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El hombre oscuro (capítulos 1 y 2)

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Yo -lo admito- siempre quise tener una aventura, era para mí una fantasía conocer a una persona y que suceda lo que tenga que suceder. Pero eso no significa que deje de querer a la persona que está a mi lado y al círculo que me rodea. De hecho, gracias a ese círculo y a la persona que me sorprendió casi hasta la locura, pude volver a los míos y a vivir una vida normal. No importa mi nombre, voy a poner que soy Lorena y que la persona involucrada es Felipe.

Felipe es para mí un hombre oscuro (no hablo de un hombre de color) si bien es bastante morocho, no me refiero al color de piel, sino a lo parco, misterioso, callado, de pocas palabras y ausente. Él jamás me invadió en mi privacidad y en mi familia. Jamás se aprovechó y se puso en una situación dominante, él solo preguntaba en algún texto o lo ponía con palabras, pero debo admitir que era implacable. Cada ocurrencia era como que me tocaba hasta lo más íntimo de mis fibras del placer, como si conociera todo lo que yo había -de alguna forma- fantaseando o deseado. Aun así, lo más increíble era su discreción, el hombre no prendía una vela si sabía que lo iba a delatar en medio de la noche y eso lo hacía al menos implacable, casi invisible. Y cuando se tuvo que dar a conocer, lo hizo y así como apareció, también desapareció.

Caminaba junto a mi marido por el centro del pueblo, era un día apacible de verano, todo el mundo vacacionaba y el pueblo estaba sumamente tranquilo. Decidimos ir a tomar un café, eran las 19 h. Al llegar a un clásico bar de la ciudad, nos sentamos en el interior junto a la ventana. En otra mesa, había un grupo de muchachos jóvenes, no digo chicos, pero si claramente menores que mi esposo y yo y se divertían tomando algunos cafés, otra cerveza y otras distintas bebidas.

Mi cabeza siempre estuvo llena de fantasías, pero nunca las pude ordenar, porque no todas apuntaban a lo mismo y siempre tuve pereza de sentarme a revisar mis locuras.

En ese momento, este grupo de personas se disponía a pagar y a retirarse de local, cosa que hicieron, mi marido se levantó para ir al baño en el momento que estos se iban -reconozco que hay mucha casualidad en esto- uno de ellos paso, me miró sería y profundamente y me dejó un papel en la mesa, no sin antes de irse guiñarme un ojo. Admito que quedé sorprendida y nerviosa, tomé el papel con la nota en mis manos y miré a mi alrededor a ver si estaba siendo observada, -por suerte no- así que lo metí en mi cartera. Mi marido retornó del baño, conversamos unas pavadas más pagamos y nos fuimos.

Ya me había olvidado de lo ocurrido en aquel café, hasta que 3 días después veo al mismo muchacho caminando por la calle. Inmediatamente después de terminar mi jornada de trabajo volví a mi casa casi con desesperación de que la nota continuara en mi cartera donde yo la había dejado. Para mí tranquilidad ahí estaba, en un pequeño bolsillo interno. Encerrada en el baño, tomé la nota y me dispuse a leer una frase que me dio vida. "Sos muy hermosa, me encantaría poder compartir algunos momentos contigo. Felipe teléfono… si quieres llámame".

Ahí es donde claramente pude ver algunas de mis fantasías y notar que sexualmente tenía dos: una de ellas tenía que ver con conocer a un extraño en cualquier circunstancia. Y la segunda, con hacerlo en un jacuzzi en una fiesta también con un extraño.

Mi cuerpo se revolucionó al tener el teléfono de Felipe, si bien tenía esas fantasías, también era casada, tenía 3 hijos, una contención familiar y también mucho morbo apagado que lo iría descubriendo con este hombre oscuro.

Una semana después, salgo de mi trabajo, y caminando hacia mi casa, me atreví a llamarlo, bah... Texto.

-Hola Felipe, buenas tardes, espero no ser inoportuna, vi tu nota que me dejaste y quería saber más de vos. Soy Lore y te conocí en el bar de...

-Hola Lorena, si, me acuerdo de esa tarde. Dime cómo y cuándo puedo dejarte un texto o llamarte. Sé que tenés esposo y lo que menos quiero es complicarte la vida, pero me encantaría que hablemos.

Al otro día lo puse al tanto de mis horarios disponibles para conversar con él, mis ocupaciones laborales, familiares y personales.

El respondió: Sabes solo de verte hace un par de semanas, entendí que eras la dueña de mis fantasías y quisiera poder vivir las con vos, pero entiendo que tus tiempos son bastante acotados. Aun así, si fuera posible solo tienes que decir si aceptas y los tiempos los vemos.

Por primera vez, mi cuerpo se estremecía, mi corazón se aceleraba y mi estómago se hacía un nudo, sensaciones fuertes que no experimentaba hacía mucho tiempo.

Comencé a revisar mis horas, mis momentos libres, mis deseos y mi cabeza me jugaba en contra casi todo el tiempo, mi excitación podía más que todo lo que yo quería organizar, mi trabajo, mi casa, mis hijos, mi esposo... Había allí un conglomerado de cosas que me hacían dudar, pero debo admitir que me había abandonado en el sexo al no poder compartir con mi esposo mis más oscuros deseos y fantasías, era imposible hacerlo.

Una tarde la llamé, le dije que saldría a caminar y que quería verlo.

-No salgas a caminar, sal en bicicleta y pedalea un rato, si te demoras estando conmigo, te permitirá volver a casa más rápido que caminando.

Lo preveía todo, no pensaba solo para él sino para mí, y así evitarme pasar un mal momento en mi casa.

-Cuando salgas, da un par de vueltas, y luego ve a la vieja estación, no me verás llegar, pero ponte ahí con tu bici, espera el crepúsculo donde ya nadie andará.

Cuando llegué a la estación, él ya estaba ahí, simplemente tomo con fuerza el manubrio y descaradamente me beso, un beso largo y profundo que hizo explotar mi corazón en emociones fuertes, me mojé, sentí que me mojaba como hacía años no me pasaba, luego me abrazó y me dijo "Hola" y ambos rompimos a reír, conversamos algunas cosas y después de besarme muchas veces y meterme un par de manos, me dijo... Vuelve. Esto recién empieza, y tenemos tiempo, cada vez que salgas vamos a robar 5 minutos más. Pero no debemos llamar la atención de nadie.

¡¡¡Me encantó!!! Hubiera querido más? Si claro que si, pero el tipo la tenía clara y era un pendejo ocho años menor que yo!!! Hablé con mi esposo, y le dije que el día menos ocupada de la semana me iría a andar en bici o a caminar porque estaba muy estancada. Le comenté a Felipe y el me dio un (tip) que me sorprendió pero que a la vez me sirvió y mucho... Chicas (no lo puedo decir).

Capítulo 2:

En el segundo encuentro no pude contenerme. Recibí un mensaje de Felipe que decía "avísame cuando sales a caminar".

Lore: Está semana salgo el jueves

Feli: Bien, saldrás con un soltero, y en una bolsa o tu cartera meteras una braga y un sostén. No llevarás otra ropa que el solero puesto e iras completamente desnuda por debajo de eso...

No aguanté, un calor me invadió al leer el mensaje, estaba trabajando y sentí que me mojaba, salí de mi escritorio y fui al baño rápidamente y me masturbé encerrada en el baño, con la desgracia de tener que contener mis gemidos. Aun así y de solo imaginarme en bicicleta con solero y completamente desnuda, no podía calmar mi excitación, se hizo muy difícil llegar al final de mi jornada.

Al llegar a casa, mi esposo, se iba a su segundo turno de trabajo y mis hijos estaban en clase, que quite la ropa entre a la ducha y dejé que el agua me apagara el cuerpo regulando la temperatura del agua a lo más fría posible... No pude, mis manos eran caricias delicadas y el jabón un lubricante perfecto para aprovechar esa soledad del momento.

Puse el tapón en la bañera mientras jabonaba mi cuerpo y dejaba que se llenará, me recosté y dejé que mis manos acariciaran mí cuerpo, mis manos apretaban y amasaban mis pechos deliciosamente, y luego una de ellas bajo por mi vientre hasta llegar a mi sexo, al meter mis dedos, podía notar el calor qué irradiaba de allí, aún con el agua tibia; deje que mis manos hicieran de mi cuanto quisieran, era ese momento, la soledad de mi hogar, la tranquilidad de una ducha relajante, y mi cabeza que no podía quitarse ese mensaje de encima, todo fue el combo perfecto para estallar en un tobogán de sensaciones dulces y placenteras.

Sali de la ducha, me seque me tire en mi cama completamente desnuda y relajada, hacía mucho tiempo que no vivía una cosa así, estaba feliz y de solo pensar encontrarme con Felipe, quería que fuera jueves, y aún faltaba un día. Rato más tarde, me desperté de una profunda siesta de 2 horas, estaba. Completamente relajada, unos instantes después llegaron los chicos del colegio y mi vida volvió a la realidad cotidiana. Los ayude con sus tareas y me dispuse a pensar la cena para la noche cuando llegara Santiago por la noche.

Después de cenar mientras limpiaba la cocina y dejaba todo en orden, volvieron los pensamientos y otra vez las sensaciones de mi cuerpo empezaban. A hacer mella en mí. Termine de limpiar mientras mi esposo miraba las noticias, me acerque y le di unos besos, unos mimos y me fui a bañar, me puse el baby doll y al salir del baño fui en busca de mi esposo... Ya estaba en la cama, para dormir, lo abrace, le di unos besos, necesitaba estimularlo, estaba muy excitada y Felipe había despertado mi sensibilidad sexual, necesitaba tener sexo y quién mejor que mi marido... Pero él solo me dio unos besos y me dijo hasta mañana amor.

Desnuda, solo con el baby doll, que mi esposo no vio o no quiso ver, me imaginé la invitación de Felipe y con mi esposo a mi lado, sentí que mi cuerpo ardía y que el hombre oscuro aparecía para apagarlo... Comencé a pasarme crema para refrescarme y fue inútil, mis manos cálidas comenzaron a frotar mi cuerpo y al tocar mis zonas erógenas fue como meter aire en el fuego, lo que derivó en otra tremenda paja antes de quedarme dormida.

¡¡Por fin jueves!! Me levanté ansiosa, contenta, me arreglé y me fui a trabajar, más puntual que de costumbre, me prepare un café y trabaje como nunca poniendo al día muchas cosas que tenía atrasadas, y de paso haciendo limpieza en mi computadora. Estaba distinta, sentía mi cuerpo vibrar como hacía mucho tiempo no pasaba, y que felicidad sentía que fuera así, me sentía viva!!!

Mi jornada de trabajo se pasó muy rápido, y me fui directamente a casa, Santiago aún estaba en casa lo que me sorprendió y también él se sorprendió al verme llegar tan temprano, le dije como había sido mi día hoy y se río. Le pregunté si no trabajaba me dijo que estaba preparando todo para irse. Eran las 13:50, así que tenía desde las 15 hasta las 18 h para hacer bicicleta ya que mi esposo trabaja en lo suyo desde las 16 pero siempre se va una hora y media antes para hacer papeleos y acomodar mercadería.

Esperé a que se fuera, preparé la ropa interior en la cartera y me fui a bañar, busque el solero y me lo puse... bastó con ponerme encima para notar la sensación de libertad al no tener ropa interior puesta. Y a su vez comencé a excitarme terriblemente. Le mandé un texto "Felipe, estoy saliendo, voy a la vieja estación?"

- No, vas a bajar y dejar la bici en el espacio que hay para bicicletas en la oficina de correos y vas a caminar por la calle tal.

Hice como me dijo, y al llegar al lugar aparqué mi biciclo y comencé a caminar, estaba muy excitada porque literalmente me sentía desnuda, mis pechos denotaban que claramente no llevaba sostén y la brisa por debajo de mis piernas me excitaban más aún, paro un coche a escasos 20 metros y pude ver que era él. Subí al coche con vidrios polarizados y rápidamente partió hacia la carretera, me besó, acaricio mis rodillas y su mano fue como una descarga eléctrica, me atrevo a decirle que estaba muy excitada, a lo que el respondió bajando si cremallera, y sacando su verga de entre los pantalones, no me demore, lo puse entre mis manos y lo comencé a masturbar, rápidamente estuvo rígido y comencé a mamar mientras el conducía.

Quería tragar todo su glande parecía que iba a reventar mientras que él sacó una mano del volante y comenzó a sobarme la cola. Y levantando mi vestido me dejaba prácticamente desnuda, comenzó a jugar con mi sexo desde atrás de mi cola, estaba completamente húmeda a lo cual el con sus dedos llegaba a mi sexo, los humedecía y los ponía en mi cola y así repetía la operación, yo estaba en las nubes y al parar el auto, subí la cabeza, noté que estábamos en medio de un campo debajo de un árbol. Se bajó, fue al baúl del auto, sacó y tendió una manta sobre el pasto.

Me bajó del auto y se bajó los pantalones hasta los tobillos, sacándose la camisa por completo, me pidió que me sentara de espaldas a él sobre su verga y que comenzara a cabalgar. Sentir entrar su miembro en mis entrañas, sentir el calor de su verga dentro de mí me fue potenciando, y comencé a cabalgar lentamente a la vez que el acariciaba mis cadera. Y mi espalda, no aguanté y me quité el solero mientras lo cabalgaba, quería estar completamente desnuda para ese hombre, mis pechos se movían a ritmo, y al ser grandes y verlos con tanta libertad me excitaba aún más, se incorporó, se abrazó de atrás y amasó mis pechos con frenesí.

-No aguanto mas, me vengo Felipe, estoy a punto de explotar

- No pares de moverte, seguí cabalgando, me encanta lo puta que te pusiste para mí, amasar tus pechos, tenerte hasta los huevos...

-Hooo Feli, Haaa, voy a acabar, siii, siii me encanta, haaa...

Más sucio me hablaba, más me excitaba, no me gustó que me diga puta en un primer momento, pero admito que en ese polvo sacó lo mejor de mi... Cómo necesitaba una cogida de esas, cuánto tiempo a pasado de disfrutar tanto... Nos besamos, nos acariciamos, y yo seguía con mi mano acariciando su verga, en poco rato y entre besos, estaba nuevamente erecto y yo no podía calmar mi calentura. Me tomo de la cintura, me paró, me abrió las piernas y comenzó a penetrarme con las manos apoyadas sobre el capot del auto.

-Siii, así Feli, asiii no pares por favor, dame pija así que me volves loca, hooo, si haaa.

En un movimiento, me dio vuelta, me recostó sobre el coche y comenzó a penetrarme poniendo mis pies sobre su hombro derecho, de manera de tenerme ensartada hasta los huevos con mis piernas cerradas, lo que hacía friccionar mas el roce, produciendo un placer enorme y mi cuerpo no paraba de temblar, era inminente que iba a acabar, y en un momento mi cuerpo nuevamente explotó hermosamente... ¿Qué puedo decir? Ya no queda nada por decir, hacía mucho tiempo que no disfrutaba el sexo de esta manera, que me atrapara, que me sorprenda como lo hizo el hombre oscuro... Y esto acaba de empezar...

Continuará.

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