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El destino y la madre de mi pareja

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Llevaba ya mucho tiempo con mi pareja, varios años, gozábamos de una relación llevadera en todo sentido, en el sexual también, habíamos perdido la virginidad juntos, con el tiempo experimentamos cosas deliciosas, la monotonía no era parte de la relación.

Ella, tenía una mamá joven, con quien llegué a entablar una relación muy linda, solía vestir siempre provocativamente por así decirlo pero más era porque ella venía de la costa, del mar, donde el calor hace que las personas quieran estar lo menos vestidas por así decirlo, usaba faldas, blusas ligeras que dejaban ver su linda figura pese a ser madre dos veces, su contextura era delgada, de rostro delicado, senos pequeños, una cintura envidiable, un trasero y piernas que levantaban miradas donde fuera, al principio jamás se me paso por la cabeza verla de otra forma, pero esa misma confianza que teníamos, hacía que cuando visitaba a m novia ella muchas veces me recibía en pijama, en shorts, digamos sin vergüenza alguna, aun así, digamos que admiraba su belleza pero nada más.

Recuerdo que ella y su marido viajaban mucho, eso me agradaba, podía pasar tiempo a solas con mi novia y la verdad la pasábamos exquisito. Un día al visitar a mi novia me pidió que le ayudara a buscar unos documentos importantes de sus padres que debían ser enviados urgentemente, así que empezamos la búsqueda en escritorios, muebles y demás de la casa, dividimos esfuerzos y yo busqué en una caja debajo del velador de la cama de sus padres, habían muchas cosas, varios papeles, en eso me llamó la atención un sobre y lo abrí, en el, se encontraban fotos instantáneas, de las pequeñas, me quedé sin palabras, eran fotos de la madre de mi novia muy sugestivas, me quedé atónito ante lo que mis ojos veían, no lo podía creer y me dediqué a observarlas con detenimiento, cada una de ellas, estaba ahí desnuda en la bañera llena de jabón y la espuma cubría uno de sus pezones, pero dejaba ver mucho pelo en su zona intima, confieso que me gustó.

Otra estaba en la cama tendida insertando sus dedos en la vagina, rosadita, otra de pies de espaldas abriendo sus nalgas y mostrando su ano delicioso, mi favorita aquella que estaba gateando en el piso de espaldas en un zoom que mostraba su espectacular trasero y vagina rosada peluda, deliciosa...

Las guardé por temor a ser descubierto, pero en mi mente quedaron grabadas esas imágenes para siempre. Por obvias razones no mencioné nada a mi pareja, pero mi sorpresa fue mayor cuando mi novia me dijo que encontró algo raro, me mostró un bolso, en el, habían muchos objetos sexuales, videos en VHS, cremas, lencería y un consolador de tamaño bastante grande diremos... - mis padres son unos ocurridos- mencionó... Yo solo confirmaba mis sospechas, aquella señora era tan ardiente como se veía, pero yo la había estado ignorando todo este tiempo, como dije antes nunca la vi con deseos profundos por decirlo así, admiraba su belleza pero nada más, recuerdo que solo cuando estaba tomada se ponía cariñosa, me abrazaba e incluso una vez me dio un beso cerca de los labios, pero yo solo lo atribuí al alcohol, pero ahora no dejaba de pensar en esas fotos, ahora en todo el material de ese bolso, la imaginaba desnuda, insertándose ese consolador y gimiendo de placer.

Esa noche incluso le propuse a mi novia divertirnos con lo encontrado pero se negó, así que lo guardamos y fuimos a descansar no sin antes tener una noche de sexo delicioso como era costumbre, pero esta vez imaginaba a su mama mientras se lo hacía.

AL siguiente día enviamos los documentos, regresamos a casa y mientras mi novia preparaba la cena, inventé una excusa para subir al cuarto, fui directo a la caja y saque aquel sobre, necesitaba esas fotos así que saque mi teléfono y copie todas, ahora las podría disfrutar para mi.

La siguiente semana transcurrió con normalidad, mi novia me comentó de un evento que tendría al final de la semana así que no podríamos pasar juntos, en ese momento vi una oportunidad única y lo planeé todo. Llego el fin de semana y salí temprano del trabajo, fui a prepararme como siempre, colonia, bien afeitado en todas partes y fui hacía la casa de mi novia sabiendo que no la encontraría pero que si estaría mi querida suegra.

Llegué y toque el timbre, salió ella con un short y camiseta holgadas, pude notar que no tenía brasier, me dijo que mi novia no estaba que tenía un compromiso y llegaría tarde, asentí con la cabeza y dije que lo había olvidado, dije a propósito que me retiraba nomás pero ella me dijo si no quería pasar a tomar algo a lo que con todo gusto acepté, me ofreció una cerveza y le dije que no, sabiendo su gusto al vino le insinué si mejor podíamos tomar una copa de vino y aceptó inmediatamente, abrimos la botella y comenzamos a conversar y jugar cartas, sin darnos cuenta la botella se había terminado, me dijo que podría abrir otra si quería y esta vez el que aceptó fui yo.

Así luego de un tiempo yo ya sentía como el vino se me subía a la cabeza, lo noté también en ella por sus risas y manera de actuar, le pregunté por su esposo y me dijo que seguía de trabajo y de viaje pero que no le tope ese tema ya que se ponía mal, me atreví a preguntar ¿por qué? Y me dijo que mejor no hablar de ello, que él no la valoraba y que ella sabía que él andaba en sus "cosas" por allá...

La miré, tenía en mi mente las fotos, varias veces se agachó y pude ver de reojo sus senos, solo imaginarla me ponía duro, le dije que no se ponga así que no entendía como un hombre podía ignorar a alguien tan hermosa, me animé por los efectos del vino, me miró y dijo que yo lo decía con ojos de cariño, me preguntó si de verdad le parecía guapa?

- Claro que sí, igual de hermosa como en las fotos.

Hubo un silencio, yo pensaba en lo tonto que fui al decir eso pero el vino como dije me había dado valentía, ella me miró y pregunto:

- como en las fotos? ¿Cuáles fotos?

En ese momento pensé, ya lancé el primer golpe ahora es hora de terminar la pelea, saqué mi teléfono y le dije

- estas fotos, que encontré por casualidad.

Se las mostré, se sorprendió, se ruborizo mucho y me dijo:

- que vergüenza, perdóname... Ocurrencias de mi marido -luego agregó- de verdad te parecen bonitas esas fotos?

La mire y le dije claro que si! Son hermosas! Se levantó y me dijo vamos a verlas bien al cuarto... No podía creerlo, respiraba a mil, sentía una erección tremenda y unas ganas de sacarle todo lo que llevaba puesto y hacerla mía, la seguí, no paraba de mirar su culo hermoso, tomó la caja y sacó las fotos, me las dio y me pidió que le contara cual era mi favorita, no fue difícil, le mostré aquella donde estaba gateando y dejaba ver todo su hermoso culo y vagina tan cerca que hasta la imagen parecía tener olor.

Se levantó y subió a la cama, me dijo:

- ahora quiero que tú me tomes esa foto.

Se sacó la camiseta, en efecto no tenía bra, sus pechos eran pequeños pero hermosos, se bajó el short y el panty dejándome ver por primera vez su vagina, con pelo en efecto pero me encantaba, se agacho me dio la espalda, no podía creer lo que estaba viviendo, de verdad no lo podía creer, se puso en cuatro patas, agacho la cabeza y dejo ver su espectacular figura.

- toma la foto me dijo.

Yo medio torpe, saqué el teléfono y procedí a tomar no una, sino varias fotos, diferente ángulo, zoom en fin no podía mas!!! Volteó su cabeza y me dijo:

- mejor no?

Y en ese momento sabía que debía actuar, no volvería quizás a tener una oportunidad así, lancé el teléfono a la cama y me acerque a su culo, lo lamí y escuché como se quejó, lo tomé como un SI, comencé a lamer de abajo hacia arriba toda su vulva y terminaba en el ano, era delicioso, olía demasiado bueno, lamí mi dedo y se lo metí lentamente en el culo mientras seguía lamiendo todos los jugos que brotaban de su vagina, ella gritaba, gemía, quería hacerla mía, se dio la vuelta y se levantó me pidió que me desnudara, lo hice de inmediato.

- recuéstate dijo.

Así lo hice y ella giró y se puso sobre mi, con su culo en mi cara y se agachó mientras tanto y se metió mi verga a la boca, confieso que prefiero dar placer uno a la vez pero en esa ocasión disfrutar de ella con mi boca mientras me lamia la verga fue una sensación única.

- Meteme los dedos dijo.

Así lo hice , se movía demasiado y comenzó a gritar de placer, ahora era mi turno de tener la iniciativa, la aparte lentamente, quería probarla toda, la hice recostar y comencé a besarla, a coger sus senos, a besarlos, notaba como lo disfrutaba, baje por su cuerpo y vi su monte de venus poblado pero al abrirlo había algo rosadito lleno de jugos que no dude en disfrutar, gritó varias veces, yo no podía más, tenía que hacerla mía y recordé la foto.

-ponte en 4 le dije.

Sin temor, me miro y obedeció, me acomodé y se la metí suavemente y hasta el final, el golpeteo de mis testículos contra su cuerpo se escuchaba y ella gritaba, la tome del cabello por detrás y así estuvimos un rato hasta que ella se alejó y se tumbó en la cama.

- metemela así ahora.

Obedecí, yo estaba de pie, ella me abrazaba con sus piernas y le metía la verga con mucha fuerza,

- termina dentro mio por favor me dijo.

Así lo hice, la llené de leche, mi verga por alguna razón seguía erecta y yo seguía empujando ella gritó nuevamente, luego de un rato la saqué... Se levantó y se puso en 4 nuevamente.

- toma una foto más.

Me quedé atónito, pero así lo hice, al hacer zoom note como por su vagina chorreaban mi leche mezclada con sus jugos, tome varias.

- ahora ya tienes mejor material que el que viste me dijo.

Se levantó y se fue a la ducha, yo estaba ahí tendido en la cama, sin poder creerlo aún, parecía un sueño, ya el efecto del vino había pasado y poco a poco me daba cuenta de lo que había hecho, tomé un paño húmedo del velador, me limpié y cambié. Ella salió con la toalla, me dijo que por favor me fuera porque era probable que su hija pronto llegara, así lo hice no sin antes decirle lo hermosa que era, le di un beso en la boca y me fui.

Contrario a lo que muchos piensen, no volvió a ocurrir jamás, ella siguió actuando como siempre fue, atenta, una hermosa mujer, yo de igual manera, pero luego de varios meses yo terminé con mi pareja y no volví a saber de ellas, ahora de vez en cuando tomo mi teléfono y observo las fotos para masturbarme en honor a ella, mi deseo prohibido.

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