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Dominada por el sargento

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Como ya saben soy Antonella, pueden ver como soy en mi perfil. Este relato es la continuación de violada en el cuartel.

Se acercaba la hora de volver a presentarme en el cuartel y debía resolver si ser la putita de mi jefe directo, el sargento Ricardo tal como él me propuso. Llegué a las 8 de la mañana y el guardia me dijo que mi jefe me esperaba en su oficina todavía con la sensación de dolor en mi trasero caminé lento a su oficina fui con la intención de decirle que iba a dejar el ejército golpee la puerta y me contestaron de adentro que pase al entrar ahí estaba el hombre que me había violado la noche anterior me miraba con una sonrisa en la cara.

Sargento: hola mi putita quiero saber que decidiste.

Al escuchar decirme putita no me salían las palabras y él lo interpretó como que yo aceptaba se levantó de su sillón y se acercó a mi yo me quedé dura no podía moverme. Me agarró de los hombros y me dijo vamos a pasarla muy bien mi putita empezó a tocarme las tetas con una mano y con la otra me apretaba el culo yo no me moví y cerré los ojos el empezó a besarme intentando meter su lengua en mi boca que yo mantenía cerrada me dio una pequeña bofetada y me dijo “abrí la boca” yo asustada lo hice y el aprovecho para meter su lengua.

Sargento: así me gusta putita que seas obediente ahora vas a arrodillarte y me vas a chupar la pija.

Mientras lo decía me empujaba hacia abajo. Yo me arrodillé y le saque su enorme pija que aún no estaba dura empecé a pasarle la lengua por todos lados y él me dijo “metetelo en la boca puta”, a duras penas lo hice y empecé a chupar con ganas no sé porque, pero mi vagina empezó a mojarse lo chupé con ganas ya no me importó que me estuviera obligando…

Sargento: así putita chupalo como sabes -me decía mientras empujaba su pija en mi boca agarrando mi cabeza provocando que me den arcadas.

Después de un rato me dijo bájate el pantalón y apóyate en el escritorio yo obedecí bajando mi pantalón él se acercó y me bajo la tanga y empezó a chupar mientras vagina haciendo llegar su lengua hasta mi culo. Yo estaba muy excitada y él lo noto mientras chupaba mi vagina metía un dedo en mi culo yo no aguantaba más de placer y empecé a gemir con fuerza lo escuché reír.

Yo: por favor señor ya no aguanto metemela le dije casi suplicando.

Sargento: sabía que lo ibas a pedir putita decime que es lo que querés.

Yo: por favor señor cojame cojame se lo ruego metame su pija.

Sargento: si bebé prepárate.

Y de un golpe me la metió toda haciéndome dar un pequeño grito empezó a bombear y yo ya gemía como una puta el continuaba metiendo y sacando su enorme pene mientras metía un dedo en mi culo. Después de estar bombeando mi vagina lo saco y se escupió la punta del pene y me lo metió por el culo yo me afloje para que no me doliera tanto.

Una vez que estuvo todo adentro yo sola empecé a moverme para sentir como entraba y salía. Me agarró de la cintura y me daba con fuerza después de 10 minutos usando mi culo me lo metió fuerte acabando largando fuertes chorros de leche que hicieron que yo también acabará dando un fuerte suspiro.

Una vez que su pene salió solo de mi agujero yo sola sin que me lo pidiera me agaché para limpiarle el pene el me acariciaba el pelo.

Sargento: muy bien putita aprendes rápido ahora anda a arreglarte al baño que tenemos mucho trabajo.

Yo lo hice y él se dio cuenta que yo ya era suya que a partir de ahora era su putita.

Empecé a trabajar como su asistente y así me libré de las noches de guardia y debo reconocer que me gustaba como él me cogía, me hice adicta a su pene que disfrutaba de él todos los días.

No sé porque, pero me gustaba ser dominada por el sargento Ricardo así que asumí que sería su putita.

Espero les haya gustado cualquier corrección o sugerencia son bien recibidas si quieren contactarme en mi perfil está mi Twitter. Besos.

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