Nuevos relatos publicados: 10

Diez más que yo

  • 7
  • 8.009
  • 9,00 (2 Val.)
  • 0

Soy un joven nadador de 22 años que le encanta el sexo, gracias a mi cuerpo atlético no tengo problemas para practicarlo, pero también me encanta hablar de ello así que frecuento algunos chats de sexo.

En una ocasión coincidí con Lucía, una mujer de 32 años con unas ganas voraces de follar. Follaba sin parar y quería más. Después de una conversación por el chat nos empecemos a enviar mails para calentarnos antes del encuentro, este fue el primero que me envió:

"Te estoy esperando en la 607... después de un tiempo de calentarnos el uno al otro a través de la fría pantalla del ordenador que a veces parecía arder hemos decidido dar un paso más... sabemos muy poco el uno del otro y tampoco lo necesitamos, lo único que importa saber ya lo conocemos y es que ambos nos deseamos.

Estás algo nervioso, no deja de ser una cita a ciegas, aunque intuyes que todo será más natural y fácil de lo que pudiera parecer y sabes que lo pasarás especialmente bien... no es la primera vez que lo haces con una mujer mayor que tú, sabes lo que te espera... más o menos.

Tocas con los nudillos en la puerta y ves que está entreabierta... titubeas un poco muerto de excitación y la empujas ligeramente, lo que ves empieza a abrirte el apetito de una forma voraz.

La estancia está a oscuras, nada de iluminaciones frías de habitaciones de hotel, hay una luz cálida y tenue que producen las velas que repartí por ella, el ambiente es acogedor y la luz es la justa, entras un poco más y aparece ante tus ojos la cama... grande y de momento solo ves la blancura de las sábanas teñidas del ámbar que producen la luz de las velas... subes la mirada y ves como esa sabana se empieza a moldear sobre un cuerpo de mujer, posas tu mirada sobre las curvas de mis muslos, la forma de cruzar las piernas, mis caderas, la elevación del tórax, como aparece mi brazo que cubre las sombras del pecho... el cuello, mi cuello y mi cara.

Estoy tumbada de costado mirando hacia a ti, el gesto sereno, los ojos brillando de excitación, la boca en ligera sonrisa, a medias d bienvenida a medias de pura provocación. Te miro a los ojos y te susurro, cierra la puerta y ven aquí, mientras palmeo el otro lado de la cama aun vacío esperándote... haces lo que pido y te apresuras en venir a mi lado.

Nos tumbamos el uno enfrente al otro y te pregunto... ¿qué es lo primero que te viene a la cabeza? ¿qué es lo primero que quieres hacer conmigo? Y me dices... quiero quitarte esa sabana de encima.

¡Hazlo!

La retiras poco a poco hasta descubrirme entera y me miras detenidamente mientras te brillan los ojos y noto como se humedece tu boca que de repente se me hace necesaria... la necesito en la mía, la necesito para seguir respirando, me acerco a ella como hipnotizada y la devoro... despacito primero, usando mi lengua para acercarme a tus labios, delineándolos con la punta, lamiéndolos golosa, después introduciéndola ligeramente hasta llegar a la tuya dejando que ambas jueguen, se entrelacen, bailen, se enreden y poco a poco dejándonos llevar por la pasión.

Cuando entraste por la puerta y te ví el efecto fue instantáneo, me humedecí entera, apetece morderte, comerte, lamerte, apetece acariciarte y arrancarte gemidos de placer, apetece follarte hasta agotarnos y te lo susurro al oido mientras busco tu cuello y empiezo a deshacerme de tu ropa... quiero ver esa espalda de nadador contorneándose sobre mí, quiero pasar mi mano por cada cm de tu piel, y después de ella mis labios, tengo mucho trabajo asique te necesito desnudo ya!!!

Por fin aparece tu espléndido cuerpo ante mis ojos y mis manos se vuelven locas paseando por el, mientras aun nos comemos la boca ellas vagan por todos tus rinconcitos aprendiéndose caminos y descubriendo secretos, locas de placer por el tacto que tienes... pienso que necesito lamer la piel que antes acaricio y dejo tus labios para seguir el recorrido de mis manos.

Lamo tu cuello, la línea de tus clavículas, acaricio con mis labios tus pezones, mordisqueo tus hombros, dibujo tu abdomen con la punta de la lengua, acaricio la zona sensible de tus brazos, beso tus muñecas , vuelvo a tu cintura y allí me pierdo... quiero estar aquí un buen tiempo, hay mucho que explorar.

Noto tus manos en mi cabeza, acariciándome el pelo, guiándome, siento que estás deseando que te la chupe, asique alzo mi cabeza, te miro directamente a los ojos con gesto de buscona y te pregunto... ¿quieres que te la coma? ¿eso es lo que deseas ahora?

Contesta.

En el segundo correo de Lucía me explicó como haríamos un 69. Sus deseos fueron órdenes para mi ya que en cuanto puedo hacerlo realidad tengo que decir que la realidad no distó mucho de su imaginación. Quizá fuera por las docenas de veces que me había pajeado antes leyendo este mail...

"Me muero por tener tu lengua jugueteando en mi coñito y también me muero por hacer diabluras con mi boca en tu polla, deseo oírte gemir asique me incorporo y gateo sobre ti, voy lamiendo desde tu pecho a tu vientre y voy dejando que mi cuerpo se vaya acoplando al tuyo, a gatas sobre ti sin dejarte aun comerme pero dejando que veas lo que vas a devorar comienzo a jugar con mi lengua en tus ingles, lamiendo de abajo a arriba, la paso por tu cintura, rodeo tu polla haciendo que la desee con todas sus fuerzas, palpita, se mueve, me sigue...

De repente la doy un lengüetazo como si fuese una gatita, tiembla, jadeas pero aún no te doy lo que deseas... agacho más mi cabeza, dibujo con la punta de mi lengua el contorno de tus huevos, los hago bailar de un lado a otro, los lamo muy despacio, subo la cabeza deprisa y por el camino vuelvo a lamer tu polla como una ráfaga, dejando un caminito húmedo de saliva hasta tu ombligo... acerco mi cara a ella, la hago pasearse por todos lados, quiero notar su calor y su palpitar... noto que no puedes mas, tus manos llegan a mi cabeza y me cogen con decisión y susurras... hazlo ahora!!

Me mojo aún más de notar tu excitación y me dedico a tu polla a la vez dejando caer mi cuerpo sobre el tuyo para que tu hagas lo mismo... es delicioso sentir tu lengua hurgando en mi sexo mientras yo ensalivo tu polla completamente, lamiendo cada cm de ella, pasando la lengua por la base y subiendo con pequeñas succiones de mis labios hasta tu glande donde me recreo. Lo atrapo con mis labios hago pequeñas ventositas en él mientras dentro de mi boca la lengua lo acaricia, lo rodea.

Intento seguir el ritmo que tu marcas en mi coño, mis gemidos los ahogo en tu glande, quiero que sientas el placer que me das, que lo sientas justo en tu polla, que sientas las vibraciones de mi garganta... asique poco a poca empiezo a tragarte, cm a cm hasta que me hago cosquillas con tu vello en la nariz, hasta que te tengo del todo dentro, entonces me quedo quieta un momento saboreándote disfrutando de tu lengua y tus labios en mi clítoris, temblando de placer... después te empiezo a sacar de mi boca, despacio al principio haciendo que te roces con mis labios, tu polla va saliendo de mi, brillante de saliva, dura como una piedra hasta que esta toda fuera y empiezo el juego de nuevo... te como despacio solo con la boca, no me ayudo de las manos, dedico mi lengua a recorrerte por fuera y cuando estas dentro también...

Intento centrarme en ti aunque empieza a ser difícil... tu boca me está volviendo loca y mis caderas tienen vida propia intentándose rozarse con ella, buscando tu lengua... acelero el ritmo, justo como tú lo haces y te como con ansia, deprisa y fuerte, intenso y muy húmedo...

Tú observas que estoy calcando tus movimientos asique tú paras, vas más despacio y yo contigo, vuelvo a lamerte como una gatita y a cada gemido tuyo me mojo un poco más. Me encanta tu polla, como se mueve y el sabor. No paro de comerte cambiando los ritmos, los movimientos usando mi lengua, los labios, cambiando la presión, pasándola por mi cara, masturbándote con mis manos mientras devoro tus huevos... oigo tus gemidos cada vez más fuertes mientras mi coño cada vez está más y más caliente...

En el nuevo correo, Lucía ya me explicó con pelos y señales como quería que fuera un polvo entre ella y yo. Como quería follar y ser follada. Luego me confesó que quería follarme ya y que se esmeró al máximo escribiendo este mail para que me lanzara a por ella. Funcionó.

“Me excitaste mucho con este último correo, quiero que me susurres lo bien que me vas a follar y que vas a hacerlo como un animal. A cada palabra tuya yo me retuerzo más y más, ronroneo como una gatita y me voy empapando a pasos agigantados. Tú sigues castigando mi oído, dándome detalles de todo lo que me harás y noto cada vez más excitación en tu voz, mientras mis manos no dejan de masajearte la polla, estoy ansiosa de ella y quiero dejarla totalmente a punto, quiero que me empales bien, que no pueda casi moverme al principio.

Cuando ya estás a punto te susurro que por favor me folles ya, que me lo hagas o me muero, que necesito tu polla entrando y saliendo como una máquina de mí. Me colocas a cuatro patas y agarrándome de las caderas de un solo golpe entras hasta el fondo mmm… Gimo. Me quedo quieta. Tú también lo haces. Los dos gozamos de la sensación durante un instante y poco a poco empezamos a movernos acompasadamente, al principio más lento, vas rozándome todo mi interior, pruebas hacia un lado, hacia otro, en círculos, cada vez más profundos e intensos. Yo sigo tus movimientos con mi culo, mis caderas y procuro que entres muy adentro, cada vez más, me cabalgas y yo me dejo hacer, adoro la sensación de tenerte detrás follándome… Me vuelve loca y no puedo evitar gritar cuando entras fuerte… tú te das cuenta de ello y decides empezar a darme mucha caña, me preguntas si quiero más y te gimo que sí, que me lo des todo, que me folles como merezco…

Lo haces.

Te agarras fuerte a mis hombros y me la metes hasta le fondo, esta vez ya sin parar, deprisa, haciendo que mis tetas bailen en cada embestida, gruñendo cada vez que estás dentro y sacándola casi del todo para volver a metérmela bien otra vez, grito, pido más, me derrito entre tus manos, quiero más polla, más fuerte, más!! Sin compasión, sin piedad, quiero que me folles como no has follado a nadie nunca, sin conciencia, como 2 animales en celo, sin tabúes, úsame y goza con mi coño, hazlo, fóllame cielo.

Con mis caderas empujo contra ti, intentando exprimirte, comprimo mis músculos de la vagina, dándote el máximo placer, arqueo mi espalda, me muevo siempre buscando la máxima penetración, tus huevos golpean contra mi coño, los oigo chocar y enloquezco, me ves muy lanzada y decides torturarme un poquito más, paras, bajas el ritmo y me follas de nuevo con delicadeza…

Yo al principio me resisto, pero después saco el máximo partido de eso y aprovecho para moverme yo. Ahora soy yo la que te folla a ti, tu te limitas a estarte quieto mientras mi culito se mueve para engullirte más, haciendo circulitos, como si tu fueses un tornillo y estuvieses enroscado en mi, subiendo y bajando mis caderas, haciendo que tu glande se roce bien con mi entrada, ahora te oigo gemir a ti y sé que estás mirando todo con detenimiento, te encanta ver como desparece tu polla dentro de mí y vuelve a salir, te follo con esmero, quiero que goces viéndolo y que lo sientas bien todo, mientras acaricio mi clítoris al ritmo de mis caderas y empiezo a ver cerca el orgasmo, muy cerca, asique te pido de nuevo que me folles bien, que me destroces (empiezo a tener verdaderas ganas de follar contigo, y tú?)”.

Esta fue el último mail que me envió Lucía. Como comprenderéis, después de este texto y de la pregunta final me sobró tiempo para quedar con ella y hacer todo esto realidad. Aunque esto ya sea otra historia…

Espero que os gustará y ya sabéis, se agradecen los comentarios y dar una valoración sale gratis. Muchas gracias.

(9,00)