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El reencuentro: debut y despedida (1)

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Lo que les voy a escribir es mi vida, varios relatos que son de un hombre casado y con un hijo, con una vida normal, con problemas, con aciertos, con situaciones que a ti te pueden pasar, y más cuando dices que NUNCA te va a pasar:

Cuando era joven, era un chico que le gustaba mucho jugar videojuegos y conocer gente, hacer amigos y amigas. Esa época nunca la olvidare ya que ahí tuve a varias amistades, que después resultaron no ser tan amistad, es un clásico. En ese momento conocí a una chica que no era la gran cosa, en ese momento yo tenía una novia, andaba derrapando por mi novia, pero en ese momento teníamos los clásicos problemas de una relación joven, a la chica que conocí en aquel entonces de nombre Mon, algo de ella me atraía no sabía que era, en algunos instantes llegué a pensar que era porque no estaba pasando por un buen momento amorosamente y es lógico que veas a otra morra y te levanten el ánimo. Mon era alivianada, la conocí en el transporte público, platicábamos poco porque casi siempre iba acompañada, pero cuando iba sola platicábamos de todo y nada, nuestras miradas cruzaban y se sentía el ambiente diferente era una sensación nueva para mí, no era amor, pero sentía algo por ella. En una ocasión ya estaba por bajarme del camión cuando de repente me despido de ella, pero intuitivamente besé sus labios, un beso suave, y me fui…. Que fue lo que pasó, ni yo supe.

En días posteriores a ese momento no nos vimos más, solo de lejos, después me entero que andaba con un amigo mío y pues yo seguí mi vida como cualquier adolescente y desde aquel día hasta el otoño del 2020 nuevamente hubo un revolcón en mi vida que es lo que nos trae en esta historia.

Ya tengo una familia para el 2020, ya tengo responsabilidades como cualquier adulto pasado de 30 años, maritalmente estábamos pasando por una situación complicada (no hondaré en ese asunto porque no es lo relevante) y más en el aspecto sexual, y aparte la rutina nos estaba jodiendo mucho, yo para poder soportar eso pues aplicaba la clásica de irte con los amigos a echar desmadre y a echar cheves los viernes de cada semana, era como un ritual para mí ya que me desestresaba de cierto punto, el mejor desestres es una buena follada pero no la tenía en ese momento.

Ese día viernes me dice un amigo que estaba en un grupo de Facebook donde estaban agregando a amistades de antaño, que, si yo quería participar, le dije que si y entre a ese grupo en donde pues vi a varios que tenía mucho tiempo de no “ver” amigos y amigas de aquella adolescencia, y comenzamos a cotorrear poniéndonos al día. Así pasaron varios días en donde cotorreábamos sin parar, hasta que un día nos dice un amigo, “los invito a mi casa a echar desmadre y una peda” dije yo, OK me gusta tu iniciativa solo que yo “nunca iba” jajaja, siempre me invitaban, solo veía las fotos del desmadre en el grupo ahí fue cuando me di cuenta de algo; Mon estaba en esas fotos pero de espaldas, no quería salir en dichas fotografías; ahora, yo cuando la vi ahí la identifique y menos ganas me dieron de ir, muy dentro de mi ser sabía que no iba a ser algo bueno para mi estar cerca de ella, había emociones y situaciones inconclusas de aquella época estudiantil.

Me dice Carlos: “¿Por qué nunca vas güey?

Yo: “no tengo tiempo, soy un hombre ocupado”

Carlos: voy a armar una elotiza para que ahora si vayas güey, sin falta carnal

Yo: ahora si voy güey, pero dime ¿quién va a ir?

Carlos: Oscar, David, Joel, Ulises y tu.

Yo: ahhh va va ahí te caigo entonces

Carlos: El sábado siguiente te espero.

Ya tenía plan para el siguiente sábado y le dije a Juan y a Ricardo que fuéramos también para que hubiera más desmadre. Pase por ellos en mi coche y fuimos, comenzó a llover bien fuerte, no se veía nada en el camino, pero como fuera llegamos a casa de Carlos. Llegando a lo que íbamos, comenzamos con un aperitivo, unas buenas cervezas, yo lleve tequila para más tarde porque estaba haciendo frio por la lluvia; platicando aquí y allá era una tarde divertida me sentía como jovenzuelo sin ningún compromiso y quería que ese día nunca acabara, hacia demasiado tiempo que no me divertía tanto como aquel, hasta ese momento. Pasadas las 6pm ya andábamos entrados y veo llegar un taxi y se bajan 3 personas, yo como si nada, los vi, mas no los observé, cuando veo de cerca, mis ojos se hacen grandotes viendo que era Mon y dos adolescentes, no sabía qué hacer, si irme o brincar al fuego o meter la cabeza bajo tierra, me sentí abrumado, pero como macho alfa lo oculté. Mon me ve y lo primero que hace es saludarme, casi corriendo llega a mí y me abraza y me besa en la mejilla yo respondí, pero no efusivamente como ella lo hizo.

Mon: hola ¿Cómo estás?

Yo: bien ¿y tú?

Mon: bien gracias

Noto mi frialdad así que se alejó de mí, eso era lo que quería hacer en ese momento, estar lejos de ella.

Cuando la veo mis ojos estaban de arriba abajo divisando un buen culo y unas buenas tetas se veía sabrosa, ya por el paso del tiempo con vestimenta de señora, a pesar de que era joven, al menos 2 años menor que yo, buscaba cualquier pretexto para revisarle el escote o las nalgas, todo con discreción total, pero me di un buen agasajo con mis ojos, en algún momento ella se agacho para recoger unos cubiertos que se habían caído al suelo y por ende, el escote de la blusa también se mueve y ahí veo esos senos firmes que en ese momento mi pene reacciono a la de ya, y firmes señor… como ya andaba tomado me veía cada vez más descarado y me importaba una madre lo que pensaran de mi o dijeran, y luego de tanto tiempo sin coger pues andaba ultra caliente.

Tiempo más tarde, como a las 9 pm, se anima nuevamente a hacerme platica, yo ya estaba ebrio y pues no fui igual, en esa ocasión ya estaba disponible para platicar con ella, nos pusimos al día de sus hijos, familia, trabajo y un sin fin de temas, me pregunto de mi situación personal a lo que yo le dije: “eso lo dejamos para otro día, si quieres en la semana nos ponemos de acuerdo para vernos”… Me dije a mi mismo:

“No mames güey que estás haciendo”

“Acaso estas pendejo o que, vas a salir con ella”

El daño ya estaba hecho y no había marcha atrás. Ahí reiniciaba esa historia que quedó inconclusa en los años juveniles.

Ya teníamos nuestros números telefónicos respectivamente para mensajear, éramos discretos en la plática, hubo momentos clave como en esta conversación:

Mon: ¿Qué harás el viernes?

Yo: estar en la casa, tomando como cada viernes

Mon: te invito a mi casa, vamos a tomar aquí con unos amigos

Yo: a ver si puedo

Mon: ándale, ven, te juro que no te voy a comer

Yo: ya se que no, aparte tengo trabajo que hacer hasta tarde también y luego estarán tus hijos contigo

Mon: se los llevara su papá, pasa los fines de semana por ellos

Yo: te aviso

Mon: ok

Yo era dos personalidades distintas, cuando estaba sobrio era muy cortante pero cuando estaba ebrio era lo contrario, deseaba estar ahí con ella, quería comérmela, quería probar sus jugos, toda ella, fantaseaba en silencio cuando estaba ebrio y era cuando escribía distinto:

Yo: hola Mon como andas

Mon: bien y tu

Yo: aquí pensando en ti

Mon: jajaja que cosas dices

Yo: es que estaba recordando la fiesta y pues la pasamos bien

Mon: si es verdad, me encantó volver a verte, tenía muchas ganas de volver a saber de ti

Yo: aunque no lo creas yo también, de hecho te confirmo que el viernes te caigo en tu canton para echar cheves y cotorrear a gusto con tus compas.

Mon: aaahh que bien, hasta pensé que no ibas a querer, te paso mi dirección.

Aquí ya andaba ebrio, en un miércoles por la noche, necesitaba algo para dormir a gusto, y como pueden leer ya había hecho plan con ella.

Viernes en la noche, llego a su casa y ya estaba afuera esperándome, hasta ese detalle me empezaba a aflojar todo, emocionalmente, lucia fantástica con una mini falda y una blusa semi escotada, un olor magnifico, sus piernas gruesas que me comenzaban a incitar a andar de morboso, me abraza y me besa en la mejilla pero claramente pude sentir que fue al lado de mis labios un centímetro más a la derecha y me besa en los labios:

Mon: ya te esperaba

Yo: muchas gracias te ves hermosa

Mon: que bueno que te gusto mi outfit

Yo: vamos por unas cervezas

Mon: si

En mi mente era “si vamos a coger que sea pronto, porque no quiero estar mucho tiempo con ella”. Ya estábamos en su casa con sus amistades, me presento, y pues como es la onda de su servidor, comienza a fluir el alcohol en mis venas y el hocico se me comienza a abrir y a platicar como perico con todo mundo, las risas no faltaron. Más allá de la 1 am se fueron sus invitados porque aún iban a otro convivio, me quede solo con ella, platicando de lo lindo y sirviendo más cerveza, ambos andábamos alegres y comenzamos a platicar del pasado, de lo que había pasado en nosotros y en por que nunca estuvimos así, preguntas sin sentido si quieres verlo así porque es algo que ya fue. Me empecé a calentar viéndola fijamente a sus ojos, la escaneaba minuciosamente, pero con discreción y decidí irme, era lo mejor para mí, no quería involucrarme, entre en razón por ese día, hasta ella se sorprendió de que me fuera así de repente.

Nuevamente el siguiente viernes ahí estaba, pero entre semana hubo más conversación de mensajes, empezaba a adentrarme a ese torbellino de emociones, acepte su invitación fue lo mismo, pero ahora si ahí viene lo bueno y por lo que estamos aquí:

Estábamos afuera de su casa, estaban sus hijos adentro de la misma, yo con cerveza en mano; lo oscuridad nos inundaba ya que no había alumbrado público nos veíamos un poco con la luz de adentro de su casa. De repente me acerque a ella y comencé a besarla apasionadamente, mejor dicho, lujuriosamente, había una batalla encarnizada de lenguas y saliva que parecíamos perros enfrascados en una pelea, la tomaba de sus caderas pronunciadas y ella me tomaba del cabello, mis manos comenzaron a explorar esas nalgas deliciosas encima de la ropa, no dejábamos de besarnos estaba muy excitado y ella también, queríamos coger y no podíamos porque estaban sus hijos, mi verga estaba babeando y su panocha debía estar súper mojada, no toque nada por debajo de la ropa solo era mi imaginación volando y más con ese beso tan largo y delicioso que al terminar decidí irme porque no aguantaría y era capaz de cogérmela ahí afuera sin importar nada, me despedí y me fui y claro tuve que llegar a casa a jalarme el ganso porque andaba muy caliente.

Al siguiente viernes nuevamente estaban sus hijos, a mi me cagaban sus hijos, en esa platica fuimos mas a lo sentimental, a lo que yo digo:

Mon: Deberías darte otra oportunidad para amar, se ve que no estas contento y feliz

Yo: son rachas, en algún momento volveré a estar como antes

Mon: Tal vez conmigo puedas estar mejor

Yo: no te ilusiones conmigo, yo estoy aquí porque me gustas, nada mas

Mon: ¿en serio?

Yo: si, nos besamos deliciosamente y quiero volver a hacerlo

Mon: si yo también quede tan extasiada

Y nuevamente estando afuera de su casa comenzamos con el juego sexual del manoseo pero esta vez la besaba tocaba sus tetas deliciosas y metía mi mano en su raja, estaba súper mojada, parecía que estaba tirando agua, eso me puso el fierro más duro y grande, yo quería meter mi verga en esa conchita húmeda, así que pues me conforme metiendo mis dedos una y otra vez mientras ella me dejaba de besar para soltar unos leves gemidos de placer, le sacaba los dedos de la panocha para chuparlos y darle a ella de su propio jugo, los volvía a meter y sacar, y de repente abre la puerta uno de sus hijos… rápidamente todo normal no pasaba nada, el menor no vio nada por la oscuridad, mejor me fui así sin despedida. Nuevamente tuve que hacerme la paja porque definitivamente cada vez terminaba más caliente.

Al siguiente viernes cambiamos un poco la estancia, porque fuimos a la tienda primero y estuvimos platicando de lo de la semana, andábamos en mi coche y pasó así:

Mon: te digo algo

Yo: si, dime

Mon: me has dejado estos últimos viernes muy cachonda

Yo: yo también, he tenido que masturbarme para poder estar tranquilo, me excitas mucho con tus besos

Mon: tú también me excitas mucho, quiero que no te quedes con las ganas esta vez

Comenzamos a besarnos, un beso de unos 3 minutos yo nuevamente buscaba la manera de manosearla, meterle los dedos a donde fuera posible llegar, me deja de besar y dice:

Mon: acomoda el respaldo para atrás

Yo: me la vas a chupar, que rico

Mon: si quiero comerme tu verga ahora

Me saco mi verga y que empieza a chupar y pasar una y otra vez su lengua, que estaba ultra babosa, parecía que se le antojaba algo de comer, se lo comía todo me la jalaba, besaba, mordía, etc. De todo me hizo y de repente como estábamos en el coche, venia gente, pero a mí me importo un huevo, mientras me la chupe lo demás me vale, seguía metiéndose tremendo tubo de carne en su boca y lo mejor es que no tenía ni tantitas ganas de venirme, le dije “ya no aguanto más vamos a una casa que tengo esta algo lejos pero vale la pena”.

Llegando a la casa, apenas entrando ahora si saque todo lo que traía dentro, éramos animales en celo, y en eso me dice

Mon: ya estoy operada

En ese momento dije, “perfecto así ni condón necesito”.

Y seguimos con el acto amatorio le quitaba su ropa como desesperado, quería ya meterla a la cama y coger como nunca lo había hecho, me sentía vigoroso, poderoso, como si no tuviera un mañana… la vi desnuda era una diosa, me siguió mamando la verga y le pague el favor mamándole la concha, hasta que la hice venir, de tanto lamerle su clítoris y metiéndole la lengua, me mojo la cara, ese momento fue de los más excitantes en mi vida, nunca me habían cogido tan rico como ella lo hizo, la puse en cuatro patas y comencé a meterle mi verga, mientras ella cada que metía mi verga no me la quería regresar, tenía los músculos vaginales muy fuertes, la apretaba durísimo y eso me re calentaba más, entraba y salía mi verga mientras ella gemía de placer y temblaba en cada momento, se estremecía cabron, se veía que también ella tenía mucho tiempo sin cogerse a alguien. Cambio de posición y me cabalgo como profesional en el arte amatorio, se vino varias veces encima de mi estaba todo mojado y tenía un olor fantástico, su olor a sexo era algo que también me excitaba más y más, nunca había aguantado tanto sexo en una sola exhibición, soy honesto, hasta que explote le rellene el hoyo de leche, sentía que salía y salía leche de mi miembro, no sabía porque pasa eso, pero salía leche que nunca había salido de esa forma, nos vestimos y la lleve a su casa.

Platicamos toda la semana de sexo, le daba demasiada atención, nos convertimos en amantes de buenas a primeras yo solo quería que fuera fin de semana para estar con ella y deslecharme, pero ella hablaba de amor, yo no quería amor, yo solo quería sexo seguro y adiós la veía ilusionada, la veía que empezaba a clavarse conmigo y yo no, siempre se lo dije, yo estoy aquí porque me gustas y ahora me gustas más porque haces unos jales deliciosos, siempre fui claro y conciso, pero ella hacia oídos sordos a esas palabras

El siguiente viernes nuevamente tuvimos sexo, en esta ocasión ya estaba cabalgando como le gustaba, pero esta vez le comencé a estimular el ano y dice:

Mon: ¿te gusta mi ano?

Yo: claro, esta delicioso y quiero meterte la verga

Mon: nunca me lo han metido por ahí

Yo: te lo meteré, pero necesito ponerte más caliente

Y la estimule tanto que en cuestión de minutos el ano ya estaba dilatado, listo para su primer encuentro con mi polla, y así fue, le metí la verga en ese anito y ella solo gemía de placer, ni le dolió nada, le metí todo el palo de carne, no deje nada afuerita, y comencé a darle una y otra vez nuevamente pero ahora por su asterisco, estaba tan apretado que no pude contenerme más y me deje ir en ese ano apretado riquísimo, lo bañe de leche fue algo tan brutalmente rico que mi verga no se bajaba, solo palpitaba de placer, ella me la ve y comienza a chuparla desenfrenadamente me recosté en la cama y ella sin dudar seguía chupando y mamando como si su vida dependiera de ello. Se volvió a montar hasta que nos vinimos nuevamente, no tarde tanto, le tire la leche dentro de ella y nuevamente nos vestimos y salimos de ahí.

En esa semana siguiente hablábamos de sexo, pero ella ya había compartido fotos, anécdotas y más con sus familiares y amigos acerca de “nosotros”, esto se estaba saliendo de control, a lo que nace esta conversación:

Yo: no sé qué te esté pasando, pero creo que no estamos en sintonía

Mon: yo solo quiero compartir todos esos momentos con gente cercana a mi

Yo: siento que te estas enamorando y eso no es bueno para los dos

Mon: es que me gustas demasiado, no sé qué me pasa, cada vez que estoy contigo el corazón se me quiere salir del cuerpo, quiero compartir más contigo.

Yo: te dije que eso no pasara, en ningún momento de nuestras vidas

Mon: date la oportunidad de hacerlo conmigo, no te defraudare

Para este momento yo ya estaba a punto de cerrar este ciclo, me sentía bien cogiendo, pero me sentía mal porque en ella comenzaba a nacer amor hacia mí, y pues no era correspondido de mi para ella, eso duele, a todos nos ha pasado.

Para el siguiente viernes estaba ahí con amigos en común, según nosotros ese día no íbamos a coger porque tenía el periodo y que no quería cogerme con esa madre ahí dentro de ella, yo dije “OK”.

Ya pasaban de las 2 am, en toda esa noche, ella andaba muy excitada, más que otras veces, me había dicho que cuando le baja se ponía muy caliente y se quedó corta:

Mon: (me habla al oído) quiero tu verga en mi boca

Yo: pero están tus invitados no puedo sacármela aquí

Mon: Perdón, nunca había estado como hoy en mis anteriores periodos, me siento muy jariosa

Yo: no te preocupes, aguanta

Desde que llegue a su casa más temprano, me beso con más lengua que de costumbre, me estuvo agarre y agarre el chorizo, iba al baño y me agarraba otra vez la verga, se sentaba en su sillón y se metía la mano debajo de su pantalón como tocándose, todo esto en sigilo obviamente, yo ya andaba ultra caliente, el pedo era que no nos tocáramos nada, para no quedarnos insatisfechos y ella comenzó con este jueguito que estaba rico pero no tanto, quería correr a sus compas, sáquense a la chingada que quiero a mi hembra montada en mi cabrones, algo así pensé.

Pues los fulanos no se iban y se acercaban las 4 am, ya estaban como moscas fumigadas sus compas, yo andaba normal, hasta eso no tome tanto en ese rato, ella ya andaba peda y sin mediar palabra me baja el cierre del pantalón, me saca la verga y comienza a mamar, ahí con sus compas casi desmayados:

Mon: Que rica verga, amor

Yo: ya me hacía falta una mamadita

Mon: quiero probar tu leche, nunca he probado leche de ningún hombre, quiero tu leche

Yo: aaahhh que ricooo mamas, succiónale cabrona

Mon: dame lechita papi

Yo: sigue sigue no pares

Y pues ahí mismo sin más, le bajé el pantalón como pude:

Mon: no, no lo hagas, te digo que estoy en mis días

Yo: me vale verga cabrona

Mon: no no no me cojas hoy, te prometo que la próxima sema…

La volteo y la empino y para adentro cabron, así sin importarme algo de lo que me dijeran, sus amigos, sus primos, lo que sea. De las quejas pasamos a los gemidos en un tris, como lo leen, le metí mi verga en su vagina sangrienta, y empezó a salir flujos vaginales con sangre, algo raro tal vez para algunos de ustedes, pero la sensación que tuve fue magnifica; considero que fue el poder que me dio para hacerla mía fue lo que detono un agrado por ese momento de sexo desenfrenado:

Mon: aaahhh ahhh que rico me la metes

Yo: ya ves pendeja, sabía que te iba a gustar y más que te pones más cachonda con la sangre

Mon: es que me da asco

Yo: a mí no güey, y toma te la meto por el ano y por la panocha

Comencé a alternar metida en panocha, metida en el ano, fue glorioso sentir ambos hoyos y estaba más viscoso pero sabroso su conchita, teníamos el piso con sangre y fluidos y yo seguía metiendo mi miembro más y más:

Yo: me voy a venir en tu culo perra

Mon: no no no dame tu leche daameee

Y se agacho rápidamente y tomo mi verga ensangrentada y mamo mi leche sin dejar rastro alguno de mi líquido, hasta me excito más que no se me bajó el pito hasta una segunda mamada que ahora si me saco bien la leche.

Se levantó y me dijo:

Mon: aún sigo excitada

Yo: ya estoy out

Mon: no te vayas, quédate conmigo

Yo: no, tengo que llegar a casa (obviamente pase a la otra casa a bañarme, apestaba a hembra en celo).

Mon: te amo, no quiero compartirte más, eres mío y quiero tu verga siempre

Yo: te dije que no te clavaras, adiós

Me di la vuelta y Salí de ahí sin dar más.

Sabía que esto iba a terminar mal, lo sabía, más sin embargo me adentre en este torbellino que normalmente deja sentimientos negativos en las personas, en mi caso, al día siguiente le mande un mensaje diciendo algo así:

Yo: Mon no puedo seguir disfrutando de ti, desgraciadamente estamos entrando en territorio que para mí es prohibido; el amor. Yo no siento nada de eso hacia ti, lo mío era únicamente carnal, lujuria, solo quería sexo sin ataduras, y vaya que me sorprendiste al darme los días más maravillosos y lujuriosos que nunca había tenido con alguien, tú me dejaste más que satisfecho, será difícil encontrar a alguien que sobrepase esto que hicimos tu y yo. Agradezco tu tiempo, cariño y atención nunca te olvidare siempre estarás en mi mente para volver a vaciar mis bolas de leche en la regadera o en mi mano, pensando en todos tus atributos, que va… eres sorprendente, ten una buena vida y si alguien se fija en ti y tú en esa persona, el tremendo cogidon que le darás. Besos.

Y de ahí nunca más la he vuelto a ver y que así siga siendo, porque soy capaz de caer nuevamente en esa tentación.

(9,25)