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El inquilino (2)

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Después de lo que paso esa noche ya todo fue morbo y lujuria, lo primero que hice por la mañana fue depilarme todo el vello púbico y me fui caliente al trabajo. Llegué a casa y le hice la cena a mi marido, después le ayudé a acostarse y luego me fui a cambiar de ropa y al final me puse un camisón de botones, sin ropa interior. Bajé a la cocina a lavar los platos y tomar una copa de vino para relajarme, oí la puerta abrirse cuando estaba lavándolo los últimos platos cuando sentí un dedo recorrer mi columna vertebral de arriba abajo, me dio un escalofrío que recorrió mi cuerpo, el dedo bajó hasta mi culo y volvió a subir por el mismo sitio.

Carlos- te estremeces solo por esto pues espera que tengo más ideas.

Pasó sus manos por delante hasta mi pecho que tocó, amasó

Carlos- uh buena zorra sin sujetador me gustan así las mujeres

Desabrochó los botones de arriba del camisón dejando mi pecho al descubierto, le tocó los pezones y me los pellizco, gemí por el gusto y sensación que eso me produce, mis manos dejaron de fregar para solo sentir sus tocamientos. Los volvió a pellizcar más fuerte y volví a gemir más fuerte

Carlos- cuidado puta que no te oiga tú marido

Pero Él seguía con ese juego por lo que llevé una mano a mi boca para amortiguar mis gemidos. Siguió luego desabrochando mi vestido hasta que quedara totalmente abierto

Carlos- veo que la zorra tampoco lleva nada de ropa interior

Mientras decía esto me puso la mano en el culo y la pasó hacia adelante hasta llegar a mi coño

Carlos- además veo que eres una zorra obediente, te depilaste como te ordené

Me dio la vuelta y mirándome acercó su boca a la mía, metiendo su lengua que yo recibí con pasión, mientras me besaba dejó caer mi vestido al suelo y luego bajó a mi pecho para besarlo, sobarlo, morderlo. Yo le puse mis manos en su cabeza para que no dejara de hacerlo, de manosearme, de morderme, de besarme el pecho

Carlos- que ricas tetazas tienes, zorra

Me cogió con sus brazos y me sentó en la mesa de la cocina, me abrió las piernas mirándome a los ojos

Carlos- veamos a que sabe tu coño

Puso su cabeza entre mis piernas y su boca y lengua en mi coño, me tumbé en la mesa y con mis manos en su cabeza sentía los lengüetazos en mi mojado coño, no tardé en gemir y llegar de una forma tan fuerte que arquee el cuerpo, pero eso poco le importó porque siguió comiéndomelo hasta sacarme otros dos orgasmos aún más fuetes si cabe. Hacía tanto que no tenía tres orgasmos que me quedé quieta durante unos minutos.

Yo- quieres cenar ahora?

Carlos- quiero comerte a Ti entera,

Juan- pues eso voy a hacer yo ahora

Me dio la vuelta apoyándome las manos en la mesa, tiró de mi culo hacía atrás y sentí como se bajaba el pantalón poniendo su polla en la entrada de mi coño

Yo- no, no sin condón no

Pero no me dio tiempo a nada, ya la tenía algo dentro

Carlos- solo un momento antes de follarte el culo, no dejaré nada de leche, además puta tú ya no puedes tener hijos

Sentí como se abría paso su polla por dentro de mi coño y como se iba haciendo más grande y gorda

Yo- no puedo tener hijo pero hay enfermedades

Le dio igual lo que le decía me cogió del pecho y tiraba de mí hacia atrás con fuerza mientras sentí como su polla entraba y salía de mi mojado coño, cerré los ojos y me dediqué a sentir su polla dentro de mí.

Juan- tienes vaselina o mantequilla o algo?

Yo- mantequilla en el frigo, para que la quieres

Carlos- ahora lo verás

Sin sacarla de mi coño me llevo hasta el frigorífico, loa abrió y sacó la mantequilla, la derritió en su mano y me la puso en el culo

Carlos- así entrara más fácil

Sacó su polla de mi coño y la puso en mi culo y empezó a empujar, entraba con dificultad hacia micho que nadie me lo follaba y debía estar más cerrado, me dolía un poco según entraba además su polla era enorme, cuando la tuvo toda dentro empezó a sacarla y meterla despacio para que me acostumbrara y no tardé en ello, cuando vio que me entraba bien bajamos a la vez al suelo y me quedé a 4 patas con la cabeza apoyada en el suelo, entonces fue cuando comenzó a meterla y sacar su polla de forma salvaje, creía que me partiría en dos

Carlos- no grites tanto puta, que te oirá tu marido

Debía estar gritando mucho de placer e intenté no hacerlo pero no podía el volver a sentir en mi culo una polla era superior a todo y gemía y gemía de gusto, además Juan me tocaba el coño por lo que llegué varias veces hasta que sentí que mi culo se llenaba de leche caliente, espesa y abundante, luego Carlos quedó encima de mi espalda.

Luego se retiró de mí y se sentó en un silla yo me senté sintiendo como la leche de mi culo caía, después apoyé la espalda en la pared con las piernas abiertas mirándole de frente, debía tener una pinta de puta así sentada, con esa cara de zorra satisfecha

Carlos - menudos gritos das pareces una zorra en celo, seguro que alguien te oyó pedazo de puta, habrá que buscarte otra polla que te tape la boca

Yo- soy así no puedo evitarlo, quieres que comamos algo

Carlos- si vamos a mi habitación que me comas la polla y yo a ti el coño y tus tetazas de puta

Se puso de pie y dijo

Carlos- y limpia el suelo de la leche guarra zorra

Cogí papel de cocina y limpié y luego nos fuimos para su habitación donde estuvimos follando, comiéndonos enteros durante 1 hora

Así transcurrieron los día siguientes yo le daba de cenar a mi marido le ayudaba a acostarse y luego bajaba directamente a la habitación de Carlos para follar durante horas

Un día llegó tarde lo esperé pero al final me fui a dormir a mi habitación, luego sentí la puerta abrirse, solo que no esperó a que bajara subió el a mi habitación y entró, le dije que se fuera, todo con voz muy suave, pero no hizo caso se desnudó y se metió en la cama

Yo- vete estás loco

Se puso encima de mí

Carlos- serás puta no tienes ni bragas

Era verdad solo llevaba un camisón que fue subiendo con sus manos hasta dejarlo en mi cuello sujetándome con una mano el camisón en el cuello y con la otra sobándome el pecho y abriéndome las pierna con la suyas la puso su polla en la entrada de mi coño

Yo- déjame no me toques, no me folles y menos si condón.

Me la metió toda de golpe sin miramientos comenzó a sacarla y meterla de una forma brutal, sentís su polla dentro de mí como me partía en dos

Carlos- desde ahora te follaré así sin nada y te dejaré mi leche donde me dé la gana, entendiste puta

Me puse la mano en la boca para amortiguar mis gemidos y gritos y con la ayuda de Carlos poniendo su boca y lengua en la mía apenas se oía

Juan- que buena zorra estás hecha, con la habitación de tu marido ahí al lado y tu follando con otro, gimiendo como una perra caliente

Se salió de mí y dijo

Carlos- venga perra cabalga tu encima

Se tumbó terminé de quitarme el camisón y me puse encima de él metiéndome su pollón hasta el fondo y cabalgando encima suya, el me sobaba las tetas y me pellizcaba los pezones yo con las dos manos en la boca amortiguando mis gritos de placer, antes que el soltara su leche dentro de mi coño llegue dos veces, luego quedé tumbada encima de Él

Yo- deberíamos utilizar protección

Carlos- te dije que dejaré mi leche donde quiera, lo entiendes o que te pasa zorra

Yo- si lo entendí si

Carlos- bonita habitación hoy dormiré aquí contigo, algún problema

Yo- no ninguno, amor, ninguno

Sonó el despertador y me puse encima de él, tenía la polla totalmente dura, me la metí en mi coño y cabalgué encima suya, en medio dormido abrió los ojos y sonriendo dijo

Carlos- así me despertarás todos los días, verdad

Volví a correrme antes de sentir su leche en mi coño.

Carlos se levantó me sobo las tetas y luego el culo y me dijo mientras me lo tocaba

Carlos- éste no lo tengo olvidado, tendrá su ración de polla esta noche

Se fue, me fui duchar y luego me vestí durante el día estuve recordando la noche

Como todos los días le di de cenar a mi marido le ayude a acostarse y me vestí para esperar a Carlos, me puse un vestido de botones. Sentí la puerta y como subía las escaleras sin decir nada vino hacía mí y metió la mano por debajo del vestido cogiéndome el tanga y tirando hacía arriba metiéndomelo por mi coño, fu una sensación de placer, dolor y humillación.

Ya en la cocina me besó en la boca y me dio media vuelta haciendo que me apoyara en la encimera de la cocina, luego saco mi culo y subió el vestido dejándolo a la vista, sentí como se bajaba los pantalones y apartaba el tanga poniendo su polla en la entrada de mi coño, sin decir nada y de un fuerte golpe me la metió hasta dentro, sentí como entraba su pollón dentro de mí, , después agarro mis tetas y comenzó a sacarla y meterla a la vez que me estrujaba el pecho con sus manos, alguna veces me daba azotes en el culo y me decía, como siempre guarradas que me ponían a mil.

Tiró de mi pelo y me puso recta tocándome el coño a la vez que me metía su polla, tiro de mi vestido rompiendo algunos botones y otros salieron dejándomelo abierto, me lo quitó y según estábamos hizo que me pusiera a 4 patas en el suelo, empujo mi cabeza contra él apretándomela fuerte después saco su polla de mi coño y me la metió en mi culo de golpe

Carlos- no grites tanto puta que te oirá el cornudo de tu marido

Yo no sé si gritaba mucho o no pero que cada ya llevaba dos o tres orgasmos eso lo sabía, así que Carlos me tapaba la boca para que no gimiera tan duro, Según hablaba Carlos sentía el calor de la leche que me llenaba mi culo, si polla daba espasmos dentro de mi culo hasta que empezó a ponerse flácida y salirse de él, yo me quedé así durante unos segundos sintiendo como su leche resbalaba por mis muslos, me incorporé para buscar papel de cocina y limpiarme.

Pasaron algunos días con lo mismo me follaba conde quería, cuando quería y hacía lo que decía casi era su esclava sexual.

Todas las noches, mientras Efraín descansaba tranquilo, a unos metros, yo cabalgaba sobre la enorme verga de Carlos como si no hubiera un mañana. Él era muy atlético y no tenía problemas para mantener el ritmo, además de recuperarse rápido.

Pero todo tiene su final. Las cosas regresaron a la normalidad unos meses después. Carlos se mudó y poco después terminó la universidad y obtuvo su título. No fuimos a su graduación.

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