Nuevos relatos publicados: 0

Despedida de mi ex novia

  • 6
  • 15.982
  • 9,39 (31 Val.)
  • 0

Tuve una relación de varios años con una chica que conocí en la universidad, durante ese lapso de tiempo conocí muchos lugares y a toda su familia, en esta ocasión contaré cómo fue la última cogida que dimos como despedida al terminar la relación.

Resulta que ya después de haber roto el lazo sentimental seguíamos de vez en cuando hablando por chat o una que otra llamada, era como si quisiéramos y no quisiéramos terminar, las razones me las guardaré, pero solíamos conversar bastante.

En esos chats siempre le decía que debíamos juntarnos una última vez para darnos esa cogida de despedida, ella siempre estuvo reúsa a la idea de que tuviéramos sexo si no éramos pareja, pero un día luego de algunos meses de habernos dejado me dijo que si, que estaba de acuerdo, cuadramos el día y el lugar elegido fue en donde fue nuestra primera vez, el hotel no era nada bonito, pero si tenía ese detalle sentimental de lo que fue.

La pasé a recoger, iba vestida con un pantalón rojo vino y una blusa de rayas, se había cortado el pelo ya que siempre quiso eso, pero a mí no me gustaba la idea del pelo corto y siempre encontraba la forma de barajarle los planes cada que quería cortarlo, recuerdo que mientras nos dirigíamos al hotel le pedí que me hiciera un poco de sexo oral, y debo decir que esto era algo en lo que se había vuelto muy buena durante el tiempo que tuvimos juntos, ella estaba nerviosa sé que había quedado digamos con el trauma de un accidente que tuvimos en el que yo iba manejando, aquello no pasó a mayores, pero desde entonces siempre la noté nerviosa cada vez que yo manejaba, ella accedió aunque no lo hizo por mucho tiempo.

Ya llegados al hotel pedimos la habitación y nos dieron la que quedaba justo al frente de la que usamos aquella primera vez, me decepcionó un poco que esa estuviera ocupada, pero ya que… entramos, nos mirábamos, reíamos de lo que estaba a punto de suceder, nos desnudamos y comenzamos a besarnos, luego entramos al baño por separado, primero yo y luego ella, mientras ella estaba en el baño yo tomé mi celular y lo puse en la mesa de noche al lado de la cama para grabar un poco colocándolo con vista hacia la cama.

Cuándo ella volvió le pedí que subiera por los pies de la cama y así lo hizo, recuerdo que subió gateando y mirándome con cara de que tenía muchas ganas de lo que estaba a punto de pasar, me comenzó a hacer sexo oral y esta vez sí, como ella sabía hacerlo, lo metía entero en su boca, lo lamía desde mis bolas hasta la punta, siempre mirándome a los ojos, le dije que me hacía falta sentir esa boca en mi pene, ella solo sonrió y siguió por unos minutos más, en eso surgieron preguntas de ambas partes, le pregunté que si ya había estado con alguien más, me dijo que solo se había besado con un tipo, pero que se había dado cuenta de que el solo quería sexo con ella y que había cortado lazos, entonces ella me preguntó a mi, que si ya había tenido sexo con otra, yo la verdad después de terminar la relación había hecho un montón de cosas, pero no quise que se sintiera mal en ese momento y le dije que solo me habían hecho sexo oral una vez, ella que en ese momento me estaba masturbando se detuvo, se quedó como pensando y note decepción en su cara no sabía que hacer así que me senté para besarla y le dije que solo una vez y solo eso, luego se hincó sobre mi cara para que yo le hiciera la mamada a ella, lo cual procedí a hacerlo con gustó, ella me sujetaba la cabeza y se movía sobre mi cara mientras yo la lamía y chupaba su humedad.

Entonces ella me pidió ponerme el condón, yo tomé uno pero le pedí que se sentara sobre mi para sentirla por dentro sin el condón, ella en principio se negó, pero yo comencé a besarla, chuparle las tetas (lo cual siempre le encantó) y a decirle que solo sería meterlo para sentirla y luego me pondría el condón, ella seguía negándose y yo la tomé de sus caderas y la halé hacia mi, haciendo que al sentarse poco a poco se fuera ensartando mi pene, ella comenzó a gemir, se sentía bien apretada, le creí que me dijo que no había tenido sexo con más nadie hasta ese día y comencé a moverla de arriba hacia abajo mientras ella entre gemidos ahogados me pedía que por favor me pusiera el condón para que “no hiciéramos un muchacho” ese día, o sea, para que no la embarazara, ambos reímos de su comentario y pues ella se apio de sobre mí y yo me puse el condón, la volteé la puse en posición del misionero y la comencé a penetrar, sus gemidos eran hermosos, me encantaba cogérmela así y su cara decía que lo estaba disfrutando mucho, le pedí que se pusiera sobre mi de nuevo pero mirando hacia mis pies, ella se volteó y comenzó a dar esos sentones donde vez el culo de la chica rebotando, yo alcancé mi celular y quería grabarla ahí, pero ella me dijo que no, que me concentrará solo en disfrutar esa ocasión. Solté el celular y comenzamos a coger de nuevo.

Cuando la tuve en posición de perrito entonces quise cogérmela con maldad, miraba al espejo que nos quedaba de lado y me encantaba ver cómo su cara estaba toda roja, la tomé por el pelo, la nalguee varias veces y comencé a cogérmela fuerte, sentía que me iba a venir, me quite el condón y le pedí que abriera la boca, ella en esa misma posición dobló su cara hacia mí y con su boca abierta recibió toda la descarga de semen, me lo mamó un poco más y nos quedamos en la cama un rato abrazados.

Comenzamos a hablar, nos contamos de las personas que estábamos conociendo y algunas cosas más, cuando me comencé a excitar de nuevo, la subí sobre mi, nos besamos muy apasionadamente, ella se sentó ensartada sobre mi de nuevo y comenzó con los sentones, está vez ya no nos importó el condón, estábamos bien intensos y se le salió, “te amo”, inmediatamente tapo su boca con su mano, miró hacia arriba y se dejó caer sobre mi pecho para no mirarme a la cara, yo sonreí, le dije que también la amaba, ella no quería volver a mirarme pero seguimos moviéndonos, le dije que no había porque negarlo aunque sabíamos que no funcionaría, ella me dijo que tenía razón, nos reímos, nos besamos de nuevo y entonces la volví a colocar en posición de perrito, la tomé del pelo y al igual que antes la volví a coger fuerte, sus gemidos eran ahora bien expresados, me encantaba ponerla a gemir de esa forma, ya le tenía sus nalgas rojas.

Le dije que me iba a venir y ella comenzó a acelerar el movimiento y al momento de venirme lo saqué y se la eche sobre su culo, nos besamos un rato más, nos bañamos juntos y nos fuimos, la llevé a su casa, nos besamos como un beso muy apasionado de despedida y nos dijimos adiós.

(9,39)