y la dejé peladita, le dije que tanguitas usar y así fue.

Esa noche me llamó para decirme que le había gustado y que aún tenía la vagina adolorida, a lo que respondí, si quieres voy a darla de besitos para que se te calme, solo se rio, “estás loco” me dijo, “loco por ti”, y nos despedimos.

Continuará…

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